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domingo, 7 de junio de 2015

Apuntes metodológicos sobre el estudio de la selección racial en las políticas inmigratorias de las américas

David Cook Martín trata de explicar los desafíos históricos y sociológicos que plantean las leyes de inmigración y nacionalidad en las Américas. Su objetivo es mostrar la utilidad del estudio de caso como método, y la problemática que viene a solucionar dicho estudio en el caso de las ciencias sociales, y en particular los estudios históricos comparativos, como procedimiento sistemático que puede comparar situaciones, fenómenos, grupos u objetos (Alguacil, 2011:33). Tal como sostiene Schrank (2006:21), el estudio de caso es un diseño de investigación más que sólo un enfoque para la recolección o análisis de datos, debe implicar la utilización de una amplia gama de diversas fuentes de datos y un número de diferentes estrategias analíticas.
Es muy importante recordar el motivo por el que se ha optado por la utilización de un método en concreto, y tener en cuenta qué es lo que nos va a proporcionar. No se trata de escoger un método porque en ese momento esté en auge o porque sea aquel con el que el investigador se sienta más cómodo. Como ejemplo para ilustrar la metodología de los estudios de casos, Cook cita su libro “Culling the Masses: The Democratic Roots of Racist Immigration Policy in the Americas” (2014), ya que fueron los estudios de caso los que le ayudaron a contestar aquellas cuestiones que no se podían resolver con herramientas cuantitativas. El proyecto estudia las leyes migratorias y de nacionalidad en 22 países desde 1790. Se compone de 7 estudios de caso incluido el de Brasil, que será el que ejemplifique el punto de vista metodológico que expone en su conferencia.
Partiendo de la cuestión sobre la compatibilidad o incompatibilidad de la democracia liberal y la selección étnica de los inmigrantes, muchos historiadores y sociólogos aseguran que esto es incompatible, pues dicha selección étnico-racial responde a los requerimientos de la condición de estado liberal como tal, sobre todo tras la II Guerra Mundial. Mientras, Cook nos plantea unos argumentos un poco diferentes: para él, realmente el liberalismo democrático y el populismo han promovido las políticas racistas, y el punto de partida de estas políticas migratorias racistas van desde el Sur global hacia el Norte y no al contrario, como se ha contado tradicionalmente. Esto no ocurre así si se toma un punto de vista concreto con un país de América del Norte en el que hay más variación en el tipo de régimen político junto con un período más amplio, pues aquí las políticas migratorias racistas justifican que fue el factor geopolítico el que diera como resultado un descenso de la selección racista en América del Norte, y en realidad en todo el hemisferio.
Para responder a la cuestión sobre la relación entre democracia, populismo, liberalismo y la selección étnico-racial, Cook y Scott FitzGerald se apoyaron en las leyes sobre inmigración y nacionalidad de los 22 países de América del Norte que no fueron independientes antes de la II Guerra Mundial. Por un lado utilizaron la codificación de leyes públicas y 7 estudios de caso en 5 países, que fueron los que más receptores de inmigración presentaron: Argentina, Brasil, Canadá, Cuba, EE.UU y México. Tras este estudio surgió un caso adicional relacionado con las organizaciones intergubernamentales y las comunidades de expertos. El estudio se completa con 16 mini casos de los países restantes, con el interés que la investigación no sea demasiado extensa, y hasta inabarcable.
Sobre la codificación cuantitativa de la selección étnica, lo que buscaron en la ley fue una mención explícita de una distinción étnico-racial o nacional. Utilizaron un término global que incluía la raza, nacionalidad..., en su sentido más antropológico, que denominaron “etnicidad”. En cuanto a los tipos de selección étnica que codificaron fueron las siguientes:
  • Por un lado, el caso de las leyes de inmigración con discriminaciones negativas, personas de un determinado origen que no pueden entrar al país. Estos casos negativos comienzan en Norteamérica, especialmente en California, Vancouver y la Columbia Británica.
  • En el caso de preferencias positivas, países que quieren personas de un determinado origen, tenemos como ejemplo Argentina, que fomentaba los casos de inmigración europea.


El análisis cuantitativo demostró que los lugares con ideología liberal promovieron la restricción de inmigrantes considerados no aptos para autogobernarse. Las instituciones democráticas y populistas también hicieron lo mismo. Un ejemplo lo encontramos en Brasil, en el período de Getúlio Vargas, y en EE.UU, país históricamente más liberal que fue modelo y líder de selección racista. Generalmente se habla del fin de las selecciones étnicas en las leyes de inmigración a partir de la II Guerra Mundial, pero habrá países que eliminarán estas leyes de forma mucho más tardía. Confirmaron que este empuje hacia la no discriminación y la aplicación de los Derechos Humanos surgió desde el Sur Global, ya que muchos de los líderes y élites políticas latinoamericanas estaban comprobando cómo a ellos también se les estaba excluyendo internacionalmente.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Apuntes metodológicos sobre el estudio de la selección racial en las políticas inmigratorias de las Américas





¿Cómo explicar los patrones de selección racial en las leyes inmigratorias de los países americanos desde fines del siglo XVIII? El estudio de la selección étnica de inmigrantes supone desafíos metodológicos de recolección de datos  (cómo construir una compilación exhaustiva de leyes de 22 países para un periodo de más de dos siglos) pero también la comprensión de las dinámicas por las que las leyes de un país afectan a las de otro y de la brecha entre la ley formal y la ley en la práctica diaria. Mediante un análisis del proceso de investigación, Cook-Martin revela los desaciertos, estrategias, y transigencias de proyectos histórico comparativos que también intentan dilucidar micro-procesos sociales.

David Cook-Martín es profesor en sociología en Grinnell College y director del Centro de Estudios Internacionales de esa entidad. Actualmente, es investigador visitante con el Consejo Superior de Estudios Científicos, grupo de estudios americanos. Su labor como sociólogo busca ampliar teorías existentes sobre raza, etnicidad, ley y ciudadanía en un campo político internacional. Es experto en políticas migratorias y de nacionalidad.
David tiene un doctorado en sociología de la Universidad de California, Los Angeles (UCLA), una maestría en sociología de la Universidad de Houston, y un B.A. de Wheaton College. Ha sido becario del programa en sociología latinoamericana Andrew W. Mellon (UCLA) y del National Science Foundation (UC Irvine).

