jueves, 31 de octubre de 2013

Resúmenes Cambio Social II Parte 19

En la asignatura de Cambio Social II del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.


1- Los movimientos sociales como fuerzas de cambio “Sociología del cambio social” de Sztompka, capítulo 19, pp. 303 a 330. Tomás Javier Prieto González // “Las revoluciones: la cumbre del cambio social” de Sztompka, capítulo 20, pp. 331 a 350. Tomás Javier Prieto González 2- Los movimientos sociales: principales teorías Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación (Funes/Monferrer, en Funes/Adell, capítulo 1, pp 21 a 58) // Tomás Javier Prieto González // El estudio del contexto político a través de la protesta colectiva. Participación y democracia (Adell, en Funes/Adell, capítulo 3, pp 77 a 108). // Julia Ortega Tovar Participación y democracia: Asociaciones y poder local (Brugué/Font en Funes/Adell, capítulo 4, pp 109 a 132). Julia Ortega Tovar 3- Los nuevos movimientos sociales en el contexto histórico y de la mundialización Génesis y desarrollo de los movimientos sociales desde una perspectiva histórica. El movimiento obrero (Pastor, en Funes/Adell, capítulo 2, pp 59 a 76). Tomás Javier Prieto González // La dimensión individual en la acción colectiva (Funes, en Funes/Adell, capítulo 8, pp 225 a 254). José Antonio Puig Camps // Los movimientos antiglobalización (Ibarra/Martí, en Funes/Adell, capítulo 10, pp 285). José Antonio Puig Camps 4- Estudios de caso y campañas Dimensión simbólica y cultural del movimiento feminista (Robles/de Miguel, en Funes/Adell, capítulo 5, pp 133 a 162). Víctor Riesgo Gómez // Identidad colectiva y movimiento gay (Monferrer, en Funes/Adell, capítulo 6, pp 163 a 190) //  Javier Hermoso Ruiz Organización y estructura del movimiento ecologista (Jiménez, en Funes/Adell, capítulo 7, pp 191 a 224). Blas García Ruiz

2.    DE LA ACCIÓN COLECTIVA A LA SOCIOLOGÍA DE LA PROTESTA

Los movimientos sociales y sus organizaciones, basan su actividad en la propia acción. Son “necesariamente movilizadores” al necesitar constantemente apoyo de la sociedad. Si bien algunas organizaciones están fuertemente institucionalizadas, otras sin embargo rozan la clandestinidad.

El concepto de movimiento social implica necesariamente alguna forma de acción.
En el último cuarto del siglo XX, los trabajos cuantitativos protest events analyse centrados en el estudio del conflicto social a través del análisis concreto de las expresiones de acción colectiva han sido numerosos abriéndose ya un campo propio que se va denominando la Sociología de la Protesta. Se trata de agregados espaciales o temporales de eventos con el objetivo de aislar series temporales. También se aportan criterios de recuento de multitudes.

No existe una categorización común de variables analizables, y hay que añadir que las desiguales capacidades técnicas y criterios utilizados en cada estudio, es difícil comparar estudios, pero eso no impide observar tendencias, dimensiones y estilos comunes a la protesta.

Los estudios coinciden en la necesidad de conocer, observar y documentar los fenómenos colectivos desde la base, para poder evaluarlos con posterioridad, es decir, “congelar” estos fenómenos hasta que una Teoría General Explicativa del Conflicto permita analizarlos e interpretarlos.

Ted Robert Gurr propuso una metodología empírica para el análisis global de los conflictos, como apoyo a lo que luego sería su conocida teoría de la privación relativa. Elaboró  un formulario de registro para datos agregados titulado: Hoja de codificación de conflictos civiles. La importancia de la codificación propuesta reside en el gran número de ítems (78) y al amplio  número de respuestas codificadas.  Ello permite analizar un vasto abanico de tipos de conflicto que se desarrollen en cualquier parte del mundo. La limitación de estas categorías es obvia: es idónea para análisis de los conflictos violentos pero no aporta otras luces al conocimiento de la capacidad de transformación de los movimientos sociales.

Charles Tilly, en su trabajo Collective Violence in European Perspective realiza varios estudios sobre la conflictividad en Francia de 1830 a 1860, y 1930 a 1960. En su Informe sobre disturbio político, diseña un modelo de formulario de registro (unidad de observación), con una serie de variables  y codificaciones ad hoc que recojan todos los comportamientos posibles en cada caso estudiado. La clasificación propuesta por Tilly recoge todos los elementos observables en los sucesos sociopolíticos del siglo XIX, pero posiblemente no nos serviría para estudiar la acción colectiva de hace unos años o de hoy en día, en donde la ritualización de la protesta, la pluralidad de los protagonistas y gran parte de los comportamientos cambian sustancialmente. Los tipos de conflicto no son equiparables, pierden virulencia revolucionaria y se convierten en formas participativas más o menos incómodas para los actores implicados. John Friedman afirma “el conflicto es el alma de una política democrática”.

