sábado, 8 de julio de 2017

Tres dimensiones del texto y de la cultura visual


Para su estudio partimos de tres dimensiones; la visualidad que delimita lo visible y lo invisible a través del conocimiento, las creencias,…; la enunciación subjetiva de la mirada; y el imaginario sociocultural de la imagen.   
Introducción: el texto visual
Abril habla de texto verbovisual. El texto es una unidad de comunicación multisemiótica o multimodal, no necesariamente literaria, sustentada en una práctica discursiva, e inserta en redes textuales que pueden integrar o no elementos verbales. Etimológicamente, el texto es un tejido o textura que aporta a la ‘trama’ las cualidades visuales propias que precisa un primer análisis del texto visual. En definitiva, el proceso interpretativo, la experiencia de la lectura y las condiciones socioculturales, son los que convierten al texto en un elemento objetivable.

Un texto visual, como el texto en general, presupone la existencia de redes textuales que establecen relaciones diversas entre los propios textos, en particular y en su conjunto. Hablamos de relaciones parte/todo, es decir, pertenencia de un texto a un conjunto (literatura, pintura,…) local/ global, cuando en un texto particular aparecen sentidos diversos que lo integran en un corpus, o interpretante/interpretado, que relaciona los textos críticos o citacionales, y el texto sobre el que versan. No hay numerus clausus de redes textuales.
Pero además de esta “intertextualidad generalizada”, de esa aplicación de prácticas semióticas, los textos son generadores y reproductores de prácticas sociodiscursivas o socioculturales. El engranaje del texto dentro de estas prácticas extiende una nueva medida de campo de los textos visuales y el campo de la cultura visual. Hablamos ahora de texto y cultura.
Existe interdependencia entre el dominio de la mirada, el de la imagen y el de la visualidad; entre el mirar, el imaginar y el ver (o no ver). Hablamos de una suerte de mediación entre las tres.
Son ámbitos delimitados de forma imprecisa, con límites fluidos. Y de ahí deviene su forma circular.
La visualidad
Manzanas verdes - Cezanne
Será trama visual el conjunto de elementos o significantes visuales que conforman el plano de expresión de un texto visual, que construyen su coherencia y preparan el conjunto de sus efectos semióticos. Hablamos de un heterogéneo tejido de elementos, como pueden ser el color o la textura (No hablamos ya de diferenciación metodológica plástico – estéticas, ni de representaciones icónicas).
En el texto se utiliza, a modo de ejemplo, la obra ‘Manzanas verdes’ de Cezanne para la descripción de la visualidad. En él, la visualidad nos refiere a un elemento rectangular en cuyo interior se describen una serie de formas geométricas, redondeadas y de color verde que nos evocan una imagen concreta. Se visualiza el cuadro, se procede a mirar, y finalmente, de esa mirada, obtenemos la imagen de unas manzanas verdes.
Los elementos figurativos y plásticos del texto visual establecen relaciones de paralelismo, rima, contraste, confluencia,… que le atribuyen un sentido iconográfico o simbólico que sobreinterpreta a los iconos dentro de universos culturales determinados. La manzana en este caso, es una descripción de un objeto categorizado en una cultura, además de contener un conjunto de atributos simbólicos adheridos al objeto: alimento recomendable, salud, tentación,…
Las imágenes visuales no se agotan en lo visible sino que poseen trazos de lo invisible, visibilidad reprimida, pospuesta o postergada. Visibilidad implica ver más de lo que se ve (hay textos visuales que solo plasman lo invisible). 
Bibliografía:

Abril, G. (2012) Tres dimensiones del texto y de la cultura visual. IC- Revista Científica de Información y comunicación, 9, Pp. 15-35. Madrid.

 

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