martes, 31 de diciembre de 2013

Resúmenes Sociología Política Parte 25

En la asignatura Sociología Política del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, elaboré los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.


TEMA 1: Las múltiples relaciones entre sociedad y política. El campo de estudio de la sociología política. "Sociedad y política: una relación multidimensional" Autores: Maria Luz Morán y Jorge Benedicto. Capítulo 1 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 // TEMA 2: El proceso histórico de modernización. Estado y mercado, las dos instituciones claves “Modernización y cambio sociopolítico" - Autor: Enrique Gil Calvo. Capítulo 11 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009) // TEMA 3: El surgimiento y desarrollo de la democracia en la sociedad capitalista "Democracia y sociedad industrial" - Autor: Ludolfo Paramio. Capítulo 5 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 4: Las bases sociales de la política democrática "El concepto de cleavage en las ciencias sociales" Autora: Susana Aguilar. Capítulo 1 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007. "Elecciones para elegir" Autora: Elisa Chuliá. Capítulo 6 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007.// TEMA 5: La construcción de los universos políticos de los ciudadanos. Socialización y cultura política "La construcción de los universos políticos de los ciudadanos" Autor: Jorge Benedicto. Capítulo 8 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 6: Participación y acción colectiva "Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación" Auotres: Maria Jesus Funes y Jordi Monferrer. Capítulo 1 del libro de R. Adell y M.J.  Funes, Movimientos Sociales: Cambio social y participación. Madrid, UNED, 2003. "Participación política, grupos y movimientos". Autor: Gianfranco Pasquino. Capítulo 5 del libro de G. Pasquino y otros, Manual de Ciencia Política. Madrid, Alianza Editorial, 1991.

LA CONSTRUCCIÓN DE LOS UNIVERSOS POLITICOS DE LOS CIUDADANOS

Existe unanimidad en afirmar el escaso interés que las cuestiones políticas provocan entre la mayoría de los ciudadanos de nuestras sociedades contemporáneas. Para el ciudadano medio lo político ocupa un lugar bastante periférico o secundario dentro de su estructura de intereses. En cualquier sociedad los individuos mantienen múltiples y variadas relaciones con la esfera de lo político. Bien sea como rutinario votante que acude periódicamente a cumplir con su obligación electoral, como participante activo en una organización política o como mero súbdito de las disposiciones administrativas que emanan de los distintos órganos del poder estatal, en todos los casos los sujetos establecen relaciones, adoptan posiciones de uno u otro signo y llevan a cabo acciones que constituyen un componente imprescindible para el funcionamiento del sistema político en cualquier sociedad.

La propia posibilidad de la acción política se sustenta sobre un conjunto de creencias, normas, valores y percepciones de los individuos hacia la política; un conjunto interrelacionado de disposiciones básicas que constituye la matriz fundamental a partir de la cual los sujetos perciben y reaccionan ante los estímulos políticos, construyen sus preferencias políticas y eventualmente se implican en actividades políticas. Nos interesa es indagar en cómo se forman y configuran esos conjuntos de disposiciones básicas, lo que hemos denominado los universos políticos de los individuos.

A través del proceso de socialización, la adquisición de una determinada cultura política o la inserción en el espacio de la comunicación política y la opinión pública, el individuo va conformando sus creencias básicas sobre la sociedad y la política, va acumulando información y conocimientos y va desarrollando sus predisposiciones ante los distintos temas  y hechos que configuran la realidad política. Una concepción más cercana a la realidad sería aquella que resaltará su carácter probabilístico, esto es, la capacidad de estos procesos sociales para configurar los límites imprecisos, los campos de posibilidades dentro de los que los sujetos se plantearán sus relaciones con el ámbito político.

Es conveniente realizar una serie de precisiones:

1.    Los fenómenos están profundamente interrelacionados entre sí: en muchas ocasiones las distinciones que se realicen entre unos y otros tendrán un carácter más analítico que real.
2.    Estos procesos sociales deben ser vistos siempre en términos dinámicos ya que actúan de manera continua a lo largo de toda la vida de los individuos.
3.    Se trata de fenómenos de naturaleza colectiva que tienen una incidencia directa y específica sobre cada uno de los individuos: será preciso manejar las perspectivas “macro” y “micro”
4.    El contexto sociopolítico en el que tienen lugar estos procesos sociales constituyen un elemento clave para comprender sus propiedades, efectos y consecuencias.

