sábado, 31 de diciembre de 2016

Cine etnográfico: Relato, discurso y teoría Elisenda Ardévol Parte I


¿De qué hablamos cuando hablamos de cine etnográfico?
Atendiendo a la conceptualización y a los usos del cine, cuando hablamos de cine etnográfico nos referimos a varios tipos:
Documental etnográfico; representación audiovisual de diversidad cultural que realizan cineastas y antropólogos (tema y género).
Cine antropológico; se refiere a producciones sobre investigación antropológica (enfoque teórico) – Jack Rollwagen, 1988.
Etnografía visual; medio de escritura de la investigación antropológica (método) – Jay Ruby, 2000.
Materia de investigación; los dispositivos (la cámara,…) se convierten en instrumentos de registro, de obtención de datos.
Producciones nativas; material generado por investigadores que se convierten en objeto de estudio antropológico.
Esta diferenciación nos permite identificar la producción audiovisual como un objeto de estudio en antropología. Es a la vez, objeto y método en el estudio antropológico. La producción audiovisual representa y produce cultura. La imaginería muestra diversidad cultural y nos permite comparar productos audiovisuales, también diversos. Podemos encontrar el objeto de estudio en una producción de ficción, documental, en grabaciones caseras,… Y estas producciones abren un diálogo interdisciplinario con todos los factores representados, que se convierte en debate público en cuanto a las realidades culturales que refleja o proyecta.
Resumiendo, el cine etnográfico es una práctica de representación (cultural) que construye un objeto de conocimiento (Knorr Cetina, 2001).
El cine etnográfico como objeto de conocimiento
En la producción audiovisual se construye un relato, una narración (estructura de la producción), y se elabora un discurso ideológico (análisis de las relaciones de poder a través de las interrelaciones culturales), que contribuye a teorizar o a conocer la cultura (conocer el anthropos, la especie humana). Sobre la producción audiovisual se propone idear un método de análisis similar a la producción científica o de otro tipo, en tanto que se trata de una producción cultural.
Procedemos a analizar a través de varios ejemplos:
Flaherty, no antropólogo profesional. Documental ‘participativo’ por parte de una familia inuit en la que se describe su vida en el Ártico. Existe una estructura narrativa en la que los protagonistas se enfrentan a un medio hostil, utilizando la tecnología y la adaptación cultural como estrategia. Desde el punto de vista del discurso, representa un encuentro cultural entre los supervivientes del Ártico y el hombre blanco, una supervivencia a partir de relaciones intercomerciales. Dibuja un pueblo autóctono, una cultura autónoma sin relaciones de poder ni influencia de la cultura europea, y con un intercambio comercial libre. La película plantea, como teoría antropológica, el paradigma evolucionista de la época, una evolución hacia la complejidad tecnológica, y con injerencias culturales importantes. Representan las dos realidades evolutivas de la sociedad.

Biblografía


Ardévol, E. (2008) Cine etnográfico: relato, discurso y teoría. En El medio audiovisual como herramienta de investigación social. Documentos CIDOB. Dinámicas Interculturales; 12, Pp. 31-50. Fundación CIDOB. Barcelona.

 

domingo, 25 de diciembre de 2016

El arte al encuentro de la Antropología. Reflexiones y diálogos posibles. Parte II


La antropología visual en la investigación social contemporánea

La antropología visual estudia la finalidad de la imagen; quién la produce, por qué y para quién, e incluye la producción y análisis de fotografías, el estudio del arte y la cultura material.

Lo visual influye en los modos de vida contemporáneos. Las imágenes siguen mecanismos de política e ideología que manipulan la representación visual, afectando a nuestras decisiones y gustos. Y en todo ello, tradicionalmente se ha destacado la importancia del progreso en la comunicación audiovisual con la evolución de la fotografía, la televisión o la aparición de Internet. El uso que realizan los medios audiovisuales de la imagen ayuda a determinar y difundir la representación de identidades culturales a lo largo del tiempo. Éste concepto también evoluciona y hoy hablamos de auto-representación en la investigación social.

