En
el ámbito de la antropología social en España en los últimos quince
años, el estudio de los contextos migratorios ha sido una de las
cuestiones prioritarias. Durante estos años, tanto las condiciones
tecnológicas de la comunicación como los centros de producción se han
desarrollado mucho, siendo ahora Tánger uno de los principales centros
económicos y portuarios del Mediterráneo. Por otro lado, se han dado
procesos de despoblamiento rural y creación de contextos urbanos de
desvinculación social, y se ha blindado la frontera del sur de Europa.
Para
Jiménez, el valor principal de la antropología en el estudio de esos
contextos migratorios y de exclusión social reside en que es una
herramienta fundamental para la formulación de preguntas, el análisis de
procesos sociales y la comprensión de claros procesos de exclusión. En
este sentido, hace falta escuchar todas las voces, no solo las de la
mayoría. En el entorno del sur de Europa, la antropología le ha servido
para construir, para crear procesos participativos, y por último para
intervenir en estos contextos, algo que ha llevado al trabajo del
antropólogo a sufrir deslegitimaciones desde ciertos poderes políticos y
de la esfera pública.
Ceuta y Melilla son los primeros
espacios fronterizos donde, a principios de los 90, empiezan a aparecer
menores solos, a veces en situación de deterioro; en ocasiones llegan a
la Península, creándose un gran debate alimentado por los medios de
comunicación. En 2006 se empiezan a repatriar menores en contra de su
voluntad, sin que se respeten una serie de derechos fundamentales; a
partir de ahí se crea una red de profesionales que consigue parar esas
repatriaciones. En este contexto nace la fundación Aljaima en Tánger,
que contribuye a una red transnacional de protección; aquí, la
antropología nos ayuda a entender esta protección ligada al territorio;
es la protección la que tiene que perseguir al menor, que tenga una
perspectiva transnacional y no mire solamente al territorio.
Desde un punto de vista práctico,
resulta fundamental trabajar tanto con las familias de los menores como
con las instituciones públicas, para hacerles ver la situación de
desamparo del menor y trabajar conjuntamente con ellos, intentando
reforzar un vínculo personal entre la familia y el menor. En este
contexto de crisis hay muchas personas que están regresando a sus
regiones de origen, otorgando una mayor complejidad a esta cuestión como
objeto de estudio.
Para poner en marcha esta forma de intervención Jiménez subraya que son necesarios tres elementos:
- Por un lado, es fundamental que exista una red transnacional, para lo que contamos con una red de profesionales que nos ayudan a ser efectivos en ese contexto de movilidad en el que están los jóvenes.
- Otro elemento es trabajar a la vez con el menor y con la familia de forma sincrónica; como profesionales debemos atender a la demanda que el menor está formulando para entender su conducta y ofrecerle una ayuda.
- Por último, debemos ser formados, como profesionales, en una perspectiva transnacional, una nueva forma de entender la emigración.
La ponente sostiene que la
antropología también tiene mucho que aportar a la cooperación al
desarrollo. El fenómeno de la Primavera Árabe nos ha demostrado que en
el Mediterráneo hay una fractura mucho mayor de lo que hemos pensado. La
cooperación al desarrollo ha sido un mecanismo de procesos de
empoderamiento de las sociedades civiles del sur del Mediterráneo; en
este sentido, la cooperación al desarrollo, si bien es muy importante,
en el sur de Europa y Marruecos ha vehiculado demasiados intereses
vinculados al control del menor no acompañado. En este sentido, la
antropología guarda esa capacidad de practicar una cooperación al
desarrollo más vinculada a la protección activa en el ejercicio de los
derechos humanos.
Como conclusión, la disciplina
antropológica y el trabajo de campo derivado de ella tiene un valor
fundamental en el estudio de los procesos migratorios y la atención al
menor, ya que nos permite establecer una serie de cuestiones que no
podríamos atender por medio de otras vías metodológicas. La aplicación
de la antropología a este tipo de trabajos otorga una visión completa y
profunda de una cuestión que requiere el esfuerzo conjunto de una serie
de disciplinas y profesionales tanto regionales como transnacionales.
Ponencia de Mercedes Jiménez:
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