La inutilidad analítica de realizar teorizaciones genéricas, ahistóricas que traten de ser válidas para todas o caso todas las sociedades. En la propia noción de democracia los individuos ocupan una posición central como consecuencia de su conversión en ciudadanos formalmente iguales entre sí y poseedores de derechos civiles, políticos y sociales. Marshall; la concepción moderna de ciudadano se levanta sobre la confluencia del principio de igualdad básica entre los hombres y la consideración del individuo como miembro pleno de una colectividad determinada, expresada mediante el reconocimiento de una serie de derechos fundamentales.

Unas sociedades en las que la democracia cada vez más deriva en un espectáculo donde los ciudadanos en vez de ser actores privilegiados del mismo se ven empujados a convertirse en espectadores pasivos y consumidores de mensajes. Junto al evidente procesos de desvalorización de lo público al que asistimos con el consiguiente repliegue de los intereses individuales hacia el exclusivo ámbito de su privacidad.

En la tensión o dialéctica entre realidad social de la ciudadanía y las posibilidades formales que ofrece el régimen democrático trataremos de situar nuestra reflexión sobre la construcción de los universos políticos de los ciudadanos.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Resúmenes Sociología Política Parte 24

En la asignatura Sociología Política del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, elaboré los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.


TEMA 1: Las múltiples relaciones entre sociedad y política. El campo de estudio de la sociología política. "Sociedad y política: una relación multidimensional" Autores: Maria Luz Morán y Jorge Benedicto. Capítulo 1 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 // TEMA 2: El proceso histórico de modernización. Estado y mercado, las dos instituciones claves “Modernización y cambio sociopolítico" - Autor: Enrique Gil Calvo. Capítulo 11 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009) // TEMA 3: El surgimiento y desarrollo de la democracia en la sociedad capitalista "Democracia y sociedad industrial" - Autor: Ludolfo Paramio. Capítulo 5 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 4: Las bases sociales de la política democrática "El concepto de cleavage en las ciencias sociales" Autora: Susana Aguilar. Capítulo 1 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007. "Elecciones para elegir" Autora: Elisa Chuliá. Capítulo 6 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007.// TEMA 5: La construcción de los universos políticos de los ciudadanos. Socialización y cultura política "La construcción de los universos políticos de los ciudadanos" Autor: Jorge Benedicto. Capítulo 8 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 6: Participación y acción colectiva "Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación" Auotres: Maria Jesus Funes y Jordi Monferrer. Capítulo 1 del libro de R. Adell y M.J.  Funes, Movimientos Sociales: Cambio social y participación. Madrid, UNED, 2003. "Participación política, grupos y movimientos". Autor: Gianfranco Pasquino. Capítulo 5 del libro de G. Pasquino y otros, Manual de Ciencia Política. Madrid, Alianza Editorial, 1991.

¿El fin de la política de partidos?

Los partidos han sido analizados en innumerables trabajos atendiendo a sus múltiples funciones, desde diferentes enfoques de investigación y mediante distintos métodos. Montero y Gunther subrayaron que los partidos se han resistido a la teorización. Los estudiosos de los partidos no han conseguido formular proposiciones teóricas sólidas y ampliamente aceptadas sobre el funcionamiento de estas instituciones en la democracias contemporáneas. Si se buscara alguna tesis, tal vez se aproximara a la condición de teoría, ésa sería probablemente la del crecimiento desdibujamiento ideológico de los partidos en las democracias contemporáneas. Pero tampoco esta tesis, que encuentra respaldo en conceptos como los de “partidos atrapa-todo” y “partidos cártel”, resiste la prueba de la comprobación empírica.

En los 60, Kirchheimer acuñó el concepto de “partido atrapa-todo”, categoría hacia la que habrían ido evolucionando los “partidos de clase” o “Partido de masas” tras la IIGM, A medida que las desigualdades sociales agudas se atenuaban en el marco de las sociedades de consumo, con sistemas de protección social desarrollados y niveles educativos más altos que en ningún otro momento de la historia, los partidos de masas tendían a aligerar su carga ideológica, a reducir el papel del militante individual y a reforzar sus relaciones con diversos grupos de interés. Deseosos de atraer al “votante mediano” situado en el centro del espacio electoral, los partidos “atrapa-todo” convergían supuestamente cada vez más en sus mensajes, debilitándose ideológicamente.