Olivier Fillieule y Pierre Favre, utilizan unas variables con codificaciones  más actuales y detalladas.

Desde la Sociología de la Protesta, se propone un modelo más amplio para el estudio de los fenómenos de acción colectiva, centrado principalmente en la observación de las movilizaciones, protestas y campañas de los MMSS  en su cuantificación, y posterior análisis e interpretación. Con esta metodología podemos abordar el estudio de los movimientos sociales desde la acción, desde su expresión real en su terreno público y extraparlamentario.

Para adentrarse en el conocimiento de las peculiaridades de la movilización se puede partir de una muestra significativa de casos, utilizando para ello fuentes de los diversos actores intervinientes en el conflicto. Para el sociólogo o estudioso, es preciso recurrir al máximo de fuentes para obtener con ello muestras suficientemente representativas, en número y descripciones de eventos. El trabajo de campo y la consulta y contrastación de fuentes primarias y secundarias sirven para esta localización y ulterior codificación y descripción de las unidades de observación (datos agregados)

La aplicación estadística de las variables analizadas en cada unidad de observación (evento manifestación) permite los análisis de procesos sociohistóricos a largo plazo, en donde cabe y se permite relacionar un conflicto determinado con eventos anteriores y posteriores, con las estructuras de oportunidad existentes y la incidencia en el repertorio de la acción, el contexto de la cronología de eventos paralelos, los marcos de interpretación, etc.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Resúmenes Cambio Social II Parte 18

En la asignatura de Cambio Social II del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.


1- Los movimientos sociales como fuerzas de cambio “Sociología del cambio social” de Sztompka, capítulo 19, pp. 303 a 330. Tomás Javier Prieto González // “Las revoluciones: la cumbre del cambio social” de Sztompka, capítulo 20, pp. 331 a 350. Tomás Javier Prieto González 2- Los movimientos sociales: principales teorías Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación (Funes/Monferrer, en Funes/Adell, capítulo 1, pp 21 a 58) // Tomás Javier Prieto González // El estudio del contexto político a través de la protesta colectiva. Participación y democracia (Adell, en Funes/Adell, capítulo 3, pp 77 a 108). // Julia Ortega Tovar Participación y democracia: Asociaciones y poder local (Brugué/Font en Funes/Adell, capítulo 4, pp 109 a 132). Julia Ortega Tovar 3- Los nuevos movimientos sociales en el contexto histórico y de la mundialización Génesis y desarrollo de los movimientos sociales desde una perspectiva histórica. El movimiento obrero (Pastor, en Funes/Adell, capítulo 2, pp 59 a 76). Tomás Javier Prieto González // La dimensión individual en la acción colectiva (Funes, en Funes/Adell, capítulo 8, pp 225 a 254). José Antonio Puig Camps // Los movimientos antiglobalización (Ibarra/Martí, en Funes/Adell, capítulo 10, pp 285). José Antonio Puig Camps 4- Estudios de caso y campañas Dimensión simbólica y cultural del movimiento feminista (Robles/de Miguel, en Funes/Adell, capítulo 5, pp 133 a 162). Víctor Riesgo Gómez // Identidad colectiva y movimiento gay (Monferrer, en Funes/Adell, capítulo 6, pp 163 a 190) //  Javier Hermoso Ruiz Organización y estructura del movimiento ecologista (Jiménez, en Funes/Adell, capítulo 7, pp 191 a 224). Blas García Ruiz