Es autor de The Scramble for Citizens: Dual Nationality and State Competition for Immigrants (Stanford University Press 2013), y coautor (con David FitzGerald) de Culling the Masses: The Democratic Origins of Racist Immigration Policy in the Americas (Harvard University Press 2014). Ha publicado artículos y capítulos sobre redes transnacionales religiosas, inmigración de retorno y migraciones latinoamericanas a España. Su próximo proyecto de investigación examina en un marco histórico y global regímenes temporarios de migración.

miércoles, 23 de julio de 2014

La triada ciudadanía-inmigración-exclusión a debate parte 2

El colectivo de inmigrantes es el más vulnerable en esta realidad y desde la perspectiva de género nos encontramos con más barreras que impiden y dificultan el acceso de las mujeres a las oportunidades en el mercado de trabajo puesto que “(…) el empleo es el ámbito fundamental para conseguir una integración satisfactoria” (Martínez, 2006:251). Se sigue careciendo de instrumentos que faciliten el acceso a igualdad de oportunidades a hombres y mujeres a un puesto de trabajo, y a la eliminación de la discriminación como un mecanismo efectivo de contratación ilegal. Dada la manifiesta ineficacia de los gobiernos relacionada con las migraciones pone de relieve, según Rosa Rodríguez (2006), al menos dos cuestiones significativas:
1.     Una relevante “crisis de gestión resolutiva ante las transformaciones de efecto multiplicador derivadas de las mismas” (Rodríguez, 2006:93).
2.     “La ausencia de una verdadera toma de conciencia de la responsabilidad que tiene de sumir las consecuencias de unos cambios sociales que también han contribuido a generar” (Ibídem:93).

En ese sentido podríamos hablar de minorías emigradas como el “colectivo que presenta una clara situación de desventaja, de inferioridad, de marginación, respecto del grupo social del país de destino. Inferioridad que no sólo es numérica, sino que lo es social, cultural, legal y económica” (Marcos, 2012:10). Existe una precariedad en sus condiciones económicas y también en el ámbito de reconocimiento del derecho a la igualdad y los derechos sociales, económicos y culturales. Estas minorías presentan en común dos rasgos, la procedencia por razones adversas (políticas, económicas, etc.), y la lucha por el reconocimiento de los derechos a la igualdad y a la diferenciación cultural.
Los inmigrantes en la mayoría de las ocasiones son invisibilizados por el contexto societal y por sus inherentes carencias naturales (como el lenguaje), como que han de soportar altos niveles de discriminación y xenofobia. Están claramente en una situación de exclusión social estructural, tanto que ni siquiera se relacionan con los movimientos que luchan por sus derechos. Como decíamos anteriormente, la crisis económica y financiera puede servir de excusa vehicular para solapar este debate en nuestras comunidades, con el objetivo de seguir dando voz a estos colectivos y crear las bases en todas las dimensiones de nuestras sociedades, y para impulsar las políticas necesarias en la búsqueda de su plena integración.
Albert Mora afirma que en nuestras sociedades conviven dos tipos de discursos dicotómicos; por un lado se “le exige a los inmigrantes que se integren adaptándose a las pautas culturales, costumbres y hábitos que consideramos propias de las sociedades avanzadas y desarrolladas” (Mora, 2012:1), y por otro, “(…) la construcción social que hacemos del -otro inmigrante- se inserta en estrategias de inferiorización orientadas a marcar la distinción de ese otro con respectos a nosotros mismos” (Ibídem: 1). La participación social y política de los inmigrantes no aparece en el imaginario colectivo como un requisito esencial para la integración y, no obstante, constituye una de las dimensiones fundamentales para lograr la integración ciudadana de este colectivo. El autor subraya la necesidad de garantizar la participación social de los extranjeros en igualdad de condiciones con respecto a los autóctonos, se establece como una condición ineludible para la construcción de una sociedad plural que integre de forma positiva el hecho migratorio.

Tal como subraya Tezanos, cuando confluyen tantos elementos de vulnerabilidad, marginación y rechazo forman un cuadro, que en aspectos generales, “tiende a perfilar en la sociedad española espacios muy diferenciados de pertenencia cívica y de integración” (Tezanos, 2006:35). En cuanto a la relación con la perspectiva personal, da lugar a trayectorias de mayor riesgo de exclusión social.

martes, 22 de julio de 2014

La triada ciudadanía-inmigración-exclusión a debate parte 1

Ya Marshall formuló en el siglo pasado el concepto contemporáneo de ciudadanía en su obra Ciudadanía y clase social (1949), como un estatus que se ha ido adquiriendo con el paso del tiempo y se “ (…) otorga a los que son miembros de pleno derecho de una comunidad” (Marshall, 1997:312), disfrutarán de los mismos derechos y obligaciones. Los derechos de ciudadanía entonces, deberían minimizar las tendencias a la desigualdad que origina la economía de libre mercado.
La incorporación de los derechos sociales al concepto de ciudadanía implicó que toda la sociedad tenía derecho a percibir una renta razonable, independientemente de su posición social. Aunque sí matizando, que estos derechos de ciudadanía y participación palian, pero no suprimen, las desigualdades sociales que conlleva el capitalismo, al legitimar la estatificación social. Sin embargo, al propiciar la redistribución de ciertos recursos públicos, universalizando derechos de educación, de salud pública, etc., pone en entredicho la soberanía del mercado. De ese conjunto de derechos y oportunidades es del que quedan excluidos algunos ciudadanos. La conceptualización de derechos y de responsabilidades está estrechamente imbricada a la idea de ciudadanía.
El desarrollo de la ciudadanía moderna acabaría por producir la reducción y redimensión de la diferencias de clase causadas por la asimétrica posición en la estructura social y económica. Por tanto, el concepto de ciudadanía contemporánea era un mecanismo por el cual se aminoraban las desigualdades producidas por el sistema capitalista, pero no como resorte para suprimirlas. Se infiere así que existe una relación implícita entre desarrollo de la ciudadanía moderna y las desigualdades en las sociedades capitalistas, en tanto que la primera legitima la presencia de la segunda, y lo hace como contraprestación al status de igualdad que se le suponía al ciudadano.
Podemos por tanto entender la ciudadanía como el conjunto de prácticas que definen a una persona como miembro de pleno derecho de una sociedad. En primer lugar, por su sentido formal, como la persona poseedora de un pasaporte expedido por el Estado y/o en segundo lugar, de un modo sustantivo, como el conjunto de derechos que tienen “todos” los miembros de una comunidad política. De todo esto subyace una cuestión fundamental, que sitúa la triada ciudadanía, inmigración y exclusión que da título a este capítulo, como una ecuación irresoluble. El inmigrante no es un ciudadano de pleno derecho, porque lo condiciona la legislación vigente, aquella que lo diferencia en mayor medida a los autóctonos, lo excluye. Por ello, se puede evidenciar la emergencia de nuevos procesos de exclusión social, en virtud de los cuales “algunas personas y grupos sociales se ven apartados y excluidos de la conquistas sociales que definen el patrón de diudadanía establecido en el horizonte histórico” (Tezanos, 2008:150).
Nos encontramos con una perversa paradoja, donde en la medida en que crecian los derechos de los ciudadanos bajo la protección del Estado de bienestar, no lo hacía con la misma intensidad para los inmigrantes. Y actualmente donde se están diluyendo y desapareciendo todos estos logros sociales, de igual manera, son los inmigrantes los más afectados una vez más, infraclasificados. Son por tanto, una parte de la ciudadanía que está apartada y olvidada, aunque constitucionalmente existente. Es una omisión que priva de derechos y oportunidades económicas, sociales, culturales, y por supuesto, jurídicas y políticas a una parte muy considerable de la sociedad. Tal como afirma Tezanos se puede establecer un paralelismo de la sociedad de nuestros días, con la polis ateniense donde los esclavos y metecos tenían una reglamentación jurídica y social diferenciada, o de igual modo, con la estigmación de los “intocables” en la India, como paradigma de excluidos absolutos. Se está consiguiendo normalizar esta diferenciación, y exclusión de los “otros inmigrantes”, y lo hace como resultado (y excusa) de las consecuencias que está produciendo esta crisis económica y financiera, que lo es igualmente de valores, de ética y de moralidad.
La inmigración de nuestros días se diferencia de otras épocas, por su interdependencia a escala global. Ya no existen países emisores y países receptores, ya todos comparten ambas condiciones, “no podemos dejar de tener presente que las migraciones actuales son resultado de una de las graves paradojas de la dinámica capitalista de nuestros días” (Rodríguez, 2006:93). En este contexto multifactorial, la globalización enlazada con el renovado discurso neoliberal, implanta una fagocitadota lógica competitiva, agudizando los riegos y efectos de esta tendencia macroeconómica impuesta por la mayoría de las instituciones políticas y económicas en el ámbito internacional. Las consecuencias del incremento del desempleo se exteriorizan en más desigualdad y agudización de la estratificación social. La exclusión social por tanto, obedece a unas características subordinadas a las coyunturas laborales, económicas, legales, relacionales y socio-políticas.

