A continuación se recogen algunas aportaciones dentro
del objeto de estudio de referencia de mi Trabajo Fin de Grado. Una aproximación
a una parte de la amplia documentación existente, que sirve para revisar
algunas dimensiones estrechamente relacionadas. Más allá de articular una síntesis
del conocimiento académico existente, pretende servir como fundamento específico
para el proyecto de investigación. Una forma para poder obtener una discusión
permanente con estos autores y alcance de sus conclusiones.
3.4.-Emprendeduría
El Libro Verde de la Comisión Europea (2003) sobre el
espíritu empresarial, lo define como “la
actitud y el proceso de crear una actividad económica combinando la asunción
de riesgos, la creatividad y la innovación con una gestión sólida en una
organización nueva o en una ya existente”. En una sociedad en la que el acceso a la
independencia económica y el reconocimiento social se vehicula a través del
trabajo remunerado, los inmigrantes se enfrentan a una serie de barreras
asociadas a su situación. Podemos concebir la migración internacional como un
proceso interno del sistema global que está en contínua transformación.
Algunos autores argumentan que dentro de la conducta
emprendedora hay que diferenciar “dimensiones
corazón” y “dimensiones periféricas”
(Brunet, 2009:87). Las dimensiones corazón serían identificar oportunidades,
asumir riesgos y crear una nueva empresa. