lunes, 30 de junio de 2014

Resúmenes Sociología del Género Parte 33

En la asignatura Sociología del Género del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, formamos un grupo de trabajo algunas/os compañeras/os y elaboramos los siguientes resúmenes de la bibliografía básica de la asignatura. Derechos reservados de sus autores.


1. -Ehrenreich, Barbara y English, Deirdre (1990): Cap. 1: “Introducción”, en Por su propio bien. (150 años de consejos de los expertos), Madrid: Taurus, pp. 11-41. Javier Prieto González // 2. -Durán, María Ángeles (2006): “Las fronteras sociales del siglo XXI”, en Isabel Morant (Dir.), Historia de las mujeres en España y América Latina. Madrid: Cátedra, Volumen IV “Del Siglo XX a los umbrales del XXI”, pp. 465-493. María Dolores Aviles y José Antonio Delgado Guanche // 3. -Giddens, Anthony (2007), “El género”, en Sociología, Madrid: Alianza Universidad, pp. 441-452. Blas García Ruíz // 4. -Marqués, Josep-Vicent (1991): Cap. 1 (extracto): “Androcentrismo, un caso particular de sociocentrismo”, en Josep-Vicent Marqués y Raquel Osborne, Sexualidad y sexismo. Primera parte: Marqués, “Varón y patriarcado”. Madrid: Fundación Universidad-Empresa, pp. 23-27. Lorenzo Vellarino Cordero // 5. -Osborne, Raquel (1997): "Feminismos", Dossier Debate "La igualdad de la mujer", Temas para el Debate, octubre, nº 35, pp. 46-50. Ruth Cardedal Fernández // 6. -Giddens, Anthony (2007): “Walby: la teorización del patriarcado”, “El ´feminismo negro` y “El feminismo postmoderno”, op.cit., pp. 456-459. Javier Hermoso Ruíz // 7. -Osborne, Raquel (1996): "¿Son las mujeres una minoría"?, Isegoría (Revista de Filosofía Moral y Política), monográfico sobre Multiculturalismo, justicia y tolerancia, Madrid, nº 14, octubre, pp. 79-93. Antonia Pineda Vergara y Fernando Pedro Bruna Quintas // 8. -Giddens, Anthony (2007): “Perspectivas teóricas sobre la familia y las relaciones íntimas”, op. cit., pp. 246-256. Julio Monteagudo Diz // 9. -Ferreira, Virginia (1996), “Mujer y trabajo. La división sexual del trabajo en el análisis sociológico: de natural a socialmente construida”, en María Antonia García de León, Félix Ortega y María Luisa García de Cortázar, (comps.), Sociología de las mujeres españolas, Madrid: Ed. Complutense, pp. 93-119. (Selección: pp. 93-111). Antonio Jesús Acevedo Blanco // 10. -Brullet, Cristina (2004): “La maternidad en occidente y sus condiciones de posibilidad en el siglo XXI”, en Ángeles de la Concha y Raquel Osborne (Eds.): Las mujeres y los niños primero (Discursos de la maternidad). Barcelona, Madrid: Icaria y UNED, pp. 201-228. (Selección: pp.213-228). Antonia Florentina López Caballero // 11. -Osborne, Raquel (2005): “Desigualdad y relaciones de género en las organizaciones: diferencias numéricas, acción positiva y paridad”, Política y Sociedad, vol. 42, nº2, 2005, pp. 163-180. María Aurora Sieiro López // 12. -Torres San Miguel, Laura y Antón Fernández, Eva (2005), Violencia de género, Caja España, Obra Social, Colección: Cartilla de Divulgación (Lo que usted debe saber sobre). (Selección: pp. 18-33). Daniela Isabel Lili Pedraza y Mónica Pedraza Darias // 13. -Osborne, Raquel (2009): Cap. 2, “Malos tratos: un problema estructural”, en Osborne, Raquel: Apuntes sobre violencia de género. Barcelona: Bellaterra Edicions, Serie General Universitaria, pp. 83-136.  Mónica Pedraza Darias Tomás Javier Prieto González // 14. -Platero, Raquel (Lucas) (2013): "Introducción. La interseccionalidad como herramienta de estudio de la sexualidad", en Platero, Intersecciones: cuerpos y sexualidades en la encrucijada. Barcelona: Bellaterra, pp. 15-72. (Selección: pp. 23-48). María Isabel García Duran // 15. -Büchner, J. "Notas para la ponencia “Género y globalización" (versión 2004): 20 pp. Cristina Martínez Blanco

Definición “Violencia contra la mujer”: todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.

A).Actos de violencia contra la mujer:

1.Violencia física, sexual y psicológica que se produzca en la familia, incluidos los malos tratos, abuso sexual de las niñas en el hogar, violencia relacionada con la dote,violación por el marido, mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales nocivas para la mujer, actos de violencia perpetrados por otros miembros de la familia y violencia relacionada con la explotación;

2.Violencia física, sexual y psicológica perpetrada dentro de la comunidad, violación,abuso sexual, acoso e intimidación sexuales en el trabajo, instituciones educacionales y otros lugares, trata de mujeres y prostitución forzada;

3.Violencia física, sexual y psicológica perpetrada o tolerada por el Estado.

B).Actos en los que se materializa la violencia de género

1.Violencia en el ámbito privado: según la “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer”, considera actos de violencia de género en el ámbito privado, hechos de violencia física, sexual y psicológica en el entorno familiar; es el acto más común e impune por quedar oculto en la familia.