La interdependencia económica y la movilidad de los principales factores productivos, crean una situación de mejoras en eficiencia, productividad y tecnología generando incrementos netos de riqueza a escala global, pero no dice nada sobre la distribución ni de la equidad como principio organizativo. El aumento de las diferencias entre países ricos y pobres, el deterioro del medio ambiente, la pérdida de capacidad adquisitiva por parte de los trabajadores, etc., son efecto, según Iñigo de Miguel (2012), de la brecha que ahora mismo existe entre la organización del sistema económico y la que corresponde al poder político. Este autor formula una serie de interrogantes analizando la relación que existe entre la globalización, como hecho, y el globalismo como ideología que sustenta el fenómeno, con la aparición de los grandes flujos migratorios.

lunes, 21 de julio de 2014

Inmigración, mujer, empleo y exclusión social Parte 2


A continuación se recogen algunas aportaciones dentro del objeto de estudio de referencia de mi Trabajo Fin de Grado. Una aproximación a una parte de la amplia documentación existente, que sirve para revisar algunas dimensiones estrechamente relacionadas. Más allá de articular una síntesis del conocimiento académico existente, pretende servir como fundamento específico para el proyecto de investigación. Una forma para poder obtener una discusión permanente con estos autores y alcance de sus conclusiones.

3.4.-Emprendeduría

El Libro Verde de la Comisión Europea (2003) sobre el espíritu empresarial, lo define como “la actitud y el proceso de crear una actividad económica combinando la asunción de riesgos, la creatividad y la innovación con una gestión sólida en una organización nueva o en una ya existente”. En una sociedad en la que el acceso a la independencia económica y el reconocimiento social se vehicula a través del trabajo remunerado, los inmigrantes se enfrentan a una serie de barreras asociadas a su situación. Podemos concebir la migración internacional como un proceso interno del sistema global que está en contínua transformación.
Algunos autores argumentan que dentro de la conducta emprendedora hay que diferenciar “dimensiones corazón” y “dimensiones periféricas” (Brunet, 2009:87). Las dimensiones corazón serían identificar oportunidades, asumir riesgos y crear una nueva empresa. Por su parte, las dimensiones periféricas consistirían en obtener recursos y utilizarlos eficientemente, realizando innovaciones. De esta forma, las dimensiones corazón proporcionan una definición vertebrada que especifica las condiciones mínimas para hablar de conducta emprendedora. Mientras que las dimensiones periféricas describen esa misma conducta, eficaz y eficiente que permite lograr el éxito en la creación y gestión de una nueva empresa. Ambas dimensiones pivotan y giran en torno a los mecanismos de mercado autorregulados hasta el punto de ser absolutamente dependientes de éstos.
Otros autores sugierendos cuestiones bastante simples y cotidianas para explicar las variaciones en el comportamiento emprendedor entre comunidades de inmigrantes” (Rodríguez, 2007:36). En primer lugar, dicho comportamiento podría deberse a los altos niveles de autoempleo que se dan en las comunidades de origen, lo que muestra la importancia que sobre éste puede tener la experiencia empresarial previa. En segundo lugar, a que los inmigrantes tienden a concentrarse en aquellos Estados o países en los que existen mayores incentivos dedicados a la creación e iniciativa empresarial, por lo que es más probable que acaben creando su propio negocio.
3.5.-Perspectiva de género

