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miércoles, 23 de julio de 2014

La triada ciudadanía-inmigración-exclusión a debate parte 2

El colectivo de inmigrantes es el más vulnerable en esta realidad y desde la perspectiva de género nos encontramos con más barreras que impiden y dificultan el acceso de las mujeres a las oportunidades en el mercado de trabajo puesto que “(…) el empleo es el ámbito fundamental para conseguir una integración satisfactoria” (Martínez, 2006:251). Se sigue careciendo de instrumentos que faciliten el acceso a igualdad de oportunidades a hombres y mujeres a un puesto de trabajo, y a la eliminación de la discriminación como un mecanismo efectivo de contratación ilegal. Dada la manifiesta ineficacia de los gobiernos relacionada con las migraciones pone de relieve, según Rosa Rodríguez (2006), al menos dos cuestiones significativas:
1.     Una relevante “crisis de gestión resolutiva ante las transformaciones de efecto multiplicador derivadas de las mismas” (Rodríguez, 2006:93).
2.     “La ausencia de una verdadera toma de conciencia de la responsabilidad que tiene de sumir las consecuencias de unos cambios sociales que también han contribuido a generar” (Ibídem:93).

En ese sentido podríamos hablar de minorías emigradas como el “colectivo que presenta una clara situación de desventaja, de inferioridad, de marginación, respecto del grupo social del país de destino. Inferioridad que no sólo es numérica, sino que lo es social, cultural, legal y económica” (Marcos, 2012:10). Existe una precariedad en sus condiciones económicas y también en el ámbito de reconocimiento del derecho a la igualdad y los derechos sociales, económicos y culturales. Estas minorías presentan en común dos rasgos, la procedencia por razones adversas (políticas, económicas, etc.), y la lucha por el reconocimiento de los derechos a la igualdad y a la diferenciación cultural.
Los inmigrantes en la mayoría de las ocasiones son invisibilizados por el contexto societal y por sus inherentes carencias naturales (como el lenguaje), como que han de soportar altos niveles de discriminación y xenofobia. Están claramente en una situación de exclusión social estructural, tanto que ni siquiera se relacionan con los movimientos que luchan por sus derechos. Como decíamos anteriormente, la crisis económica y financiera puede servir de excusa vehicular para solapar este debate en nuestras comunidades, con el objetivo de seguir dando voz a estos colectivos y crear las bases en todas las dimensiones de nuestras sociedades, y para impulsar las políticas necesarias en la búsqueda de su plena integración.
Albert Mora afirma que en nuestras sociedades conviven dos tipos de discursos dicotómicos; por un lado se “le exige a los inmigrantes que se integren adaptándose a las pautas culturales, costumbres y hábitos que consideramos propias de las sociedades avanzadas y desarrolladas” (Mora, 2012:1), y por otro, “(…) la construcción social que hacemos del -otro inmigrante- se inserta en estrategias de inferiorización orientadas a marcar la distinción de ese otro con respectos a nosotros mismos” (Ibídem: 1). La participación social y política de los inmigrantes no aparece en el imaginario colectivo como un requisito esencial para la integración y, no obstante, constituye una de las dimensiones fundamentales para lograr la integración ciudadana de este colectivo. El autor subraya la necesidad de garantizar la participación social de los extranjeros en igualdad de condiciones con respecto a los autóctonos, se establece como una condición ineludible para la construcción de una sociedad plural que integre de forma positiva el hecho migratorio.

Tal como subraya Tezanos, cuando confluyen tantos elementos de vulnerabilidad, marginación y rechazo forman un cuadro, que en aspectos generales, “tiende a perfilar en la sociedad española espacios muy diferenciados de pertenencia cívica y de integración” (Tezanos, 2006:35). En cuanto a la relación con la perspectiva personal, da lugar a trayectorias de mayor riesgo de exclusión social.

lunes, 21 de julio de 2014

Inmigración, mujer, empleo y exclusión social Parte 2


A continuación se recogen algunas aportaciones dentro del objeto de estudio de referencia de mi Trabajo Fin de Grado. Una aproximación a una parte de la amplia documentación existente, que sirve para revisar algunas dimensiones estrechamente relacionadas. Más allá de articular una síntesis del conocimiento académico existente, pretende servir como fundamento específico para el proyecto de investigación. Una forma para poder obtener una discusión permanente con estos autores y alcance de sus conclusiones.