EL ESTUDIO DEL CONTEXTO POLÍTICA A TRAVÉS DE LA PROTESTA COLECTIVA. LA TRANSICIÓN POLÍTICA ESPAÑOLA EN LA CALLE

1. CAMBIO POLÍTICO Y ESTRUCTURA DE OPORTUNIDAD POLÍTICA (EOP)

No se entiende  el cambio societal sin el concurso de lo social y lo político. La política es un producto de la sociedad. La dimensión política nos traslada a conceptos tales como liderazgo, partidismo, ideología, clases sociales, etc. La dimensión social viene dada por conceptos como acción colectiva, lo sectorial, ideas, sociedad civil, participación, etc. Ambas dimensiones se nutren entre si, compiten, colaboran o se ignoran. Algunos autores (Hirschman) detectan en la historia oscilaciones pendulares en la participación, entre el paso de la vida social privada a la publica y viceversa, quizás podríamos hablar también de etapas en que la que lo político domina sobre lo social y viceversa.  Marc Nerfin, Francisco Salinas, Tomás Villasante, coinciden en que en las sociedades avanzadas existen básicamente, tres protagonistas sociales: el Estado o Sector Público (El Príncipe), un espacio lucrativo o  Sector Privado Mercantil (El Mercader), y un Tercer Sector, no lucrativo (la ciudadanía, la sociedad civil). Al Sector Privado no lucrativo o “Tercer Sector”, se le define por exclusión, ni es público ni tiene fines lucrativos.
Saber si las dimensiones política y social  se relacionan y tienen igual capacidad de transformación,o si por el contrario existen contextos  y ritmos propios. Por ejemplo, las ONG tienen un contenido no gubernativo, social, y no lucrativo pero se relacionan al menos con lo político. Según Marisa Revilla, en dos niveles: “Uno es el de las implicaciones políticas de sus acciones y de su presencia en determinados foros,implicaciones que cuestionan el discurso sobre el carácter apolítico de las ONG; otro es el de su contribución, en tanto que organizaciones, a la participación política de los ciudadanos”. La acción social produce efectos políticos,  y el proceso en sí implica prácticas de participación democrática.
Kitschelt  observó en su estudio sobre el movimiento antinuclear, el mayor o menor impacto de las campañas de los nuevos movimientos sociales depende de las características especiales  del contexto político existente en cada país. El concepto de EOP fue elaborado por Eisingery, Sidney Tarrow y Hanspeter Kriesi quien a partir de la distinción de tres grupos de propiedades generales de un sistema político  y su consiguiente combinación, diseña cuatro marcos generales de comportamiento de los miembros del sistema políticos respecto a los desafiadores  al mismo.
Kriesi habla  de estados fuertes y débiles, en función de su estructura institucional formal, considerando que la mayor o menor apertura a las demandas y la consiguiente mayor o menor debilidad de un sistema político depende de su grado de descentralización, del equilibrio alcanzado entre los aparatos del poder ejecutivo, legislativo y judicial, de la coherencia de la Administración Pública.
Los sistemas políticos fuertes se caracterizan por su impermeabilidad a los inputs de los desafiadores y su alta capacidad de imponer sus propios outputs, siendo débiles aquellos que facilitan la acción colectiva y su consiguiente éxito, ya sea procedimental o sustantivo.


CUADRO 1
Marcos generales de comportamiento de los miembros
del sistema respecto a los desafiadores


En cuanto a los procedimientos informales y estrategias dominantes del poder respecto a los desafiadores, Kriesi las califica de excluyentes o integradoras, y asegura que estas estrategias desarrollan su propia lógica, con independencia del marco institucional formal.
Combinando la división de estados “fuertes y débiles” con las distintas estrategias excluyentes o integradoras, Kriesi obtiene los cuatro marcos generales para hacer frente a los desafiadores, a los que aludíamos antes.

El interés de los marcos generales radica en su posible impacto en todas las movilizaciones desafiantes de un país concreto, sobre su volumen, sobre su forma y estrategias generales, así como sobre el nivel del sistema hacia el que se orientan normalmente estas movilizaciones.

El impacto de los MMSS sobre el sistema, puede incluir el reconocimiento del movimiento social como actor legítimo, o un cambio o giro de la política, o una transformación de la propia EOP.

El tercer grupo de propiedades de la EOP, configuración del poder en el sistema de partidos, barajaría los conceptos de Izquierda dividida/unida e Izquierda en el gobierno/en la oposición, determinando la aparición, consolidación y comportamiento de los nuevos movimientos sociales.

Kriesi realizó un análisis comparativo de la importancia de los nuevos movimientos sociales en cuatro países europeos (Alemania, Holanda, Suiza y Francia), basándose principalmente en la cuantificación de los “sucesos de protesta” entre los cuales incluye manifestaciones, entrega de firmas, boicots, disturbios y ocupaciones.

La existencia de un contexto político (EOP) incide determinantemente sobre los MMSS no podemos olvidar ni descartar la existencia de otras estructuras de oportunidad (cultural, económica, mediática, etc) también importantes. Igual que R. Gurr demostró que no todos los colectivos que sufren injusticias reaccionan contra ellas, sino que todo depende de la siempre relativa “percepción” del sentimiento de injusticia o frustración. Ronald Inglehart nos muestra la estrecha relación entre cambio económico, cambio cultural y cambio político. En sus estudios comparativos por países observa los cambios de valores que se producen en la población en los últimos 30 años.

La Estructura de Oportunidad Cultural (EOC), aún por definir, confluyen aspectos no facilitadores/obstaculizadores no estrictamente políticos sino más bien psicologicosociales. Necesidades de supervivencia o la falta de percepción o “concienciación” (Marx) por parte de los potenciales actores pueden influir en  “desaprovechar” cualquier coyuntura de EOP favorable.

