martes, 24 de diciembre de 2013

Resúmenes Sociología Política Parte 19

En la asignatura Sociología Política del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, elaboré los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.


TEMA 1: Las múltiples relaciones entre sociedad y política. El campo de estudio de la sociología política. "Sociedad y política: una relación multidimensional" Autores: Maria Luz Morán y Jorge Benedicto. Capítulo 1 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 // TEMA 2: El proceso histórico de modernización. Estado y mercado, las dos instituciones claves “Modernización y cambio sociopolítico" - Autor: Enrique Gil Calvo. Capítulo 11 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009) // TEMA 3: El surgimiento y desarrollo de la democracia en la sociedad capitalista "Democracia y sociedad industrial" - Autor: Ludolfo Paramio. Capítulo 5 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 4: Las bases sociales de la política democrática "El concepto de cleavage en las ciencias sociales" Autora: Susana Aguilar. Capítulo 1 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007. "Elecciones para elegir" Autora: Elisa Chuliá. Capítulo 6 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007.// TEMA 5: La construcción de los universos políticos de los ciudadanos. Socialización y cultura política "La construcción de los universos políticos de los ciudadanos" Autor: Jorge Benedicto. Capítulo 8 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 6: Participación y acción colectiva "Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación" Auotres: Maria Jesus Funes y Jordi Monferrer. Capítulo 1 del libro de R. Adell y M.J.  Funes, Movimientos Sociales: Cambio social y participación. Madrid, UNED, 2003. "Participación política, grupos y movimientos". Autor: Gianfranco Pasquino. Capítulo 5 del libro de G. Pasquino y otros, Manual de Ciencia Política. Madrid, Alianza Editorial, 1991.

¿Se han exagerado los cambios en el sistema de partidos y en el electorado?

Bartolini y Mair afirman que “la creencia generalizada de que vientos de cambio estaban afectando a la política electoral europea fue probablemente exagerada, y que se encuentra poca o ninguna evidencia sustancial de cambio, al tiempo que tan inestabilidad, si existe, resulta del juego entre precisamente las mismas fuerzas que han actuado o bien para reducir o bien para ralzar la inestabilidad electoral de las masa en el pasado.

Según los autores, existen tres razones que avalan la idea de la estabilidad frente al cambio:

1.    Ninguna medida basada en la volatilidad individual del partido es apropiada para el análisis de la estabilidad o inestabilidad de los cleavages, pues lo que hay que estudiar es lo que sucede entre partidos antagónicos de cleavage a través principalmente de la volatilidad de bloque.
2.    La inestabilidad puede deberse no sólo a una menor lealtad partidista sino también al formato del sistema de partidos, cambios en las instituciones electorales, niveles de participación, distancia que separa las alternativas en competencia, aparición de nuevos votantes y otro tipo de factores ad hoc. Es necesario analizar los diferentes determinantes de la inestabilidad electoral.
3.    La metodología que proponen consiste en un estudio electoral de largo plazo, desde finales del SXIX, que considere a los partidos no como agentes individuales sino como bloques, que pueden ser o bien aliados o bien opositores de cleavage, con lo cual se gana en cuanto al sentido real del alcance del cambio a través de las fronteras del cleavages. A lo largo del SXX el ímpetu de la movilidad electoral se ha visto progresivamente reducido.

El principal problema del trabajo de Bartolini y Mair es que se centra en el conflicto de clase, lo cual no permite generalizar la hipótesis de pervivencia de los cleavages a todos aquellos que no son estrictamente de tipo funcional. La creciente relevancia de factores no estructurales a la hora de influir en el voto, afirmamos que aunque la hipótesis de Lipset y Rokkan sobre el congelamiento de las alternativas de partidos pueda aún contener un elemento de verdad, los cleavages estructurales han perdido fuerza en nuestros días. Lipset y Rokkan sí apuntaron a la existencia de tensiones a partir de finales de los 70, y más claramente en los 60, entre votantes y partidos que pudieran desembocar en transformaciones en el sistema de partidos. Afirman que los cambios que se vislumbran son producto del desfase que existe entre viejos partidos y nuevos electores. Vislumbran la posibilidad de transformaciones tanto en el sistema de partidos como en la estructura de cleavages, pero tal vez exageraron las dificultades en cuanto a la crecaión de nuevas formaciones partidistas, o redujeron en exceso los márgenes de traslación de los nuevos cleavages a la contienda electoral.