3.4.-Emprendeduría

El Libro Verde de la Comisión Europea (2003) sobre el espíritu empresarial, lo define como “la actitud y el proceso de crear una actividad económica combinando la asunción de riesgos, la creatividad y la innovación con una gestión sólida en una organización nueva o en una ya existente”. En una sociedad en la que el acceso a la independencia económica y el reconocimiento social se vehicula a través del trabajo remunerado, los inmigrantes se enfrentan a una serie de barreras asociadas a su situación. Podemos concebir la migración internacional como un proceso interno del sistema global que está en contínua transformación.
Algunos autores argumentan que dentro de la conducta emprendedora hay que diferenciar “dimensiones corazón” y “dimensiones periféricas” (Brunet, 2009:87). Las dimensiones corazón serían identificar oportunidades, asumir riesgos y crear una nueva empresa. Por su parte, las dimensiones periféricas consistirían en obtener recursos y utilizarlos eficientemente, realizando innovaciones. De esta forma, las dimensiones corazón proporcionan una definición vertebrada que especifica las condiciones mínimas para hablar de conducta emprendedora. Mientras que las dimensiones periféricas describen esa misma conducta, eficaz y eficiente que permite lograr el éxito en la creación y gestión de una nueva empresa. Ambas dimensiones pivotan y giran en torno a los mecanismos de mercado autorregulados hasta el punto de ser absolutamente dependientes de éstos.
Otros autores sugierendos cuestiones bastante simples y cotidianas para explicar las variaciones en el comportamiento emprendedor entre comunidades de inmigrantes” (Rodríguez, 2007:36). En primer lugar, dicho comportamiento podría deberse a los altos niveles de autoempleo que se dan en las comunidades de origen, lo que muestra la importancia que sobre éste puede tener la experiencia empresarial previa. En segundo lugar, a que los inmigrantes tienden a concentrarse en aquellos Estados o países en los que existen mayores incentivos dedicados a la creación e iniciativa empresarial, por lo que es más probable que acaben creando su propio negocio.
3.5.-Perspectiva de género