Centrados en la perspectiva de género, multitud de estudios han advertido la creciente relevancia de la participación femenina en los flujos migratorios internacionales. Se han analizado las razones que originan estas migraciones, la función de la atracción que desempeña el mercado de trabajo, las relaciones de género que subordinan las migraciones familiares como las consecuencias económicas y culturales que “favorecen nuevas formas de organización social, en los países de acogida y en los propios países de origen de las migrantes” (Domínguez, 2011:101). En Canarias nos encontramos con la particularidad de la vinculación histórica del archipiélago, con las costas occidentales de África, y específicamente con la comunidad senegalesa. En el estudio Migraciones de mujeres y perspectiva de género: senegalesas en Canarias elaborado por J. Domínguez indica una cierta feminización en la inmigración senegalesa y la presencia de varias generaciones, lo que muestra el grado de cohesión de este grupo, “frente al carácter más masculinizado y menos consolidado de la comunidad senegalesa en el conjunto de España” (Ibídem: 101). Este autor subraya la importancia de la migración independiente o familiar de las senegalesas, su participación en el mercado de trabajo y el grado de autonomía personal obtenido.
También se ha constatado la precariedad en la ocupación de estas inmigrantes, “que sustituyen a las mujeres autóctonas en empleos poco cualificados y mal pagados” (Guerra, 2006:49). Esta realidad las ha mantenido durante mucho tiempo, totalmente invisibles, en un subsector juzgado como marginal en la estructura ocupacional (servicio doméstico, limpieza, cuidado de enfermos, etc.), además de la inherente incertidumbre que acompaña a estas ocupaciones. La singular economía canaria además promueve una especialización terciaria relevante referente a la ocupación femenina en el mercado laboral, “pues a la feminización del sector servicios se añade la propia terciarización de la estructura productiva de Canarias” (Ibídem:55). Sin embargo, la realidad es que el papel que asumían hasta hace pocas fechas las inmigradas en cuanto a facilitar la participación de la mujer autóctona en el mercado de trabajo formal, deben situarse en el foco de atención en cuanto conocer qué está ocurriendo en estos momentos con este fenómeno.
La feminización de la pobreza en la tierra está íntimamente relacionada con la feminización de la emigración transnacional, así lo sostiene Raquel Guerra en su artículo La inmigración extranjera desde una perspectiva de género. La mujer inmigrante del siglo XXI en Canarias, “cuando la decisión de emigrar responde a razones de supervivencia y el país importador exhibe aspectos atractivos, todo obstáculo a la migración es inevitablemente vencido” (Guerra, 2006:53). Estos procesos migratorios, tal como apuntamos antes, suelen estar relacionados a estrategias familiares, por lo que no deben reducirse a sólo un acto de autonomía personal. Es por ello que siendo África un continente donde la mujer posee un papel relegado en el seno de la estructura social, es muy significativo que no se traduzca en un menor porcentaje de estos movimientos migratorios. Tras el boom migratorio de 2006-2008, la emigración senegalesa hacia Canarias ya es mucho menor, casi residual comparándola con esa etapa. La emigración se apoya en redes sociales que se movilizan o no, en función de la apertura del mercado de trabajo, y en estos momentos es notorio que son frenadas por el contexto económico actual.
Mercedes Jabardo afirma que actualmente impera la lógica de la modernización occidental, y sostienen que hasta los intelectuales africanos piensan que su futuro pasa por incorporarse a las lógicas europeas y a su modelo económico. Jabardo propone aplicar el modelo teórico de la economía política al análisis de las migraciones contemporáneas en su estudio Las lógicas de la inmigración senegalesa en España, y lo hace combinando una perspectiva histórica y multisituada: “el estudio de las instituciones y de las estructuras macro con un enfoque centrado en los actores sociales” (Jabardo, 2011:87). Esta autora afirma que se produce una paradoja: un discurso cada vez más presente en Europa, en la necesidad de repensar la economía como se ha estado haciendo hasta ahora. Es África la que puede ofrecer modelos alternativos para pensar lo económico, donde emergen lógicas de la reciprocidad y la redistribución de las que carece Occidente, como los salarios colectivos o las asociaciones rotativas de ahorro observadas por Rossander en su investigación en Canarias. Repartos que generan multitud de redes básicas allí donde no existe el Estado de bienestar. Así lo afirma igualmente Esther Massó en su estudio Migración Senegalesa en España: (Matrias) de hospitalidad y cosmopolitismo,  “los pueblos (o matrias) africanos, (…) presentan unos valores y un bagaje cultural interesantes para aportar soluciones a los problemas contemporáneos. Su experiencia de la migración, (…) componen un mosaico de valores y tradiciones culturales especialmente pertinentes en el paradigma civilizatorio de la globalización que vivimos hoy (…)” (Massó, 2011:1163).

3.5.1-Cosmopolitas y locales

La antropóloga Eva Ever Rossander ilustra a través del texto titulado Cosmopolitas y locales, un preciso análisis que traza tres dimensiones fundamentales para comprender a los/as nuevos/as migrantes (transnacionales) en este contexto: la feminización de la inmigración senegalesa, la lógica transnacional en las prácticas de las inmigrantes senegalesas, y por último, la estructura de integración en las dinámicas locales.
La mujer senegalesa abraza las costumbres cosmopolitas, en tanto en cuanto éstas fomenten sus propios intereses económicos, se constituyen como empresarias dinámicas, con evidentes competencias para lo cultural y social. Por lo tanto, Ever Rossander subraya que la mujer está entrenada y socializada desde pequeñas a cuidar y mantener relaciones duraderas con otra gente. Donde el estatus económico y social genera respetabilidad y provee a las mujeres una posición prestigiosa, se guían por “ideales y definiciones de bienestar económico (…), que en parte coinciden con criterios globales de éxito económico y hábitos/esquemas de consumo” (Rossander, 2006:126). Por lo que la “integración de lo público con lo privado, lo profano con lo sagrado y lo moral con las realidades de la vida es más cosas de las mujeres que de los hombres” (Ibídem:129). Afirma Ever Rossander que el “estatus económico y social genera respetabilidad y proporciona a las mujeres una posición prestigiosa entre su comunidad de origen” (Jabardo, 2006:121). Señala esta autora cómo todo está “centrado alrededor del dinero: ganar, ahorrar e invertir” (Ibídem:121). Mujeres con ambiciones y estrategias comerciantes que le han permitido integrase en la comunidad local, desde una independencia y libertad de acción notablemente mayor que hubiera sido el caso de su país de origen.

domingo, 20 de julio de 2014

Inmigración, mujer, empleo y exclusión social Parte 1

A continuación se recogen algunas aportaciones dentro del objeto de estudio de referencia de mi Trabajo Fin de Grado. Una aproximación a una parte de la amplia documentación existente, que sirve para revisar algunas dimensiones estrechamente relacionadas. Más allá de articular una síntesis del conocimiento académico existente, pretende servir como fundamento específico para el proyecto de investigación. Una forma para poder obtener una discusión permanente con estos autores y alcance de sus conclusiones.
Los ítem desarrollados a continuación son algunos estudios que han centrado su atención en las diferentes dimensiones del fenómeno migratorio. En primer lugar, se comprueba la existencia de un consenso sobre el factor más importante que explica y define la inmigración en Canarias. En segundo lugar se exploran las estructuras asociativas de los senegaleses en España, cómo se han configurado como un mecanismo de solidaridad y apoyo en la integración sociopolítica de estas personas. A continuación se realizará una breve recensión sobre el mercado laboral, las diversas variables implicadas, y entendiendolo como una primera etapa de la plena integración social de los inmigrantes. Igualmente es necesario aproximarse a las diversas causas de naturaleza psicosocial y cultural que pueden ser concluyentes en el comportamiento emprendedor de los inmigrantes, la participación femenina en el mercado de trabajo y sus complejas relaciones de género en la propia organización sociolaboral. Por último, se abordará la feminización de la inmigración senegalesa, la lógica transnacional en las prácticas de estas mujeres y la estructura de integración en las dinámicas locales. 
3.1.-Causas salida

