Mostrando entradas con la etiqueta sociología del trabajo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sociología del trabajo. Mostrar todas las entradas

martes, 26 de marzo de 2013

Resúmenes Sociología del Trabajo Parte 30


En la asignatura de Sociología del Trabajo del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria. Derechos reservados, sus autores.

Tema 1.- La educación profesional para el empleo - Antonio Jesús Acevedo Blanco // Tema 2.- Para una definición social de la juventud  Tomás Javier Prieto González y Ruth Cardedal Fernández // Tema 3.- La ocupabilidad en la familia María Lourdes Ruiz Garde // Tema 4.- Dinámica de la desocupación  Irene Ibañez Sánchez // Tema 5.- Elementos de contexto Blas García Ruiz // Tema 6.- La temporalidad, pacto intergeneracional o imposición Pedro Medina Charavia // Tema 7.- Biografías laborales por sexo y nivel de estudios  Victoria Aguilera Izquierdo // Tema 8.- Dinámica laboral de la inmigración en España Tomás Javier Prieto González


Los cambios en las ocupaciones con menor cualificación

Se podría concluir que, al menos hasta el inicio de la crisis, la trayectoria de los inmigrantes es bastante estable, al trabajar con agrupaciones ocupacionales amplias no es posible apreciar si entre los inmigrantes, principalmente concentrados en las ocupaciones menos cualificadas, existe movilidad ascendente dentro de éstas. Vamos a simplificar el estudio con el análisis de una sola cohorte, la de entrada en 2000-2003, con un período de estudio de
hasta ocho años. En ellos se presenta la evolución de los porcentajes en cada una de las cinco categorías de grupos ocupacionales inferiores, así como en la desocupación, respecto al total de la población para hombres y mujeres de fuera de la UE-15. Asimismo se incluye la proporción de ocupados en el resto de grupos.

Entre los varones inmigrantes durante el primer año la desocupación disminuye al mismo tiempo que se produce un aumento notable de la ocupación en la categoría más baja. Los tres años siguientes sigue disminuyendo la desocupación y también la categoría ocupacional más baja gracias a aumentos en el resto de ocupaciones. La disminución de la desocupación toca su fondo en el cuarto año (2004-2007), para dispararse a costa de todas las ocupaciones. La pérdida de empleo es más fuerte en los grupos ocupacionales menos cualificados. Los grupos ocupacionales intermedios y altos habían experimentado un ligero incremento entre los años segundo y quinto, y en los años de incremento de la desocupación muestran una sorprendente resistencia a la caída, que se quiebra solo en el octavo año.

Uno de los elementos más característicos del empleo de las mujeres inmigrantes es la notable concentración en el grupo ocupacional 2 (servicio doméstico, peones industriales y textiles), que podría interpretarse como la categoría de entrada al mercado de trabajo. Parece que la inserción en esta categoría de entrada es más rápida entre las mujeres que entre los hombres en la 1, puesto que en un año ellas prácticamente alcanzan su máximo en esa categoría. Durante los primeros años en el mercado laboral la desocupación disminuye a medida que aumenta la presencia de otras categorías, especialmente la 3 y la 4. La disminución de la desocupación toca fondo en el quinto año (2005-2008), un año más tarde que los hombres, y a partir de ahí crece tan solo moderadamente, al mismo tiempo que disminuyen la ocupación
2 y, únicamente en el octavo año, la 3. Al final del período estudiado el inicial protagonismo del grupo 2 respecto al resto ha prácticamente desaparecido. En cuanto a los grupos ocupacionales intermedio y alto, aumentan su presencia entre los años tercero y quinto. Además, durante el aumento de la desocupación en los últimos años observados, no sólo no pierden ocupadas, sino que además incrementan su participación en el total de mujeres en edad
activa.

Conclusiones

En esta década los cambios en la realidad social y económica han sido rápidos, intensos y muy relevantes:

1.    España se ha convertido en un país receptor de inmigración, en el que la población de origen extranjero constituye una parte notable de la oferta de trabajo.
2.    Durante esta década la bonanza económica inicial se ha invertido, entrando en una recesión profunda acompañada de la pérdida de más de dos millones de puestos de trabajo.

En recesiones anteriores la destrucción de empleo ya había sido una de las principales protagonistas. La sociedad española mostró una «preferencia revelada» por el paro respecto al incremento de la desigualdad salarial, posible gracias a que las familias paliaron las dificultades de acceso al mercado laboral de los jóvenes. En esta ocasión, la presencia de un contingente importante de población activa, el inmigrante, carente de redes familiares y sociales sólidas en las que protegerse de los efectos de la desocupación plantea un nuevo escenario social. Se han producido cambios, tanto a medida que aumentaba la población activa de origen extranjero, como en función del cambio del ciclo económico:

1.    En este estudio se ha puesto de relieve cómo durante el período expansivo se registró una sustancial mejora de la estructura ocupacional, a través del incremento del peso de las mejores ocupaciones y de la disminución de las peores. El inicio de la crisis la ha acentuado.
2.    El aumento de la desocupación ha afectado sobre todo a loa inmigrantes,  para el que la antigüedad en el mercado de trabajo no ha constituido un elemento de protección, disminuyendo tanto la ocupación en las peores ocupaciones como en las medias. Por su parte, el empleo de las mujeres inmigrantes se ha mostrado considerablemente más resistente a los efectos de la crisis.