Centrados en la perspectiva de género, multitud de estudios han advertido la creciente relevancia de la participación femenina en los flujos migratorios internacionales. Se han analizado las razones que originan estas migraciones, la función de la atracción que desempeña el mercado de trabajo, las relaciones de género que subordinan las migraciones familiares como las consecuencias económicas y culturales que “favorecen nuevas formas de organización social, en los países de acogida y en los propios países de origen de las migrantes” (Domínguez, 2011:101). En Canarias nos encontramos con la particularidad de la vinculación histórica del archipiélago, con las costas occidentales de África, y específicamente con la comunidad senegalesa. En el estudio Migraciones de mujeres y perspectiva de género: senegalesas en Canarias elaborado por J. Domínguez indica una cierta feminización en la inmigración senegalesa y la presencia de varias generaciones, lo que muestra el grado de cohesión de este grupo, “frente al carácter más masculinizado y menos consolidado de la comunidad senegalesa en el conjunto de España” (Ibídem: 101). Este autor subraya la importancia de la migración independiente o familiar de las senegalesas, su participación en el mercado de trabajo y el grado de autonomía personal obtenido.
También se ha constatado la precariedad en la ocupación de estas inmigrantes, “que sustituyen a las mujeres autóctonas en empleos poco cualificados y mal pagados” (Guerra, 2006:49). Esta realidad las ha mantenido durante mucho tiempo, totalmente invisibles, en un subsector juzgado como marginal en la estructura ocupacional (servicio doméstico, limpieza, cuidado de enfermos, etc.), además de la inherente incertidumbre que acompaña a estas ocupaciones. La singular economía canaria además promueve una especialización terciaria relevante referente a la ocupación femenina en el mercado laboral, “pues a la feminización del sector servicios se añade la propia terciarización de la estructura productiva de Canarias” (Ibídem:55). Sin embargo, la realidad es que el papel que asumían hasta hace pocas fechas las inmigradas en cuanto a facilitar la participación de la mujer autóctona en el mercado de trabajo formal, deben situarse en el foco de atención en cuanto conocer qué está ocurriendo en estos momentos con este fenómeno.
La feminización de la pobreza en la tierra está íntimamente relacionada con la feminización de la emigración transnacional, así lo sostiene Raquel Guerra en su artículo La inmigración extranjera desde una perspectiva de género. La mujer inmigrante del siglo XXI en Canarias, “cuando la decisión de emigrar responde a razones de supervivencia y el país importador exhibe aspectos atractivos, todo obstáculo a la migración es inevitablemente vencido” (Guerra, 2006:53). Estos procesos migratorios, tal como apuntamos antes, suelen estar relacionados a estrategias familiares, por lo que no deben reducirse a sólo un acto de autonomía personal. Es por ello que siendo África un continente donde la mujer posee un papel relegado en el seno de la estructura social, es muy significativo que no se traduzca en un menor porcentaje de estos movimientos migratorios. Tras el boom migratorio de 2006-2008, la emigración senegalesa hacia Canarias ya es mucho menor, casi residual comparándola con esa etapa. La emigración se apoya en redes sociales que se movilizan o no, en función de la apertura del mercado de trabajo, y en estos momentos es notorio que son frenadas por el contexto económico actual.
Mercedes Jabardo afirma que actualmente impera la lógica de la modernización occidental, y sostienen que hasta los intelectuales africanos piensan que su futuro pasa por incorporarse a las lógicas europeas y a su modelo económico. Jabardo propone aplicar el modelo teórico de la economía política al análisis de las migraciones contemporáneas en su estudio Las lógicas de la inmigración senegalesa en España, y lo hace combinando una perspectiva histórica y multisituada: “el estudio de las instituciones y de las estructuras macro con un enfoque centrado en los actores sociales” (Jabardo, 2011:87). Esta autora afirma que se produce una paradoja: un discurso cada vez más presente en Europa, en la necesidad de repensar la economía como se ha estado haciendo hasta ahora. Es África la que puede ofrecer modelos alternativos para pensar lo económico, donde emergen lógicas de la reciprocidad y la redistribución de las que carece Occidente, como los salarios colectivos o las asociaciones rotativas de ahorro observadas por Rossander en su investigación en Canarias. Repartos que generan multitud de redes básicas allí donde no existe el Estado de bienestar. Así lo afirma igualmente Esther Massó en su estudio Migración Senegalesa en España: (Matrias) de hospitalidad y cosmopolitismo,  “los pueblos (o matrias) africanos, (…) presentan unos valores y un bagaje cultural interesantes para aportar soluciones a los problemas contemporáneos. Su experiencia de la migración, (…) componen un mosaico de valores y tradiciones culturales especialmente pertinentes en el paradigma civilizatorio de la globalización que vivimos hoy (…)” (Massó, 2011:1163).

3.5.1-Cosmopolitas y locales

La antropóloga Eva Ever Rossander ilustra a través del texto titulado Cosmopolitas y locales, un preciso análisis que traza tres dimensiones fundamentales para comprender a los/as nuevos/as migrantes (transnacionales) en este contexto: la feminización de la inmigración senegalesa, la lógica transnacional en las prácticas de las inmigrantes senegalesas, y por último, la estructura de integración en las dinámicas locales.
La mujer senegalesa abraza las costumbres cosmopolitas, en tanto en cuanto éstas fomenten sus propios intereses económicos, se constituyen como empresarias dinámicas, con evidentes competencias para lo cultural y social. Por lo tanto, Ever Rossander subraya que la mujer está entrenada y socializada desde pequeñas a cuidar y mantener relaciones duraderas con otra gente. Donde el estatus económico y social genera respetabilidad y provee a las mujeres una posición prestigiosa, se guían por “ideales y definiciones de bienestar económico (…), que en parte coinciden con criterios globales de éxito económico y hábitos/esquemas de consumo” (Rossander, 2006:126). Por lo que la “integración de lo público con lo privado, lo profano con lo sagrado y lo moral con las realidades de la vida es más cosas de las mujeres que de los hombres” (Ibídem:129). Afirma Ever Rossander que el “estatus económico y social genera respetabilidad y proporciona a las mujeres una posición prestigiosa entre su comunidad de origen” (Jabardo, 2006:121). Señala esta autora cómo todo está “centrado alrededor del dinero: ganar, ahorrar e invertir” (Ibídem:121). Mujeres con ambiciones y estrategias comerciantes que le han permitido integrase en la comunidad local, desde una independencia y libertad de acción notablemente mayor que hubiera sido el caso de su país de origen.