El resurgimiento de los cleavages no de clase y la aparición de nuevos cleavages de opinión

Desde los 60 hay indicios que apuntan a que la sintonía que defendía el enfoque de los cleavages entre estructuras sociales y sistemas políticos empieza a resentirse y el conflicto de clases que Lipset y Rokkan colocaban en el centro de la lucha política tras la Revolución Industrial se va a ver desbordado por lo siguiente:

·      El resurgimiento de viejos cleavages en Europa de tipo étnico, religioso y lingüístico
·      Y la aparición de otros nuevos, vinculados a la defensa de valores de solidaridad interregional, pacifismo, igualda de género y protección de la naturaleza que se entre cruzan con los ya existentes.

El primer fenómeno parece contradecir a todos aquellos autores que han argumentado que los cleavages en nuestros días ya no consiguen movilizar políticamente al ciudadano porque éste es capaz a la expansión de la educación y al fácil acceso a los medios de comunicación, de valuar racionalmente, y sin la necesidad de apoyo de los partidos, la información política que se le ofrece, así como de votar de acuerdo con sus propias consideraciones no mediatizadas. El segundo apunta a una tendencia de largo plazo hacia la adopción de un nuevo sistema de valores por parte de los jóvenes que ya no puede ser explicada por las anteriores interpretaciones del ciclo vital: en cómo las personas pasaban por distintas etapas en su comportamiento políticos, más reformistas en su etapa de juventud que en la de madurez.

Tanto la reaparición de cleavages estructurales que se creían ya superados como la partición de otros nuevos, que ya no están anclados en la estructura social, provocan una erosión del votante leal o un mayor predominio del volátil.

Finalmente ¿Qué queda de la explicación sociológica de la política?

La explicación sociológica de la política de Arend Lijphart combina el análisis de las estructuras sociales con el de las formas de gobierno, relacionando las sociedades homogéneas con las democracias que él llama mayoritarias y las sociedades heterogéneas o plurales con las democracias consensuales. Los votantes de clase trabajadora tienden a votar a los candidatos laboristas y los de las clases media a los conservadores. Especialmente en las sociedades plurales la flexibilidad que es necesaria para el funcionamiento de una democracia mayoritaria está probablemente ausente. La regla de la mayoría no es sólo antidemocrática sino también peligrosa, porque las minorías a las que se niega continuamente el acceso al poder se sentirán excluidas y discriminadas y pueden terminar mostrando su deslealtad al régimen.

Si yuxtaponemos la idea, que es principalmente procedimental, acerca de cuáles son los acuerdos pertinentes para aplicar la máxima de la democracia como gobierno del pueblo a la idea sustantiva de la democracia como gobierno del pueblo a la idea sustantiva de la democracia como gobierno para el pueblo, entendiendo que el sistema democrático no sólo proporciona unas reglas de juego político sino también unos resultados en cuanto al mantenimiento de la paz social y el orden público, la redistribución de la riqueza y el respeto a las señas de identidad de los grupos que componen la sociedad, y las relacionamos con el tipo de sociedad en la que el sistema democrático en cuestión funciona (ver cuadro 1.8 página 59).
El origen del sistema de partidos, de las leyes electorales y de los diseños políticos hay que buscarlo en los apoyos partidistas o en las constelaciones de fuerzas sociales que están detrás de cada formación política. El sistema político tiene que adecuarse a la estructura social sobre la que opera, y no a la inversa.

El acuerdo en este tema no ha sido posible, pues junto a la aseveración de Linz según la cual los sistemas parlamentarios conducen en mayor medida a democracias estables que los presidencialistas como Arthur Lewis que señalan que el sistema heredado de democracia parlamentaria de tipo Westminster fue el responsable de una gran parte del autoritarismo que emergió en el África agloparlante. Parecen dar a entender a diferencia del enfoque de los cleavages, que los diseños políticos (erróneos) son los que explican la inestabilidad y la violencia política: variables políticas explicarían variables políticas, en realidad, es la inadecuación entre el diseño político y la realidad social sobre la que el anterior se asienta lo que contribuye a explicar el conflicto (variables sociales explicarían variables políticas).

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