1.1.Infanticidio femenino { considerar inferior a una persona de sexo femenino con respecto a otra de sexo masculino tiene su origen en prácticas violentas contra la vida de las niñas desde su nacimiento o con anterioridad. Ejemplos más significativos: Asia ( feticidio o infanticidio) { Amartya Sen demostró con sus investigaciones que faltaban más de 100 millones de mujeres en los censos. La “política de hijo único” en China ha contribuido a ello dando más valor a un hijo varón. China { desequilibrio poblacional: 120 hombres/100 mujeres; Asia { 1000 varones/800 mujeres.

1.2 Mutilación genital femenina { extirpación total o parcial de los órganos genitales externos de las niñas con consecuencias irreversibles para su salud. Prácticas: 28 países Africanos, Asia, Indonesia y la población inmigrante en Europa, Australia, Canadá o EE.UU. 100-140 millones de mujeres la sufren en todo el mundo; población femenina en riesgo de padecerla: 2.000.000. Día mutilación genital (MFG) 6 Febrero.

Violencia en el ámbito de las relaciones afectivas { violencia más extendida en todo el mundo: acoso, amenazas...asesinato); 1 de cada 3 ha sufrido este tipo de violencia a lo largo de su vida.

Violencia relacionada con la dote { muchas regiones como India, Pakistán o Bangladesh las mujeres sufren una violencia cruel que muchas veces termina con la muerte por desacuerdos de su familia de origen con su esposo. India:
145000 jóvenes mueren cada año { incendios fortuitos en cocinas; India: 5 jóvenes mueren quemadas cada día; Pakistán: 4 jóvenes mueren quemadas cada día; Bangladesh: desfiguraciones con ácido, 200 mujeres cada día.

Violencia por matrimonios forzados { el matrimonio precoz con consentimiento o no de la joven es una forma de violencia ya que atenta contra su autonomía, salud y oportunidades. Acordados por las familias poniendo en riesgo la vida de las mujeres. Zonas rurales de China: se compran esposas a subasta. Jóvenes afganas se suicidan para eludir matrimonios.

2.Violencia en el ámbito público: según la “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer”, considera violencia contra las mujeres aquellos actos de violencia física, sexual y psicológica que tienen lugar en entornos públicos de la comunidad, ej. violación y abuso sexual, acoso sexual, prostitución forzada...o bien que sean ejecutados o tolerados desde el Estado, del tipo que sean, entre los que cabe mencionar la aplicación de leyes o normas que agravan las penas cuando son dirigidas a mujeres.

 2.1.Violencia de la comunidad contra las mujeres { Muchos países como Jordania, Egipto, Líbano, Turquía, Pakistán, Irán o Bangladesh se toleran prácticas violentas e incluso la muerte contra las mujeres. Los asesinatos “por honor”, un miembro de la familia puede matar a una mujer de la misma para salvaguardar su honor por sospecha de relaciones prematrimoniales, adulterio,...y ésto se complementa con ausencia de sanciones o penas ridículas; Pakistán, 1997: mueren 300 jóvenes. 2002: una profesora es condenada a ser violada por cuatro hombres por la supuesta relación de su hermano de 12 años con una mujer de casta superior.

2.2.Violencia contra las mujeres en conflictos armados { en situaciones de conflicto armado, las mujeres están en riesgo de sufrir violencia dadas las condiciones de violencia armada, desamparo, vulneración y ausencia de normas entre la población refugiada o desplazada. Así son consideradas “botín de guerra” por el bando vencedor y las violaciones son un arma de guerra contra el enemigo. Irak: 400 mujeres secuestradas , violadas y vendidas desde 2003. Violencia atroz en Sierra Leona, Sudán...

2.3. Acoso sexual { ámbito público : acoso moral y sexual. Acoso sexual: la mujer sufre un comportamiento de carácter sexual o sexista, no deseado ni consentido, que afecta a su dignidad o a su seguridad personal. OIT, acoso sexual laboral {tres elementos, comportamiento de carácter sexual, que no sea deseado y que la víctima lo perciba como un condicionante hostil para su trabajo, convirtiéndolo en algo humillante e insoportable, que puede ocasionar el abandono de la víctima. La mujer que lo sufre se encuentra desprotegida dada su subordinación al acosador. En 2002 Anna Diamantopoulou indicó que entre el 40 y el 50% de las mujeres de la UE admiten haber sido acosadas alguna vez.

2.4.Trata de mujeres y niñas, comercio sexual, prostitución forzada { está presente en todo el mundo; en occidente de forma clandestina y en lugares como Tailandia es una salida a la pobreza vendiendo a sus hijas a redes de tráfico. Otras veces se manifiesta tras el engaño a la familia después de haberlas “donado” para el servicio religioso.


C).El umbral de percepción social de la violencia de género

       Grado de violencia contra las mujeres que la sociedad identifica y condena en un momento histórico concreto. De esta manera, depende de la sensibilidad de la ciudadanía ante la discriminación que padecen las mujeres y de su actitud crítica o permisiva ante los abusos cotidianos y su conocimiento sobre violencia de género.

        Analizando nuestra historia hasta la segunda mitad del siglo XX no se incluye la violencia de género en las agendas gubernamentales y la mutilación femenina ha sido vista como algo cultural. Ante ésto, podemos decir que la violencia de género siempre ha existido aunque no es incluida en nuestro Código Penal hasta 1989.

        Ésto ha ocurrido porque no era un problema de interés político y siempre se ha justificado con argumentos de carácter biológico, político,...Hoy por hoy:
               
      -La violencia que sufren las mujeres se reduce al ámbito doméstico omitiendo el contexto de discriminación en el que se produce esta violencia negando su carácter estructural y suavizando el problema. Este contexto constituye el objeto de análisis de la teoría de género que es imprescindible para comprender las raíces de esta lacra social y abordar la complejidad de esta problemática.
     