El retraso de la recuperación económica está imponiendo un coste insostenible para una apreciable proporción de la población residente en España procedente del exterior de la UE-15. La consecuencia inmediata es el incremento de las salidas de España, de tal modo que los saldos migratorios exteriores se han reducido, hasta casi compensar totalmente las entradas anuales de más de 400.000 nuevos residentes que se han seguido produciendo durante 2009 y 2010. El futuro de la permanencia de los inmigrantes en el mercado de trabajo español vendrá determinado por la duración de la crisis y por la capacidad de la que dispongan para afrontarla en función de sus apoyos familiares y públicos.


lunes, 25 de marzo de 2013

Resúmenes Sociología del Trabajo Parte 29


En la asignatura de Sociología del Trabajo del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria. Derechos reservados, sus autores.

Tema 1.- La educación profesional para el empleo - Antonio Jesús Acevedo Blanco // Tema 2.- Para una definición social de la juventud  Tomás Javier Prieto González y Ruth Cardedal Fernández // Tema 3.- La ocupabilidad en la familia María Lourdes Ruiz Garde // Tema 4.- Dinámica de la desocupación  Irene Ibañez Sánchez // Tema 5.- Elementos de contexto Blas García Ruiz // Tema 6.- La temporalidad, pacto intergeneracional o imposición Pedro Medina Charavia // Tema 7.- Biografías laborales por sexo y nivel de estudios  Victoria Aguilera Izquierdo // Tema 8.- Dinámica laboral de la inmigración en España Tomás Javier Prieto González


Los resultados laborales de los inmigrantes. Una perspectiva dinámica

Para esclarecer el proceso de incorporación laboral de los inmigrantes es necesario adoptar una perspectiva longitudinal. Se va a utilizar la construcción de «cohortes ficticias»; en el seguimiento de colectivos delimitados porque sus miembros comparten un mismo suceso en un mismo período. En nuestro caso el suceso compartido es la entrada en el mercado de trabajo y el momento de entrada se delimita por los períodos establecidos. Se representa el porcentaje de no ocupados, ocupados en las cinco categorías inferiores, y la de ocupados en las seis intermedias de los españoles e inmigrantes de cada cohorte. Se analiza de forma separada la evolución de mujeres y varones.

Se aprecia cómo el patrón general es de caída rápida de la desocupación durante los primeros años en el mercado de trabajo, tanto para españoles como para inmigrantes. Entre los varones existen diferencias en los últimos datos disponibles, correspondientes con la crisis. Para los españoles la antigüedad en el mercado laboral supone una protección frente al desempleo, mientras que los inmigrantes presentan al final del período estudiado la misma tasa de desocupación independientemente de la cohorte de entrada a la que pertenezcan. Existen también diferencias entre españoles e inmigrantes en la evolución del porcentaje de desocupados registrado en su primer año en el mercado laboral. Mientras que para los españoles el porcentaje inicial disminuye a medida que la cohorte es más joven, para los inmigrantes la tasa de desocupación inicial va en aumento a medida que la cohorte es más reciente.

En las mujeres la caída rápida de la desocupación durante los primeros años y, para las españolas, aumento en los años de la crisis, aunque considerablemente en menor medida que los hombres. Para las extracomunitarias no parece haber consecuencias de la crisis en la desocupación, excepto para las de la cohorte 2000-2003. También para las españolas se detecta una disminución de la tasa de partida a medida que la cohorte es más joven, patrón que, al igual que sucedía con los hombres españoles, se interrumpe en la última cohorte. Para las extranjeras la tasa inicial se mantiene prácticamente similar durante todo el período, a excepción
de la última cohorte.

El peso de los ocupados en las cinco categorías inferiores. El rasgo más característico es la diferencia de nivel en el porcentaje de españoles y extracomunitarios en este tipo de ocupaciones. La ocupación de los españoles aumenta ligeramente con la antigüedad en el mercado de trabajo y se experimenta un incremento notable entre el tercer y cuarto año para las dos cohortes más antiguas, que podría imputarse a los cambios metodológicos en la EPA en 2000 y 2005. La crisis no parece afectar sustancialmente a los españoles en estas ocupaciones, a excepción de las dos últimas cohortes, que no alcanzan los niveles de ocupación de sus predecesoras a igualdad de tiempo en el mercado laboral. En cuanto a los extracomunitarios, se registra un rápido aumento inicial de la ocupación en estas categorías y una caída notable al final del período, independientemente de la antigüedad de la cohorte, con la única excepción de un repunte en el último año de la cohorte 2006-2007.

También es reseñable la diferencia en el punto de partida de la última cohorte, no consiguiendo mejorar en los dos años posteriores. Entre las mujeres la ocupación en estas categorías inferiores es menor que la de los varones, tanto para españolas como para extracomunitarias. El patrón de las españolas es muy parecido al de los españoles. En cuanto a las mujeres extracomunitarias, la crisis apenas se nota, a excepción de las dos cohortes más antiguas. Entre las inmigrantes el mercado no está saturado, excepto quizás para la última cohorte, que parte de un porcentaje menor, aunque recupera parte de la diferencia gracias a la antigüedad en el mercado de trabajo.

