Abril, G. (2012) Tres dimensiones del texto y de la cultura visual. IC- Revista Científica de Información y comunicación, 9, Pp. 15-35. Madrid.
De
las imágenes a los imaginarios
En la comparativa imagen-visibilidad
concluimos que ambos conceptos son diferentes porque las imágenes no son
necesariamente visuales. De hecho, en los textos visuales, muchas veces
llamamos ‘imagen’ a elementos ajenos a lo visible o netamente invisibles.
Para saber qué es imagen, debemos saber qué
no lo es. Desde el punto de vista filosófico decimos que todo es imagen,
incluso lo que está fuera de nuestra mente, nuestro lenguaje y experiencia. Podemos
decir que es la realidad la que contiene a la imagen. Partiendo de Berkeley (ser
es ser percibido), ser es ser imaginado o imaginable.
Katsushika Hokusai |
Pero hay más, las imágenes no están solas
ni se las reconoce fuera de colecciones y redes imagínicas virtuales, matrices
de producción y reproducción. Éstas adhieren algún imaginario social; son parte
y resultado de esos imaginarios. La naturaleza de la imagen se define, ya no en
la antigua teoría de “facultades” o de la “imaginación”, sino en el
reconocimiento de la función política o instituyente práctica de la imagen.
Decía Rancière (2010) que “… imagen es un
elemento, dentro de un dispositivo que crea cierto sentido de realidad, cierto
sentido común…” La sociedad comparte modos de percepción y participa de un
sentido del sentir. Sociedad podría ser el nombre ideal para esa congregación
del sentido y sensaciones que se pueden comunicar. Por ello decimos, que el
cambio social puede entenderse en un cambio de imágenes. Y sería la sociedad,
el dispositivo del que hablaba Rancière en su cita.
Bajo
la ola
Análisis del autor de la obra ‘La gran ola
de Kanagawa’, de Katsushika Hokusai (1830), basado en la aplicación de las tres
dimensiones del texto y la cultura visual.
Mirada. Destaca la
reconocibilidad del lugar, Kanagawa (Se hace una descripción geográfica del
lugar). La mirada que se asigna, desde el punto de vista narrativo, es la del
espectador del drama de los marineros desde un punto de vista proxémico. Nos
introduce en medio del torbellino.
Visual. Variables
plásticas y perceptivas. Se realiza una descripción cromática y de perspectivas
de la obra, concluyendo el analista en que el texto supone una composición
visual basada en la geometría natural y las formas fráctiles. En definitva, lo
visual describe los elementos plásticos e icónicos, pero en su interpretación,
empleamos conocimientos, información y elementos socioculturales para la
descripción.
Imagen. Lo describe
como un rico conjunto de representaciones con numerosas resonancias narrativas,
morales y filosóficas. En la gran ola recortante vemos una réplica de taijitu. Un recurso visual supuestamente
plástico alcanza aquí un alto sentido abstracto o conceptual, desde un punto de
vista filosófico-religioso. La imagen evoca una metáfora de la pequeñez y
fragilidad humana. El imaginario cultural, además, nos deja otra imagen; evoca
iconográficamente la silueta de un dragón o fantasma, acorde a la tradición
visual del país.
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