La auto-representación es la práctica de representación de una cultura a través de ojos endémicos y otros extranjeros o ‘externos’. Ésta se convierte en el registro visual producido por los propios investigadores. Lo visual se construye desde el interior de una cultura. El diálogo entre la antropología y el arte supone una nueva valoración en los nuevos modos de realizar el registro visual y en sus modos de construcción.

Ejemplo de auto-representación en el que podemos encontrar ejemplos de interacción y democracia. http://chiapasphotos.wabash.edu/introsp.html

El trabajo artístico- antropológico de Teresa Pereda: Citas por América (2010)

El trabajo de Pereda (pintora e historiadora del arte) presenta un cuidado estético en su proceso artístico. Busca en su obra el encuentro con un grupo de personas de varias localidades de Latinoamérica, a través de la interacción entre la población y la artista con la tierra. En sus cuadernos de campo construye una memoria de experiencias, que se transforman en libros de artistas posteriormente expuestos. Se utilizan diferentes lenguajes para construir su poética visual y social en torno a lo que comunica a la artista con la población; la tierra.

En su trabajo, desarrollado a lo largo de diferentes localizaciones latinoamericanas, hay práctica etnográfica, observación participante, fotografía o diario de campo. Pereda, más intuitiva que racional, interactúa con los pobladores organizando actividades colectivas como la recolección o el intercambio de pequeñas cantidades de tierra. Este intercambio, más simbólico que político, busca la comunicación del ser humano con la tierra. “(…) no lo puedo explicar racionalmente, hay algo que me pasa, hay gente que me mira y lo percibo. Como si la mirada me atravesara y sé que esa mirada me convierte en un ser capaz de recibir la confianza del otro, aunque yo venga de otro lugar”.


Entre arte y antropología: enlazando nudos

¿Qué relaciones hay entre el arte y la antropología?

Arte y antropología poseen amplias similitudes aunque sus contextos son muy diferentes. La antropología se centra en las relaciones sociales y culturales de los sujetos y contextos particulares, mientras que en el arte, la obra es su mayor inquietud. Se discute el objeto artístico inserto en distintos espacios y que involucra de personas y lugares.

Como similitudes encontramos la existencia de trabajo de campo, propio de ambas disciplinas o la puesta en práctica de un proceso de reflexividad de artistas e investigadores en la creación o proyección del texto visual, o el interés por la mirada del otro, o hacia el otro. La imagen continúa teniendo consideración de registro de lo visto y vivido, y un apoyo visual al texto etnográfico.

¿Cómo los artistas incorporan prácticas antropológicas en su proceso artístico?, ¿puede la antropología contribuir a las investigaciones estéticas y artísticas?

En el proceso de la artista se utilizan medios o instrumentos antropológicos aunque en su ejecución, el acto se concibe como poético y estético. Pereda hace uso del enfoque etnográfico, del trabajo de campo y del registro fotográfico y audiovisual, pero no profundiza en ellos como lo haría un antropólogo. No llega a obtener los resultados de una investigación antropológica pero logra vincularla al proceso creativo.

Los artistas contemporáneos no tienen que utilizar necesariamente instrumentos antropológicos para sus procesos creativos. No obstante, la antropología aporta base suficiente para fundamentar la discusión crítica que precisan y suscitan algunos trabajos creativos actuales.

Conclusiones finales

Para reflexionar sobre la relación arte- antropología se propone utilizar las herramientas de la antropología visual, en tanto que estudia las propiedades de los sistemas visuales, el funcionamiento del ver y en la propia comprensión del mundo. Y para ello, los proyectos de Pereda y el Archivo Fotográfico Indígena de Chiapas ayudan a entender la especial relación entre ambas disciplinas.

Las imágenes están llenas de discursos polifónicos, con una visualidad que construye representaciones y versiones de la realidad, y que debe servir al investigador social para analizar y pensar la visión contemporánea. Y la antropología aporta al campo artístico una mirada crítica y reflexiva sobre la creación artística y en los modos de presentar los materiales utilizados en la creación.

