lunes, 21 de julio de 2014

Inmigración, mujer, empleo y exclusión social Parte 2


A continuación se recogen algunas aportaciones dentro del objeto de estudio de referencia de mi Trabajo Fin de Grado. Una aproximación a una parte de la amplia documentación existente, que sirve para revisar algunas dimensiones estrechamente relacionadas. Más allá de articular una síntesis del conocimiento académico existente, pretende servir como fundamento específico para el proyecto de investigación. Una forma para poder obtener una discusión permanente con estos autores y alcance de sus conclusiones.

3.4.-Emprendeduría

El Libro Verde de la Comisión Europea (2003) sobre el espíritu empresarial, lo define como “la actitud y el proceso de crear una actividad económica combinando la asunción de riesgos, la creatividad y la innovación con una gestión sólida en una organización nueva o en una ya existente”. En una sociedad en la que el acceso a la independencia económica y el reconocimiento social se vehicula a través del trabajo remunerado, los inmigrantes se enfrentan a una serie de barreras asociadas a su situación. Podemos concebir la migración internacional como un proceso interno del sistema global que está en contínua transformación.
Algunos autores argumentan que dentro de la conducta emprendedora hay que diferenciar “dimensiones corazón” y “dimensiones periféricas” (Brunet, 2009:87). Las dimensiones corazón serían identificar oportunidades, asumir riesgos y crear una nueva empresa. Por su parte, las dimensiones periféricas consistirían en obtener recursos y utilizarlos eficientemente, realizando innovaciones. De esta forma, las dimensiones corazón proporcionan una definición vertebrada que especifica las condiciones mínimas para hablar de conducta emprendedora. Mientras que las dimensiones periféricas describen esa misma conducta, eficaz y eficiente que permite lograr el éxito en la creación y gestión de una nueva empresa. Ambas dimensiones pivotan y giran en torno a los mecanismos de mercado autorregulados hasta el punto de ser absolutamente dependientes de éstos.
Otros autores sugierendos cuestiones bastante simples y cotidianas para explicar las variaciones en el comportamiento emprendedor entre comunidades de inmigrantes” (Rodríguez, 2007:36). En primer lugar, dicho comportamiento podría deberse a los altos niveles de autoempleo que se dan en las comunidades de origen, lo que muestra la importancia que sobre éste puede tener la experiencia empresarial previa. En segundo lugar, a que los inmigrantes tienden a concentrarse en aquellos Estados o países en los que existen mayores incentivos dedicados a la creación e iniciativa empresarial, por lo que es más probable que acaben creando su propio negocio.
3.5.-Perspectiva de género

