Hola a todas/os
El pasado mes de agosto este blog cumplió cinco años. Este espacio me ha servido para compartir con muchísima gente de todo el mundo las diversas experiencias de la carrera de Sociología, en concreto el grado en la UNED. Durante este tiempo he subido todos y cada uno de mis trabajos, apuntes y resúmenes elaborados en estos años, con el único interés que sirvan de ayuda a otras/os compañeras/os en sus respectivos estudios académicos. Igualmente me ha escrito mucha gente pidiéndome estos trabajos en un sólo archivo, pues a veces es algo difícil encontrarlos en este blog.
Continuando con ese interés de colaboración, he puesto a disposición de todas/os y en un mismo repositorio los 113 documentos que elaboré en la carrera de Sociología. Están disponibles de manera gratuita en la plataforma Unybook (www.unybook.com), que conecta
universitarios que tienen archivos propios, con universitarios que necesitan dichos archivos.
Ofrece el intercambio de información académica a tiempo real y a diario, entre estudiantes universitarios.
Una vez finalizado este camino, emprendo otro nuevo con un Máster universitario en Investigación Antropológica y sus Aplicaciones, que igualmente iré compartiendo con todos ustedes.
Un cordial abrazo y ánimo :-) !!!
Javier Prieto
sábado, 26 de septiembre de 2015
sábado, 19 de septiembre de 2015
Comentario ¿De qué trabajan los antropólogos? Ámbitos de profesionalización de la antropología I
Me resulta muy interesante lo que nos da a conocer desde la práctica
Mamen Salcedo en concreto la consultoría social, basada en la aportación
de conocimientos con el objetivo de mejora en los entornos y la propia
práctica de intervención social. La consultoría como servicio externo a
la estructura operativa de las organizaciones sociales,
aporta conocimientos para diseñar, implementar y evaluar proyectos. De
hecho, en los últimos años lo más demandado es una consultoría social
que abre nuevas líneas de actuación e introduce nuevas pautas y
recursos.
Salcedo subraya que el desarrollo de la consultoría social debe
atender a una serie de criterios de gran importancia: en primer lugar,
es fundamental apoyar a la organización o colectivo para que pueda
construir conocimiento por sí sola para mejorar continuamente. En este
sentido, es importante crear y difundir herramientas para que las
organizaciones y colectivos sociales conserven e incrementen este
conocimiento. Otro criterio fundamental es que la consultoría siempre
debe estar enfocada a un carácter innovador. Hay que mostrar habilidad y
competencia como gestores del cambio, debiendo conseguir la implicación
de todos los actores que entran en escena. Por último, la ponente cree
que es importante tener en cuenta que una consultora social no se
restringe al sector social; en su forma de trabajo debe atender a
criterios de otro tipo, como por ejemplo de carácter ético. Esto lleva
al sector a tener que buscar nuevas vías de desarrollo en un momento en
el que su transformación estructural es evidente.
Citábamos anteriormente el carácter innovador de la consultoría
social, y es paradigmático el ejemplo que nos cita Mamen, pues la
fundación para la que trabaja actualmente como Freelance (Fundación Telefónica), le encargó un proyecto, un laboratorio de “movil-learning”
basado en el diseño de una aplicación desarrollada en dos centros
educativos, con el objetivo de comprobar cómo la introducción de
dispositivos móviles en la educación mejoraba el rendimiento y la
implicación del estudiante. Esto permitió desarrollar una guía didáctica
para introducir los móviles en el proceso educativo secundario; en este
sentido, se acudió a un relato etnográfico de una experiencia que sirve
de ejemplo a la comunidad educativa que esté interesada en
implementarlo en otro centro.
Por otro lado, es importante citar la emprendeduría social,
comprendida por equipos de personas que crean una empresa para
solucionar un problema social existente, de manera rentable y sostenible
en el tiempo, sector que está creciendo últimamente por los recortes en
la financiación pública. En este campo de actuación, la antropología
resulta fundamental, ya que genera conocimiento para ayudar a
profundizar la visión del actor social, las técnicas de análisis
cualitativos, la aportación de competencias que generan ecosistemas de
entendimiento, y una gran versatilidad para incorporar interrogantes y
focos de interés.