Freitag, V. (2012) El arte al encuentro de la Antropología: reflexiones y diálogos posibles. Praxis & Saber. Vol. 3. Núm. 6. Segundo Semestre 2012. Pp. 121-140.

domingo, 18 de diciembre de 2016

El arte al encuentro de la Antropología. Reflexiones y diálogos posibles. Parte I


Vanessa Freitag (Universidad de Guanajuato, México) analiza el diálogo existente entre la antropología y el arte, a través del análisis visual del Archivo Fotográfico Indígena de México y la poética visual de la artista Teresa Pereda. El estudio de esta relación propone entender la contribución interdisciplinar que existe en la posición del antropólogo y el etnógrafo. Ambas disciplinas, arte y antropología pueden aprender y nutrirse de la otra. Las dos comparten (para Malysse, 2006) conceptos dicotómicos, también complementarios, con referencias a lo público y lo privado, lo individual y lo colectivo. Incluso alcanzan para algunos (Viola, Mendieta, etc.) relevancia sociocultural y política. El arte y la antropología plantean que las prácticas y teorías artísticas contemporáneas contribuyen a repensar los modos que tenemos de pensar o elaborar lo visual en el texto antropológico.


Como premisa, parte la autora de la idea de que la conexión se ha vuelto relevante, a la par que problemática debido al giro etnográfico que ha experimentado el arte contemporáneo.



Antropología, arte y sus relaciones posibles


La antropología y el arte, periódicamente cambiantes, son campos aparentemente distintos. La antropología investiga los procesos de cambio y continuidad de tradiciones y costumbres en lugares concretos durante un tiempo determinado (ciencias sociales), mientras que el arte habla del ser humano y se dedica a la creación y producción de obras artísticas, de objetos y acciones estéticas, no necesariamente bellos (hay experiencia estética en lo perceptible).


Pero importan a ambas las formas de representación del Otro. Las dos utilizan la cultura pero cada una efectúa una apropiación distinta; el arte produce objetos y acciones estéticas y/o artísticas para su exposición pública y apunta en bocetos, mientras que la antropología divulga sus hallazgos a través del texto etnográfico (con independencia de la forma que adopte) y se cumplimenta un diario de campo.


Unir arte y antropología da origen a una subdisciplina denominada Antropología del Arte. La antropología cultural se interesa por el arte, primitivo inicialmente, y por su valor simbólico y de significación. El arte no occidental comienza siendo ceremonioso, religioso y ritual (no se habla de obras de arte) y la antropología decide estudiarlo. Pero también nace, de una actividad intelectual dedicada al estudio de los sistemas de comunicación social y de transmisión de conocimiento social, la Antropología Visual (Subdisciplina por falta de tradición científica). Se trata de una disciplina preocupada por el material visual empleado en la investigación antropológica, por el estudio de sistemas visuales y de la cultura visible generadora de textos visuales (hoy esta disciplina estudia la antropología social a través de fotografías y filmografías como instrumentos de observación). La antropología visual se acerca a los estudios culturales, el arte, la sociología visual, la teoría del cine o la fotografía.



La resonancia de lo visual en la antropología: breve revisión histórica.


Las imágenes son creaciones humanas y su observación o proyección depende del contexto cultural. La importancia del registro audiovisual contribuyó a ilustrar algunas notas de campo; la imagen se convierte en prueba. Luego, para reflejar la visión evolucionista de las sociedades, se hizo necesaria una mayor documentación, apareciendo el cine etnográfico. 

Ya en los 70, la filmografía no es reflejo de la realidad en antropología, sino que se concibe como reconstrucción o interpretación hecha por el investigador/a. Las imágenes auxilian la transmisión del flujo del pensamiento que posibilita la comprensión al investigador (más allá de la consideración de subjetividad en el texto). Jean Rouch hablaba de la imagen como un elemento esencial en la investigación antropológica que había que emancipar del mero uso ilustrativo. Hoy, los recursos para realizar antropología visual han cambiado, se contextualizan las imágenes y se ha abierto camino a una interacción mayor del investigador en la producción del texto. 