domingo, 20 de julio de 2014

Inmigración, mujer, empleo y exclusión social Parte 1

A continuación se recogen algunas aportaciones dentro del objeto de estudio de referencia de mi Trabajo Fin de Grado. Una aproximación a una parte de la amplia documentación existente, que sirve para revisar algunas dimensiones estrechamente relacionadas. Más allá de articular una síntesis del conocimiento académico existente, pretende servir como fundamento específico para el proyecto de investigación. Una forma para poder obtener una discusión permanente con estos autores y alcance de sus conclusiones.
Los ítem desarrollados a continuación son algunos estudios que han centrado su atención en las diferentes dimensiones del fenómeno migratorio. En primer lugar, se comprueba la existencia de un consenso sobre el factor más importante que explica y define la inmigración en Canarias. En segundo lugar se exploran las estructuras asociativas de los senegaleses en España, cómo se han configurado como un mecanismo de solidaridad y apoyo en la integración sociopolítica de estas personas. A continuación se realizará una breve recensión sobre el mercado laboral, las diversas variables implicadas, y entendiendolo como una primera etapa de la plena integración social de los inmigrantes. Igualmente es necesario aproximarse a las diversas causas de naturaleza psicosocial y cultural que pueden ser concluyentes en el comportamiento emprendedor de los inmigrantes, la participación femenina en el mercado de trabajo y sus complejas relaciones de género en la propia organización sociolaboral. Por último, se abordará la feminización de la inmigración senegalesa, la lógica transnacional en las prácticas de estas mujeres y la estructura de integración en las dinámicas locales. 
3.1.-Causas salida

El análisis de los factores que determinan los movimientos migratorios son muy diversos, y en este sentido, tanto la finalidad de los análisis como las herramientas usadas han progresado de forma relevante desde que Ravestein “enunciara en 1885 The Laws of Migration en el marco de lo que hoy conocemos como Modelos Migratorios Espaciales” (Hernández, 2005:71). Ignacio Urquijo indaga en su trabajo Causas de la emigración subsahariana, los motivos por los que un emigrante subsahariano decide salir de su país, y lo hace desde diferentes perspectivas, la más recurrente por causas económicas pero también otras igual o más relevantes como el déficit de democracia, “la seguridad humana o la conflictividad en la región como desestabilizantes económicos” (Urquijo, 2013:62). Aunque hay un consenso en las investigaciones realizadas en los últimos años en atribuir la importancia de las variables económicas como “factores determinantes de gran peso en la explicación de la inmigración en Canarias” (Hernández, 2005:71).

3.2.-Asociacionismo

Las estructuras asociativas de los senegales en España es el objeto de estudio de Joaquín Giró y Anna Mata. En este estudio se señala la importancia de la forma asociativa como instrumento de sociabilidad e identificación. En un primer momento, centrado en el ámbito asistencial, en la regulación administrativa y búsqueda de trabajo y vivienda, para luego enfocar el interés en la sensibilización sobre determinados aspectos de la cultura y los de cooperación y codesarrollo con asociaciones comunitarias de Senegal. Estos autores afirman que el asociacionismo senegalés tiene un valor añadido que se vincula con la solidaridad, “que es el principio de existencia de las redes (…) que recrean las asociaciones senegalesas de acuerdo a vínculos y relaciones de parentesco, amistad y, sobre todo, de identidad comunitaria, constituyéndose en un elemento simbólico de su cultura” (Giró, 2013:91).
Por tanto, el asociacionismo se configura como un mecanismo de solidaridad y apoyo mutuo muy necesario, en una época de crisis económica como la actual. La actividad asociativa de esta comunidad en España es de gran intensidad (la más numerosa entre la migración subsahariana), y es a través de ella como podemos averiguar “muchos elementos políticos de las culturas senegalesas de origen, como muchos valores vinculados con la migración” (Massó, 2011:1163). Estas asociaciones operan como sólidas estructuras autóctonas y originales de integración sociopolítica, instrumentos clave del valor tradicional africano. Estas asociaciones sirven para producir dinámica comunitaria “entre la propia población senegalesa como para crear integración en la sociedad de llegada (Ibídem:1165), funcionan para todos los efectos como delegaciones consulares, en tanto referente de sus emigrantes en España, además de representar una señal inequívoca de la visibilidad pública de la identidad senegalesa en el país.