      -La violencia en el ámbito doméstico se reduce, a su vez, a los malos tratos, excluyendo otras formas de violencia como el incesto.
     
     -Por otra parte, los malos tratos se vinculan en el imaginario colectivo con las agresiones físicas y con las mujeres asesinadas, por lo que no se valora suficientemente la violencia psicológica o social. Tampoco los suicidios de mujeres que padecen violencia se toman en cuenta.

-    -Finalmente las agresiones y abusos sexuales en la pareja suelen incluirse dentro del maltrato físico, pero no se aborda la especificidad de la violencia sexual de forma expresa, ocultando delitos.

      -Podemos concluir que la sociedad sólo percibe con nitidez la violencia física, las muertes y un porcentaje mínimo de la violencia psicológica que sufren las mujeres en el ámbito doméstico.

       Debemos tener presente que la violencia de género es un proceso y que cada nivel de violencia agrava el estadío anterior. Así por ejemplo, un comentario despectivo puede preceder a vejaciones psicológicas y así sucesivamente.

CONCEPTO DE VIOLENCIA: ejercicio abusivo de la fuerza física o psíquica, por el que una persona inflige intencionadamente un daño a otra, para que acate su voluntad, es decir, para someterla.

domingo, 29 de junio de 2014

Michel Foucault: una nueva imaginación política

Artículo de Amador Fernández-Savater publicado el 24 de junio de 2014 en eldiario.es


