Michael M.J. Fischer nos invita con este texto a explorar
las diversas posibilidades existentes en un mundo tecnológicamente avanzado
para las investigaciones antropológicas y la práctica etnográfica. Pero además
esta relación se puede establecer en un marco recíproco de conocimientos entre
diferentes disciplinas aparentemente distantes, pero que en la práctica pueden
converger en un interés común de entedimiento científico.
Fischer señala las enormes posibilidades que tiene
disponible la Antropología para relacionarse con otras áreas de conocimiento
aparentemente tan alejadas del objeto de estudio antropológico. Además la
Antropología se sitúa como palanca de arranque o mecanismo para que a su vez
sea aprovechada por éstas, como por ejemplo con la biotecnología y otras
ciencias basadas en las tecnologías. También es interesante lo que Fischer
denomina como la tercera revolución industrial (también llamada posmodernidad,
sociedad del conocimiento, sociedad posindustrial o sociedad de la
información), que es la que se está dando en la actualidad con el avance de los
medios electrónicos o la biología molecular, y una antropología que se puede
acomodar a estas innovaciones formando parte de ellas.
Este es un texto que ofrece conocer una perspectiva de
entendimiento entre disciplinas, y cómo se puede establecer vías de relaciones
firmes entre la Antropología y otras ciencias. Por ello, y tal como afirma
Fischer, en un mundo avanzado tecnológicamente como el nuestro suministra retos
estimulantes para todos los niveles societarios como el social, cultural o la
teoría psicológica, así como para la práctica etnográfica y la escritura
antropológica. Igualmente ha sido esclarecedor, como lo fue en el el texto de
George Marcus, que Fischer señalara la importancia de incorporar a la práctica
etnográfica las técnicas multilocales o multisituadas como estrategias útiles.
Este texto de
Fischer me ha hecho recordar el trabajo de 2008 de los hermanos Castro Nogueira
(Laureano, Miguel Ángel y Luis -D.E.P-) ¿Quién
tema a la naturaleza humana?. Una obra que intenta en gran medida, dar
respuestas a esa formulación que se sugiere en el título del libro, y no para obtener
una única respuesta a modo de axioma, siendo la pluralidad y la
multidisciplinariedad la tónica general de este trabajo. Un texto que igual
al de Fischer, defiende la confluencia de caminos; sociológicos, biológicos o filosóficos,
desde una intensa reflexión alrededor de la naturaleza humana y su relación con
las Ciencias Sociales. La pretérita jerarquía de saberes
científicos y de evidencia antropológica a modo de castillo infranqueable queda
atrás, para enfatizar sobre la conveniencia de afrontar una reconceptualización
de las ciencias sociales, desde sus compromisos ontológicos y técnicos, y los
más amplios horizontes teóricos y metodológicos, por la propia
multidimensionalidad de nuestra naturaleza psicobiológica. Invitan a aceptar el
desafío en incorporar modelos, que sean capaces de acoger esa realidad, que
catapultaron
fuera las
teorías decimonónicas.
Fischer afirma
que es importante complementar la práctica etnografica con el trabajo de otras
disciplinas como por ejemplo historiadores, teóricos literarios, críticos,
novelistas, periodistas, fotógrafos o cienastas. Me resulta interesante la
ingente información que se mueve y almacena por internet, en los buscadores, en
los blogs, en youtube, en toda la red. Como se relacionan, se entrecruzan o se
fusionan informaciones y avances en código abierto, derivando y produciendo con
ello, nuevas formas de conocimiento, con o sin autoría, pero las utilizamos y las
hacemos nuestras. La mayor parte de esta información no sólo se almacena en
digital sino además se genera por medios electrónicos, el código binario es
parte de nuestro “gen” en las sociedades tecnológicamente avanzadas que nos
toca vivir. El nativo digital (nuestros hijos) están socializándose desde que
son muy pequeños, mucho antes de generar una palabra, en el manejo de aparatos
electrónicos. Con un simple gesto son capaces de activar aplicaciones en la tablets para jugar e interactuar con multitud de
posibilidades educativas (otras no tantas). Para la antropología se abre un
mundo de posibilidades, uno que avanza a pasos agigantados. Puede que también
sea el momento de avanzar en simultáneo con las metodologías que ponemos en
marcha, porque abordar el objeto de interés de estudio antropológico es tan
importante o más, que las herramientas de trabajo que vamos a poner en marcha.
Y en este caso, aún no me ha llegado a mis manos innovaciones importantes en el
campo de la recogida y tratamiento de la información. En definitiva, mi
reflexión, como en otras tantas cosas en la vida, la tecnología va a un ritmo
mayor que nuestro paso de científicos sociales. Aunque sin duda, sigue siendo
muy útil una libreta un bolígrafo y una cámara de fotos.
Bibliografía
Castro Nogueira,
L. et alia (2008) ¿Quién teme a la
naturaleza humana?. Homo Suadens y el bienestar en la cultura: biología
evolutiva, metafísica y ciencias sociales. Tecnos. Madrid.
Fischer, M.J. (1999) Emergent Forms of Life: Anthropology of Late Postmodernities,
Annual Review of Anthropology, 28: 455-478.
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