3.3.-Mercado laboral

Los inmigrantes en España atraviesan un largo y pedregoso proceso para encontrar trabajo, legalizar su permanencia y no faltar a las renovaciones de los permisos sucesivos. “El mercado de trabajo, la normativa y la acogida institucional pública son parecidos en todo el territorio español, pero su realización concreta está condicionada por el trato que se les da a escala local y por el tipo de relaciones sociales que se establecen” (Sánchez, 2011:56). La inserción se produce de la habitual forma dicotómica; unos la conciben como un hecho social y otros como un problema social.
En los últimos años la inmigración en Canarias ha estado muy relacionada con las transformaciones experimentadas durante esta etapa por el mercado de trabajo regional. Tal como afirma María del Carmen Díaz es su investigación Mercado laboral y nuevos perfiles de la inmigración extranjera en Canarias, el fenómeno de la inmigración se ha definido por su incremento numérico, su heterogeneidad demográfica y laboral, además de su extensión por todas las islas.
A la habitual y conocida inmigración residencial y de ocio europea (fundamentalmente alemana), propia de la condición de destino del archipiélago, hemos visto que se ha incorporado desde finales del siglo pasado “una inmigración económica extracomunitaria que tiene, no obstante, una desigual implantación a escala insular” (Díaz, 2005:181). Algunos autores, van más allá y señalan además la estrecha relación existente entre turismo e inmigración, pues no se nos puede escapar el nicho que ha existido en el sector de servicios turísticos, como en la construcción, muy vinculada a la residencia de muchos jubilados europeos. “Esta combinación se muestra en regiones como Murcia, las Islas Canarias, la Comunidad Valenciana y Andalucía, (…) vinculada a la segunda residencia, (…) un sector turístico muy relevante” (Cánoves, 2009:259).
Nos podemos encontrar en diversas investigaciones el enfoque neoclásico frente a la nueva economía de la migración. Así lo sostienen por ejemplo Anastasia Hernández y Carmelo León en su estudio Comportamiento del migrante internacional en Canarias: enfoque neoclásico versus nueva economía de la migración. Por un lado el enfoque de la economía neoclásica predice que el inmigrante es permanente, y siempre en el caso que maximice las ganancias salariales, y por otro lado, la nueva economía de la migración laboral, que sostiene que el migrante se desplaza con el objeto de conseguir unos objetivos económicos muy definidos. Estos objetivos que afectan a los ingresos familiares en su conjunto, una vez alcanzados, esta persona retornará a su país de origen, por todo ello se entiende que el migrante es circular y no permanente. Estos autores analizan el comportamiento de los migrantes en Canarias, en relación con las economías de origen y de destino.

Es aquí donde se sitúan las trayectorias vitales, las pautas de comportamiento laboral y residencial, las inquietudes, las perspectivas de futuro, los obstáculos, etc., se estructuran todos como determinantes cuando “se trata de analizar el nivel de integración de una comunidad en la sociedad de acogida y/o su voluntad de convertir la experiencia migratoria en un medio para retornar al país de origen” (Díaz, 2010:577). El análisis de una serie de datos de carácter demográfico expresa las particularidades de los saldos migratorios con una mayor imbricación a la evolución de la economía mundial. Tal como sostiene Josefina Domínguez en su estudio La inmigración extranjera en Canarias en el cambio de siglo, las consecuencias biodemográficas que determinan todos estos procesos impulsan “una mayor competencia por el empleo entre inmigrantes y población autóctona” (Domínguez, 2006:471).

sábado, 7 de junio de 2014

Defensa Trabajo Fin de Grado en Sociología UNED

Hola compañeras/os

El pasado 22 de mayo a las 10:30am, defendí mi Trabajo Fin de Grado en Sociología, línea de investigación Mujer y exclusión social. El título de mi investigación es Capacidad emprendedora de las mujeres inmigrantes senegalesas en Canarias como un factor de integración social.