Katz y Mair subrayan que esos partidos “atrapa-todo” todavía habrían reforzado más su imprecisión ideológica en su evolución hacia grandes maquinarias burocráticas aisladas de las preferencias del electorado, como consecuencia de su creciente financiación mediante recursos públicos. Los partidos se cartelizan y reducen la competición programática, cada vez más preocupados por su inserción en las estructuras del estado y más independientes de la preferencias de sus electorados.

Esta visión de cárteles políticos choca con la evidencia de la fuerte competición partidista que domina el debate político en muchas democracias y de la enorme inversión que hacen los partidos en campañas electorales, esforzándose en marcar las diferencias entre su oferta y las de sus rivales. Los partidos diseñan campañas tratando de estimular el “voto por resultados” o “voto retrospectivo”, el “voto ideológico”, el “voto temático” o el “voto por candidato”.

La tesis de los “partidos cártel” infravalora la extensión e intensidad de la competición partidista. En contra de esta tesis, Kitschelt mantiene que en los últimos años se ha producido, en realidad, una descartelización de los partidos. Las estrategias de los partidos de intercambiar votos por recompensas selectivas a grupos de ciudadanos alimentaron el crecimiento del colectivo de “votantes buscadores de rentas”. Excluidos otros grupos de electorado de estos beneficios, su frustración fue manifestándose en respuestas de “salida” o “voz”.

Según Kitschelt, en los 80 y 90 fueron años de crisis de los sistemas de partidos convencionales. Las sociedades democráticas contemporáneas no estarían asistiendo a un declive de los partidos ideológicos o a un fin de la política de los partidos, sino a una adaptación de unos y otra en respuesta a tres tipos de desafíos que según Montero y Gunther se aceleran en el fin de siglo:

1.    Cambio sociales entre ellos la secularización
2.    El aumento de los recursos cognitivos de los votantes
3.    Desarrollos tecnológicos gracias a los cuales los medios de comunicación han abierto nuevos canales de comunicación entre ciudadanos y líderes políticos.

Cómo responden los partidos depende en gran medida de sus características internas, el entorno competitivo en el que operan y las decisiones que sus dirigentes y seguidores adoptan.

Los cambios en los sistemas de partidos que han experimentado muchos países pueden interpretarse como resultados provisionales de estos procesos de adaptación de los partidos. Dos hechos relevantes marcan esta transformación de los sistemas de partidos.

·      Los partidos tradicionales han tenido que redefinir sus mensajes programáticos
·      Han entrado en escena nuevos partidos

Desde los 80 los sistemas de partidos institucionalizados han crecido por sus extremos. Estos cambios complican la competición entre sus integrantes por los votos de los ciudadanos. En un mundo más abierto e inseguro, la política se vuelve más intrincada, dinámica y arriesgada también para los partidos.

Recapitulando

Para explicar cómo votan los ciudadanos de una democracia la sociología electoral y la ciencia política han recurrido mayoritariamente a tres factores:

1.    La posición de los individuos en la estructura socioeconómica o el espacio sociocultural
2.    Las actitudes y los calores políticos de los votantes
3.    El contexto político-institucional dentro del que ejercen su voto

Desde la perspectiva analítica que abre el primer factor, son las fracturas sociales o los cleavages los que “ordenan” a los votantes.

El enfoque de los cleavages revela una capacidad limitada para dar cuenta de fenómenos como los que los científicos sociales comenzaron a detectar aproximadamente desde comienzos de los 70 del SXX: el debilitamiento de las lealtades partidistas, la emergencia de nuevos partidos políticos que apelaban a temas desatendidos en los programas de los partidos tradicionales o articulaban discursos basados en nuevos valores, el aumento de la volatilidad electoral y la abstención. Entre algunos colectivos sociales, las preferencias políticas son bastantes estables. Estos votantes “leales” a los partidos conviven con grupos de electores que pueden inclinar la balanza de los resultados electorales en una u otra dirección.