Centrados en la perspectiva de género, multitud de estudios han advertido la creciente relevancia de la participación femenina en los flujos migratorios internacionales. Se han analizado las razones que originan estas migraciones, la función de la atracción que desempeña el mercado de trabajo, las relaciones de género que subordinan las migraciones familiares como las consecuencias económicas y culturales que “favorecen nuevas formas de organización social, en los países de acogida y en los propios países de origen de las migrantes” (Domínguez, 2011:101). En Canarias nos encontramos con la particularidad de la vinculación histórica del archipiélago, con las costas occidentales de África, y específicamente con la comunidad senegalesa. En el estudio Migraciones de mujeres y perspectiva de género: senegalesas en Canarias elaborado por J. Domínguez indica una cierta feminización en la inmigración senegalesa y la presencia de varias generaciones, lo que muestra el grado de cohesión de este grupo, “frente al carácter más masculinizado y menos consolidado de la comunidad senegalesa en el conjunto de España” (Ibídem: 101). Este autor subraya la importancia de la migración independiente o familiar de las senegalesas, su participación en el mercado de trabajo y el grado de autonomía personal obtenido.
También se ha constatado la precariedad en la ocupación de estas inmigrantes, “que sustituyen a las mujeres autóctonas en empleos poco cualificados y mal pagados” (Guerra, 2006:49). Esta realidad las ha mantenido durante mucho tiempo, totalmente invisibles, en un subsector juzgado como marginal en la estructura ocupacional (servicio doméstico, limpieza, cuidado de enfermos, etc.), además de la inherente incertidumbre que acompaña a estas ocupaciones. La singular economía canaria además promueve una especialización terciaria relevante referente a la ocupación femenina en el mercado laboral, “pues a la feminización del sector servicios se añade la propia terciarización de la estructura productiva de Canarias” (Ibídem:55). Sin embargo, la realidad es que el papel que asumían hasta hace pocas fechas las inmigradas en cuanto a facilitar la participación de la mujer autóctona en el mercado de trabajo formal, deben situarse en el foco de atención en cuanto conocer qué está ocurriendo en estos momentos con este fenómeno.
La feminización de la pobreza en la tierra está íntimamente relacionada con la feminización de la emigración transnacional, así lo sostiene Raquel Guerra en su artículo La inmigración extranjera desde una perspectiva de género. La mujer inmigrante del siglo XXI en Canarias, “cuando la decisión de emigrar responde a razones de supervivencia y el país importador exhibe aspectos atractivos, todo obstáculo a la migración es inevitablemente vencido” (Guerra, 2006:53). Estos procesos migratorios, tal como apuntamos antes, suelen estar relacionados a estrategias familiares, por lo que no deben reducirse a sólo un acto de autonomía personal. Es por ello que siendo África un continente donde la mujer posee un papel relegado en el seno de la estructura social, es muy significativo que no se traduzca en un menor porcentaje de estos movimientos migratorios. Tras el boom migratorio de 2006-2008, la emigración senegalesa hacia Canarias ya es mucho menor, casi residual comparándola con esa etapa. La emigración se apoya en redes sociales que se movilizan o no, en función de la apertura del mercado de trabajo, y en estos momentos es notorio que son frenadas por el contexto económico actual.
Mercedes Jabardo afirma que actualmente impera la lógica de la modernización occidental, y sostienen que hasta los intelectuales africanos piensan que su futuro pasa por incorporarse a las lógicas europeas y a su modelo económico. Jabardo propone aplicar el modelo teórico de la economía política al análisis de las migraciones contemporáneas en su estudio Las lógicas de la inmigración senegalesa en España, y lo hace combinando una perspectiva histórica y multisituada: “el estudio de las instituciones y de las estructuras macro con un enfoque centrado en los actores sociales” (Jabardo, 2011:87). Esta autora afirma que se produce una paradoja: un discurso cada vez más presente en Europa, en la necesidad de repensar la economía como se ha estado haciendo hasta ahora. Es África la que puede ofrecer modelos alternativos para pensar lo económico, donde emergen lógicas de la reciprocidad y la redistribución de las que carece Occidente, como los salarios colectivos o las asociaciones rotativas de ahorro observadas por Rossander en su investigación en Canarias. Repartos que generan multitud de redes básicas allí donde no existe el Estado de bienestar. Así lo afirma igualmente Esther Massó en su estudio Migración Senegalesa en España: (Matrias) de hospitalidad y cosmopolitismo,  “los pueblos (o matrias) africanos, (…) presentan unos valores y un bagaje cultural interesantes para aportar soluciones a los problemas contemporáneos. Su experiencia de la migración, (…) componen un mosaico de valores y tradiciones culturales especialmente pertinentes en el paradigma civilizatorio de la globalización que vivimos hoy (…)” (Massó, 2011:1163).

3.5.1-Cosmopolitas y locales

La antropóloga Eva Ever Rossander ilustra a través del texto titulado Cosmopolitas y locales, un preciso análisis que traza tres dimensiones fundamentales para comprender a los/as nuevos/as migrantes (transnacionales) en este contexto: la feminización de la inmigración senegalesa, la lógica transnacional en las prácticas de las inmigrantes senegalesas, y por último, la estructura de integración en las dinámicas locales.
La mujer senegalesa abraza las costumbres cosmopolitas, en tanto en cuanto éstas fomenten sus propios intereses económicos, se constituyen como empresarias dinámicas, con evidentes competencias para lo cultural y social. Por lo tanto, Ever Rossander subraya que la mujer está entrenada y socializada desde pequeñas a cuidar y mantener relaciones duraderas con otra gente. Donde el estatus económico y social genera respetabilidad y provee a las mujeres una posición prestigiosa, se guían por “ideales y definiciones de bienestar económico (…), que en parte coinciden con criterios globales de éxito económico y hábitos/esquemas de consumo” (Rossander, 2006:126). Por lo que la “integración de lo público con lo privado, lo profano con lo sagrado y lo moral con las realidades de la vida es más cosas de las mujeres que de los hombres” (Ibídem:129). Afirma Ever Rossander que el “estatus económico y social genera respetabilidad y proporciona a las mujeres una posición prestigiosa entre su comunidad de origen” (Jabardo, 2006:121). Señala esta autora cómo todo está “centrado alrededor del dinero: ganar, ahorrar e invertir” (Ibídem:121). Mujeres con ambiciones y estrategias comerciantes que le han permitido integrase en la comunidad local, desde una independencia y libertad de acción notablemente mayor que hubiera sido el caso de su país de origen.

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