Dieter Rucht denomina al entorno de los MMSS “estructura del contexto”, para “evitar introducir la connotación de cambios rápidos y para indicar la presencia de un entorno más amplio que el meramente político. Posiblemente, el contexto político sea el más importante, pero no es el único elemento constitutivo de uno de estos entornos”. Para Rucht, los MMSS participan activamente en el cambio de los discursos políticos, de las relaciones y equilibrios de poder, y de los símbolos culturales.



martes, 29 de octubre de 2013

Resúmenes Cambio Social II Parte 17


En la asignatura de Cambio Social II del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.

1- Los movimientos sociales como fuerzas de cambio “Sociología del cambio social” de Sztompka, capítulo 19, pp. 303 a 330. Tomás Javier Prieto González // “Las revoluciones: la cumbre del cambio social” de Sztompka, capítulo 20, pp. 331 a 350. Tomás Javier Prieto González 2- Los movimientos sociales: principales teorías Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación (Funes/Monferrer, en Funes/Adell, capítulo 1, pp 21 a 58) // Tomás Javier Prieto González // El estudio del contexto político a través de la protesta colectiva. Participación y democracia (Adell, en Funes/Adell, capítulo 3, pp 77 a 108). // Julia Ortega Tovar Participación y democracia: Asociaciones y poder local (Brugué/Font en Funes/Adell, capítulo 4, pp 109 a 132). Julia Ortega Tovar 3- Los nuevos movimientos sociales en el contexto histórico y de la mundialización Génesis y desarrollo de los movimientos sociales desde una perspectiva histórica. El movimiento obrero (Pastor, en Funes/Adell, capítulo 2, pp 59 a 76). Tomás Javier Prieto González // La dimensión individual en la acción colectiva (Funes, en Funes/Adell, capítulo 8, pp 225 a 254). José Antonio Puig Camps // Los movimientos antiglobalización (Ibarra/Martí, en Funes/Adell, capítulo 10, pp 285). José Antonio Puig Camps 4- Estudios de caso y campañas Dimensión simbólica y cultural del movimiento feminista (Robles/de Miguel, en Funes/Adell, capítulo 5, pp 133 a 162). Víctor Riesgo Gómez // Identidad colectiva y movimiento gay (Monferrer, en Funes/Adell, capítulo 6, pp 163 a 190) //  Javier Hermoso Ruiz Organización y estructura del movimiento ecologista (Jiménez, en Funes/Adell, capítulo 7, pp 191 a 224). Blas García Ruiz

C. Métodos y técnicas en el estudio de la participación

Toda investigación social consiste en una progresiva identificación y aproximación a las diferentes dimensiones que componen un fenómeno siempre complejo. Todo método de investigación como una vía cualificada de acercamiento a la realidad que permitirá iluminar a algunos lados del poliedro, que habrá de ser completado con otros enfoques (métodos) que proporcionará información sobre el resto de caras del mismo poliedro. La progresiva acotación teórica nos permitirá distinguir que perfiles de la realidad a examen son más susceptibles de ser abordado mediante un método y cuáles desde otro; se hace necesaria una complementariedad de métodos y técnicas, destacamos la necesidad de conjugar diversas perspectivas teóricas. No se debe desechar ningún paradigma teórico no metodológico que aborde algún aspecto relevante de la participación. Será el objetivo específico en cada estudio lo que delimitará qué métodos y técnicas son los más adecuados para responder a los interrogantes básicos del mismo: qué es lo que se quiere estudiar; para qué y para quién se realiza en estudio. La adopción de un método en función del objeto irá acompañada de la adaptación del mismo al propio objeto investigado dada la especificidad del mismo, tan complejo como que trata de la comprensión de “problemas humanos”.

Cabe distinguir entre:

·      la dimensión objetiva de la participación se corresponde a nivel analítico con la metodología cuantitativa de análisis y la técnica de estudio privilegiada será la encuesta estadística.
·      la percepción subjetiva se relaciona con la metodología cualitativa y las técnicas empleadas serán los grupos de discusión, las entrevistas en profundidad, en sus diversas variantes, la observación participativa y el análisis documental.

A través de la metodología cuantitativa podemos obtener una cuantificación descriptiva de los fenómenos, Nos permite descubrir su distribución en una población dada, clasificarlos mediante la agregación por categorías, realizar inferencias sobre la causalidad de los mismos, delimitar los términos de probabilidad en que se producen los hechos u los márgenes de generalización válidos de los resultados obtenidos.

Mediante la metodología cualitativa buscamos la interpretación de los hechos, como procesos en continuo cambio sujetos a interpretaciones múltiples y variables. Dos planteamientos básicos orientan esta metodología:

·      La consideración de los contextos sociales en los que están ubicados los actores y en que se producen los acontecimientos.
·      La centralidad otorgada a la percepción subjetiva de los individuos, a la definición que hacen de sí mismos y de sus circunstancias.