El peso de las ocupaciones medias. Entre los españoles, la pauta general es de subida durante los primeros años con una posterior estabilización. Además, hay indicios de mejora en este tipo de ocupaciones, puesto que el porcentaje inicial aumenta con la juventud de la cohorte. Mientras que la crisis apenas afecta a las cohortes más antiguas, las tres más recientes sí sufren sus consecuencias, bien por una interrupción brusca del crecimiento (cohortes 2004-05 y 2006-07), o bien por una disminución del porcentaje inicial sin posterior subida (cohorte 2008-10). Entre los extracomunitarios, el porcentaje inicial apenas varía entre cohortes y la evolución general es de crecimiento. Coincidiendo con la crisis, se percibe una caída en estas ocupaciones, excepto en la cohorte 2004-05.

La pauta para las mujeres españolas es muy parecida a la de los hombres. La única diferencia reseñable es que la cohorte más joven registra mayores aumentos de su presencia en estas ocupaciones intermedias con el tiempo en el mercado de trabajo. En las mujeres extracomunitarias, el patrón es de crecimiento, con un efecto variable de la crisis por cohorte de entrada: mientras que en la mayoría hay un repunte de la ocupación en categorías intermedias en los últimos dos años disponibles.

Encontramos indicios de que la crisis muestra una menor agresividad con el empleo de las mujeres. Además, la experiencia en el mercado de trabajo supone un escudo frente a los efectos negativos de la crisis sólo para los españoles, mientras que para los inmigrantes no implica ninguna protección adicional. Por otro lado, en el período estudiado parece existir una tendencia general a la mejora, tanto en términos de desocupación como de tipo de ocupaciones, del empleo de los españoles. Esta mejora se ve interrumpida claramente en las cohortes de entrada más reciente al mercado de trabajo. De forma opuesta, se detectan síntomas de saturación en el empleo de los hombres inmigrantes incluso desde antes del inicio de la crisis. Esta saturación sin embargo no se manifiesta en el empleo de las mujeres, a excepción de la última cohorte de entrada.


domingo, 24 de marzo de 2013

Resúmenes Sociología del Trabajo Parte 28


En la asignatura de Sociología del Trabajo del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria. Derechos reservados, sus autores.

Tema 1.- La educación profesional para el empleo - Antonio Jesús Acevedo Blanco // Tema 2.- Para una definición social de la juventud  Tomás Javier Prieto González y Ruth Cardedal Fernández // Tema 3.- La ocupabilidad en la familia María Lourdes Ruiz Garde // Tema 4.- Dinámica de la desocupación  Irene Ibañez Sánchez // Tema 5.- Elementos de contexto Blas García Ruiz // Tema 6.- La temporalidad, pacto intergeneracional o imposición Pedro Medina Charavia // Tema 7.- Biografías laborales por sexo y nivel de estudios  Victoria Aguilera Izquierdo // Tema 8.- Dinámica laboral de la inmigración en España Tomás Javier Prieto González

 La evolución de la estructura ocupacional


La evolución de la estructura del sistema productivo, desde la perspectiva de la cualificación, se va a estudiar a partir de la clasificación formativa de ocupaciones propuesta. Atendiendo al primer tramo (2001-2007), se aprecia con claridad cómo entre las mujeres las ocupaciones que más han crecido han sido las de mayor nivel. El caso de las mujeres que trabajan en puestos directivos, tanto en el sector público como privado (categoría 16), que casi duplica su presencia durante los primeros siete años del siglo XXI. Aumentan las cajeras, peluqueras y recepcionistas (categoría 8) y las auxiliares de enfermería y cuidados de personas (categoría 7). Excepto la categoría 5 (camareras y 46 oficios) que se mantiene estable, la pérdida de peso en las ocupaciones de menor cualificación es notable, especialmente en servicio doméstico, peones industriales y textiles. En general la tendencia se mantiene bastante parecida a la que hay hasta el año 2007. Las ocupaciones que mantenían un índice superior a 100 continúan aumentando, mientras que las de menor cualificación siguen perdiendo peso.

Entre los varones la evolución hasta 2007 se caracteriza por un aumento en las categorías más cualificadas. El mayor incremento se produce entre los directivos en el sector público y en el privado (categoría 16) y entre los técnicos de ciencias, maestros y profesionales diplomados (categoría 14). Se aprecian aumentos de peso en las categorías 8 (mecánicos, talleres y apoyo a la producción y transporte) y 6 (oficios cualificados de la construcción). Son las ocupaciones peor cualificadas las que más peso pierden hasta 2007, especialmente los peones de la construcción y rural (categoría 1). El auge de la construcción durante los años previos a la crisis propició un aumento del peso de las ocupaciones más cualificadas dentro del sector, pero se redujeron los menos cualificados, empleos que fueron ocupados por la población inmigrante. A partir de la crisis, la mayoría de las ocupaciones medias permanecen estables, mientras que las superiores continúan aumentando su peso y las menores reduciéndolo. La crisis incrementa de forma apreciable el ritmo anual de la tendencia experimentada durante los años previos.

