Tal como afirma Varenne
(2006) se debe considerar unos cuantos detalles etnográficos. Estos detalles
constituyen la situación inmediata de los alumnos, su medio, lo que se llama
con frecuencia su contexto. Es en ese medio donde ellos operan, y es ahí donde
se ofrecen los incentivos y frenos que determinan las biografías de los
estudiantes. Las relaciones entre el ámbito escolar y su entorno más inmediato
sociocultural, se vinculan permanentemente con los diversos procesos sociales, que además no dejan de
interactuar entre las diferentes instancias de la sociedad de acogida. “El
contexto ha de ser concebido no sólo como un conjunto de relaciones entre
individuos, sino como un conjunto, difícilmente demarcable, de relaciones de
relaciones” (Velasco, Castaño y Díaz, 2006:316).
Los entornos escolares en riesgo no son ajenos a
ciertos contextos y dinámicas generadas por las políticas sociales y educativas
llevadas a cabo. Escudero (2005) y otros autores, afirman que hay que
reconstruir las historias escolares de los estudiantes en situación de
vulnerabilidad para evidenciar los incidentes críticos en estos procesos que
han determinado la creación de si identidad de alumnos en riesgo de exclusión.
Algunos autores subrayan
la importancia del contexto donde se desenvuelven los alumnos. En concreto,
Spindler (2006) señala que no sólo es fundamental atender a lo que se enseña en
la escuela sino se debe considerar de igual modo a la adquisición de
conocimientos en el hogar y la propia comunidad. Por tanto, el conjunto de
relaciones afecta significativamente al desarrollo curricular del individuo.
Bohon, Garber y Horomtz
(Martos, 2014:22) señalan las variables que determinan el fracaso y el abandono
escolar, alguna puede estar relacionada con familias desestructuradas, en
particular los resultados señalan como una población de riesgo a los
adolescentes que viven en esos contextos familiares, sobre todo si no hay
presencia paterna. Además muchos de esos adolescentes presentaban otros
factores de riesgo, como el consumo de drogas, que inciden en las expectativas
que tienen hacia los estudios y determinan el abandono escolar.
Tal como sostiene Moreno
(2001) de todos los agentes de socialización, la familia es el más importante
además del primero en presentarte, y en muchos casos, es el último en
desaparecer. El entorno familiar conforma el lugar donde los niños y niñas se
desarrollan social y psicológicamente. Los factores sociales intervienen a
través de los padres y madres, configurando junto a la escuela las normas,
valores y conductas del individuo. Por tanto, cualquier estudio etnográfico que
se ocupe del fracaso escolar no debe circunscribirse al contexto escolar, sino
debe atender a las prácticas desarrolladas en los ambientes familiares.
La sociología de la
educación ha dado cuenta también de las desigualdades sociales en la escuela
mediante la posición de las familias de los alumnos en las relaciones de
producción económica. La institución escolar se presenta, pues, como una caja
negra atravesada por flujos inputs y outputs (Lahier, 2008:49). Es decir, el
ambiente escolar es un lugar de distribución o de división de los grupos
escolares como un sitio de reproducción de las relaciones de grupos o clases de
la sociedad. Lahier apunta a que al relacionar el fracaso escolar con las
características sociales de las familias de los escolares no son capaces de
capturar el proceso del fracaso propiamente dicho, sino la reproducción escolar
de la estructura de clases sociales.
Estudios como los
llevados a cabo por Ruiz-Gallardo, Verde y Valdés (2013) analizan el impacto en
las trayectorias educativas de un grupo de alumnos con dificultades educativas.
Estos alumnos experimentaron un cambio cuantitativo y cualitativo en los
resultados académicos y en su comportamiento personal gracias a la
participación de un programa de aprendizaje articulado en torno a actividades
extraescolares. Los resultados evidenciaron una notable reducción en el
porcentaje de abandono y fracaso en el grupo estudiado. Este cambio vino
acompañado de un cambio significativo en el ambiente del aula motivado por la
mejora de las habilidades sociales, motivacionales como en el autoconcepto.
Por último
investigaciones como la llevada a cabo por Olmo (2007:200) ha argumentado que
“la falta de adecuación de las estructuras educativas a los cambios sociales rápidos
y profundos ha provocado la desorientación de muchos profesionales de la
enseñanza, cuyo papel fue aprendido, configurado y puesto en práctica para un
modelo distinto de sociedad”, una que es bien diferente a la actual. En este
contexto se desarrollan todos los procesos de relaciones entre los diferentes
actores que conviven con la problemática del fracaso escolar, con una
casuística difícil de analizar. Pues el proceso de cambio apuntado
anteriormente (uno vertiginoso) sigue desorganizando la mecánica del sistema
educativo en su conjunto.
Bibliografía:
Escudero Muñoz, J. M. (2005) Fracaso escolar, exclusión educativa: ¿de qué se excluye y cómo?,
Revista de currículum y formación del profesorado, 1 (1), Universidad de
Murcia.
Lahire, B. (2008) Un
sociólogo en el aula: objetos en juego y modalidades. En Jociles y Franzés
¿Es la escuela el problema? Perspectivas socio-antropológicas de etnografía y
educación. Editorial Trotta. Madrid.
Martos, J. (2014) Estudiantes en riego de exclusión
educativa en la enseñanza secundaria obligatoria en Andalucía: Hacia una
comprensión desde el discurso político y del profesorado. Editorial de la
Universidad de Granada.
Moreno, E. (2001) Análisis
de la influencia de la familia en los hábitos lectores de sus hijas e hijos: un
estidio etnográfico. Contextos Educativos, 4. Pp. 177-196.
Olmo, M. (2007) La
articulación de la diversidad en la escuela: Un proyecto de investigación en
curso sobre las “Aulas de Enlace”. Revista de Dialectología y Tradiciones
Populares, enero-junio, vol. LXII, nº 1. Pp. 187-203.
Ruiz-Gallardo, J., Verde, A., y Valdés (2013) Garden-Based Learning: An experience with at
risk secondary education students. En Journal of Environmental Education,
44. Pp. 252-270.
Spindler,
G. (2006) La transmisión de la cultura.
En Velasco y Castaño Lecturas de antropología para educadores Editorial Trotta.
Madrid.
Varenne,
H. (2006) Jocks y Freaks: La estructura
simbólica de la expresión de la interacción social entre alumnos americanos de
los últimos cursos de bachillerato. En Velasco y Castaño Lecturas de antropología
para educadores Editorial Trotta. Madrid.
Velasco, H., Cataño, F., y Díaz, A. (2006)
Lecturas de antropología para educadores. El ámbito de la antropología de la
educación y de la etnografía escolar. Editorial Trotta. Madrid.
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