El elemento básico es el lenguaje. Frente a la línea positivista que desarrolla la perspectiva cuantitativa nos encontramos aquí ante una derivación de la fenomenología sociológica y más directamente del construccionismo social y la fenomenología, lo que se clarifica las distintas líneas epistemológicas subyacentes.

El carácter más cualitativo o cuantitativo de una investigación será consecuencia de los interrogantes a los que quiera encontrar respuesta el investigador.

1.    La distribución de la participación y la cuantificación de los hechos

La encuesta estadística es una estrategia de investigación que consiste en la aplicación de un cuestionario, diseñado por el investigador, y que se aplica a una muestra de la población. El estudioso ha de conseguir la adecuación más ajustada posible seleccionando las variables explicativas según el aspecto concreto de la participación que sea objeto de su interés, Podrán utilizarse datos primarios obtenidos de primera mano por el investigador para la investigación en curso, o utilizar datos secundarios, procedentes de investigaciones anteriores y aplicarles los protocolos de explotación pertinentes. El análisis cuantitativo presenta la utilidad de la representatividad del estudio, con la encuesta obtenemos respuesta de un número mucho mayor de sujetos. Los resultados de una análisis cuantitativo logran la representatividad estadística de una amplia población, permitiendo la generalización de los resultados.

·      A través de la encuesta nos permitirá cuantificar el fenómeno participativo y su distribución entre la población. Conocer cuántos participan, en qué tipo de asociaciones, identificando las diversas variables: género, edad, hábitat, nivel de estudio, actitudes, etc. de los participantes.
·      Un estudio longitudinal nos permitirá conocer cómo evoluciona el fenómeno a través del tiempo. Permite realizar un estudio desde el punto de vista de los ciclos de protesta ofreciendo una visión ampliada y dinámica de la movilización.
·      Un estudio comparado puede proporcionarnos información sobre los índices de participación en diferentes países o en carias comunidades, y las distintas características dominantes en unos uy otros contextos.

La metodología cuantitativa nos permite realizar estudios expansivos, a gran escala, no sólo porque las técnicas se pueden aplicar a un mayor número de sujetos sino por la extrapolación posible de los resultados.

2.    La intención y el sentido de la participación

Un estudio cualitativo de la participación facilita una aproximación intensiva, más que extensiva a los hechos, Nos sitúa directamente en la perspectiva del actor, en sus percepciones y valoraciones de la realidad, y lo que se analiza es el lenguaje que utilizan los sujetos, sus propias expresiones verbales y no verbales. Se trata de averiguar cuáles son los distintos significados que para los diversos actores tiene una misma situación y por qué. Sus narraciones y recreaciones de los acontecimientos nos ayudan a conocer por qué hacen lo que hacen y cómo lo hacen. Esta metodología nos permite conocer en mayor profundidad cuáles son los procesos de decisión individual u cuáles las variables que en él entran en juego, identificar los actores y las relaciones que resultan significativas para cada individuo, y la manera en que la participación se convierte en un hecho que adquiere sentido para quien actúa. Será el propio individuo investigado quien irá desgranando la relación de factores que facilitaron su participación, o los que motivaron que la abandonara. Será el actor quién nos mostrará por qué unas instituciones tienen más peso en unos contextos que en otros para el estímulo de la acción, cuáles son las experiencias personales determinantes, así como los efectos que la acción continuada tiene en la transformación personal, en los valores y las creencias. Se contempla la multidimensionalidad compleja, las razones, afectos, pasiones y emociones tanto como los intereses y objetivos por los que decide participar.

Se atribuye una mayor flexibilidad a la investigación cualitativa, que no es correcto interpretar como falta de sistematización, pues ésta en la recogida de datos y en el análisis de los mismo es imperativa en todo estudio cualitativo de calidad. A lo largo del proceso de trabajo de campo el estudioso ha de estar abierto a ir adaptando su diseño inicial de estudio, incorporando más técnicas, o variaciones sobre las mismas a medida que va encontrando nueva información. El diseño inicial debe permanecer abierto a cambios y modificaciones, sin que la sistematización y la estructura del trabajo deban verse perjudicadas por ello. Se sitúa ante un objeto vivo, que se construye, se crea y se recrea ante sus ojos, por lo que es necesario estar suficientemente atento para detectar caminos que se abran y valorar si éstos deben ser también explorados, o si es necesario incorporar técnicas no previstas, ante la evolución que cobran los acontecimientos en determinadas situaciones.
La contextualización del hecho estudiado se concreta en la precisión de los siguientes parámetros que nos orientará en la interpretación comprensiva de los hechos:

·      Quién habla, desde donde habla, con quiénes habla, cuándo habla.