Una escena puede servirnos para arrancar esta reflexión sobre la actualidad del pensamiento político de Michel Foucault, en el treinta aniversario de su muerte.
A finales de 1977, socialistas y comunistas discuten la elaboración de un "programa común" para presentarse conjuntamente a las elecciones generales francesas de marzo 1978.
Ha llegado ya el momento, piensan algunos, de traducir la revuelta de Mayo del 68 en una victoria electoral e institucional a través de la necesaria "unidad de la izquierda". Es hora de la "política con mayúsculas" y de las cosas serias, tras tanta autogestión, tanta democracia directa y tanta autoorganización, inconsistentes para transformar la realidad.
Al mismo tiempo, dos publicaciones organizan un encuentro entre personas comprometidas en la intervención en ámbitos específicos de la sociedad como la educación, la asistencia sanitaria, el urbanismo, el medio ambiente o el trabajo.
Michel Foucault, tal vez la estrella más luminosa en el firmamento intelectual del momento, acude al encuentro y se inscribe en el taller "medicina de barrio". Le Nouvel Observateur (nº 670) recoge sus impresiones al finalizar los trabajos en una breve entrevista titulada: "Una movilización cultural". Entre otras cosas, Foucault dice:
"Yo escribo y trabajo para personas como las que están ahí en ese taller, gentes nuevas que plantean preguntas nuevas. Son las preguntas de las enfermeras o de los guardias de prisiones las que deberían interesar a los intelectuales. Son infinitamente más importantes que los anatemas que se lanzan a la cabeza los profesionales de la intelectualidad parisina. "
"Durante los dos días de intensos debates y discusiones profundamente políticas, ya que se trataba de cuestionar las relaciones de poder, de saber, de dinero, ninguno de los treinta participantes del grupo 'medicina de barrio' usó las palabras 'marzo 1978' o 'elecciones'. Esto es importante y significativo. La innovación ya no pasa por los partidos, los sindicatos, las burocracias, la política. Se trata de un cuidado individual, moral. Ya no preguntamos a la teoría política qué hacer, ya no son necesarios los tutores. El cambio es ideológico, y profundo".
"Un gran movimiento se ha activado durante estos últimos quince años, del que la anti-psiquiatría es el modelo y Mayo del 68, un momento. En las capas que una vez garantizaban la felicidad de la sociedad, como por ejemplo los médicos, ahora hay poblaciones enteras que se vuelven inestables, que se ponen en movimiento, en búsqueda, fuera del vocabulario y las estructuras de costumbre. Es una... no me atrevo a decir revolución cultural, pero sin duda una movilización cultural. Políticamente irrecuperable: se siente que en ningún momento el problema para ellos cambiaría si hubiese un cambio de gobierno. Y eso me alegra." 
El gesto es altamente provocador. Para el filósofo más grande, un modesto taller es más relevante que la discusión sobre el "programa común" de socialistas y comunistas, es ese taller lo que está en línea directa con Mayo del 68 y no la posible victoria electoral del frente de izquierdas, la invención política pasa por un pequeño grupo de gente que se muestra indiferente al cambio eventual de gobierno. Como si estar "a la altura del momento" consistiese en colocarse muy abajo, como si "la política con mayúsculas" se escribiese en realidad con minúsculas.
Provocador sí, pero no caprichoso. El gesto de Foucault es perfectamente coherente con sus desarrollos teóricos de la época. ¿Qué entendía entonces Foucault por poder (si no se trataba del poder político)? ¿Cómo pensaba las resistencias (por fuera del paradigma del partido)? ¿En qué consistía para él una aportación intelectual a las prácticas de emancipación (si no pasaba por firmar manifiestos u opinar sobre la coyuntura)?
Poder, saber y resistencias son tres problemas fundamentales a lo largo de toda la trayectoria del filósofo francés. No soy especialista en su obra, ni me atrevería a intentar restituir en unas pocas líneas toda la complejidad de su meditación sobre estos problemas, pero querría apuntar algunos elementos para tratar de entender mejor dónde residía el valor de esa "movilización cultural" y en qué sentido me parece que la seguimos necesitando hoy.
En primer lugar, la cuestión del poder
"En el pensamiento y el análisis político, aún no se ha guillotinado al rey", escribe Foucault en 1976. ¿Qué significa eso? Foucault alude aquí a la figura de un poder majestuoso, concentrado en un lugar determinado, siempre lejano y en lo alto, que irradia verticalmente su voluntad sobre sus súbditos/víctimas.
Se sustituye al rey por el Estado, el imperio de la ley o la dominación de clase, pero se reproduce una forma de entender el poder: una especie de "sala de mandos" situada en la cúspide de la sociedad. Todo el trabajo de Foucault apunta a romper ese esquema conceptual/mental.
En lugar de un poder que se concentra o se deduce de las grandes figuras (Estado, ley, clase), Foucault nos propone pensarlo como un "campo social de fuerzas". El poder no desciende de un punto soberano, sino que viene de todos los lados: millares de relaciones de fuerza atraviesan y configuran nuestra forma (práctica) de entender la educación, la salud, la ciudad, la sexualidad o el trabajo.
Esas relaciones de fuerza no se codifican únicamente en términos jurídicos (lo que se puede y no se puede hacer según la ley), sino que consisten en una pluralidad infinita de procedimientos extra-legales que funcionan ajustando los cuerpos y los comportamientos a normas (diferentes de una ley). Pensemos por ejemplo en una prisión: su ley explícita dice que se trata de un espacio para la reinserción del preso en la sociedad, pero mil procedimientos cotidianos producen algo bien distinto: un marcaje, una estigmatización del delincuente como delincuente, una exclusión. El análisis exclusivamente jurídico del poder es ciego a esas fuerzas determinantes.
En ese campo social de fuerzas hay, sin duda, "puntos de especial adensamiento": el Estado, la ley, las hegemonías sociales... Son los nodos más grandes de la red de poder. Pero Foucault nos propone pensarlos (invirtiendo radicalmente la perspectiva normal) como "formas terminales". Es decir, no tanto causas como efectos del juego de las relaciones de fuerza. No tanto instancias primeras y generadoras, como segundas y derivadas. Perfiles, contornos, puntas de un iceberg... Los aparatos estatales, las leyes y las hegemonías sociales son las figuras visibles que se recortan sobre el fondo oscuro y en permanente ebullición de la pelea cotidiana.
Formas terminales, pero no pasivas. Las figuras visibles del poder son el resultado del campo social de fuerzas y se apoyan en él, pero a la vez lo fijan (aunque nunca definitivamente). Es decir, encadenan distintas relaciones de fuerza concretas y locales produciendo de ese modo efectos globales y estrategias de conjunto. Una cita muy clara de Foucault al respecto, discutiendo con el marxismo dominante en los años 70: "No me parece que sea la clase burguesa (o tales o cuales de sus elementos) la que impone el conjunto de las relaciones de poder. Digamos que esa clase las aprovecha, las utiliza, las modifica, trata de intensificar unas y de atenuar otras. No hay, pues, un foco único del que todas ellas salgan como si fueran por emanación, sino un entrelazamiento de relaciones de poder que, en suma, hace posible la dominación de una clase social sobre otra, de un grupo sobre otro".
En la famosa entrevista de Jordi Évole a Pepe Mujica, el presentador catalán le preguntó al presidente uruguayo si había cumplido su programa electoral: "Qué va", contestó riendo Mujica, "¿usted cree que un presidente es un rey que hace lo que quiere?" Y le vino a dar a Évole una pequeña "lección foucaultiana" explicándole cómo lo que puede y no puede hacer el poder político está condicionado por el campo social de fuerzas (el entramado jurídico que construye el neoliberalismo a su medida, los mismos deseos y expectativas de los sujetos sociales, etc.).
El poder no es un objeto que se encuentre en un lugar privilegiado que se pueda ocupar o asaltar: el paradigma revolucionario hegemónico en el siglo XX entra aquí en crisis. Sin relación con el campo social de fuerzas, ese lugar está vacío y ese poder es impotente. Hay que repensarlo todo de nuevo, no para desechar la exigencia revolucionaria, sino para reactivarla desde una mirada nueva.
En segundo lugar, la cuestión de las resistencias
"Allí donde hay poder, hay resistencias", reza una célebre máxima foucaultiana. La idea de que el poder no se concentra en un único punto (los dirigentes, la casta política, etc.), sino que se genera y brota desde todos los rincones de la sociedad no es una tesis pesimista sobre la omnipotencia de la dominación. Al contrario: definir el poder como una relación de fuerzas significa entenderlo como la relación entre una acción y otra acción. Una acción de mando y otra acción que le responde. La fuerza no se ejerce sobre un objeto pasivo, sino sobre otra fuerza siempre capaz de acción y de una respuesta no previsible.
