sábado, 16 de marzo de 2013

Resúmenes Sociología del Trabajo Parte 25


En la asignatura de Sociología del Trabajo del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria. Derechos reservados, sus autores.

Tema 1.- La educación profesional para el empleo - Antonio Jesús Acevedo Blanco // Tema 2.- Para una definición social de la juventud  Tomás Javier Prieto González y Ruth Cardedal Fernández // Tema 3.- La ocupabilidad en la familia María Lourdes Ruiz Garde // Tema 4.- Dinámica de la desocupación  Irene Ibañez Sánchez // Tema 5.- Elementos de contexto Blas García Ruiz // Tema 6.- La temporalidad, pacto intergeneracional o imposición Pedro Medina Charavia // Tema 7.- Biografías laborales por sexo y nivel de estudios  Victoria Aguilera Izquierdo // Tema 8.- Dinámica laboral de la inmigración en España Tomás Javier Prieto González


LA FORMACIÓN LABORAL MASCULINA

La trayectoria de los varones con estudios superiores es relativamente independiente de los que no los tienen. A pesar del comportamiento cíclico de la ocupación, los efectos son tan claramente decrecientes al aumentar el nivel de estudios, que en los universitarios superiores son inapreciables para todas las cohortes en el tramo central de la trayectoria laboral (34-55).

A partir del 87 se pueden observar las trayectorias de los que cursaron FP1(se considera obligatoria) y los que cursaron BUP o equivalente. Pues bien, la integración de los que hicieron FP1 es superior a los de BUP. Esta tendencia parece indicar que la formación profesional apunta a liberarse de su dimensión de estudios “de segunda”, y que la especialización permite una inserción mas temprana y eficiente.
Proceso de salida de la ocupación: los cambios legislativos y de protección afectan escasamente a las cohortes de universitarios. Su reducida presencia y su posición favorable les protege respecto a otros trabajadores. Otra explicación es su mayoritaria integración en el sector público. Los aspectos distintivos de los universitarios son su alto nivel de ocupación, su indiferencia relativa a las crisis de empleo y la estabilidad de sus pautas de salida de la ocupación. Los que han cursado FP comparten cada vez más estos rasgos, aunque el porcentaje en las cohortes jubiladas hasta 2004 es pequeño para precisar su estabilidad al jubilarse.

1.4 La creciente participación laboral de la mujer

Hasta 1977, el comportamiento de la ocupación tanto en varones como en mujeres sigue una pauta biográfica estable. Es decir, lo que determina la situación de cada cohorte es la edad porque cada una sigue la pauta de la que la precedió. Después de este momento, ninguna cohorte posterior seguiría ya una trayectoria con esa configuración.
En el modelo tradicional, la participación laboral de las mujeres dependía sobre todo de la situación familiar. La trayectoria tradicional de la cohorte 1946-50 y las anteriores a ésta siguen casi el mismo itinerario laboral. Sin embargo, todas las posteriores cambian la pauta de una forma progresiva.

Analizamos las curvas de tiempo de 1977, 1984 y la década 1994-2004.

-       Curva de tiempo de 1977. Modelo tradicional: cohorte 1946-50 y anteriores. La participación de estas mujeres depende de su situación familiar (las posteriores dependerán de su nivel formativo). Las jóvenes (sin estudios en casi la totalidad de la cohorte), empezaban a trabajar en la segunda infancia o en la adolescencia y presentaban tasas de ocupación supriores al 60%. A partir de los 22 años, el matrimonio y la maternidad retiraba del trajo a 2 de cada 3 antes de los 30 años. Una vez que los hijos estaban crecidos, sólo volverían a trabajar 1 de cada 4 de las que se habían ido. Desde los 35 la TAO era aproximadamente del 25%.

-       Curva de tiempo de 1984. Marca mínimos en la ocupación de las maduras. En la fase favorable 1986-1991, todas las cohortes más jóvenes que la de 1941-45 cambian de trayectoria respecto a las anteriores para incrementar de forma apreciable su ocupación.