El investigador deberá aprender a analizar textos, interpretará textos como si fueran unidades lingüísticas; la información será transcrita, respetando las expresiones espontáneas de los hablantes, y en el momento del análisis el investigador se enfrentará a una unidad ligüística. En relación con las distintas técnicas aplicadas a nuestro objeto de estudio cabe citar:

·      Grupo de discusión se fundamenta en la concepción de que los discursos sociales se elaboran en interacción, dado que es en el marco de ésta donde se construyen y se negocian los consensos. Esta técnica es la más apropiada para conocer cómo un movimiento construye su discurso social, cuáles son los discursos dominantes con los que se relaciona, o cuáles trata de oponerse; cuál es el proceso mediante el que se negocian los significados que son más sugestivos y dinamizadores para la acción colectiva. Nos permitirá estudiar las redes sociales efectivas en las prácticas movilizadoras, cuáles son los actores y los grupos que resultan centrales y cuáles los periféricos. Los investigados reconstruyen ante el investigador la generación de lealtades y conflictos que desarrollan en sus prácticas reales.
·      La entrevista en profundidad, existe diferentes técnicas posibles. Una entrevista no estructurada o semiestructurada da más libertad al sujeto para construir su propia narración. Cuanto más abierta y flexible sea la entrevista, mayor calidad en términos de complejidad y diversidad de datos. Puede tratarse de una historia de vida en sentido estricto (biografía reconstruida ante en investigador) o historia de vida temática que permite el estudio de la biografía personal siguiendo una línea temática concreta en este caso, la experiencia participativa. La persona irá descubriendo, ante sí misma y ante el investigador, cómo se fue produciendo su historia participativa. Irán surgiendo variables del ámbito social y del sistema político, las redes sociales que contribuyeron al desarrollo de la acción, y la confirmación de normas, valores y creencias que permiten el mantenimiento de la acción o conducen a su conclusión.
·      La observación participante o no participante será una técnica especialmente adecuada para el estudio de los eventos de protesta tanto como para los aspectos de la cotidianeidad de un colectivo o la vida diaria en contextos de micromovilización. La observación nos permite registrar la comunicación no verbal de los sujetos implicados en una actividad. Un seguimiento sistemático de dichos acontecimientos y un análisis minucioso del lenguaje expresivo de los actores será un buen complemento para el estudio de un movimiento social, Estudiaremos la características del escenario, las expresiones de los actores, sus movimientos e interacciones. Posteriormente pasaremos todo ello a un lenguaje escrito que nos permitirá el análisis sistemático de todos estos rasgos entendidos como actos de lenguaje, como una unidad textual que tiene significado entendida en su conjunto.
·      El análisis documental se trata del análisis de textos que puede aplicarse a biografías, discursos políticos, panfletos, pancartas, análisis de prensa, etc. Hay que distinguir quiénes hablan y desde dónde hablan. Nos permitirá entender el sentido de sus expresiones y nos capacitará para interpretar el significado de sus palabras, los interese que defienden y las motivaciones que los guían. Descubriremos así cuál es la estructura del discurso, cuáles los significados manifiestos y los latentes del que escribe, a qué discursos sociales hace referencia y cuál es la interacción existente entre ellos.

Algunos autores han desarrollado unas técnicas específicas aplicadas al fenómeno de la participación, con una finalidad eminentemente práctica: intervenir en la transformación política: la investigación-acción-participación (IAP). Para Touraine la IAP puede ser analizada en función de su papel crítico frente a la ciencia “tradicional”. Otros autores la conciben como investigación operativa, como práctica científica alternativa o como interacción entre ciencia y sociedad. Se trata a un planteamiento teóricamente vinculado a posiciones marxistas y a la técnica del socioanálisis, que parte de considerar a los investigados como investigados-investigadores y al investigador como investigador-actor o investigador-interventor, sujeto activo en la consecución de cambios sociales mediante su trabajo. En esta técnica el investigador trabaja con grupo reales introduciéndose en el devenir de sus problemas, colabora en la transformación de la realidad en la que viven, tratando de que sean los sujetos quienes marquen las metas, y adaptándose a ellas como promotor o conductor. Sus defensores presentan esta metodología como revolucionaria en distintos sentidos. Consideramos que la investigación-acción-participación representa una postura crítica de determinados aspectos metodológicos de la investigación científica, pero sigue siendo discutible si debe ser aceptada como metodología de estudio o ha de ser entendida sólo como un planteamiento metodológico vinculado a prácticas de intervención política derivadas de determinados compromisos ideológicos.



lunes, 28 de octubre de 2013

Resúmenes Cambio Social II Parte 16


En la asignatura de Cambio Social II del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.