El análisis de los factores que determinan los movimientos migratorios son muy diversos, y en este sentido, tanto la finalidad de los análisis como las herramientas usadas han progresado de forma relevante desde que Ravestein “enunciara en 1885 The Laws of Migration en el marco de lo que hoy conocemos como Modelos Migratorios Espaciales” (Hernández, 2005:71). Ignacio Urquijo indaga en su trabajo Causas de la emigración subsahariana, los motivos por los que un emigrante subsahariano decide salir de su país, y lo hace desde diferentes perspectivas, la más recurrente por causas económicas pero también otras igual o más relevantes como el déficit de democracia, “la seguridad humana o la conflictividad en la región como desestabilizantes económicos” (Urquijo, 2013:62). Aunque hay un consenso en las investigaciones realizadas en los últimos años en atribuir la importancia de las variables económicas como “factores determinantes de gran peso en la explicación de la inmigración en Canarias” (Hernández, 2005:71).

3.2.-Asociacionismo

Las estructuras asociativas de los senegales en España es el objeto de estudio de Joaquín Giró y Anna Mata. En este estudio se señala la importancia de la forma asociativa como instrumento de sociabilidad e identificación. En un primer momento, centrado en el ámbito asistencial, en la regulación administrativa y búsqueda de trabajo y vivienda, para luego enfocar el interés en la sensibilización sobre determinados aspectos de la cultura y los de cooperación y codesarrollo con asociaciones comunitarias de Senegal. Estos autores afirman que el asociacionismo senegalés tiene un valor añadido que se vincula con la solidaridad, “que es el principio de existencia de las redes (…) que recrean las asociaciones senegalesas de acuerdo a vínculos y relaciones de parentesco, amistad y, sobre todo, de identidad comunitaria, constituyéndose en un elemento simbólico de su cultura” (Giró, 2013:91).
Por tanto, el asociacionismo se configura como un mecanismo de solidaridad y apoyo mutuo muy necesario, en una época de crisis económica como la actual. La actividad asociativa de esta comunidad en España es de gran intensidad (la más numerosa entre la migración subsahariana), y es a través de ella como podemos averiguar “muchos elementos políticos de las culturas senegalesas de origen, como muchos valores vinculados con la migración” (Massó, 2011:1163). Estas asociaciones operan como sólidas estructuras autóctonas y originales de integración sociopolítica, instrumentos clave del valor tradicional africano. Estas asociaciones sirven para producir dinámica comunitaria “entre la propia población senegalesa como para crear integración en la sociedad de llegada (Ibídem:1165), funcionan para todos los efectos como delegaciones consulares, en tanto referente de sus emigrantes en España, además de representar una señal inequívoca de la visibilidad pública de la identidad senegalesa en el país.

3.3.-Mercado laboral

Los inmigrantes en España atraviesan un largo y pedregoso proceso para encontrar trabajo, legalizar su permanencia y no faltar a las renovaciones de los permisos sucesivos. “El mercado de trabajo, la normativa y la acogida institucional pública son parecidos en todo el territorio español, pero su realización concreta está condicionada por el trato que se les da a escala local y por el tipo de relaciones sociales que se establecen” (Sánchez, 2011:56). La inserción se produce de la habitual forma dicotómica; unos la conciben como un hecho social y otros como un problema social.
En los últimos años la inmigración en Canarias ha estado muy relacionada con las transformaciones experimentadas durante esta etapa por el mercado de trabajo regional. Tal como afirma María del Carmen Díaz es su investigación Mercado laboral y nuevos perfiles de la inmigración extranjera en Canarias, el fenómeno de la inmigración se ha definido por su incremento numérico, su heterogeneidad demográfica y laboral, además de su extensión por todas las islas.
A la habitual y conocida inmigración residencial y de ocio europea (fundamentalmente alemana), propia de la condición de destino del archipiélago, hemos visto que se ha incorporado desde finales del siglo pasado “una inmigración económica extracomunitaria que tiene, no obstante, una desigual implantación a escala insular” (Díaz, 2005:181). Algunos autores, van más allá y señalan además la estrecha relación existente entre turismo e inmigración, pues no se nos puede escapar el nicho que ha existido en el sector de servicios turísticos, como en la construcción, muy vinculada a la residencia de muchos jubilados europeos. “Esta combinación se muestra en regiones como Murcia, las Islas Canarias, la Comunidad Valenciana y Andalucía, (…) vinculada a la segunda residencia, (…) un sector turístico muy relevante” (Cánoves, 2009:259).
Nos podemos encontrar en diversas investigaciones el enfoque neoclásico frente a la nueva economía de la migración. Así lo sostienen por ejemplo Anastasia Hernández y Carmelo León en su estudio Comportamiento del migrante internacional en Canarias: enfoque neoclásico versus nueva economía de la migración. Por un lado el enfoque de la economía neoclásica predice que el inmigrante es permanente, y siempre en el caso que maximice las ganancias salariales, y por otro lado, la nueva economía de la migración laboral, que sostiene que el migrante se desplaza con el objeto de conseguir unos objetivos económicos muy definidos. Estos objetivos que afectan a los ingresos familiares en su conjunto, una vez alcanzados, esta persona retornará a su país de origen, por todo ello se entiende que el migrante es circular y no permanente. Estos autores analizan el comportamiento de los migrantes en Canarias, en relación con las economías de origen y de destino.

Es aquí donde se sitúan las trayectorias vitales, las pautas de comportamiento laboral y residencial, las inquietudes, las perspectivas de futuro, los obstáculos, etc., se estructuran todos como determinantes cuando “se trata de analizar el nivel de integración de una comunidad en la sociedad de acogida y/o su voluntad de convertir la experiencia migratoria en un medio para retornar al país de origen” (Díaz, 2010:577). El análisis de una serie de datos de carácter demográfico expresa las particularidades de los saldos migratorios con una mayor imbricación a la evolución de la economía mundial. Tal como sostiene Josefina Domínguez en su estudio La inmigración extranjera en Canarias en el cambio de siglo, las consecuencias biodemográficas que determinan todos estos procesos impulsan “una mayor competencia por el empleo entre inmigrantes y población autóctona” (Domínguez, 2006:471).

lunes, 14 de julio de 2014

Resúmenes Sociología del Género Parte 45 y última

En la asignatura Sociología del Género del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, formamos un grupo de trabajo algunas/os compañeras/os y elaboramos los siguientes resúmenes de la bibliografía básica de la asignatura. Derechos reservados de sus autores.