Freitag, V. (2012) El arte al encuentro de la Antropología: reflexiones y diálogos posibles. Praxis & Saber. Vol. 3. Núm. 6. Segundo Semestre 2012. Pp. 121-140.

 

domingo, 11 de diciembre de 2016

El Graffiti y La Antropología – Arte y Ciencia


Large scale Street Art por Matías Mata “Sabotaje Al Montaje”. España. 
Fuente: Google Street Art Project.
En el análisis del graffiti se debe considerar tanto los presupuestos o narrativas esteticistas (arte) como las interpretaciones epidemiológicas (incivismo o de lo delictivo). El graffiti es pues una manifestación del saber cultural, intermediario de liberaciones de fantasías, divagaciones, confesiones, pero es importante situarlos igualmente, como plasmaciones que transforman escenarios y afirmaciones de identidad.
Arte y antropología poseen amplias similitudes aunque sus contextos son muy diferentes. Se discute el objeto artístico inserto en distintos espacios y que involucra de personas y lugares. Como similitudes encontramos la existencia de trabajo de campo, propio de ambas disciplinas o la puesta en práctica de un proceso de reflexividad de artistas e investigadores en la creación o proyección del texto visual, o el interés por la mirada del otro, o hacia el otro. La imagen continúa teniendo consideración de registro de lo visto y vivido, y un apoyo visual al texto etnográfico.
La antropología y el arte, periódicamente cambiantes, son campos aparentemente distintos, según afirma Freitag (2012). La antropología investiga los procesos de cambio y continuidad de tradiciones y costumbres en lugares concretos durante un tiempo determinado (ciencias sociales), mientras que el arte habla del ser humano y se dedica a la creación y producción de obras artísticas, de objetos y acciones estéticas, no necesariamente bellos (hay experiencia estética en lo perceptible). Pero importan a ambas las formas de representación del “otro”. Las dos utilizan la cultura pero cada una efectúa una apropiación distinta; el arte produce objetos y acciones estéticas y/o artísticas para su exposición pública y apunta en bocetos, mientras que la antropología descubre y revela la observación a través de las etnografías y se cumplimenta un diario de campo. La importancia del registro audiovisual contribuyó a ilustrar algunas notas de campo; la imagen se convierte en prueba. Luego, para reflejar la visión evolucionista de las sociedades, se hizo necesaria una mayor documentación, apareciendo el cine etnográfico.
Para reflexionar sobre la relación arte-antropología Freitag propone utilizar las herramientas de la antropología visual, en tanto que estudia las propiedades de los sistemas visuales, el funcionamiento del ver y en la propia comprensión del mundo. Las imágenes están llenas de discursos polifónicos, con una visualidad que construye representaciones y versiones de la realidad, y que debe servir al investigador social para analizar y pensar la visión contemporánea. Y la antropología aporta al campo artístico una mirada crítica y reflexiva sobre la creación artística y en los modos de presentar los materiales utilizados en la creación. Así, el documental no sólo es arte, también es un servicio social y un acto político para autores como Ruby (1991).
Si lo visual es social, nuestro objeto de estudio es la hibridación de ambos conceptos que va más allá del texto y de una mirada sociológica o psicosocial centrada en el sujeto o en el discurso textual. La antropología visual sería una oportunidad para modificar reflexivamente el propio método etnográfico y replantear los supuestos teóricos y epistemológicos que sustentan nuestra vinculación con el graffiti, con el escritor, con el contexto en que se plasma y con los que observan y se relacionan con él. Aquí, sería un proceso de relaciones que dialogan con lo humano, con el espacio, con lo escrito, con los recuerdos y la intencionalidad, como lo que proyecta en la mirada de los otros.
Una antropología visual que estudia los graffitis como finalidad de la imagen; debería estar interesada en quién los produce, por qué y para quién, e incluir la producción y análisis de fotografías, el estudio estético y artístico de estas escrituras y la cultura material de los mismos. Pero también el graffiti suele presentarse como obras críticas y marginales (Ciudad, 2011), con una frecuente atracción hacia lo subversivo o lo reprimido, caracterizándose por su fragilidad y carácter efímero como frecuentemente el anonimato que rodea a sus autores. Son manifestaciones que representan un universo de oposiciones que interaccionan creando polifonías, una aglomeración conversativa; un universo que ha logrado que la mirada de y sobre lo urbano, no pueda ya prescindir de su presencia. 