La explicación de las elecciones, predominantemente sociológica en el enfoque de los cleavages, se torna más politológica. El contexto político-institucional de las elecciones; uno formado por un conjunto de variables exógenas a las características sociales de los votantes, y no ancladas en la sociedad, sino fundamentalmente en las reglas, normas y prácticas del orden político.

El interés pos la política la identificación con un partido o la autoubicación ideológica dependen, de la existencia e intensidad de los cleavages sociales y de las posibilidades e incentivos que ofrezca el sistema político para plasmarlos en instituciones capaces de movilizar y “politizar” a los ciudadanos. Cambios de actitudes entre amplios grupos de la población pueden provocar la emergencia de nuevos cleavages. Pero la incidencia de estos cambios de valores en el voto depende crucialmente de cómo respondan la sociedad y el sistema político ante ellos; de si una y otro impulsan, o inhiben el debate público y las iniciativas sociales en torno a estos valores, así como la emergencia de organizaciones o movimientos que lideren la defensa de los mismos. Las actitudes y los valores pueden explicar un porcentaje elevado de la variación del voto en una sociedad, pero resultan difícilmente explicables sin tener en cuenta en qué tipo de sociedad y de sistema político se produce ese voto.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Carta de un economista a Rajoy

Carta de José Carlo Díez publicada en El Pais el 27 de diciembre de 2013
Señor presidente: he decidido hacer pública esta carta al escuchar los datos que usted ha usado en su rueda de prensa de balance de 2013. Las parados registrados en el INEM no disminuyen por haber encontrando un empleo. Han tirado la toalla y han dejado de confiar en usted y en la recuperación. Muchos han dejado de buscar empleo y otros muchos han huido de España ante la incapacidad de encontrar empleo en nuestro país y al no tener expectativas de encontrarlo en el futuro.
La Seguridad Social no va bien. A su ministro de Hacienda se le escapó que cerrará el año con un déficit de 1,8% del PIB o sea 18.000 millones. Es debido a que acabaremos el año con casi 300.000 personas que han perdido su empleo y han dejado de cotizar. Además, las empresas destruyen empleos estables de personas mayores de 45 años y los están sustituyendo por empleos a tiempo parcial y con salarios precarios de jóvenes. El resultado es menor recaudación.
El déficit público tampoco va bien. La destrucción de empleo y la bajada de salarios ha reducido la recaudación del Impuesto sobre la Renta. El IVA ha subido por el aumento de los tipos el pasado año pero no por la mejora de actividad. Los ingresos fiscales están estancados en 2013 y eso supone 4.000 millones de euros menos de lo que usted estimó en los presupuestos y a eso hay que sumar otros 4.000 millones en la Seguridad Social.
En 2013 vamos a pagar más intereses por la deuda pública. La deuda aumenta unos 10.000 millones al mes que es lo mismo que costó el Plan E que usted tanto criticó. Entre enero y octubre el déficit reconocido por la Intervención General de la Administración Central es de 37.000 millones. Un 10% superior al de 2012 y un 15% superior al que usted heredó del Gobierno anterior. La deuda pública va a acabar el año próxima a un billón de euros, 100.000 millones por encima de 2012.
La prima de riesgo no ha bajado fruto de sus reformas. La bajada ha sido generalizada en los países periféricos europeos y el país donde más ha caído es en Grecia. La banca española ha financiado la mitad del aumento de la deuda pública, mientras los inversores extranjeros sólo el 15%. Pero estos mismos inversores extranjeros han vendido bonos, acciones y préstamos a empresas y bancos españoles por más de 30.000 millones.
Las exportaciones no van bien. Tuvieron dos meses excepcionalmente buenos la pasada primavera pero desde entonces se han frenado en seco. Nuestra competitividad no ha mejorado desde 2011. La bajada de salarios y el aumento de la productividad por la masiva destrucción de empleo ha sido compensado por la intensa apreciación del euro contra el dólar y contra las divisas de países emergentes.
La reforma bancaria no ha funcionado. Le recomiendo que vaya a cualquier bar y pregunte a pequeños empresarios y familias por la situación del crédito. Qué garantías les exigen y a qué tipo les prestan. Comprobará que las condiciones son peores que antes del rescate bancario de la Troika.
Retrasar el ajuste fiscal nos ha permitido salir de la recesión, pero no compensa los efectos devastadores sobre el empleo y la deuda pública de su ajuste de 2012. EE UU ha demostrado que hay vida después de una crisis de deuda. Pero hace falta un buen diagnóstico y una política adecuada. Tras su discurso es evidente que tiene un error de diagnóstico y eso complica significativamente la salida de la crisis.
Necesitamos crecer mucho más, depreciar el tipo de cambio, provocar inflación moderada, aumentar la inversión, incrementar la recaudación fiscal y reestructurar deudas de familias y empresas para estabilizar la restricción de crédito. A la vez habrá que resolver la tragedia griega, portuguesa, chipriota, eslovena, irlandesa, etcétera. Si su política económica y la europea no cambian radicalmente, despediremos 2014 con menos población, menos crédito, más deuda y más pobreza
Quedo a su entera disposición y le deseo que la fuerza le acompañe.