-       La fase más significativa  de la trayectoria longitudinal de las mujeres es la que abarca el año 1994 y el 2004.  Se combinan en esta época dos factores. Ambos están relacionados con el vuelco formativo de las mujeres. Por una parte la prioridad que dan a la formación, y los resultados académicos superiores a los de los varones, posponen y problematizan la formación de parejas. Y por otra, mejor inserción laboral de las que tienen formación laboral estabiliza su ocupación al margen des su dedicación familiar. La ocupación tiene una relación directa con el nivel de estudios. Cuanto más joven es la cohorte más importante es el incremento de la ocupación. La tendencia es estabilidad en las crisis y crecimiento en las recuperaciones del empleo. La tasa de ocupación de las mujeres ha crecido en 10 años (1994-2004) un 62,4%.

1.5  Las cohortes de mujeres por niveles de estudios

LAS QUE NO TIENEN ESTUDIOS

Gracias a otras fuentes consultadas se comprueba que las cohortes más antiguas de analfabetas trabajaron en mayor medida en su juventud que las que están representadas en este tema.

Durante los 28 años aquí analizados (1976-2004) la participación de las analfabetas ha sido muy escasa.

Este colectivo es importante (24% de las mujeres) en la cohorte de la guerra (nacidas en 1936-40. Sólo 4 cohortes después, para las nacidas en 1956-60, no llega a un 4%. La ocupación de la cohorte de la guerra tiene una salida del trabajo acelerada a partir de la edad de 47-51 años que no se recupera con la bonanza económica de finales de los 90 en adelante. De aquí que se deduce que la estabilidad laboral no favorece a las mujeres sin estudios. Esto mismo se puede aplicar a la cohortes sin estudios más jóvenes. Las mujeres sin estudios no son las protagonistas del crecimiento de la ocupación de la mitad femenina.

LAS QUE TIENEN ESTUDIOS BÁSICOS.

Lo que se entiende por aprendizaje reglado básico se ha ido desplazando con el tiempo. Los efectos sociales y laborales que se daban con la enseñanza primaria se han ido trasladando primero a la EGB y luego a la ESO.

Las mujeres con estudios primarios que pertenecen a cohortes anteriores a la de 1946-50 tienen una biografía laboral típica siguiendo la trayectoria de sus madres. Pero es a partir de 1985 y desde la cohorte de las nacidas en 1946-50 hacia las posteriores que estas mujeres empiezan a innovar. El cambio de comportamiento se da en toda la población y en ellas también aunque en menor medida. De hecho en el quinquenio 1986-90 todavía se observan las últimas trazas de los comportamientos tradicionales, por ejemplo en la cohorte 1961-65, que baja la ocupación en las edades de la primera maternidad.

Los 8 años que van de 1997 a 2004 son los que presencian una mayor ocupación. Es posible que la inmigración haya colaborado.

El aumento del nivel educativo general de la población ha dado lugar a que este nivel formativo haya relevado a la primaria. La trayectoria de las mujeres es semejante al de las que fueron a la escuela primaria como nivel máximo.


LA FORMACIÓN PROFESIONAL DE LAS MUJERES

En la cohorte de la guerra sólo un 1,4 tenían FP1 y sólo un 0,7% tenían el FP2.

En 1971-75 las que tienen FP1 son un 8,7%  y FP2 un 12%.

Si comparamos el número de mujeres que cursaron FP2 en la cohorte de la guerra y las que tenían ese nivel de estudios en 2004 se observa que ha crecido un 3.900%.

Problemas:

-       La muestra de las generaciones más antiguas es tan pequeña que no se puede seguir con la misma estabilidad que en el resto de cohortes más próximas. Pero aunque se pudieran seguir no sería muy útil puesto que es tan evidente el cambio en la utilización laboral de estos estudios por parte de las mujeres que la trayectoria de las cohortes anteriores a la de 1946-50, no resulta indicativa de lo que vayan a hacer las más actuales.