En una entrevista de 1977, Foucault llama "la plebe" a todas esas resistencias. En primer lugar, la plebe es una respuesta concreta, local y situada a un procedimiento de poder igualmente concreto, local y situado. Ahí está de hecho su potencia: responde al poder allí donde se ejerce y no en otro lado. "La plebe es menos el exterior de las relaciones de poder que su envés, su límite, su contrapunto; es lo que responde a cualquier avance del poder con un movimiento para deshacerse de él".
En segundo lugar, la plebe no es una realidad sociológica (aquellos que comparten condición social o intereses), sino más bien una falla en las identidades dadas. No es el pueblo, ni los pobres, ni los excluidos: "hay plebe en los cuerpos, en las almas, en los individuos, en el proletariado, también en la burguesía, pero con una extensión, unas formas, unas energías y una irreductibilidades diversas". No hay división binaria entre el bloque de poder y el bloque de las resistencias: poder y resistencia lo atraviesan todo (y a cada uno).
Por último, la plebe no es una sustancia, sino una acción. "La plebe no existe pero hay plebe". Como cuando decimos "la amistad no existe, pero hay pruebas de amistad". Es algo que pasa o simplemente no existe. Es un hecho, una manifestación, un acontecimiento.
¿Puede "organizarse" la plebe, una realidad tan móvil, heterogénea y compleja? La respuesta es sí. Igual que el poder encadena y entrelaza distintas relaciones de fuerza concretas y locales produciendo estrategias globales, las resistencias pueden ser "codificadas estratégicamente" produciendo efectos generales: revoluciones.
¿Cómo? Se trata de evitar al menos dos inercias a la hora de pensar la organización: 1) la simplificación (sólo puede organizarse lo idéntico) y 2) la separación (para organizarse hay que "salir" de los lugares concretos donde las resistencias se desarrollan). Los "sujetos políticos" que hemos conocido a lo largo del siglo XX (el partido político o el grupo armado) siguen ese modelo: pensándose a sí mismos como la cabeza y la articulación de las resistencias, se construyen en realidad como espacios homogéneos, cerrados y aislados de los mundos donde las resistencias viven.
¿Entonces? Se trataría de reimaginar la organización en términos de "circulación" entre los distintos puntos de resistencia. Asumir el carácter disperso y situado de las resistencias, no como un obstáculo a conjurar, sino como una potencia. Pensar, no de qué manera englobar las resistencias bajo formas centralizadas y sin relación orgánica con sus mundos, sino cómo construir "lazos transversales de saber a saber, de un punto de politización a otro, los cruces y los intercambiadores".
La plebe se organiza comunicando y extendiendo sus prácticas de resistencia. Seguramente, si Foucault disfrutó tanto esos talleres de 1978 fue porque abrían un espacio donde las resistencias podían encontrarse y compartir sin poner entre paréntesis sus diferencias y sus mundos propios.
Y por último, la cuestión del saber
"Cada vez que intenté hacer un trabajo teórico, lo hice a partir de elementos de mi propia existencia, siempre en relación con procesos que yo veía desarrollarse en torno a mí", explica Foucault. Para elucidar la experiencia vivida, Foucault podía irse realmente lejos en el tiempo y el espacio (siglos remotos, personajes oscuros, textos perdidos), pero toda su erudición está puesta al servicio de pensar los "problemas, las angustias, las heridas y las inquietudes" del presente.
Es la diferencia entre pensar al pie de la calle y pensar al pie de la letra. En el pensar al pie de la letra, los libros remiten a libros. En el pensar al pie de la calle, los libros resuenan con los problemas de la vida individual y colectiva.
Uno sale más fuerte, más inteligente, más alegre después de leer a Foucault y sin embargo él no hace sino complicarlo todo. ¿Cómo es posible? Mi intuición es esta: la alegría en el pensamiento no tiene que ver con lo reconfortante de las conclusiones a las que se llega, sino con el hecho de descubrirnos capaces de llegar a un sitio por nosotros mismos. Es una experiencia que deja una huella duradera: si hemos sido capaces de pensar algo (lo que sea) por nosotros mismos, podremos volver a hacerlo.
Es lo contrario de lo que Foucault llamó "la posición profética", asociándola a menudo al marxismo: un pensamiento movilizador que en realidad consigue la desmovilización del pensamiento. ¿Cómo? 1) Confundiendo la necesidad histórica y los objetivos a alcanzar, como si estos estuviesen ya escritos en el curso mismo de lo real ("llega el fin del capitalismo", etc.); 2) tapando "el aspecto sombrío y solitario de las luchas": las dificultades, las contradicciones y los claroscuros de la realidad, las fases de silencio e invisibilidad en las que una lucha no goza del protagonismo mediático o la atención de los focos; y 3) buscando todo el rato nuestra adhesión a unas tesis, pero sin requerirnos ningún tipo de trabajo personal.
En lugar de la posición profética de superioridad, que es como la voz en off que describe lo que pasa sin que sepamos nunca de donde sale, Foucault entiende la teoría como una "caja de herramientas". No como un sistema teórico válido siempre, sino como un instrumento adecuado para descifrar la lógica propia de una relación de fuerzas concreta. No como un diagnóstico cerrado y perfecto, sino como lentes que uno debe aprender a graduar por sí mismo. Un pensamiento inacabado que requiere (en los dos sentidos) la activación del otro. "Querría producir efectos de verdad que sean tales que puedan utilizarse en una batalla posible, conducida por quienes lo deseen, en formas por inventar y organizaciones por definir, dejo esa libertad al término de mi discurso a quien quiera hacer algo con ella".
El intelectual (cualquiera) que entiende la teoría como una caja de herramientas no es un gurú, un oráculo ni un guía, sino lo que Foucault llamó un "intelectual específico". No el portavoz de valores universales, sino de situaciones concretas. No quien traza líneas a seguir, sino quien aporta herramientas que pueden usarse libremente. No la voz en off que todo lo sabe, sino la prolongación de la potencia de una lucha. 
Pensar en plural
En esos talleres de 1978 se desarrollaron discusiones "profundamente políticas", pero sin embargo Foucault preferió hablar de "una movilización cultural". ¿Por qué? Creo que lo que Foucault percibió allí fue una modificación en las maneras de ver y pensar. Es decir, un cambio cultural o de paradigma. Algunos elementos de la "nueva imaginación política" que él reclamaba.
Podríamos tal vez definir así uno de esos elementos: pensar en plural. Por ejemplo, no entender el poder como un monopolio del Estado, sino como un campo social de fuerzas. No entender las resistencias como un monopolio de los partidos políticos, sino como posibilidades al alcance de cualquiera, en cualquier lugar. No entender el saber como un monopolio de los especialistas y las Voces Explicadoras, sino como una caja de herramientas sin autor ni propietario, de la que todos podemos servirnos y a la que todos podemos aportar.
Nuestro momento histórico es por supuesto muy distinto de los años 70, pero ¿no sigue siendo imperiosa la necesidad de pensar en plural, sin centro? ¿Pensar y hacer el cambio social, no como algo que pasa por un solo plano (partidos-elecciones-poder político), sino a través de una pluralidad de tiempos, espacios y actores?
Un criterio para distinguir entre "vieja política" y "nueva política" podría ser, mejor que un simple criterio temporal, esta clave: pensar en plural o pensar en uno mismo (como centro).
Así, la vieja política sería aquella que re-centraliza todo el tiempo, absorbiendo todas las energías sociales en torno a unos pocos tiempos, lugares y actores. Esos pocos centros acumularían poder a costa de la pasividad y la desertización del resto (siempre en nombre de la eficacia, etc.).
Por su lado, la nueva política sería la que que vacía una y otra vez el centro potenciando lo demás. La que abre posibilidades de intervención política en lugar de acotarlas a unos espacios privilegiados, la que multiplica las capacidades de cualquiera (de hacer, de decir, de pensar) en lugar de producir espectadores, la que activa conversaciones y no monólogos.
Una de las lecciones foucaultianas que podemos recoger hoy es que la madurez del pensamiento político no consiste en pasar de lo pequeño a lo grande o en "saltar" de las calles a las instituciones (ni en lo contrario), sino en guillotinar por fin al rey e inventarnos lenguajes y mapas para empujar un cambio que será (en) plural o no será.
Textos relacionados:
Algunas referencias que sirvieron para este artículo:  
 Artículo de Amador Fernández-Savater publicado el 24 de junio de 2014 en eldiario.es

