Tras
años de investigaciones antropológicas en las que la voz del autor predomina en
las descripciones etnográficas, las tendencias actuales avanzan en una
construcción dialógica y polifónica de la etnografía. De la observación de los
trabajos etnográficos aun se extrae el subyugo del indígena ante la posición
del investigador. Se hace autocrítica en cuanto a la posible descripción
cultural proselitista de algunos autores. Y es que hoy, los investigadores
poseen más conocimientos sociopolíticos y éticos que atañen a la
representación, pero esto no siempre es positivo. Algunos estudios muestran una
actividad paternalista y etnocentrista, en ocasiones moralista, en sus
conclusiones.
Masai |
En lo
que referente a las películas, éstas son objetos que pueden poseer múltiples
identidades, y dentro de ellas encontramos una relación dialógica en la que se
yuxtaponen las voces de autor y el tema en cuestión. En el texto, el autor
describe una imagen de un masai con una lanza en la mano y una taza de Nestle
en la oreja que representa la apropiación del producto de una cultura al uso de
otra. Se trata de paradojas que muestran la percepción simulátea de dos
sistemas de referencias distintos. Muchas películas etnográficas muestran
paradojas similares en cuanto a dos significados culturales independientes,
incorporados en una única imagen. Las películas etnográficas muestran dos
objetos culturales separados pero que se apropian de ciertas características del
otro. En este desplazamiento de la antropología entre las dos culturas, se
alcanza un borde surrealista cuya experiencia resulta significativa para captar
nuevas percepciones, pero que es neutralizado por la lógica de la traducción
cultural, a la que Malinowski llama coeficiente
de rareza.
Estos
mundos a veces ejercen fuerzas gravitacionales contradictorias e inquietantes, reflejadas
a través de imágenes en las que se comparten los referentes de la vida real y
sensorial, y que pueden a su vez, suponer el choque brutal entre ambos que
ocasione el fin del film etnográfico, o por el contrario, su fuerza definitiva.
En
este estudio, se procede a filmar el traslado del asentamiento de un clan
australiano. En medio del periplo, un anciano de un clan vecino y culturalmente
diferente ofrece su ayuda. Finalmente, del traslado territorial y el
asesoramiento, resuta un film etnográfico en la que se refleja el actuar entre
el anciano y un niño del citado clan, y en la muerte de este último. Se produce
un cambio en la percepción. La confrontación de estas dos culturas da un
resultado distinto al esperado, y la muerte del niño supone para la
investigación una linea de actuación distinta. El film continúa en su honor.
Con
esto nos preguntamos, ¿de quién es la historia? ¿Cuál es la dimensión
ontológica y moral?. Hablamos aquí de narrativa. Algunas películas, como The
Hunter de John Marshall, construyen la vida de otros, mientras que otras toman
su estructura a partir de los acontecimientos que se van registrando. Estas
películas occidentalizan otras culturas, aunque lo que se produce en ellas no
se corresponda con el proyecto final.
En otros films se
ofrecen narrativas indígenas, a través de la imitación o las propias narrativas,
como en Coniston Muster, de Roger Sandall. No
obstante, estas últimas siempre nos plantean la problemática sobre si realmente
son declaraciones indígenas o si absorben la narrativa del investigador. Hablamos
aquí de la problemática de la entrevista fílmica, y la posible posición de
violencia del entrevistador/investigador. En muchas películas sigue habiendo
una brecha entre la voz de un actor social contratado para la película y la voz
de la película, problema que solventa la utilización de la narrativa indígena
como recurso literario.
Bibliografía:
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