José Carlos Díez es economista.

Carta de José Carlo Díez publicada en El Pais el 27 de diciembre de 2013

sábado, 28 de diciembre de 2013

Resúmenes Sociología Política Parte 23

En la asignatura Sociología Política del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, elaboré los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.


TEMA 1: Las múltiples relaciones entre sociedad y política. El campo de estudio de la sociología política. "Sociedad y política: una relación multidimensional" Autores: Maria Luz Morán y Jorge Benedicto. Capítulo 1 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 // TEMA 2: El proceso histórico de modernización. Estado y mercado, las dos instituciones claves “Modernización y cambio sociopolítico" - Autor: Enrique Gil Calvo. Capítulo 11 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009) // TEMA 3: El surgimiento y desarrollo de la democracia en la sociedad capitalista "Democracia y sociedad industrial" - Autor: Ludolfo Paramio. Capítulo 5 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 4: Las bases sociales de la política democrática "El concepto de cleavage en las ciencias sociales" Autora: Susana Aguilar. Capítulo 1 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007. "Elecciones para elegir" Autora: Elisa Chuliá. Capítulo 6 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007.// TEMA 5: La construcción de los universos políticos de los ciudadanos. Socialización y cultura política "La construcción de los universos políticos de los ciudadanos" Autor: Jorge Benedicto. Capítulo 8 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 6: Participación y acción colectiva "Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación" Auotres: Maria Jesus Funes y Jordi Monferrer. Capítulo 1 del libro de R. Adell y M.J.  Funes, Movimientos Sociales: Cambio social y participación. Madrid, UNED, 2003. "Participación política, grupos y movimientos". Autor: Gianfranco Pasquino. Capítulo 5 del libro de G. Pasquino y otros, Manual de Ciencia Política. Madrid, Alianza Editorial, 1991.

La importancia de las reglas de juego: el sistema de gobierno
y el sistema electoral

Los electores responden a las propuestas de políticas y líderes que les presentan los partidos y actúan racionalmente al adoptar su decisión de voto tras poner en relación esas propuestas con sus preferencias políticas. Los partidos llevado por el objetivo primario de ganar las elecciones, responden a las preferencias de los electores en su búsqueda permanente de fórmulas electorales para maximizar votos. Aceptar esto no implica negar la existencia de electores fieles a un partido, ni tampoco reducir los partidos a meras máquinas electorales, pero sí implica reconocer que los resultados de unas elecciones dependen críticamente de ese grupo de votantes racionales, esa minoría que ha aumentado como consecuencia de la expansión educativa que ha tenido lugar en muchos países industrializados.

El modelo de la democracia de audiencia asume que en los sistemas democráticos una parte del electorado es sensible a la movilización y las propuestas de los partidos, induciendo a éstos a esforzarse en la elaboración de estrategias de competición efectivas para atraer a esos votantes. No se explican sin atender a unas estructuras de reglas constitucionales y electorales, bastante estables aunque sujetas a transformaciones, dentro de las cuales se originan y despliegan las organizaciones partidistas.

Dependiendo de cómo se organizan políticamente los estados, existen unos partidos u otros, y éstos se relacionan y compiten entre sí de una manera u otra, Esas formas de organización política y de selección de representantes políticos se diseñan extrayendo aprendizajes del pasado y de otros casos, tratando de guardar los intereses de los propios diseñadores de cara a mantener la situación privilegiada de poder de la que disfrutan.