1- Los movimientos sociales como fuerzas de cambio “Sociología del cambio social” de Sztompka, capítulo 19, pp. 303 a 330. Tomás Javier Prieto González // “Las revoluciones: la cumbre del cambio social” de Sztompka, capítulo 20, pp. 331 a 350. Tomás Javier Prieto González 2- Los movimientos sociales: principales teorías Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación (Funes/Monferrer, en Funes/Adell, capítulo 1, pp 21 a 58) // Tomás Javier Prieto González // El estudio del contexto político a través de la protesta colectiva. Participación y democracia (Adell, en Funes/Adell, capítulo 3, pp 77 a 108). // Julia Ortega Tovar Participación y democracia: Asociaciones y poder local (Brugué/Font en Funes/Adell, capítulo 4, pp 109 a 132). Julia Ortega Tovar 3- Los nuevos movimientos sociales en el contexto histórico y de la mundialización Génesis y desarrollo de los movimientos sociales desde una perspectiva histórica. El movimiento obrero (Pastor, en Funes/Adell, capítulo 2, pp 59 a 76). Tomás Javier Prieto González // La dimensión individual en la acción colectiva (Funes, en Funes/Adell, capítulo 8, pp 225 a 254). José Antonio Puig Camps // Los movimientos antiglobalización (Ibarra/Martí, en Funes/Adell, capítulo 10, pp 285). José Antonio Puig Camps 4- Estudios de caso y campañas Dimensión simbólica y cultural del movimiento feminista (Robles/de Miguel, en Funes/Adell, capítulo 5, pp 133 a 162). Víctor Riesgo Gómez // Identidad colectiva y movimiento gay (Monferrer, en Funes/Adell, capítulo 6, pp 163 a 190) //  Javier Hermoso Ruiz Organización y estructura del movimiento ecologista (Jiménez, en Funes/Adell, capítulo 7, pp 191 a 224). Blas García Ruiz


El paradigma teórico de los nuevos movimientos sociales

Nos centramos en quienes señalan la importancia de los cambios estructurales de las últimas décadas en el surgimiento de estas nuevas formas de participación. Frente a las explicaciones centradas en desvelar el cómo de los procesos de movilización desde una interpretación estratégica de la acción, la perspectiva teórica de los nuevos movimientos sociales trata de estudiar el por qué de la misma. Se considera que la existencia de movimientos sociales sse debe a una cuestión de oferta, si existen grupos, recursos y oportunidades habrá movilización, mientras que los enfoques de los nuevos movimientos sociales plantean que se trata de una cuestión de demanda, en tanto que respuesta a la percepción de necesidades o carencias. Se trata de identificar el origen de las reivindicaciones en un contexto estructural en proceso de transformación y crisis que afecta de forma especial a la estructura de clases y al entorno simbólico de las sociedades capitalistas postindustriales.

Los investigadores, acostumbrados a la visión del conflicto social como resultado de una histórica lucha de clases, se encontraron con gran sorpresa con otras formas de protesta cuyos protagonistas no tenían clara relación con la clase obrera. Parece haber cierto consenso a la hora de considerar que se observa en ellos pautas de acción política y social cualitativamente nuevas en relación con su ideología, bases de apoyo, motivaciones, estructura organizativa y estilo político.

Ronald Inglehart: en estos contextos se han producido cambios importantes en el sistema social, con resultados, por una parte, de los logros del desarrollo tecnológico y económico, que han propiciado un alto grado de satisfacción de las necesidades básicas de la población; y por otra, de la existencia de unas décadas continuadas de seguridad física, dada la ausencia de conflictos bélicos en Europa y Norteamérica tras el final de la II Guerra Mundial. Haber traspasado un umbral de satisfacción de necesidades materiales y de seguridad física, nos ubica en una situación en la que amplios sectores de población disfrutan de una posición económica desahogadas y altos niveles educativos. Surge una nueva gama de demandas sociales basadas en valores postmaterialistas, una mayor necesidad de manifestación de valores expresivos, autoestima, autorrealización, autoexpresión corporal, y la reflexión sobre la calidad de vida, el media ambiente, o la pertenencia a la comunidad. Toda una serie de opiniones, actitudes y acciones que tienden a elevarse por encima del instrumentalismo economicista y que estarían fundamentando necesidades históricas denominadas “postadquisitivas”, al no poder ser satisfechas a través del mercado. Encontramos transformaciones en el sistema sociopolítico que se concretan en una pérdida relativa de la centralidad del histórico conflicto de clase.