Bibilografía

Ciudad, C. (2011) Fotografiar graffiti: siguiendo el rastro de “los otros” a través de sus huellas de la ciudad. Quaderns-e. Institut Catalá d´Antropologia. Número 16 (1-2). Pp. 159-172

Freitag, V. (2012) El arte al encuentro de la Antropología: reflexiones y diálogos posibles. Praxis & Saber. Vol. 3. Núm. 6. Segundo Semestre 2012. Pp. 121-140.

Pink, S. (2001) Visual Ethography. Images, Media and Representation in Research. Londres: Sage Publications, Cap. 5: “Clasificando e interpretando materiales fotográficos y de video”.

Prieto, J. (2015) Ensayo audiovisual: El espacio urbano como un entorno de reflexión, foro de debate y escaparate de conflicto en lo cultural, social o político. Una conversación con Matías Mata “Sabotaje al Montaje”. https://vimeo.com/130666222

Ruby, J. (1991) Speaking for, Speaking about, Speaking with, or Speaking Alongside. An Anthropological and Documentary Dilemma. Visual Anthropology Review Fall 1991. Volume 7. Number 2.


sábado, 3 de diciembre de 2016

Imágenes del Graffiti: la fotografía y la elicitación II


Graffiti en Santa Cruz de Tenerife de Matías Mata
La auto-representación es la práctica de representación de una cultura a través de “ojos endémicos y, a la vez, por ojos extranjeros (Freitag, 2012:131). Ésta se convierte en el registro visual producido por los propios investigadores. Lo visual se construye desde el interior de una cultura. El diálogo entre la antropología y el arte supone una nueva valoración en los nuevos modos de realizar el registro visual y en sus modos de construcción.

Barrera (2008) afirma que la video-elicitación es un método narrativo que permite representar una síntesis que abarca el pasado y presente, sin tener la necesidad de recurrir a los indicios gráficos, o a los textos escritos. Y se puede conseguir por medio de las reflexiones de los interlocutores al observar el material disponible. Se puede destacar de esta metodología:




1.    Que nos acerca a las interpretaciones que los interlocutores tienen de su realidad.

2.    Permite reflexionar sobre la interpretación del investigador respecto de la realidad observada.

3.    Proporciona advertir la síntesis entre el pasado y el presente de la realidad observada y la relación entre el/la entrevistada, los interlocutores y la audiencia.

González (2011) sostiene que la foto-elicitación se basa en que las imágenes evocan un discurso que es significativo para comprender cómo los informantes se representan en relación a las imágenes que ellos mismos, o personas de su entorno, han tomado. Tal como subraya Gómez y Ardévol (2011), en esta técnica el investigador utiliza la fotografía como una ventana al mundo de sus sujetos; el contexto social puede inferirse del significado de estas imágenes para sus autores. Relatos que en ocasiones son capturados a través de fotos o vídeos y que son difundidos, transmitidos, compartidos y reenviados en Internet, a través de blogs, foros o redes sociales. De este modo, se transgrede su propio medio de representación original para crear con ello, una reproducción y divulgación alternativa. Esto da forma a una cultura participativa de receptores, que vuelven a reproducir, distribuir y reescribir estos graffitis, asumiendo un papel activo en el proceso de difusión.