Las democracias representativas han encontrado dos grandes sistemas de organización política: el presidencialista y el parlamentario. La diferencia crítica entre ambos sistemas radica en la relación entre el poder ejecutivo y el legislativo, en cómo se elige a quienes ostentan el poder ejecutivo. Las democracias presidencialistas establecen el principio de la división de poderes entre el ejecutivo y el legislativo, ambos elegidos por la ciudadanía en procesos electorales diferentes para periodos de tiempo diferentes. El poder ejecutivo reside en el presidente electo, quien tiene la facultad de nombrar a su gobierno; el legislativo, en la asamblea. Como el presidente y la asamblea extraen su legitimidad de diferentes elecciones, no el mantenimiento en el cargo de presidente depende de la asamblea ni la duración de la legislatura de la asamblea depende del presidente.

En las democracias parlamentarias las elecciones generales sirven para elegir a los miembros del parlamento, del cual surge el gobierno. El presidente del gobierno o primer ministro elegido a través del parlamento puede ser removido de su cargo si pierde la confianza de éste. Tratará de evitar el conflicto con la mayoría parlamentaria en la que se asienta su gobierno; tendrá en cuenta las preferencias del partido o partidos que le han permitido conseguir su investidura. El modelo parlamentario-presidencialista (mixto o semipresidencialista) desdobla la competencias del poder ejecutivo entre un presidente elegido directamente y un gobierno parlamentario. El presidente puede ostentar su capacidad de controlar la labor legislativa del gobierno parlamentario sujeta a estrictos límites.

Todas comparten un rasgo: giran en torno a propuestas de políticas nacionales o de estado. Pero las elecciones presidenciales se caracterizan por una mayor personalización de la oferta partidista. Las características de un juego de suma cero que distinguen a estas elecciones de las parlamentaria favorecen que la persona del candidato se eleve por encima del partido y disponga de cierta autonomía para diseñar la agenda de la campaña. Los candidatos a la presidencia del país puedan centrarse en sólo algunos temas, sin necesidad de presentar “paquetes” partidistas completos. Propicia la personalización de las elecciones, permite a los candidatos volcarse en la presentación y discusión pública de ciertos asuntos, asociándolos muy estrechamente a sus personas.

En los regímenes parlamentarios la relación entre candidatos y partidos depende de diversos factores institucionales, como el grado de centralización del poder político en el parlamento nacional. Una estructura de poder muy centralizada en el parlamento nacional tiende a reforzar institucionalmente a los partidos. Los líderes buscan mayor respaldo en la organización partidista, que integren la coalición dominante del partido y se expongan en mayor medida ante la opinión pública como representantes de un programa colectivo.

Maurice Durverger había publicado la contribución pionera sobre los efectos de los sistemas electorales en la vida política y en la organización de los partidos y los sistemas de partidos. La representatividad de un sistema electoral se define entre dos extremos, el principio de mayoría simple (gana el que consigue más votos) y el de proporcionalidad estricta (ganan todos los que obtienen votos en una medida proporcional a los votos obtenidos). Ningún sistema electoral puede respetar la proporcionalidad pura que supondría trasladar los % de votos en idénticos % de puestos de representación, pero los denominados “sistemas proporcionales” lo hacen en mucha mayor medida. Duverger  distinguió tres grandes tipos de sistemas electorales:

1.    El mayoritario a una vuelta: mayoría simple y utiliza distritos electorales uninominales, sólo asignan un escaño.
2.    El mayoritario a dos vueltas: una mayoría absoluta en una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados en la primera vuelta.
3.    El de representación proporcional: distritos plurinominales, que asignan más de un escaño.

Ley de Duverger establece que el sistema mayoritario a una vuelta, que da el escaño o los escaños correspondientes a un distrito electoral únicamente al candidato o partido que obtiene la mayoría de los votos, favorece el bipartidismo. Esta tendencia hacia un sistema de dos partidos se alimenta de una “factor mecánico” y un “factor psicológico”.