sábado, 28 de junio de 2014

Menores transexuales en la escuela: la familia decide

Artículo de Javier Ramajo publicado el 23 de junio de 2014 en eldiario.es


Las familias con menores transexuales serán los responsables del trato dispensado hacia éstos en los colegios andaluces. Los padres y madres decidirán cómo los profesores y compañeros han de dirigirse y actuar hacia un menor transexual, considerando siempre el género con el que se siente identificado el alumno o la alumna. Es la conclusión más importante que se desprende del protocolo de actuación sobre identidad de género en el sistema educativo andaluz, que este viernes presenta la Junta de Andalucía, después de que se apruebe la ley en el Parlamento.
El protocolo, que tiene como finalidad ofrecer pautas que permitan abordar de la forma más adecuada la atención educativa a los menores transexuales, garantizando el libre desarrollo de su personalidad y la no discriminación por motivos de identidad de género, es fruto del que la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA) puso en la mesa del consejero de Educación el pasado octubre ante la demanda de varias familias de menores con problemas en colegios públicos y concertados de Andalucía, que tuvo en el colegio San Patricio de Málaga el caso más conocido.
El texto, al que ha tenido acceso eldiario.es/andalucia y que incluye también las aportaciones de la Asociación de Madres y Padres de Menores Transexuales 'Chrysalis', incluye una serie de medidas educativas básicas en el centro que se contemplarán en el plan de convivencia y en el plan de igualdad del colegio, e implica especialmente al equipo docente a la hora de, por ejemplo, "indicar al profesorado y personal no docente del centro que se dirija al alumno o alumna por el nombre con el que acuerden la familia y el o la menor" o "adecuar la documentación administrativa del centro en aquellas situaciones en las que sea necesario (listas de clase, boletín informativo de notas, carnet de estudiante...)".
También, en los casos en los que el centro no disponga de aseos o vestuarios unisex, "se garantizará que tenga acceso a los aseos y vestuarios que le corresponda de acuerdo con su identidad de género". Asimismo, si en el centro es obligatorio vestir un uniforme y éste es diferenciado, se deberá reconocer el derecho de vestir con uniforme femenino o masculino en función de la identidad de género. Independientemente de la exigencia o no de uniforme se garantizará, en cualquier caso, la igualdad en el uso de cualquier vestimenta.
Se trata de un texto que ha sido consensuado entre Consejería de Educación y colectivos transexuales. Los problemas en algunos centros escolares han provocado que su elaboración haya discurrido paralela a los últimos trámites de la ley de transexualidad, que se aprueba este miércoles y que exige este tipo de protocolos en ámbitos específicos. En este caso, se pretende acabar con la discriminación por identidad de género en los centros educativos, en coherencia con el espíritu de la ley regional.
El vacío normativo existente hasta la fecha hacía que los directores de los centros pudieran negarse a tratar de una u otra manera a los menores transexuales, algo que ya no será posible a la luz de un protocolo que marca el interés superior del menor en todos los aspectos relativos a su interrelación con profesores y compañeros, en relación con el género que los menores sienten como propio, y en la coordinación de posibles actuaciones conjuntas en su beneficio.