La aportación de conocimientos, la apertura de nuevas lineas de
acción, la innovación en la práctica y un nuevo modelo de emprendeduría
basado en la búsqueda de soluciones a los problemas sociales, se sitúan
como los ejes fundamentales donde la antropología puede además, aportar
una perspectiva enriquecedora en la propia intervención social. Todo
ello en un marco de acción abierto y plural donde actuar de un modo más
eficiente y responsable. Resulta clave entender esto como el resultado
de un trabajo conjunto; ya no existen los trabajos de antropología,
existen proyectos en los que intervienen antropólogos con otros
profesionales, desarrollando competencias ejecutivas.
Ponencia de Carmen Salcedo:
domingo, 13 de septiembre de 2015
Comentario entrevista con Juan Alonso Casalilla Galán: Adopciones
Tras haber escuchado la entrevista y como ideas-fuerzas que puedo
resaltar es que en primer lugar, el objeto de esta entrevista es poder
determinar la utilidad de la antropología en el campo de las adopciones;
en segundo lugar, qué puede aportar esta disciplina que no encontramos
en otras, y por último, qué aspectos pueden ser sometidos a estudio
dentro de los procesos de adopción.
En cuanto a los problemas que se enfrentan los profesionales de las
instituciones en vistas a la adopción, el antropólogo podría aportar una
perspectiva más global. En este tipo de instituciones se tiende a
analizar a las personas y a los grupos como una suma de personas, y no
solo como grupos y sociedades que son. Hay que tener en cuenta de igual
modo que las modas, actitudes sociales, el entorno cultural de
procedencia de los chicos y de los propios solicitantes están
determinando directamente las conductas individuales. La antropología
aporta una visión más holística, más cultural, pues entiende al hombre
como un sujeto global, que viene determinado por aspectos de grupo.
Para los psicólogos y los trabajadores sociales que trabajan en el
ámbito de la familia, tanto los adoptados como los adoptantes son objeto
de estudio. Lo que ocurre es que hace falta una perspectiva más amplia,
perspectiva que puede aportar la antropología; por ejemplo, en cuanto a
la comparación del comportamiento de familias con hijos biológicos y el
de aquellas con hijos adoptivos, y todo lo que ello conlleva. Así, una
perspectiva que contemplara a padres e hijos adoptados como grupos nos
llevaría a encontrar paralelismos de gran interés y utilidad.
Un concepto central de la antropología, y que se debe aplicar al
trabajo de adopción, es el relativismo, a partir del cual los padres
pueden aprender que la conducta de los menores está determinada no por
valores y situaciones individuales, sino por valores de nivel cultural.
De hecho, los que necesitan especialmente darse cuenta de que están
determinados por valores procedentes de su entorno socio-cultural son
los propios profesionales, con lo cual la labor del antropólogo en estos
casos es fundamental.
La estandarización de la familia también se convierte en un problema a
la hora de gestionar las adopciones, ya que se tiende a ver a las
familias a través de ciertas etiquetas sociales, etiquetas que no están
avaladas por una base sociológicamente sólida. En este sentido, y por su
experiencia en el estudio de otras culturas, el prisma antropológico
incide en la idea de que hay muchas formas de ser padres, al igual que
hay muchas maneras de ser hijos.
El antropólogo también es una figura fundamental a la hora de
estudiar las devoluciones de los niños, algo que ya preocupa a las
instituciones. En este sentido, la antropología puede estudiar el motivo
que explique la dificultad en las adopciones de niños mayores a 6 años,
al igual que niños con necesidades especiales.
Desde el punto de vista de la investigación, resulta de gran interés
la creación y desarrollo de grupos de discusión entre padres adoptivos y
no adoptivos, participación observante en familias adoptivas, una
observación de los comportamientos de los chicos adoptivos y no
adoptivos en la escuela, etc.