Entre las mujeres se observa cómo son las ocupaciones bajas y las medias altas las que caen durante todo el período, mientras que las medias bajas y las altas crecen también, pero más de forma continuada durante todo el período, pero más intensamente a partir de 2007. Entre los varones la evolución de la estructura ocupacional también apunta hacia un incremento del peso de las mejores ocupaciones y una disminución de las peores. En este caso, las ocupaciones bajas y las medias bajas disminuyen su presencia durante todo el período, aunque en el caso de las bajas, de una forma más rápida a partir de 2007. Por otro lado, las medias altas pierden peso hasta 2004, pero a partir de ese momento inician una senda de crecimiento hasta 2010. Por último, las altas crecen de forma continuada y al igual que en otras magnitudes, este rasgo se pronuncia a partir de 2007.

La evolución de las características de los inmigrantes llegados a España

El perfil de los inmigrantes ha podido diferir entre las distintas cohortes de entrada estudiadas. Antes del año 2000, la mayoría de los inmigrantes procede de África y Latinoamérica. A partir de 2000 los nacionales de América Latina aumentan su peso respecto al total de forma destacada. Entre 2004 y 2008 los nacionales de Ecuador y Colombia ven reducida su presencia, mientras que los flujos procedentes de Rumania cobran protagonismo. Los nacionales de Marruecos, tras el año 2000, muestran un porcentaje estable. El resto de África y a los asiáticos, su presencia ha sido siempre relativamente reducida.

La distribución por sexos se ha mantenido bastante estable, aunque en los últimos años la proporción de mujeres inmigrantes entre los nuevos residentes parece estar creciendo. Esta tendencia responde a un efecto composición ya que, si se sigue a las cohortes de nacimiento en función de su año de llegada, se observa que la proporción de mujeres disminuye ligeramente a lo largo de la década estudiada.

La cualificación, el nivel educativo de los inmigrantes se mantiene casi constante. Las diferencias más importantes son los que emigran antes del año 2000, con una presencia mayor de inmigrantes con nivel de estudios de primaria o menos. A partir de 2000 el porcentaje de personas con nivel inferior es menor, en favor tanto de los de secundaria como de los de FP. En los últimos años existe cierta polarización, con el aumento de inmigrantes con nivel educativo bajo y, ligeramente, con nivel superior.

La distribución en la ocupación de hombres y de mujeres españoles nacidos en España e inmigrantes de fuera de la UE-15 entre 20 y 49 años. Las diferencias entre los españoles y los inmigrantes de fuera de la UE-15 son notables. Entre las mujeres españolas hay una mayor proporción de empleadas en las ocupaciones de mayor cualificación. Mientras, las inmigrantes se concentran, en comparación con las españolas, en las cinco ocupaciones con menor cualificación; de servicio doméstico, peones industriales y textiles, donde las inmigrantes están ocupadas ocho veces más que las españolas. Respecto a la desocupación, la proporción entre inmigrantes es muy parecida a la de las españolas.

En los varones, la concentración en las ocupaciones menos cualificadas también es mayor entre los inmigrantes en comparación con los españoles. Mientras que los trabajadores inmigrantes apenas están representados en las categorías más altas. Respecto a los desocupados, también los inmigrantes se encuentran en peor posición que los españoles.

La concentración de los inmigrantes en las ocupaciones de menor cualificación es coherente con el bajo perfil educativo que han mantenido las sucesivas cohortes de entrada al mercado de trabajo español y la proximidad de su llegada. No implica que las distintas cohortes hayan experimentado las mismas condiciones de acceso al mercado laboral.

sábado, 23 de marzo de 2013

Resúmenes Sociología del Trabajo Parte 27


En la asignatura de Sociología del Trabajo del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria. Derechos reservados, sus autores.

Tema 1.- La educación profesional para el empleo - Antonio Jesús Acevedo Blanco // Tema 2.- Para una definición social de la juventud  Tomás Javier Prieto González y Ruth Cardedal Fernández // Tema 3.- La ocupabilidad en la familia María Lourdes Ruiz Garde // Tema 4.- Dinámica de la desocupación  Irene Ibañez Sánchez // Tema 5.- Elementos de contexto Blas García Ruiz // Tema 6.- La temporalidad, pacto intergeneracional o imposición Pedro Medina Charavia // Tema 7.- Biografías laborales por sexo y nivel de estudios  Victoria Aguilera Izquierdo // Tema 8.- Dinámica laboral de la inmigración en España Tomás Javier Prieto González 

Consideraciones metodológicas para el análisis de la integración laboral de los inmigrantes

La Encuesta de Población Activa constituye la principal fuente de información sobre el mercado de trabajo en España. Es una encuesta a hogares de carácter trimestral y disponibles desde el tercer trimestre de 1976. Se entrevista a alrededor de 60.000 hogares unas 150.000-200.000 personas. Se calibra de forma separada a los de nacionalidad extranjera, sobre los 7.632 individuos en edad activa. Es una fuente estadística de enorme valor para conocer tanto la evolución del mercado de trabajo como la de numerosos fenómenos demográficos y sociales.