Hay que tener en cuenta que la tecnología es un posibilitador de las acciones sociales y en su diseño están inscritas formas de estructurar y entender la sociabilidad. Si lo tecnológico es social, nuestro objeto de estudio es la hibridación tecnosocial que va más allá del texto y de una mirada sociológica o psicosocial centrada en el sujeto o en el discurso textual. La etnografía virtual es una oportunidad para transformar reflexivamente el propio método etnográfico y replantear los supuestos teóricos y epistemológicos que sustentan nuestra relación con lo técnico. Aquí, la tecnología dialoga con lo humano, lo escrito con los recuerdos y el presente con el pasado. No obstante, autores como Ruby (1991) nos recuerda que los nuevos sistemas de comunicación satélite, cable, en definitiva internet, proporcionan acceso a un gran número de espectadores/observadores, y es importante tener en cuenta que la forma en que se ha introducido la diversidad, no amenace seriamente la estructura de poder ya existente.

Rayón y Heras (2012) citan a Banks, para subrayar que la foto-elicitación es como una foto-provocación, donde esta técnica se centra en rescatar comentarios, recordar acontecimientos, generar discusiones, opiniones y hacer fluir diferentes puntos de vista en un grupo de personas. Con esta técnica hace posible un proceso en que los observadores y los observados introducen en el trabajo de campo un método de trabajo exploratorio que facilita datos muy relevantes para la investigación llevada a cabo. Así la elicitación en el trabajo de campo cumple una función de alumbramiento del mundo de realidad analizada, que no son directamente observables: entornos que por diferentes motivos están acotados o no resultan fácilmente accesibles.

En otras palabras, la elicitación como instrumento metodológico a incorporar a nuestra investigación, nos puede permitir acceder a datos que por su tangibilidad nos ayuden en el proceso de extrañamiento en el trabajo etnográfico, y tal como afirma Montero (2012) facilite la formulación de nuevas preguntas sobre significados o reflexiones, estimulando un diálogo sobre la imagen. La reflexión que va suponer su utilización, en el visionado de imágenes por parte del escritor del graffiti, y por parte del investigador como observador, puede suponer una importante herramienta, para el análisis y conocimiento del objeto de estudio, y puede ilustrar y complementar de un modo significativo la investigación en su conjunto.
Bibliografía

Ardévol, E., Bertrán, M., Callén, B y Pérez, C. (2003) Etnografía virtualizada: la obervación participante y la entrevista semiestructurada en línea. Athenea Digital, núm. 3: 72-92 (primavera 2003). Universitat Oberta de Catalunya.

Ardévol, E. (2008) Cine etnográfico: relato, discurso y teoría. En El medio audiovisual como herramienta de investigación social. Documentos CIDOB. Dinámicas Interculturales; 12, Pp. 31-50. Fundación CIDOB. Barcelona.

Barrera, J. (2008) Reflexiones sobre el uso de la cámara de vídeo en el trabajo de campo: el caso del centro social okupado autogestionado Can Masdeu. IX Congreso Argentino de Antropología Social. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales – Universidad Nacional de Misiones, Posadas.

González, P. (2011) La fotografía participativa como medio de investigación y análisis social. Nota etnográfica sobre la experiencia con un grupo de adolescentes en el ámbito educativo. Quaderns-e. Institut Catalá d´Antropologia. Número 16 (1-2). Pp. 147-158.


Montero, M (2012) Materiales en educación y alfabetización audiovisual. En  García, A. y Velasco Maillo. Antropología audiovisual: medios e investigación en educación. Editorial Trotta. Madrid.

Rayón, L. y Heras, A. (2012) Etnografía, conocimiento y relaciones interculturales. En  García, A. y Velasco Maillo. Antropología audiovisual: medios e investigación en educación. Editorial Trotta. Madrid.

Ruby, J. (1991) Speaking for, Speaking about, Speaking with, or Speaking Alongside. An Anthropological and Documentary Dilemma. Visual Anthropology Review Fall 1991. Volume 7. Number 2.