-       En la EPA, la FP1 no se diferenció del bachillerato superior hasta el año 1987. Una opción sería unir FP1 y FP2 con el bachillerato superior. Pero hay dos razones que lo desaconsejan: - el diferente comportamiento frente a la maternidad entre las mujeres que cursan FP1 y las de FP2 , - la diferencia entre las bachilleres cuyo comportamiento laboral tiende a la estabilización, frente a la tendencia creciente en la ocupación de las que cursan FP2, que se asemeja a las mujeres que cursan estudios universitarios.

Como resumen de las trayectorias de la formación profesional se puede decir que en el pasado parecen haber sido más sensibles a las crisis que el resto de niveles educativos, probablemente por estar más asociados sus puestos a los sectores más cíclicos; que sus tasas de ocupación son sensiblemente más altas que las de los estudios básicos; y que las cohortes en el centro de la vida laboral tienden a mantenerlas. Para las de FP1, oscilan alrededor de un nivel próximo al 55% en un margen de 5 cohortes, mientras que las de FP2 tienen un resultado actual (hablamos de 2004) de un porcentaje cercano al 70%.

LA FORMACIÓN ACADÉMICA FEMENINA

Se refiere a enseñanzas que tienen como destino directo o indirecto la obtención de títulos universitarios.

Se analiza a partir de tres grupos: 1. Las mujeres que han completado los diferentes bachilleratos superiores y los cursos preparatorios para la universidad. 2. Las que tienen estudios universitarios medios (magisterio y enfermería hace elevar mucho el porcentaje). 3. Las que concluyen licenciaturas, masters y doctorados. En los tres se observa un comportamiento biográfico semejante.

Este nivel de estudios tiene un alto nivel de inserción en la administración pública con lo que la influencia de los ciclos no es apreciable. El incremento del nivel de participación de las mujeres se lleva a cabo de forma paralela por aumentos intracohortes (en cada cohorte crece la ocupación) e intercohortes (cada cohorte alcanza mayor ocupación que la anterior al cumplir las mismas edades).

  • Bachilleres: Las cohortes anteriores a la de 1941-45 sufren un descenso ante la crisis del petróleo y siguen con una evolución descendente tanto intra como intercohortes. La cohorte de 1941-45 es de transición. Se distingue de las anteriores por un aumento de ocupación entre 1987 y primeros de los 90, para luego volver a la trayectoria de las antecesoras. Las siguientes cohortes, con alguna excepción ya no bajan del 50% llegando la cohorte de 1976-80 a un 75,6%, que es el máximo del periodo estudiado.
  • Tituladas de grado medio: Semejante al caso anterior. Aunque mientras las bachilleres subían del 30 al 65%, las diplomadas lo hacen del 60 al 80%. La estabilidad y el alto nivel del de 1951-55 representa el techo (86,6% en el momento del estudio, 2004) de la ocupación de este nivel de estudios, superando en la mayor parte de su trayectoria el 80% y siendo prácticamente insensible a las crisis cíclicas.
  • Universitarias superiores: Debido a que no alcanzan el 1% de su cohorte hasta la de 1941-45, las trayectorias de las cohortes anteriores hay que entenderlas en semejanza estructural con las diplomadas. Son notablemente semejantes. La diferencia está en la edad de inserción laboral. Sólo en las cohortes con edades entre 45-55 años en el 2004 alcanzaron cotas superiores al 85%.

Teniendo en cuenta que las cohortes han ido disminuyendo de tamaño, se puede observar que cada 10 años se ha ido triplicando el número de universitarias superiores.
De la integración laboral de las mujeres tituladas indica una mejora de la situación del mercado laboral y un cambio en la estructura de las ocupaciones. Hablamos claro desde la visión que se tenía en el 2004.


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