El objetivo de esta herramienta, de obligado cumplimiento, es prevenir y evitar situaciones de transfobia, discriminación, exclusión, acoso escolar o de violencia de género, desde una coordinación institucional que permita identificar sus necesidades y adoptar, en su caso, medidas que faciliten una adecuada respuesta educativa y de asesoramiento a los menores, su familia y al profesorado. El protocolo y las medidas o consideraciones recogidas en él deberán ser atendidas en todos los centros sostenidos con fondos públicos del sistema educativo andaluz.
"La transexualidad cuando se manifiesta en edades tempranas puede presentar una especial vulnerabilidad que se traduce en problemas de integración y de rechazo social, que en el ámbito educativo pueden desembocar en un índice de abandono escolar no deseado y fracaso escolar, con la consiguiente repercusión en el futuro personal y profesional", argumenta el protocolo.
Detección e intervención inicial con el alumnado
El texto hace hincapié en situaciones en las que, por ejemplo, la familia comunica al centro una identidad de género de un menor escolarizado o en proceso de escolarización. La dirección del centro educativo trasladará esta información al equipo de orientación para analizar el caso y poder identificar las necesidades educativas, contando con el consentimiento expreso del padre, madre o representantes legales.
Además, cuando cualquier miembro del equipo docente observe en un alumno o alumna la presencia de conductas transexuales que manifiesten una identidad de género no coincidente con el sexo asignado al nacer, lo comunicará a la familia a través de una entrevista donde se recomendará iniciar un proceso de análisis para favorecer su adecuada integración en el centro.
También se asesorará a la familia sobre los recursos del Servicio de Salud de atención primaria que le correspondan. La valoración del menor será remitida al centro educativo, a través de la familia y previo consentimiento de ésta, con recomendaciones a seguir para la adecuada respuesta educativa en relación con el género que el menor sienta como propio.
Como medidas complementarias, el protocolo también contempla la conveniencia de ofrecer formación especializada a los equipos docentes y equipos directivos. En cualquier caso, se incluirá en la oferta formativa la diversidad sexual y de género, haciendo especial hincapié en el conocimiento de la realidad transexual, y el protocolo contempla que se impartan talleres de sensibilización e información al alumnado acompañados de asesoramiento por profesionales en la materia.

Artículo de Javier Ramajo publicado el 23 de junio de 2014 en eldiario.es

viernes, 27 de junio de 2014

Resúmenes Sociología del Género Parte 32

En la asignatura Sociología del Género del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, formamos un grupo de trabajo algunas/os compañeras/os y elaboramos los siguientes resúmenes de la bibliografía básica de la asignatura. Derechos reservados de sus autores.


1. -Ehrenreich, Barbara y English, Deirdre (1990): Cap. 1: “Introducción”, en Por su propio bien. (150 años de consejos de los expertos), Madrid: Taurus, pp. 11-41. Javier Prieto González // 2. -Durán, María Ángeles (2006): “Las fronteras sociales del siglo XXI”, en Isabel Morant (Dir.), Historia de las mujeres en España y América Latina. Madrid: Cátedra, Volumen IV “Del Siglo XX a los umbrales del XXI”, pp. 465-493. María Dolores Aviles y José Antonio Delgado Guanche // 3. -Giddens, Anthony (2007), “El género”, en Sociología, Madrid: Alianza Universidad, pp. 441-452. Blas García Ruíz // 4. -Marqués, Josep-Vicent (1991): Cap. 1 (extracto): “Androcentrismo, un caso particular de sociocentrismo”, en Josep-Vicent Marqués y Raquel Osborne, Sexualidad y sexismo. Primera parte: Marqués, “Varón y patriarcado”. Madrid: Fundación Universidad-Empresa, pp. 23-27. Lorenzo Vellarino Cordero // 5. -Osborne, Raquel (1997): "Feminismos", Dossier Debate "La igualdad de la mujer", Temas para el Debate, octubre, nº 35, pp. 46-50. Ruth Cardedal Fernández // 6. -Giddens, Anthony (2007): “Walby: la teorización del patriarcado”, “El ´feminismo negro` y “El feminismo postmoderno”, op.cit., pp. 456-459. Javier Hermoso Ruíz // 7. -Osborne, Raquel (1996): "¿Son las mujeres una minoría"?, Isegoría (Revista de Filosofía Moral y Política), monográfico sobre Multiculturalismo, justicia y tolerancia, Madrid, nº 14, octubre, pp. 79-93. Antonia Pineda Vergara y Fernando Pedro Bruna Quintas // 8. -Giddens, Anthony (2007): “Perspectivas teóricas sobre la familia y las relaciones íntimas”, op. cit., pp. 246-256. Julio Monteagudo Diz // 9. -Ferreira, Virginia (1996), “Mujer y trabajo. La división sexual del trabajo en el análisis sociológico: de natural a socialmente construida”, en María Antonia García de León, Félix Ortega y María Luisa García de Cortázar, (comps.), Sociología de las mujeres españolas, Madrid: Ed. Complutense, pp. 93-119. (Selección: pp. 93-111). Antonio Jesús Acevedo Blanco // 10. -Brullet, Cristina (2004): “La maternidad en occidente y sus condiciones de posibilidad en el siglo XXI”, en Ángeles de la Concha y Raquel Osborne (Eds.): Las mujeres y los niños primero (Discursos de la maternidad). Barcelona, Madrid: Icaria y UNED, pp. 201-228. (Selección: pp.213-228). Antonia Florentina López Caballero // 11. -Osborne, Raquel (2005): “Desigualdad y relaciones de género en las organizaciones: diferencias numéricas, acción positiva y paridad”, Política y Sociedad, vol. 42, nº2, 2005, pp. 163-180. María Aurora Sieiro López // 12. -Torres San Miguel, Laura y Antón Fernández, Eva (2005), Violencia de género, Caja España, Obra Social, Colección: Cartilla de Divulgación (Lo que usted debe saber sobre). (Selección: pp. 18-33). Daniela Isabel Lili Pedraza y Mónica Pedraza Darias // 13. -Osborne, Raquel (2009): Cap. 2, “Malos tratos: un problema estructural”, en Osborne, Raquel: Apuntes sobre violencia de género. Barcelona: Bellaterra Edicions, Serie General Universitaria, pp. 83-136.  Mónica Pedraza Darias Tomás Javier Prieto González // 14. -Platero, Raquel (Lucas) (2013): "Introducción. La interseccionalidad como herramienta de estudio de la sexualidad", en Platero, Intersecciones: cuerpos y sexualidades en la encrucijada. Barcelona: Bellaterra, pp. 15-72. (Selección: pp. 23-48). María Isabel García Duran // 15. -Büchner, J. "Notas para la ponencia “Género y globalización" (versión 2004): 20 pp. Cristina Martínez Blanco