El tiempo de experiencia en el mercado laboral del país de destino es la variable que juega un papel clave en el estudio de la integración laboral. La adquisición progresiva de competencias específicas del mercado laboral de destino y del segmento de cualificación concreto en que se integre el trabajador contribuye decisivamente a su éxito laboral, tanto en términos de probabilidad de estar ocupado como de cualificación del empleo. Es importante abordar cuatro cuestiones metodológicas clave:

1.    La antigüedad en el mercado de trabajo se comprende habitualmente como el tiempo transcurrido desde el abandono de la educación reglada. Se enfrenta a dos excepciones: la de aquellos que trabajan mientras estudian y la de los que retoman la enseñanza reglada durante un período de paro laboral. Podemos esperar que el segmento en que se inserte el trabajador una vez completados los estudios sea distinto al precedente; tomar este momento biográfico como referencia del inicio de la trayectoria laboral. Los inmigrantes, se insertan en el mercado de trabajo de destino una vez que inician su residencia en él, excepto en el caso de que hayan cursado estudios reglados tras su llegada de manera equivalente a la de los autóctonos.
2.    La utilización de encuestas transversales no está exenta de dificultades. Estará sesgada en dos sentidos. Primero, la migración de retorno, no captada por una encuesta transversal, puede imponer distorsiones en el efecto observable de la variable, por lo tanto la influencia del tiempo de residencia en los resultados laborales estará sobreestimada. Segundo, la calidad media puede haber variado entre las sucesivas cohortes. Por cualquier motivo la cualificación de las cohortes sea mayor en las más recientes, el efecto del tiempo estará sesgado a la baja, o a la inversa si la cualificación decreciera en las cohortes más jóvenes.
El análisis a través de la EPA dificulta el control del efecto del primero de los sesgos, la migración de retorno, aunque la construcción de cohortes ficticias a partir de la acumulación de encuestas de varios años sí nos permite diferenciar los resultados del segundo.
3.    Es necesario acotar los colectivos estudiados de forma que sean laboralmente semejantes, con el fin de establecer comparaciones coherentes. Se ha delimitado el grupo de análisis al de aquellos entre 20 y 49 años, margen de edad en que se encuentra el grueso de inmigrantes residentes en España. Se centrará la comparación entre los españoles nacidos en España frente a los nacidos en el extranjero sin nacionalidad española procedentes de países de fuera de la UE de los 15 y otros países occidentales . De esta forma, se elimina el efecto de la adquisición de la nacionalidad española por parte de los inmigrantes y además se restringe la comparación al grupo de inmigrantes económicos.
4.    El análisis se centra en la calidad de los puestos a los que los inmigrantes acceden, es fundamental que la variable que recoja ese atributo lo haga con suficiente capacidad de delimitación y discriminación. Esta definición parte del supuesto de que, a partir de cierta edad, se producirá un ajuste relativo entre formación y ocupación, de modo que los desplazamientos marquen las preferencias por unas ocupaciones respecto a otras. Las ocupaciones se ordenan por la media de años de estudios y se forman 16 grupos que dan lugar a «clases ocupacionales de equivalencia», que se procura que sean de tamaños semejantes, para hombres y mujeres de forma separada. Una vez establecida esta clasificación mediante el colectivo «consolidado», se aplica a cualquier colectivo completo que forme parte del mercado de trabajo.

domingo, 17 de marzo de 2013

Resúmenes Sociología del Trabajo Parte 26


En la asignatura de Sociología del Trabajo del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria. Derechos reservados, sus autores.

Tema 1.- La educación profesional para el empleo - Antonio Jesús Acevedo Blanco // Tema 2.- Para una definición social de la juventud  Tomás Javier Prieto González y Ruth Cardedal Fernández // Tema 3.- La ocupabilidad en la familia María Lourdes Ruiz Garde // Tema 4.- Dinámica de la desocupación  Irene Ibañez Sánchez // Tema 5.- Elementos de contexto Blas García Ruiz // Tema 6.- La temporalidad, pacto intergeneracional o imposición Pedro Medina Charavia // Tema 7.- Biografías laborales por sexo y nivel de estudios  Victoria Aguilera Izquierdo // Tema 8.- Dinámica laboral de la inmigración en España Tomás Javier Prieto González 

Introducción

España pasó de ser uno de los países europeos con menor porcentaje de inmigrantes, a tener una de las proporciones más altas, Esto ha supuesto el cambio social más importante de la primer década del siglo en España. El verdadero inicio del fenómeno migratorio masivo en España se da en el año 2000, coincidiendo con una regularización extraordinaria y con la concesión de los derechos a los servicios del Estado de bienestar a partir de la inscripción padronal. El flujo migratorio se ha mantenido muy alto hasta bien entrado 2008.

