sábado, 30 de abril de 2016

BARRERAS INVISIBLES: EL CAMBIO RESIDENCIAL COMO ESTRATEGIA PARA AUMENTAR LA MOVILIDAD SOCIAL VERTICAL. CASO DE ESTUDIO, LIMA, PERÚ. Waltraud Müllauer-Seichter

1 Dime dónde vives…
De 1961 a 1972, el número poblacional de Lima aumentó de 1.845.910 a 3.302.523 habitantes, de los que una cuarta parte vivía en las barriadas, también llamadas asentamientos humanos (AAHH).
En ese mismo período, los distritos populares del centro de Lima vivieron un profundo proceso de hacinamiento, mientras que las clases media-alta y alta se trasladaron a los distritos del sur de la ciudad.
2 ¿Quién se muda? ¿y por qué? 
La población de Lima se ha multiplicado por 11,6 y las parcelas urbanizadas se han extendido a lo largo de 70 kilómetros de norte a sur; en el periodo de 1998 a 2002 se crearon 400 nuevos AAHH.
Para entender este proceso, Waltraud Müllauer-Seichter (2013) mantiene que es fundamental analizar cómo funciona la vida en las barriadas y los valores sociales que se desarrollan en las mismas. Las barriadas estudiadas actualmente no son las que eran cuando se crearon, en los años ’50 del siglo pasado. Muchos de los asentamientos originales ya se han incorporado como distritos en el paisaje urbano de Lima. Después de haber duplicado su tasa de población entre 1961 y 1981, Lima experimenta otro enorme crecimiento de 1981 a 1993 (de 3.573.227 a 6.321.173 habitantes). Las razones del primer crecimiento fueron económicas, pero las del segundo atendieron al medio y a la violencia producida por Sendero Luminoso (SL), que provocó que un inmenso número de población de las comarcas interiores de Perú se trasladara a la capital, formando nuevos asentamientos como Villa Huanta, en el distrito San Juan de Lurigancho. Aquí, como en muchos otros asentamientos, se mantiene la continuidad de los ritos festivos, religiosos y particularidades del lugar de origen, que se convierte en un signo de identidad (Müllauer-Seichter, 2013:9).

3 El estilo de vida en las barriadas: los conceptos de reciprocidad, confianza y generosidad

Los habitantes de las barriadas tienen una visión muy realista sobre su futuro; existen grandes dificultades para hacerse con un trabajo bien remunerado, debido sobre todo al factor del transporte: existen largas distancias entre los conos y los distritos donde se ofrecen esos trabajos, y la red de transporte público no es la adecuada. Muchas personas pueden tardar dos horas en el trayecto de su residencia a su lugar de trabajo, algo que reduce el tiempo de descanso y dedicación familiar.

No obstante, y afirma Müllauer-Seichter, el dinero no es lo principal que dirige la vida en el barrio. Por el contario, se trata de una red basada en la confianza y la reciprocidad, que tiene casi la misma importancia que el dinero en la vida cotidiana.

En palabras del arquitecto Wiley Ludeña, “la ciudad es lo que es su sociedad. Si una ciudad carece de espacios públicos es porque tenemos a una sociedad aún desintegrada, superindividualizada, sin redes sociales interconectadas (…)” (Müllauer-Seichter, 2013:13).

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Müllauer-Seichter, W. (2013) Barreras invisibles: El cambio residencial como estrategia para aumentar la movilidad social vertical. Caso de estudio, Lima, Perú,  en: Anales del Museo Antropológico. En prensa. Madrid.
 

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