Saludos y mucha suerte

Javier Prieto



domingo, 17 de febrero de 2013

Resúmenes Sociología del Trabajo Parte 4


En la asignatura de Sociología del Trabajo del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, algunos compañeros realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria. Derechos reservados, sus autores.

Tema 1.- La educación profesional para el empleo - Antonio Jesús Acevedo Blanco // Tema 2.- Para una definición social de la juventud  Tomás Javier Prieto González y Ruth Cardedal Fernández // Tema 3.- La ocupabilidad en la familia María Lourdes Ruiz Garde // Tema 4.- Dinámica de la desocupación  Irene Ibañez Sánchez // Tema 5.- Elementos de contexto Blas García Ruiz // Tema 6.- La temporalidad, pacto intergeneracional o imposición Pedro Medina Charavia // Tema 7.- Biografías laborales por sexo y nivel de estudios  Victoria Aguilera Izquierdo // Tema 8.- Dinámica laboral de la inmigración en España Tomás Javier Prieto González



La emancipación de los jóvenes en España

Tradicionalmente la situación de los individuos en la sociedad ha estado dividida por clases sociales y de sexo. Las edades marcaban un camino que las cohortes sucesivas recorrían en una repetición de las pautas establecidas. En la España actual esas edades van siendo un elemento de creciente desigualdad de oportunidades y de posición respecto a la obtención de recursos y de derechos.

Ser joven es estar adquiriendo la dimensión social de las posiciones personales básicas. Relaciones que van configurando una red cuyos nodos son los lugares sociales en los que se instalan o integran los que al hacerlo se convierten en miembros adultos de la sociedad. Cada lugar social es un espacio en el que es factible la vida social. Una vez ocupado, probablemente se mantendrá durante la mayor parte de la vida.

Los jóvenes se enfrentan a la tarea de instituirse como personas sociales invirtiendo los recursos de los que disponen en esa autoconstrucción. Esta ocupación a tiempo completo permite considerarla como un segundo nacimiento. Ese nacimiento social las instituciones procuran a los jóvenes unas condiciones de libertad provisional que favorecen la adaptación colectiva y la acomodación en una sociedad cada día más compleja.

Esta complejidad fuerza a una preparación más extensa, y esa formación se prolonga retrasando la integración social que así se convierte en una tarea que exige más dedicación. Las generaciones anteriores no son ajenas a la responsabilidad de una parte apreciable de este retraso.

Se podría hablar de un segundo crecimiento:

·      El primero se da durante la infancia que es el período vital de crecimiento interno; las relaciones sociales básicas le vienen dadas al individuo por la familia y por la enseñanza primaria.
·      El segundo crecimiento de la juventud es externo y consiste en la adquisición del espacio social exterior. Los componentes son:
La formación; la titulación como forma de apropiación de los conocimientos y reconocimiento público.
El empleo; como ocupación del tiempo; la obtención de recursos y como medio para alcanzar la autonomía económica.
La pareja como formalización de relación de convivencia y/o reproducción.
El domicilio autónomo como territorio físico; lugar de referencia en el que la persona social es localizable; como sede de la empresa reproductiva.

El medio ambiente social en el que se desarrolla esta transición es el grupo de amigos. El aprendizaje de las relaciones tiene en la amistad un espacio privilegiado en el que cabe la prueba y el error; se definen los límites de la confianza.

La edad biológica es la que marca la inserción de las personas en cada momento histórico, se pueden considerar otras edades; cada individuo accede a un estado distinto. Los electos sociales que los jóvenes adquieren delimita en su logro una forma de emancipación y un nuevo espacio de interacción.

En todos los procesos es posible definir un punto de inflexión típico que es aplicable a una amplia mayoría de las biografías personales. Por ejemplo, la salida de los estudios reglados, como fin de la escolarización, marca un punto biográfico a  partir del cual comienza el tiempo para trabajar. Los años cumplidos desde entonces se podrían denominar edad potencialmente activa. La edad laboral como tiempo transcurrido desde el primer empleo o desde la consolidación en el mismo, es un factor casi tan determinante como la edad biográfica.

En las dos últimas décadas el retraso medio de los jóvenes en la entrada a la primera ocupación supera lo dos años. La influencia del paro y la temporalidad un mínimo de seis años. Los varones españoles cuentan con una media de seis años menos de experiencia laboral consolidada respecto a sus antecesores.