Demógrafos, economistas y sociólogos se han dedicado al análisis de sus múltiples facetas a pesar las limitaciones de información derivadas de la rapidez con que se ha dado. Estas limitaciones atañen sobre todo a unas fuentes estadísticas que han tenido que adaptarse, tanto en contenido como en forma y número, a la nueva realidad. La integración de los inmigrantes en el mercado de trabajo y sobre impacto en la situación laboral de los trabajadores nacionales.  Los inmigrantes tienen unas tasas de actividad y de desempleo mayores, al igual que una mayor incidencia de la sobre-educación y de la temporalidad de los contratos La actividad comienza a converger con la de los nativos, las tasas de desempleo se reducen incluso por debajo de las de los españoles. La incidencia de la sobre-educación y de la temporalidad se mantiene constante: no se reduce la brecha con los españoles. La temporalidad es prácticamente la misma en ambos colectivos.

Sobre el impacto sobre la situación laboral de los españoles, parece que las oportunidades de empleo de los trabajadores nacionales no se ven afectadas de forma significativa por la inmigración. Las diferencias salariales entre inmigrantes y los nativos responden, casi en su totalidad, a diferencias en sus características productivas. No hay efecto significativo de la inmigración sobre las tasas de empleo de los trabajadores nacionales. Los varones españoles (nacidos en España) con bajos niveles de cualificación, a partir de 2000, no siguieron la senda de recuperación de sus tasas de ocupación en coincidencia temporal con la incorporación laboral masiva de residentes procedentes de países de fuera de la UE-15.

España ha sufrido cambios profundos en su ciclo económico. Desde finales de 1995 había disfrutado de una de las fases expansivas más largas de su historia, que ha durado hasta mediados de 2007. Los decisivos desequilibrios de la economía española, unidos a una burbuja inmobiliaria que en España estaba caracterizada por una hipertrofia de la construcción residencial, se unieron a la crisis financiera internacional de tal modo que sus efectos se han propagado por todos los sectores económicos y han derivado en un aumento de la «desocupación» superior en número a todo lo anterior e incrementando las proporciones de destrucción de empleo descualificado que tradicionalmente se ha sufrido durante las dos crisis económicas de las tres últimas décadas.

El escenario de esta crisis, cuenta con unos protagonistas nuevos, que habían llegado atraídos por la expansión y abundancia de oferta de trabajo poco cualificado y la garantía de unas condiciones de vida significativamente mejores que las de sus países de origen. Se ha puesto de relieve el reducido acceso de los inmigrantes extracomunitarios a las ocupaciones cualificadas. Los inmigrantes afrontan barreras específicas para acceder al mercado de trabajo cualificado, como la necesidad de convalidación de los títulos o el cierre de la función pública a los extranjeros de fuera de la UE. Se ha mostrado cómo el parco dominio del español puede frenar el acceso a mejores ocupaciones y salarios.

Son precisamente estas ocupaciones poco cualificadas, en las que se concentra el empleo de la inmigración «económica», las que están sufriendo más intensamente los efectos de la crisis. El objetivo es el estudio de la posición en el empleo de los inmigrantes extracomunitarios, sus dinámicas de integración laboral y las modificaciones que en ellas haya podido dar lugar la recesión económica. Para ello se exponen:

1.    Algunas consideraciones metodológicas para el estudio de la integración laboral de los inmigrantes.
2.    Se analiza la evolución global de la estructura ocupacional total en España tanto durante el ciclo expansivo como durante los dos años y medio de recesión económica.
3.    Se expone la evolución de algunas características de la inmigración económica llegada a España, a través del análisis longitudinal mediante el método de las cohortes ficticias.
4.    Se realiza un estudio de la evolución de esas cohortes de entrada al mercado de trabajo en cuanto a la desocupación y la cualificación del empleo, comparando sus trayectorias con la de los españoles que se insertaron en el mercado de trabajo al mismo tiempo.
5.    Se estudian por separado las trayectorias de los inmigrantes en los cinco niveles de ocupaciones menos cualificadas.
6.    Se exponen las conclusiones.

sábado, 16 de marzo de 2013

Resúmenes Sociología del Trabajo Parte 25


En la asignatura de Sociología del Trabajo del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria. Derechos reservados, sus autores.

Tema 1.- La educación profesional para el empleo - Antonio Jesús Acevedo Blanco // Tema 2.- Para una definición social de la juventud  Tomás Javier Prieto González y Ruth Cardedal Fernández // Tema 3.- La ocupabilidad en la familia María Lourdes Ruiz Garde // Tema 4.- Dinámica de la desocupación  Irene Ibañez Sánchez // Tema 5.- Elementos de contexto Blas García Ruiz // Tema 6.- La temporalidad, pacto intergeneracional o imposición Pedro Medina Charavia // Tema 7.- Biografías laborales por sexo y nivel de estudios  Victoria Aguilera Izquierdo // Tema 8.- Dinámica laboral de la inmigración en España Tomás Javier Prieto González


LA FORMACIÓN LABORAL MASCULINA

La trayectoria de los varones con estudios superiores es relativamente independiente de los que no los tienen. A pesar del comportamiento cíclico de la ocupación, los efectos son tan claramente decrecientes al aumentar el nivel de estudios, que en los universitarios superiores son inapreciables para todas las cohortes en el tramo central de la trayectoria laboral (34-55).