·      Factor mecánico, resultante de la aplicación estricta de las reglas electorales, el sistema mayoritario subrepresentar a terceros partidos menos votados, los sufragios que éstos obtienen no les sirven para alcanzar algún escaño o resultado político efectivo.
·      Factor psicológico resulta de una anticipación del efecto mecánico: al advertir esta pérdida o falta de utilidad de los votos, los electores potenciales de estos terceros partidos deciden votar al partidos más aceptable para ellos entre los que tiene alguna posibilidad de ganar. A la hora de emitir su voto muchos electores tienen en cuenta, de manera más o menos consciente, el efecto mecánico del sistema electoral

El sistema electoral mayoritario desincentiva la creación de terceros partidos, aunque si una formación emergente logra superar a alguno de los partidos establecidos, éste puede acabar desplazado del sistema de partidos. Cuanto menos proporcionalidad sea el sistema electoral y más institucionalizado se encuentre el sistema de partidos, más elevados serán los costes de entrada para otros partidos.

Según Duverger, los efectos del sistema electoral afectan también a la estructura interna de los partidos. El sistema electoral mayoritario, al basarse en distritos nominales favorece la competición personal y debilita la cohesión organizativa e ideológica de los partidos: propicia una organización electoral muy descentralizada. La proporcionalidad tiende no sólo a mantener una multiplicidad existente, sino que supone un incentivo poderoso para la creación de nuevos partidos. Duverger y otros señalan que las relaciones causales que estableció tienen carácter probabilístico, no determinista. Los electores convocados a las urnas en un sistema político que organiza sus elecciones conforme al sistema mayoritario tienen una oferta de partidos más limitada que los convocados en un sistema que reparte el poder entre los partidos más o menos proporcionalmente al apoyo electoral que obtienen.

Los análisis de la fragmentación o concentración de los sistemas de partidos provocados por los sistemas electorales y de la desviación de la proporcionalidad han permitido apreciar muy claramente que, lejos de representar una cuestión técnica, el diseño de los sistemas electorales constituye una cuestión política de primer orden. La historia de las democracias ofrece muchos ejemplos que permiten anticipar las consecuencias de los sistemas electorales, lo que les convierte en el componente del sistema político más fácil de manipular en función de propósitos específicos.

Cabe comprobar una tendencia general hacia una mayor proporcionalidad de los sistemas electorales de las democracias. No sólo los sistemas electorales proporcionales han ganado terreno a los mayoritarios, sino que también dentro de aquéllos parecen haberse reforzado los elementos que producen mayor proporcionalidad y que favorecen más a los partidos pequeños y generan más incentivos para que éstos se presenten ante los electores. Los partidos políticos han defendido el cambio de las reglas electorales cuando han creído que les podía resultar beneficioso para alcanzar su objetivo de ganar las alecciones. Cuando los actuales ganadores carezcan de la certidumbre sobre sus posibilidades de seguir siéndolo, preferirán y tenderán a elegir reglas electorales y procedimientos de votación que creen menos oportunidades de convertirlos en perdedores absolutos, de sistemas electorales menos arriesgados y más incluyentes.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Resúmenes Sociología Política Parte 22

En la asignatura Sociología Política del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, elaboré los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.


TEMA 1: Las múltiples relaciones entre sociedad y política. El campo de estudio de la sociología política. "Sociedad y política: una relación multidimensional" Autores: Maria Luz Morán y Jorge Benedicto. Capítulo 1 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 // TEMA 2: El proceso histórico de modernización. Estado y mercado, las dos instituciones claves “Modernización y cambio sociopolítico" - Autor: Enrique Gil Calvo. Capítulo 11 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009) // TEMA 3: El surgimiento y desarrollo de la democracia en la sociedad capitalista "Democracia y sociedad industrial" - Autor: Ludolfo Paramio. Capítulo 5 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 4: Las bases sociales de la política democrática "El concepto de cleavage en las ciencias sociales" Autora: Susana Aguilar. Capítulo 1 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007. "Elecciones para elegir" Autora: Elisa Chuliá. Capítulo 6 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007.// TEMA 5: La construcción de los universos políticos de los ciudadanos. Socialización y cultura política "La construcción de los universos políticos de los ciudadanos" Autor: Jorge Benedicto. Capítulo 8 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 6: Participación y acción colectiva "Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación" Auotres: Maria Jesus Funes y Jordi Monferrer. Capítulo 1 del libro de R. Adell y M.J.  Funes, Movimientos Sociales: Cambio social y participación. Madrid, UNED, 2003. "Participación política, grupos y movimientos". Autor: Gianfranco Pasquino. Capítulo 5 del libro de G. Pasquino y otros, Manual de Ciencia Política. Madrid, Alianza Editorial, 1991.