Habermas señala que son las consecuencias culturales que produce una vida fragmentada, culturalmente empobrecida dada la racionalidad extrema aplicada a los procesos sociales, las que llevan a la defensa de lo que él denomina “el mundo de la vida”. Los nuevos actores sociales permitirían nuevas fórmulas de democracia deliberativa incorporándose como actores de participación en los sistemas democráticos. Estaríamos asistiendo a una “politización mucho más radical que nada que hayamos conocido en el pasado, porque tiene a disolver la distinción entre lo público y lo privado, no en términos de una invasión de lo privado por un espacio público unificado, sino en términos de una proliferación de espacios políticos radicalmente nuevos y diferentes” (Laclau y Mouffe). Otros autores señalan que las nuevas circunstancias generan una crisis de identidad en las sociedades posindustriales y de gobernabilidad en el Estado de Bienestar. Para Raschke las consecuencias de las transformaciones del sistema de producción económico habrían dado como resultado un proceso de erosión de las identidades sociales y de los sistemas de mediación y representación. Aparecen identidades nuevas basadas en categorías adscriptivas y en defensa de la calidad de vida defendidas por los nuevos movimientos sociales como actores políticos. Los movimientos sociales nacidos en los 70´s recogen las nuevas identidades grupales, para expresar y oponerse a las limitaciones sel sistema liberal democrático ante la incapacidad de los partidos políticos para encauzar, generar o atender las nuevas solidaridades.

Offe explica el surgimiento de los movimientos sociales cvomo respuesta a la crisis de mediación de las instituciones políticas como crisis de “gobernabilidad” de estos sistemas democráticos. El fin último de los movimientos sociales sería la activación o politización de la sociedad civil. Lo denomina explicación estructural de los nuevos movimientos sociales y señala tres aspectos que favorecen su aparición:

·      Ensanchamiento: las consecuencias negativas de las formas establecidas de racionalidad económica y política ya no afectan a sólo una clase social, sino a cualquier miembro de la sociedad.
·      Profundización: Aumento y la profundización del control y de la vigilancia del individuo en su esfera laboral y privada debido a el funcionamiento de los actuales sistemas sociales y tecnológicos.
·      Irreversibilidad: por la incapacidad estructural de las instituciones políticas y económicas existentes para percibir y actuar eficazmente ante las privaciones, riesgos y amenazas globales.

Los teóricos de la sociedad riesgo (Beck, Giddens y Lash) explican estas nuevas formas de acción como la reacción ciudadana ante una situación de previsible descontrol y creciente riesgo global. Giddens denomina modelo de política emancipatoria, entendida como un re-nacimiento no institucional de lo político. Los nuevos movimientos sociales incorporan subjetividad a la acción política y adquieren poder real al influir en la agenda pública consiguiendo la inclusión de claves asociadas con los riesgos inherentes a la nueva dinámica económica que conlleva peligros desconocidos hasta la fecha.

1.       Análisis teórico del cambio social

Este apartado teórico con el análisis del cambio, entendido que éste puede producirse tanto en el nivel individual, en el grupal como en el sistémico. Las aportaciones analíticas y conceptuales de las teorías del cambio social permiten una primera delimitación para abordar esta cuestión desde una consideración multidimensional de los efectos de los movimientos individualmente considerados.

Las tipologías analíticas distinguen entre, impactos o cambios “externos” sobre la sociedad producidos por el movimiento, y cambios “internos” en el propio movimiento. Permite afirmar que los movimientos transforman la sociedad transformándose a sí mismos con el fin de cambiar la sociedad:

·      Dentro de los cambios internos es posible analizar a lo largo del tiempo, tanto las transformaciones de las identidades individuales y colectivas de los participantes, como las variaciones que afectan a la propia organización.
·      Los cambios externos se concretan en la producción de alteraciones estructurales. Se hace necesario distinguir, entre los efectos manifiestos producidos de aquellos no intencionados (colaterales).

Podemos distinguir las siguientes dimensiones que pueden verse potencialmente afectadas en diverso grado por estrategias concretas:

·      Ideológica, grado en que se consiguen que su imaginario social se extienda por la sociedad, a consecuencia de su impacto sensibilizador.
·      Cultural o simbólica, grado de impacto reformista en la estructura normativa, expresado por la introducción de nuevos valores, formas de vida, reglas de conductas, roles,
·      Organizativa, grado de su impacto reorganizativo sobre los modelos y canales de interacción social, en la estructura de oportunidad política, sobre su consideración como interlocutor válido, o en la formación de redes sociales, nuevos grupos y coaliciones.
·      Distributiva, grado en que incrementan las oportunidades, beneficios, privilegios o gratificaciones para sus miembros y seguidores, y en la misma medida previenen desventajas deslegitimando a sus oponentes.

Kriesi considera que la posibilidad de los movimientos sociales de generar cambios mediante su acción colectiva ha de ser interpretada en términos de éxito y éste directamente relacionado con las condiciones específicas de la estructura de oportunidad política en que actúan los movimientos. Kriesi distingue entre:

·      Éxito procedimental: obtenido mediante sus actos, abrir canales de participación para los desafiadores y obtener reconocimiento público.
·      Éxito sustantivo, cuando los movimientos consiguen cambios políticos en relación con sus objetivos. Puede ser proactivo, cuando supone la introducción de nuevas ventajas, o reactivo, en aquellos casos que impide nuevas desventajas.