En definitiva, el motivo fundamental de la implicación del
antropólogo en el campo de las adopciones es el de aportar un punto de
vista paralelo, basado en lo global y lo completo, y aplicando la
experiencia metodológica de la antropología cultural a estos campos de
acción.
Publicado por
https://javierprietogonzalez.blogspot.com/
en
domingo, septiembre 13, 2015
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Adopciones,
Juan Alonso Casalilla Galán,
Master en Investigación Antropológica y sus Aplicaciones,
Seminario sobre las aplicaciones de la antropología y su incidencia en la investigación
domingo, 6 de septiembre de 2015
La importancia de llamarse Avelino García Parte 3
V. Condensadores de memoria, la colonización del
recuerdo: es tu abuelo
Para Avelino Chillarón fue muy importante
y muy emocionante el momento en el que, por primera vez, tuvo una fotografía de
su abuelo Avelino García entre sus manos. Fueron sacadas a la luz, como
testigos que “quieren, y merecen, hablar, emocionar y tomar partido en público”
(López, 2014:2). Estas fotografías son objetos que López (2014) señala como
condensadores de memoria, pues nos ayudan a entender la potencia emocional y
evocativa (Baer, 2011:144) que son capaces de activar. Pues tras la
recuperación de la memoria viene la recuperación de una vida. Avelino hace un
ejercicio de rememoración mediante la realización actual de las posibilidades
frustradas y esperanzas incumplidas (Zamora, 2011:523).
Como ha quedado patente, esta
actualización está relacionada, con una que va más allá de mostrar las sombras
y acontecimientos encubiertos, sino que hace posible materializar una cultura
de represión obstinada en silenciar o borrar ideologías contrarias al régimen
dominante. Ferrándiz lo llama la colonización del recuerdo (2011), del
sufrimiento social que ha ido conquistando lentamente al tiempo, y que al fin
ha sido recuperado en un ejercicio de verbalización del recuerdo (García,
2014:2). En primer lugar, el abuelo de Avelino se ha conformado como un
protagonista mudo, pero extraordinariamente significativo en este proceso de
recuperación de la memoria histórica (Ferrándiz, 2011:533), de una parte de la
historia negra de España. Y en segundo lugar, Avelino ha llevado a cabo una
autopsia social, un esfuerzo para hacer justicia, ha podido ocupar un vacío en
un lugar de la memoria, de su historia que ha modificado sustancialmente su
presente. Esta reconstrucción, es una deuda saldada, que ha podido por fin
sentirse un individuo plenamente completo, reafirmándose como persona gracias a
un acto de entrega incondicional por conocer, por saber quién era él, quién era
Avelino García.
Cuando Avelino pudo compartir la noticia
con su madre, esta no se lo creía y se puso a llorar; para ella también era muy
significativo. Se trataba de quien habría sido su suegro, al que, por
desgracia, nunca pudo conocer. También para la hermana y el hermano de Avelino
Chillarón fue conmovedor descubrir la imagen de su abuelo en el papel de las
fotografías. Se las envió por correo electrónico y, según cuenta, al cabo de
unos días, su hermano, entusiasmado y sin salir de su asombro, le mandó una
foto suya junto a la de su abuelo (ambos vestidos de militares), presumiendo
del parecido que existía entre ellos. Avelino lo vio tan emocionado, que le
pidió que fuera él quien le entregara una de las fotografías a su abuela, María
del Prado Chillarón, a pesar de que a él también le hubiera hecho mucha ilusión
vivir esa experiencia. Su abuela estaba en el patio de su casa cuando su
hermano le colocó la fotografía sobre el mandil y le preguntó que si sabía
quién era el que allí aparecía. Fue la primera vez que ella se sinceró, pues le
dijo “es tu abuelo”.