A partir del 87 se pueden observar las trayectorias de los que cursaron FP1(se considera obligatoria) y los que cursaron BUP o equivalente. Pues bien, la integración de los que hicieron FP1 es superior a los de BUP. Esta tendencia parece indicar que la formación profesional apunta a liberarse de su dimensión de estudios “de segunda”, y que la especialización permite una inserción mas temprana y eficiente.
Proceso de salida de la ocupación: los cambios legislativos y de protección afectan escasamente a las cohortes de universitarios. Su reducida presencia y su posición favorable les protege respecto a otros trabajadores. Otra explicación es su mayoritaria integración en el sector público. Los aspectos distintivos de los universitarios son su alto nivel de ocupación, su indiferencia relativa a las crisis de empleo y la estabilidad de sus pautas de salida de la ocupación. Los que han cursado FP comparten cada vez más estos rasgos, aunque el porcentaje en las cohortes jubiladas hasta 2004 es pequeño para precisar su estabilidad al jubilarse.

1.4 La creciente participación laboral de la mujer

Hasta 1977, el comportamiento de la ocupación tanto en varones como en mujeres sigue una pauta biográfica estable. Es decir, lo que determina la situación de cada cohorte es la edad porque cada una sigue la pauta de la que la precedió. Después de este momento, ninguna cohorte posterior seguiría ya una trayectoria con esa configuración.
En el modelo tradicional, la participación laboral de las mujeres dependía sobre todo de la situación familiar. La trayectoria tradicional de la cohorte 1946-50 y las anteriores a ésta siguen casi el mismo itinerario laboral. Sin embargo, todas las posteriores cambian la pauta de una forma progresiva.

Analizamos las curvas de tiempo de 1977, 1984 y la década 1994-2004.

-       Curva de tiempo de 1977. Modelo tradicional: cohorte 1946-50 y anteriores. La participación de estas mujeres depende de su situación familiar (las posteriores dependerán de su nivel formativo). Las jóvenes (sin estudios en casi la totalidad de la cohorte), empezaban a trabajar en la segunda infancia o en la adolescencia y presentaban tasas de ocupación supriores al 60%. A partir de los 22 años, el matrimonio y la maternidad retiraba del trajo a 2 de cada 3 antes de los 30 años. Una vez que los hijos estaban crecidos, sólo volverían a trabajar 1 de cada 4 de las que se habían ido. Desde los 35 la TAO era aproximadamente del 25%.

-       Curva de tiempo de 1984. Marca mínimos en la ocupación de las maduras. En la fase favorable 1986-1991, todas las cohortes más jóvenes que la de 1941-45 cambian de trayectoria respecto a las anteriores para incrementar de forma apreciable su ocupación.

-       La fase más significativa  de la trayectoria longitudinal de las mujeres es la que abarca el año 1994 y el 2004.  Se combinan en esta época dos factores. Ambos están relacionados con el vuelco formativo de las mujeres. Por una parte la prioridad que dan a la formación, y los resultados académicos superiores a los de los varones, posponen y problematizan la formación de parejas. Y por otra, mejor inserción laboral de las que tienen formación laboral estabiliza su ocupación al margen des su dedicación familiar. La ocupación tiene una relación directa con el nivel de estudios. Cuanto más joven es la cohorte más importante es el incremento de la ocupación. La tendencia es estabilidad en las crisis y crecimiento en las recuperaciones del empleo. La tasa de ocupación de las mujeres ha crecido en 10 años (1994-2004) un 62,4%.

1.5  Las cohortes de mujeres por niveles de estudios

LAS QUE NO TIENEN ESTUDIOS

Gracias a otras fuentes consultadas se comprueba que las cohortes más antiguas de analfabetas trabajaron en mayor medida en su juventud que las que están representadas en este tema.

Durante los 28 años aquí analizados (1976-2004) la participación de las analfabetas ha sido muy escasa.

Este colectivo es importante (24% de las mujeres) en la cohorte de la guerra (nacidas en 1936-40. Sólo 4 cohortes después, para las nacidas en 1956-60, no llega a un 4%. La ocupación de la cohorte de la guerra tiene una salida del trabajo acelerada a partir de la edad de 47-51 años que no se recupera con la bonanza económica de finales de los 90 en adelante. De aquí que se deduce que la estabilidad laboral no favorece a las mujeres sin estudios. Esto mismo se puede aplicar a la cohortes sin estudios más jóvenes. Las mujeres sin estudios no son las protagonistas del crecimiento de la ocupación de la mitad femenina.

LAS QUE TIENEN ESTUDIOS BÁSICOS.

Lo que se entiende por aprendizaje reglado básico se ha ido desplazando con el tiempo. Los efectos sociales y laborales que se daban con la enseñanza primaria se han ido trasladando primero a la EGB y luego a la ESO.

Las mujeres con estudios primarios que pertenecen a cohortes anteriores a la de 1946-50 tienen una biografía laboral típica siguiendo la trayectoria de sus madres. Pero es a partir de 1985 y desde la cohorte de las nacidas en 1946-50 hacia las posteriores que estas mujeres empiezan a innovar. El cambio de comportamiento se da en toda la población y en ellas también aunque en menor medida. De hecho en el quinquenio 1986-90 todavía se observan las últimas trazas de los comportamientos tradicionales, por ejemplo en la cohorte 1961-65, que baja la ocupación en las edades de la primera maternidad.