La extensión de los estudios profesionales se ha efectuado llevando las universidades a las puertas de sus casas; un modelo de emancipación de los estudiantes contrario al vigente en Europa y EEUU. Mientras que en esos países los estudios profesionales son el camino de la emancipación familiar y domiciliar, en España son a la vez causa y efecto de la prolongación de la dependencia doméstica de la familia de origen.

La emancipación familiar entendida como fin de la convivencia con el padre y la madre a comienzos de 1992, las mujeres menores de 23 años ostentan el dudoso récord de ser las menos emancipadas del siglo. A partir de los 30 años de edad, un cumplimiento de la emancipación de sus padres muy semejante al mayor del siglo. Conviven simultáneamente las mujeres con menos emancipación familiar y las que lo han hecho de forma más temprana, más rápida y más intensa durante todo el siglo. Esto acentúa las diferencias y crea una situación objetiva y una percepción subjetiva de clara desigualdad entre generaciones casi sucesivas. Entre los varones la situación es semejante con la excepción de que los que tuvieron que emanciparse durante la guerra o en la posguerra.

Los jóvenes han encontrado en la prolongada convivencia con sus padres un modo cotidiano de un confort material muy superior al que podrían adquirir fuera de ese escudo frente a las dificultades que es el hogar familiar, La tolerancia de los padres les permite mantener unas cotas de libertad muy superiores a sus antecesores. Que las nuevas generaciones consigan más y mejor formación cultural y profesional que sus mayores abona la democratización de las relaciones paterno-filiales.

La baja cualificación de los mayores y la debilidad del sistema productivo que heredó la democracia ha sido necesario proteger a los trabajadores adultos de una competencia juvenil que podría haber expulsado del empleo a una generación entera en una reconversión social de proporciones incalculables. A partir de 1984 se mantuvieron los contratos indefinidos mientras se reducían los derechos de los nuevos contratados. Ha conducido a una distribución de la antigüedad en la que abundan los asalariados de muy larga permanencia y los recién contratados, mientras que la proporción de trabajadores con una antigüedad de 4 a 8 años es de las más reducidas de Europa. La desigualdad formativa se ha visto compensada por esta desigualdad de derechos y ha producido la igualdad de situación.

La mejora del nivel medio de los puestos de trabajo viene a resultar otra dificultad añadida respecto a integración laboral inicial. Los jóvenes no encuentren posiciones de bajo nivel dificulta su primera inserción. La cualificación sigue siendo un activo importante para conseguir y mantener el trabajo.

El estudio de los efectos de esta cualificación sobre la emancipación muestra que las distintas edades median en gran medida su influencia; los mayores niveles de estudio son un factor positivo para la emancipación, aunque en mayor grado para los varones que para las mujeres. Más compleja es la influencia de la clase social de origen, cuyo efecto sobre la emancipación de las mujeres es prácticamente nulo cuando se controlan sus edades, sus estudios y su situación en la actividad. Entre los varones esta influencia es apreciable.

La temporalidad de los contratos de los jóvenes ha impedido a el acceso a una vivienda. La nutrida presión fiscal sobre los salarios ha impedido la adquisición de sus domicilios. El efecto de constricción sobre el mercado de los alquileres ha cerrado el círculo de la dificultad de logro de una casa donde vivir autónomamente para los jóvenes.

Tanto el matrimonio como la cohabitación se retrasan. La confluencia del paro, de la prolongación de los estudios, de la inestabilidad laboral, del alto precio de la vivienda impide a muchos al emancipación y con ella la formación y la consolidación de las parejas.

La nupcialidad cae. Y como el no casarse no es una opción alternativa a la de vivir juntos, la falta de formación de parejas hace que no aumenten ni los hijos legítimos ni los habidos fuera del matrimonio tal como sucede en los países nórdicos gracias al apoyo del Estado. Cuando en España la mitad del PIB se gasta a través de las Administraciones Públicas para cubrir las necesidades existentes, los jóvenes no obtienen apoyo salvo para estudiar, y se dedican a ello masivamente. Mientras, la emancipación y la reproducción pueden esperar. En 1996, España es el país con la fecundidad más baja del mundo.