1. -Ehrenreich, Barbara y English, Deirdre (1990): Cap. 1: “Introducción”, en Por su propio bien. (150 años de consejos de los expertos), Madrid: Taurus, pp. 11-41. Javier Prieto González // 2. -Durán, María Ángeles (2006): “Las fronteras sociales del siglo XXI”, en Isabel Morant (Dir.), Historia de las mujeres en España y América Latina. Madrid: Cátedra, Volumen IV “Del Siglo XX a los umbrales del XXI”, pp. 465-493. María Dolores Aviles y José Antonio Delgado Guanche // 3. -Giddens, Anthony (2007), “El género”, en Sociología, Madrid: Alianza Universidad, pp. 441-452. Blas García Ruíz // 4. -Marqués, Josep-Vicent (1991): Cap. 1 (extracto): “Androcentrismo, un caso particular de sociocentrismo”, en Josep-Vicent Marqués y Raquel Osborne, Sexualidad y sexismo. Primera parte: Marqués, “Varón y patriarcado”. Madrid: Fundación Universidad-Empresa, pp. 23-27. Lorenzo Vellarino Cordero // 5. -Osborne, Raquel (1997): "Feminismos", Dossier Debate "La igualdad de la mujer", Temas para el Debate, octubre, nº 35, pp. 46-50. Ruth Cardedal Fernández // 6. -Giddens, Anthony (2007): “Walby: la teorización del patriarcado”, “El ´feminismo negro` y “El feminismo postmoderno”, op.cit., pp. 456-459. Javier Hermoso Ruíz // 7. -Osborne, Raquel (1996): "¿Son las mujeres una minoría"?, Isegoría (Revista de Filosofía Moral y Política), monográfico sobre Multiculturalismo, justicia y tolerancia, Madrid, nº 14, octubre, pp. 79-93. Antonia Pineda Vergara y Fernando Pedro Bruna Quintas // 8. -Giddens, Anthony (2007): “Perspectivas teóricas sobre la familia y las relaciones íntimas”, op. cit., pp. 246-256. Julio Monteagudo Diz // 9. -Ferreira, Virginia (1996), “Mujer y trabajo. La división sexual del trabajo en el análisis sociológico: de natural a socialmente construida”, en María Antonia García de León, Félix Ortega y María Luisa García de Cortázar, (comps.), Sociología de las mujeres españolas, Madrid: Ed. Complutense, pp. 93-119. (Selección: pp. 93-111). Antonio Jesús Acevedo Blanco // 10. -Brullet, Cristina (2004): “La maternidad en occidente y sus condiciones de posibilidad en el siglo XXI”, en Ángeles de la Concha y Raquel Osborne (Eds.): Las mujeres y los niños primero (Discursos de la maternidad). Barcelona, Madrid: Icaria y UNED, pp. 201-228. (Selección: pp.213-228). Antonia Florentina López Caballero // 11. -Osborne, Raquel (2005): “Desigualdad y relaciones de género en las organizaciones: diferencias numéricas, acción positiva y paridad”, Política y Sociedad, vol. 42, nº2, 2005, pp. 163-180. María Aurora Sieiro López // 12. -Torres San Miguel, Laura y Antón Fernández, Eva (2005), Violencia de género, Caja España, Obra Social, Colección: Cartilla de Divulgación (Lo que usted debe saber sobre). (Selección: pp. 18-33). Daniela Isabel Lili Pedraza y Mónica Pedraza Darias // 13. -Osborne, Raquel (2009): Cap. 2, “Malos tratos: un problema estructural”, en Osborne, Raquel: Apuntes sobre violencia de género. Barcelona: Bellaterra Edicions, Serie General Universitaria, pp. 83-136.  Mónica Pedraza Darias Tomás Javier Prieto González // 14. -Platero, Raquel (Lucas) (2013): "Introducción. La interseccionalidad como herramienta de estudio de la sexualidad", en Platero, Intersecciones: cuerpos y sexualidades en la encrucijada. Barcelona: Bellaterra, pp. 15-72. (Selección: pp. 23-48). María Isabel García Duran // 15. -Büchner, J. "Notas para la ponencia “Género y globalización" (versión 2004): 20 pp. Cristina Martínez Blanco

3.5.-MULTICULTURALISMO CRÍTICO

La discusión sobre la identidad y o variedad cultural como consustancial a la existencia de una comunidad política determinada se ha suscitado fundamentalmente como consecuencia de la integración en nuestras sociedades de personas que provienen de contextos culturales muy distintos.

El fenómeno de la inmigración de Oriente Próximo a Europa es consecuencia, entre otras cosas,

·      De la expansión capitalista y lucha con las restricciones que tratan de convertir Europa y USA en fortalezas inexpugnables.

·      De la exportación de unos modos de vida y de una cultura específicamente occidentales (por no decir estadounidenses)

El feminismo comparte, en principio, un fuerte sesgo universalizador en sus principios, aparte de un acento marcadamente europeo o eurocéntrico: El concepto de género, patriarcado…, propios de la crítica feminista, están muy ligados al ámbito específicamente occidental, en el que nació y se desarrolló este movimiento.

Esto plantea serias dificultades a la hora de “exportar” la ideología feminista a otras culturas ajenas a la nuestra y entra potencialmente en conflicto con el “multiculturalismo”.

El “multiculturalismo puede ser entendido como un amplio abanico de posiciones teóricas e ideológicas que van desde simplemente “tolerantes” con las culturas que nos son ajenas hasta puntos de vista conforme a los cuales es imposible enjuiciar críticamente otras culturas y sociedades por no existir ninguna clase de parámetros universales aplicables como horizonte normativo.

QUID DE LA CUESTIÓN: ¿Cómo conjugar unos métodos de crítica y unos valores y principios de vocación universal con el respeto, comprensión y mestizaje con otras culturas?

