domingo, 6 de septiembre de 2015

La importancia de llamarse Avelino García Parte 3


V. Condensadores de memoria, la colonización del recuerdo:  es tu abuelo

Para Avelino Chillarón fue muy importante y muy emocionante el momento en el que, por primera vez, tuvo una fotografía de su abuelo Avelino García entre sus manos. Fueron sacadas a la luz, como testigos que “quieren, y merecen, hablar, emocionar y tomar partido en público” (López, 2014:2). Estas fotografías son objetos que López (2014) señala como condensadores de memoria, pues nos ayudan a entender la potencia emocional y evocativa (Baer, 2011:144) que son capaces de activar. Pues tras la recuperación de la memoria viene la recuperación de una vida. Avelino hace un ejercicio de rememoración mediante la realización actual de las posibilidades frustradas y esperanzas incumplidas (Zamora, 2011:523).

Como ha quedado patente, esta actualización está relacionada, con una que va más allá de mostrar las sombras y acontecimientos encubiertos, sino que hace posible materializar una cultura de represión obstinada en silenciar o borrar ideologías contrarias al régimen dominante. Ferrándiz lo llama la colonización del recuerdo (2011), del sufrimiento social que ha ido conquistando lentamente al tiempo, y que al fin ha sido recuperado en un ejercicio de verbalización del recuerdo (García, 2014:2). En primer lugar, el abuelo de Avelino se ha conformado como un protagonista mudo, pero extraordinariamente significativo en este proceso de recuperación de la memoria histórica (Ferrándiz, 2011:533), de una parte de la historia negra de España. Y en segundo lugar, Avelino ha llevado a cabo una autopsia social, un esfuerzo para hacer justicia, ha podido ocupar un vacío en un lugar de la memoria, de su historia que ha modificado sustancialmente su presente. Esta reconstrucción, es una deuda saldada, que ha podido por fin sentirse un individuo plenamente completo, reafirmándose como persona gracias a un acto de entrega incondicional por conocer, por saber quién era él, quién era Avelino García.

Cuando Avelino pudo compartir la noticia con su madre, esta no se lo creía y se puso a llorar; para ella también era muy significativo. Se trataba de quien habría sido su suegro, al que, por desgracia, nunca pudo conocer. También para la hermana y el hermano de Avelino Chillarón fue conmovedor descubrir la imagen de su abuelo en el papel de las fotografías. Se las envió por correo electrónico y, según cuenta, al cabo de unos días, su hermano, entusiasmado y sin salir de su asombro, le mandó una foto suya junto a la de su abuelo (ambos vestidos de militares), presumiendo del parecido que existía entre ellos. Avelino lo vio tan emocionado, que le pidió que fuera él quien le entregara una de las fotografías a su abuela, María del Prado Chillarón, a pesar de que a él también le hubiera hecho mucha ilusión vivir esa experiencia. Su abuela estaba en el patio de su casa cuando su hermano le colocó la fotografía sobre el mandil y le preguntó que si sabía quién era el que allí aparecía. Fue la primera vez que ella se sinceró, pues le dijo “es tu abuelo”.

VI. Identidad

Avelino Chillarón cuenta cómo, más tarde, también consiguió el resto de fotografías de toda su familia paterna, lo cual supuso algo muy importante para él. De hecho, en su casa y en la de su madre se puede ver el retrato de su padre junto al de su abuelo, algo que lo emociona profundamente, pues siente que están juntos de alguna manera. Asegura Avelino que le encanta ver a su abuelo, aunque solo sea a través de una imagen, que le ha dado mucha paz y tranquilidad reencontrarse con su pasado. Era algo que necesitaba, recuperar lo que le habían robado, aunque reconoce que nunca va a ser suficiente: “(…) a mi padre le robaron al suyo, a mi abuela le robaron a su marido, y a mí me robaron el poder sentarme en las rodillas de mi abuelo”. Además, considera que le arrebataron una parte de su identidad, porque no la conoció hasta pasados sesenta años, y se queja de que no es justo. Una reclamación al derecho a la memoria, como garantía para ejercerlo públicamente como un derecho individual y colectivo, para constituirse “como ciudadanos libremente adscritos a un colectivo” (Iniesta, 2009:482). Un retrato pues, se erige como testimonio de identidad social, que van más allá que las propias identidades individuales que se reconocen en estos retratos (López, 2014:1).