Las instituciones políticas y la configuración de la oferta electoral

Las instituciones políticas comenzaron desde los 80 a suscitar interés como objetos de estudio y como factores explicativos de diversos fenómenos sociopolíticos. La recuperación del interés por el estado y sus instituciones, se evidenció con obras que señalaban la importancia de las estructuras estatales en la explicación de fenómenos como las revoluciones. Skocpol distinguía entre dos aproximaciones complementarias al estudio del estado:

1.    A las capacidades estatales, a las actividades y los objetivos de los actores que actuaban en el seno del estado.
2.    El estado como una estructura institucional compleja que influía en la sociedad.

Hall establecía otra distinción teórica:

1.    Los análisis estado-céntricos: la capacidad de los estados de resistir las presiones sociales y ubicaban el poder de decisión política en las autoridades públicas y los funcionarios.
2.    Los estados estructurales: concebían mayor importancia a las demandas de los grupos de interés y los actores políticos en el rpoceso político.

Según March y Olsen (neoinstitucionalismo): condensa unas ideas que desafiaron las aproximaciones teóricas predominantes desde la década de los 50 en las ciencias sociales. Ha postulado una relativa autonomía de aquélla respecto a ésta, subrayando la interdependencia entre instituciones políticas y sociales. Ha indagado en las relaciones entre resultados políticos, disposiciones legales, estructuras organizativas y reglas de conducta, resaltando también la importancia de símbolos, rituales y ceremonias como elementos que conforman la realidad política. La capacidad de las instituciones de establecer y mantener prioridades, ejecutar decisiones políticas y mantener compromisos internacionales, o cunado se trata de la distribución social de bienes públicos; y también, importan las instituciones para la distribución social de bienes públicos. Pero la organización de la vida política trasciende las cuestiones de gobernabilidad o eficiencia social en la provisión de bienes públicos, incidiendo también en los comportamientos de la ciudadanía.

El enfoque neoinstitucionalista ha sido aplicado por multitud de investigadores que comparten la preocupación de explicar la relación entre normas, reglas y pausas de organización política y los fenómenos muy variados por los que se interesan los científicos sociales. El neoinstitucionalismo define las instituciones como procedimientos formales e informales, rutinas, normas y convenciones insertas en la estructura organizacional del sistema político o la economía política. Esta aproximación es compatible con diferentes visiones de las instituciones:

1.    Como estructuras condicionantes de las preferencias y estrategias de actores racionales.
2.    Como sistemas de símbolos, tradiciones y patrones morales que proveen marcos de significados.
3.    Como esquemas normativos y pautas que conforman las relaciones de poder en la sociedad y restringen las opciones viables de los actores que intervienen en la vida política creando sendas que generan inercias o dependencias en sus comportamientos.

La fortaleza analítica del enfoque neoinstitucionalista reside precisamente allí donde radica su debilidad teórica. Permite estudiar los fenómenos de una manera más integral y rica en detalles, combinando las perspectivas de análisis de varias disciplinas (sociología, ciencia política y la historia), pero con más bien escasa parsimonia científica; prescindiendo de la economía de medios que conduce a explicaciones sencillas y contundentes. El neoinstitucionalismo no hace referencia a una teoría, sino a una perspectiva de análisis que destaca la importancia de las instituciones para explicar por qué los actores que participan en el proceso político piensan y actúan como lo hacen.

Las instituciones cobran importancia en la medida en que condicionan los productos del mercado político entre los cuales elige el votante. La oferta electoral y las estrategias de los partidos para influir en la decisión de los electores adquieren mayor significación en la explicación del voto, que depende de la configuración de las instituciones a través de las cuales se organiza en definitiva el gobierno de una país y se ordenan sus procesos electorales.

Sin elección no existe gobierno representativo. Pero la elección es una institución política que admite múltiples variantes. Las opciones que encuentran los votantes cuando se acercan a las urnas y la oferta de contenidos y candidatos que los partidos les presentan difícilmente pueden explicarse si no se presta atención a esta pluralidad de normas, pautas y recursos que configuran la elección.