3.2. La cantidad es calidad; cuando se alcanza la masa crítica.

Masa crítica: incremento en la cantidad relativa de mujeres. Implica «un cambio cualitativo en las relaciones de poder que permite por primera vez a la minoría utilizar los recursos de la organización o de la institución para mejorar su propia situación y la del grupo al que pertenecen» (Valcárcel). Con la incorporación de las mujeres a instituciones y organizaciones tradicionalmente masculinas se acaba poniendo en cuestión la masculinidad de dichas entidades. A esta situación ha tratado de dar respuesta el planteamiento de la paridad, más allá de la consideración de las mujeres como grupo minoritario en un marco dominante como miembros de un grupo discriminado, criterio en el que se basan la mayoría de legislaciones que promueven la igualdad, se aplica un planteamiento antidiscriminatorio de igualdad formal por medio de acciones positivas. Con este modelo, la carga de la prueba recae en el grupo que se siente discriminado. En el mejor de los casos se mejora la igualdad de oportunidades de las mujeres y se consiguen iniciativas puntuales, de difícil continuidad y la desigualdad sustantiva de hombres y mujeres permanece incuestionada.

No se trata de incorporarse gradualmente a un mundo masculino y masculinizado. Desde la perspectiva de la paridad se sostiene que hombres y mujeres no son grupos humanos separados sino la base constitutiva de la especie humana. La relación de interdependencia establecida estructuralmente  ha de dar lugar a una posición de equivalencia entre los sexos, estableciendo paridad entre mujeres y hombres «como una prioridad política que emana de los principios fundamentales y constitutivos de la ciudadanía». Si bien el locus de la representación política es el analogado por excelencia, el objetivo de este cambio de paradigma es la consecución de la igualdad para ambos sexos en todas las esferas de la vida social.

Constituirse como masa crítica permite pasar a ser una minoría menos minoritaria, en torno al 30-35%, va a permitir comenzar a influir en la cultura del grupo y lograr el establecimiento de las alianzas entre los partícipes del grupo menos numeroso. Así sus miembros podrán empezar a cambiar la estructura de poder y el propio estatus como minoría para poder reproducirse y crecer. Todo ello estará relacionado  con el apoyo externo con que cuente esa minoría, formado por el movimiento de mujeres en general, redes y recursos.

Dahlerup analiza los resultados de constituirse en amplia minoría en los países escandinavos tras impulsar las mujeres iniciativas encaminadas a ampliar su participación laboral y política. Conclusiones (ventajas):

  • Disminución de los estereotipos femeninos, sin abolirlos en su totalidad;
  • Creación de nuevos roles y modelos para las mujeres, jóvenes o no;
  • Fin de la resistencia abierta contra las mujeres que se dedican a la política;
  • Cambio en las actitudes negativas de los electores ante a posibilidad de verse representados por mujeres;
  • Apertura de espacios para las mujeres en la política.


Las mujeres en la política sienten que con su incorporación semimasiva ha creado un mejor ambiente en el seno de las instituciones políticas. Por contra, si tienen hijos y familia que atender lo viven como un problema a diferencia de los varones que lo perciben como un apoyo.

La sola presencia de una mujer en un foro era percibida como amenazadora y subversiva por los varones, generando resistencia. Pero para que pueda producirse un cambio duradero debe estar al menos presente una minoría significativa de mujeres. Dahlerup comenta que la minoría como masa crítica se diferencia de la situación de «tokenismo» por ese salto cualitativo dado en la definición de masa crítica y que implicaba la capacidad para «movilizar los recursos de las organizaciones o instituciones para acelerar su incremento numérico y mejorar su posición en general».

Otros cambios se producen con el aumento de la presencia de las mujeres en la política: cambios institucionales y de procedimiento en su naturaleza teniendo la mujer cabida en ellas; repercusión en la legislación haciéndola sensible al impacto de género y favoreciendo el acceso continuado de las mujeres a la política; alteración del discurso político; logro de un amplio número de mujeres en las listas electorales de todo partido que se precie y presencia de las mujeres en altos cargos como signo de distinción y modernidad.

En situación numérica más favorable, para lograr cambios cualitativos resulta imprescindible el apoyo y la mutua conexión entre las mujeres que participan activamente en las políticas partidistas junto a todo tipo de movimientos de las mujeres. Es lo que siempre han hecho los hombres sin necesidad de organización explícitas a través de la fratría o grupo juramentado. La relación es biunívoca en cualquier caso: las reivindicaciones del movimiento de las mujeres, unidas a la presión de las mujeres en los partidos políticos han hecho posible el inicio de las políticas de paridad en España.

4. A modo de epílogo

·      La acción positiva no se aplica sólo a las mujeres.

  • Existe una igualdad formal entre mujeres y hombres, pero se mantiene una desigualdad real. Las mujeres necesitan una sobrecualificación para lograr posiciones similares a las de los varones.
  • Toda desigualdad encierra un desequilibrio de poder, y al poder no se renuncia fácilmente.

·      La trasformación de los ámbitos de poder sólo puede conseguirse si existen alianzas entre mujeres y dejan de ser minoría. Las acciones positivas y la paridad pueden jugar un papel relevante para lograr este objetivo.