Los 8 años que van de 1997 a 2004 son los que presencian una mayor ocupación. Es posible que la inmigración haya colaborado.

El aumento del nivel educativo general de la población ha dado lugar a que este nivel formativo haya relevado a la primaria. La trayectoria de las mujeres es semejante al de las que fueron a la escuela primaria como nivel máximo.


LA FORMACIÓN PROFESIONAL DE LAS MUJERES

En la cohorte de la guerra sólo un 1,4 tenían FP1 y sólo un 0,7% tenían el FP2.

En 1971-75 las que tienen FP1 son un 8,7%  y FP2 un 12%.

Si comparamos el número de mujeres que cursaron FP2 en la cohorte de la guerra y las que tenían ese nivel de estudios en 2004 se observa que ha crecido un 3.900%.

Problemas:

-       La muestra de las generaciones más antiguas es tan pequeña que no se puede seguir con la misma estabilidad que en el resto de cohortes más próximas. Pero aunque se pudieran seguir no sería muy útil puesto que es tan evidente el cambio en la utilización laboral de estos estudios por parte de las mujeres que la trayectoria de las cohortes anteriores a la de 1946-50, no resulta indicativa de lo que vayan a hacer las más actuales.

-       En la EPA, la FP1 no se diferenció del bachillerato superior hasta el año 1987. Una opción sería unir FP1 y FP2 con el bachillerato superior. Pero hay dos razones que lo desaconsejan: - el diferente comportamiento frente a la maternidad entre las mujeres que cursan FP1 y las de FP2 , - la diferencia entre las bachilleres cuyo comportamiento laboral tiende a la estabilización, frente a la tendencia creciente en la ocupación de las que cursan FP2, que se asemeja a las mujeres que cursan estudios universitarios.

Como resumen de las trayectorias de la formación profesional se puede decir que en el pasado parecen haber sido más sensibles a las crisis que el resto de niveles educativos, probablemente por estar más asociados sus puestos a los sectores más cíclicos; que sus tasas de ocupación son sensiblemente más altas que las de los estudios básicos; y que las cohortes en el centro de la vida laboral tienden a mantenerlas. Para las de FP1, oscilan alrededor de un nivel próximo al 55% en un margen de 5 cohortes, mientras que las de FP2 tienen un resultado actual (hablamos de 2004) de un porcentaje cercano al 70%.

LA FORMACIÓN ACADÉMICA FEMENINA

Se refiere a enseñanzas que tienen como destino directo o indirecto la obtención de títulos universitarios.

Se analiza a partir de tres grupos: 1. Las mujeres que han completado los diferentes bachilleratos superiores y los cursos preparatorios para la universidad. 2. Las que tienen estudios universitarios medios (magisterio y enfermería hace elevar mucho el porcentaje). 3. Las que concluyen licenciaturas, masters y doctorados. En los tres se observa un comportamiento biográfico semejante.

Este nivel de estudios tiene un alto nivel de inserción en la administración pública con lo que la influencia de los ciclos no es apreciable. El incremento del nivel de participación de las mujeres se lleva a cabo de forma paralela por aumentos intracohortes (en cada cohorte crece la ocupación) e intercohortes (cada cohorte alcanza mayor ocupación que la anterior al cumplir las mismas edades).

  • Bachilleres: Las cohortes anteriores a la de 1941-45 sufren un descenso ante la crisis del petróleo y siguen con una evolución descendente tanto intra como intercohortes. La cohorte de 1941-45 es de transición. Se distingue de las anteriores por un aumento de ocupación entre 1987 y primeros de los 90, para luego volver a la trayectoria de las antecesoras. Las siguientes cohortes, con alguna excepción ya no bajan del 50% llegando la cohorte de 1976-80 a un 75,6%, que es el máximo del periodo estudiado.
  • Tituladas de grado medio: Semejante al caso anterior. Aunque mientras las bachilleres subían del 30 al 65%, las diplomadas lo hacen del 60 al 80%. La estabilidad y el alto nivel del de 1951-55 representa el techo (86,6% en el momento del estudio, 2004) de la ocupación de este nivel de estudios, superando en la mayor parte de su trayectoria el 80% y siendo prácticamente insensible a las crisis cíclicas.
  • Universitarias superiores: Debido a que no alcanzan el 1% de su cohorte hasta la de 1941-45, las trayectorias de las cohortes anteriores hay que entenderlas en semejanza estructural con las diplomadas. Son notablemente semejantes. La diferencia está en la edad de inserción laboral. Sólo en las cohortes con edades entre 45-55 años en el 2004 alcanzaron cotas superiores al 85%.

Teniendo en cuenta que las cohortes han ido disminuyendo de tamaño, se puede observar que cada 10 años se ha ido triplicando el número de universitarias superiores.
De la integración laboral de las mujeres tituladas indica una mejora de la situación del mercado laboral y un cambio en la estructura de las ocupaciones. Hablamos claro desde la visión que se tenía en el 2004.