1.    El argumento “relativista” es empleado por algunos Estados para justificar las desigualdades de derechos reconocidos a sus hombres y mujeres.
2.    También se utiliza para modular hasta el absurdo la aplicación de las diferentes convenciones y resoluciones de la ONU en la materia por parte, fundamentalmente, de los países islámicos.
3.    El hilo relativista, es compartido por gentes con intereses tan contrapuestos como la guerrilla talibán, los jeques de Kuwait o las “feministas de la diferencia”.

¿QUÉ PODEMOS RESPONDER A ESTOS HECHOS Y POSICIONES?

Afirmaciones:
1.    El patriarcado como sistema opresor basado en el diferenciación sexo/género es un hecho “universal”.
En consecuencia, otras culturas comparten el carácter patriarcal con la nuestra, y por tanto existen suficientes similitudes como para aplicarles al menos una parte importante de los conceptos y métodos utilizados por el feminismo.


2.    Dicho sistema de poder ha revestido las más diversas formas y modulaciones según las culturas y los tiempos estudiados.
En consecuencia, podemos evitar aplicar de forma lineal, “ahistórica” y “acultural” tales métodos y conceptos a realidades que presentan grandes diferencias con la nuestra.
Habremos de considerar las condiciones económicas, sociológicas y culturales de cada sociedad.



El feminismo, entendido como crítica y  como método materialista.-histórico, está poco o nada vinculado a soluciones preconcebidas, pudiendo ser empleado para el estudio y ataque de realidades que comparten elementos de opresión comunes a todas las sociedades como es el patriarcado.

domingo, 8 de junio de 2014

Owen Jones: “Las cosas han empeorado desde que escribí 'Chavs'