VI. Identidad
Avelino Chillarón cuenta cómo, más tarde,
también consiguió el resto de fotografías de toda su familia paterna, lo cual
supuso algo muy importante para él. De hecho, en su casa y en la de su madre se
puede ver el retrato de su padre junto al de su abuelo, algo que lo emociona
profundamente, pues siente que están juntos de alguna manera. Asegura Avelino
que le encanta ver a su abuelo, aunque solo sea a través de una imagen, que le
ha dado mucha paz y tranquilidad reencontrarse con su pasado. Era algo que
necesitaba, recuperar lo que le habían robado, aunque reconoce que nunca va a
ser suficiente: “(…) a mi padre le robaron al suyo, a mi
abuela le robaron a su marido, y a mí me robaron el poder sentarme en las
rodillas de mi abuelo”. Además, considera que le arrebataron una parte de su
identidad, porque no la conoció hasta pasados sesenta años, y se queja de que
no es justo. Una reclamación al derecho a la memoria, como garantía para
ejercerlo públicamente como un derecho individual y colectivo, para
constituirse “como ciudadanos libremente adscritos a un colectivo” (Iniesta,
2009:482). Un retrato pues, se erige como testimonio de identidad social, que
van más allá que las propias identidades individuales que se reconocen en estos
retratos (López, 2014:1).
Por otro lado, se lamenta de que haya
tenido que pasar tanto tiempo, y de que fueran los nietos los que se encargaran
de sacar a la luz ese pasado oscuro y desconocido para ellos. Frente al olvido,
la recuperación de la memoria de su abuelo, un encargo que hace suyo Avelino,
como aquel de una responsabilidad de mantener viva la memoria de las
injusticias de un periodo represivo. Como subraya Zamora, “el olvido representa
una segunda injusticia que se suma a la ya sufrida” (2011:503). Las
expectativas de muchos familiares de desaparecidos pasa por la recuperación de
sus cadáveres, pero sobre todo se trata de un ejercicio para recobrar todos los
fragmentos para la reconstrucción de la memoria, en “un proceso de
individualización identitaria” (Ferrándiz, 2011:541) de estas ausencias
forzadas.
VII. Castigo y reparación: una memoria en duelo
El documental concluye con una última
intervención de su tía Lucía García, quien cuenta que en una ocasión acudió con
varios de sus hijos a cumplir una promesa y se encontró con el hijo pequeño de
Manolito, que se encontraba tirado en el suelo. Se trataba de una de las
personas causantes de las desgracias de su familia. Además, en aquellos tiempos
de represión, Lucía se había enfrentado a él por recriminarle de malos modos
algo que no había hecho y estuvo a punto de ingresar en prisión por ello, si no
llega a ser porque ninguno de los que allí estaban declaró en su contra. En
aquel momento, al verlo en tan mal estado, aprovechó para resarcirse y decirle:
“Estás pagando todo el mal que has hecho”. López (2010:200) señala que en los
rescoldos de la memoria, donde se alojan el dolor y el sufrimiento, sólo hace
falta un poco de calor para que la llama de la memoria se avive y se vivifiquen
hechos del pasado, uno que “se actualiza desde el presente” (Baer, 2011:132),
inmerso en un océano de memorias en permanente duelo.
Así surgen expresiones de
castigo, una prueba de cargo contra la injusticias del pasado represor, heridas
abiertas en las que fue impresa reminiscencias de vidas inconclusas. Un
repertorio de desagravios (Ferrándiz, 2011:536) que no son más que reacciones
que de una manera u otra sirven para reparar una parte de las conciencias, un
descanso para el alma. Aunque jamás podrán reparar plenamente lo acontecido,
hoy Avelino ha reaparecido y está presente al fin para sus descendientes,
recuperado del anonimato, de las tinieblas de una realidad ocultada (Iniesta,
2009:491), e instalado al fin en la memoria de los suyos.
VII.
Bibliografía
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Iniesta, M. (2009) Patrimonio, ágora, ciudadanía. Lugares para negociar memorias
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López García, J. (2014) Pequeñas cosas de un tiempo de espinas.
Curso Memorias Colectivas: políticas y Representaciones. Máster Universitario
ene Investigación Antropológica y sus Aplicaciones. UNED.
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Zamora, J. (2011) Memoria e historia después de Auschwitz. ISEGORÍA. Revista de Filosofía
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