Por otro lado, se lamenta de que haya tenido que pasar tanto tiempo, y de que fueran los nietos los que se encargaran de sacar a la luz ese pasado oscuro y desconocido para ellos. Frente al olvido, la recuperación de la memoria de su abuelo, un encargo que hace suyo Avelino, como aquel de una responsabilidad de mantener viva la memoria de las injusticias de un periodo represivo. Como subraya Zamora, “el olvido representa una segunda injusticia que se suma a la ya sufrida” (2011:503). Las expectativas de muchos familiares de desaparecidos pasa por la recuperación de sus cadáveres, pero sobre todo se trata de un ejercicio para recobrar todos los fragmentos para la reconstrucción de la memoria, en “un proceso de individualización identitaria” (Ferrándiz, 2011:541) de estas ausencias forzadas.

VII. Castigo y reparación: una memoria en duelo

El documental concluye con una última intervención de su tía Lucía García, quien cuenta que en una ocasión acudió con varios de sus hijos a cumplir una promesa y se encontró con el hijo pequeño de Manolito, que se encontraba tirado en el suelo. Se trataba de una de las personas causantes de las desgracias de su familia. Además, en aquellos tiempos de represión, Lucía se había enfrentado a él por recriminarle de malos modos algo que no había hecho y estuvo a punto de ingresar en prisión por ello, si no llega a ser porque ninguno de los que allí estaban declaró en su contra. En aquel momento, al verlo en tan mal estado, aprovechó para resarcirse y decirle: “Estás pagando todo el mal que has hecho”. López (2010:200) señala que en los rescoldos de la memoria, donde se alojan el dolor y el sufrimiento, sólo hace falta un poco de calor para que la llama de la memoria se avive y se vivifiquen hechos del pasado, uno que “se actualiza desde el presente” (Baer, 2011:132), inmerso en un océano de memorias en permanente duelo.

Así surgen expresiones de castigo, una prueba de cargo contra la injusticias del pasado represor, heridas abiertas en las que fue impresa reminiscencias de vidas inconclusas. Un repertorio de desagravios (Ferrándiz, 2011:536) que no son más que reacciones que de una manera u otra sirven para reparar una parte de las conciencias, un descanso para el alma. Aunque jamás podrán reparar plenamente lo acontecido, hoy Avelino ha reaparecido y está presente al fin para sus descendientes, recuperado del anonimato, de las tinieblas de una realidad ocultada (Iniesta, 2009:491), e instalado al fin en la memoria de los suyos.



VII. Bibliografía

Baer, A., y Sánchez, F. (2004) La metodología Biográfica audiovisual: El Proyecto “Survivors of the Shoah”. EMPIRIA. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. Nº 7, Pp. 35-55.

Baer, A. (2011) La memoria social. Breve guía para perplejos, en José A. Zamora & A. Sucasas (Hg.), Trotta. Madrid

Ferrándiz, F. (2011) Autopsia social de un subtierro. ISEGORÍA. Revista de Filosofía Moral y Política, Nº 45, julio-diciembre. Pp. 525-544.

Ferrándiz, F. (2011-2) Lugares de memoria, en Rafael Escudero Alday (coord.) Diccionario de memoria histórica. Catarata. Madrid.

García Alonso, M. (2014) Gestión social de las memorias históricas. Revista de Instituto de Altos Estudios Europeos (RIAEE), num.3. Madrid.

Iniesta, M. (2009) Patrimonio, ágora, ciudadanía. Lugares para negociar memorias productivas, en Ricard Vinyes (editor). El estado y la memoria. Gobiernos y ciudadanos frente a los traumas de la historia. RBA Libros. Barcelona.

López García, J. (2010) Rescoldos, en Julián López García y Francisco Ferrándiz (eds.), Fontanosas 1941-2006 Memoria de carne y hueso, Diputación Provincial de Ciudad Real.

López García, J. (2014) Pequeñas cosas de un tiempo de espinas. Curso Memorias Colectivas: políticas y Representaciones. Máster Universitario ene Investigación Antropológica y sus Aplicaciones. UNED.

Moreno Andrés, J. (2014) La importancia de llamarse Avelino García. EcosFilm. https://vimeo.com/85392380

Sánchez Pérez, F. Y Baer, A (2004) La metodología biográfica audiovisual. El proyecto "Survivors 

of the Shoah". Empiria: Revista de metodología de Ciencias Sociales, nº 7

Zamora, J. (2011) Memoria e historia después de Auschwitz. ISEGORÍA. Revista de Filosofía

Moral y Política, Nº 45, julio-diciembre. Pp. 501-523.

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