Artículo de Lucía Lijtmaer publicado el 20 de mayo de 2014 en eldiario.es

Antes de Owen Jones, chav era una palabra para anglófilos. La leías en los medios del Reino Unido asociada a los chicos de chándal que comían pollo frito en la puerta de su vivienda de protección oficial o lo escuchabas de boca del personaje de Vicky Pollard si eras fan de Little Britain. De repente llegó un jovenzuelo rubio con pinta de estudiante y la convirtió en el síntoma de todo un país.
Su libro Chavs, la demonización de la clase obrera (Capitán Swing) ha resultado ser un espejo enfermo y quirúrgico sobre la representación de la clase trabajadora británica en la actualidad. Owen Jones visita España para dar dos conferencias; el lunes estuvo en el CCCB y el martes en el Círculo de Bellas Artes, donde ha diseccionado su trabajo.
¿La demonización de la clase obrera es un fenómeno exclusivamente británico?
La demonización es inevitable en todas partes por las desigualdades. Si lo piensas, la desigualdad es irracional: el poder y la riqueza no deberían estar en manos de tan poca gente. La desigualdad se racionaliza y justifica con la idea de que los miembros de las élites merecen estar donde están porque son más listos y trabajan más, mientras que los que están por debajo merecen estar ahí porque son estúpidos y vagos. Cuanto más desigual es la sociedad, más necesitas demonizarla para justificarlo. El caso del Reino Unido es clave porque es mucho más acuciante especialmente a partir del thatcherismo, donde se produce este cambio en el que la pobreza y la desigualdad ya no se presentan como problemas sociales sino como fracasos individuales.
Hay una frase muy famosa de un político thatcherista: "En los años treinta, cuando mi padre se quedó sin trabajo se subió a su bicicleta y salió a buscarlo". Así, "súbete a la bici" se convirtió en un cliché nacional. Las enormes desigualdades y la fluctuación de la necesidad de la respuesta colectiva al individualismo gubernamental ocurren en otros países, pero es especialmente reseñable en el Reino Unido donde los medios de comunicación sostienen y apoyan este discurso.
Eso se comprueba fácilmente en Chavs, dónde la connivencia entre medios de comunicación y el discurso ultraconservador es evidente.
Sí, los medios lo magnifican todo utilizando ejemplos extremos. El año pasado, el caso de Mick Philpott fue muy famoso: seis de sus 17 hijos murieron en un incendio provocado por él. En el Reino Unido solo hay 190 familias con más de diez hijos en situación de desempleo, pero aparecen constantemente en los medios como un estereotipo de la clase obrera que se aprovecha de los subsidios. Después del juicio, el Daily Mail, el segundo diario más leído, tituló "Otro producto execrable del Estado del bienestar en el Reino Unido". Se culpa al Estado del bienestar por estos casos extremos constantemente.
Resulta chocante cómo el trabajo de investigación revela tanta agresividad explícita por parte de los medios.
Lo terrible es que las cosas han empeorado desde que escribí el libro. En él aludo a varios casos de demonización por parte de la prensa, pero el que te acabo de describir directamente relaciona el Estado del bienestar con un asesinato.
¿Por qué ocurre esto?
Cuando la izquierda reclama más impuestos a los ricos, los medios de comunicación rebaten la idea fomentando la envidia. Lo mismo ocurre con la inmigración: se visibilizan más los casos de inmigrantes que consiguen casas a través de las ayudas sociales para fomentar un discurso racista. Se detallan las pensiones de los trabajadores del sector público -enfermeras, médicos, profesores- para fomentar la envidia de los trabajadores del sector privado. Así, los medios de comunicación magnifican casos para manipular a la opinión pública. Un 0,7% del gasto social está mal empleado, pero la percepción de la gente es que se trata del 27%. Nuestros medios de comunicación, muy ideologizados, no cuentan la realidad tal como es.
¿Cree que algunos de estos medios, como sucede en otros países, deberían ser penados por ley? Por ejemplo, en aquellos que incitan al odio racial.
El tema es que se incita al odio de manera muy sutil. Se expone un caso de derroche de un subsidio y se muestra que se trata de un inmigrante, y con eso basta, el subtexto está ahí. Con el auge de UKIP, el partido de derechas populista que centra su debate en la inmigración, la atmósfera en el Reino Unido se está tornando muy siniestra. Nigel Farage, su líder, dijo la semana pasada que entendía que la gente estuviera preocupada si se mudaba a su barrio un vecino rumano. Recuerda a la campaña tory de los sesenta, que hacía un juego de palabras con una campaña: "Si quieres a un negro como vecino, vota a los laboristas". Ya en esa época la opinión pública se escandalizó, en cambio ahora vuelve a legitimarse la misma idea.
¿Está de acuerdo con que el avance es posible porque es la extrema derecha la que está haciendo la revolución?
Parcialmente sí, por un fracaso de la izquierda, que no ha sabido canalizar la rabia de la gente. La derecha ha logrado trasladar esa rabia contra los banqueros, evasores de impuestos o explotadores hipotecarios hacia sus propios vecinos, inmigrantes y trabajadores del sector público. La derecha logra culpar a la base usando un populismo que hace mella en el público. La izquierda no ha podido con eso, y la derecha ha aprovechado el hueco. Se puede ver en Francia, con las cifras en poblaciones con una potente clase obrera que solía votar al Partido Comunista y ahora votan al Frente Nacional en medio de una crisis económica devastadora.
Entonces, ¿la demonización de la clase obrera es un síntoma o una consecuencia?
La destrucción de la idea de que no existe una clase obrera y que todos somos clase media es la clave. Esta idea, fomentada por políticos y periodistas de clase media, pulveriza el debate sobre las desigualdades, porque si no hay clases sociales, no hay nada que debatir. Se combina con la noción de que los que quedan fuera de la dominante clase media son los vagos y maleantes chavs que no quieren trabajar. Si unimos eso al aumento de pobreza y desigualdad y el cambio de discurso en el que se culpabiliza al trabajador, ya tenemos el discurso completo. La guetización de la clase obrera en viviendas sociales implicó que aquellos con mayores necesidades acabaron separados del resto de la población. Eso hizo mucho más fácil que todo un sector fuera demonizado. Toda la clase empobrecida está concentrada, y el resto de la gente sólo sabe de ellos por lo que cuenta la televisión.
En su libro cita Estates, de Lynsey Hanley, una obra clave que explica exactamente cómo esa guetización fue planeada y fue de todo menos casual.
Es que fue una decisión ideológica. Originalmente, las viviendas de protección oficial promovían unas comunidades mixtas. Aneurin Bevan, creador también de la sanidad pública, dijo que quería recrear los mejores aspectos de aquellos preciosos pueblos ingleses y galeses, donde el doctor y el carnicero vivían puerta con puerta. El problema es que los tories rebajaron la calidad de las construcciones y hacinaron a la gente en monstruosos bloques de pisos que no fomentaban ningún valor comunitario. En los ochenta, al ofrecer los pisos de protección oficial para la venta, se reservó una partida para los más desprotegidos. Eso generó la guetización de las comunidades, pero también su fragmentación y división, ya que todos estaban compitiendo por los mismos pisos.
¿Qué pasa con la cultura pop? En el libro se explora cómo el ocio y el entretenimiento parecen haber desaparecido para el chav.
La idea de que no existen clases sociales en parte proviene de la idea de una democratización de la cultura. Factor X es un programa (de televisión) que podría ver el príncipe Guillermo y también un chav. Antes, la cultura popular era para las masas, mientras que la alta cultura era para la clase media-alta . Y aunque es cierto que resultaría difícil encontrar a alguien de clase obrera en la ópera, la cultura popular se ha ampliado. El problema es que solía ser el refugio y la cultura de la clase obrera -los Beatles son el ejemplo clásico- pero si comparamos las listas de éxitos de 1990 a las de ahora, encontramos que ahora los músicos son todos de clase acomodada y han recibido una educación privada, a la que sólo tiene acceso el 7% de la población.
El ataque a la Seguridad Social y al sistema de becas hace que muy poca gente de clase obrera pueda sostener que sus hijos se dediquen a la música mientras les mantienen sus padres. Lo mismo pasa con el fútbol, tradicionalmente una ocupación de clase obrera. Cuando en los noventa la clase media comenzó a demostrar interés, los precios de las entradas a los partidos subieron, también como un intento de frenar la violencia que se consideraba intrínseca de la clase obrera. Además, se introdujeron los canales de deportes de pago. Al final, la propia cultura de la clase obrera ha acabado siendo inaccesible para ella.
Eso convierte a la clase obrera en consumidora y no productora de su cultura.
Exacto. Junto a un montón de otras profesiones a las que ya la clase obrera no tiene acceso, como la de periodista. Si para ser becario tienes que trabajar gratis durante meses, ¿quién puede pagar eso? Se desplaza la idea de que el talento es lo más importante en favor del dinero que tiene tu familia, no solamente para estudiar sino para producir cultura. Es una barrera de clase relativamente nueva.
Factor X perpetúa en parte el mito conservador de la meritocracia: puedes lograrlo todo si realmente lo intentas.
Sí, y copia una tradición obrera de los clubs de hombres, el karaoke. Pero aunque parezca raro, Factor X resulta positivo para la clase obrera, porque en el reality enseñan las vidas de los concursantes, todos de clase obrera. Es uno de los pocos espacios que muestra a gente de clase trabajadora en su vida cotidiana, en vez de describir situaciones criminalizables. Por otro lado, sí, fomenta una idea en la que todos podemos ser ganadores de una lotería si tenemos talento, y todos podemos llegar a la cumbre si nos esforzamos, lo cual es falso. Por eso las aspiraciones de los jóvenes de clase obrera son poco realistas: estrella del pop, futbolista... Es porque se trata del único modelo que se les ofrece.
Esta demonización tuvo un paréntesis en los noventa, ¿no? El turismo de clase, la imitación del acento cockney...
Sí, se daba mucho en la universidad. Es lo que hicieron Blur, ¿no? (ríe). En los noventa se puso de moda rebajar tu estatus social, demostraba heroicidad. Se veía como algo positivo, porque en el fondo si venías de un entorno obrero, se asumía que estabas ahí por tu talento. En la música el epítome de la glorificación de lo obrero fue Oasis, mientras que ahora está Coldplay, una banda considerada algo ñoña y de entorno privilegiado. Ahora no se me ocurre ningún grupo de la importancia de Oasis que pueda cumplir ese perfil. En la actualidad en las universidades lo que está de moda es ser pijo, incluso sólo estéticamente. El look de Retorno a Brideshead, con sus camisas rosas y sus corbatitas ridículas, ha vuelto, y se organizan fiestas temáticas chavs como manera de echarse unas risas. Es un cambio sustancial.
Tras un libro de tanto éxito como Chavs, ¿qué viene ahora?
Estoy trabajando en un libro sobre la clase dirigente, The Establishment and how do they get away with it (La clase dirigente, y cómo se salen con la suya), y es sobre la clase dominante y lo que hace, basado en una gran cantidad de entrevistas, centrado en cómo gestiona el poder y lo mantiene.
¿Algún descubrimiento interesante?

Que son unos cabrones (ríe). ¡Lo dicen ellos mismos! Describo su mentalidad como un anuncio de L'Oreal: "Porque yo lo valgo". Así justifican sus privilegios políticos y sociales, se suben el sueldo y pasan del sector público al privado sin ningún tipo de remordimiento.

Artículo de Lucía Lijtmaer publicado el 20 de mayo de 2014 en eldiario.es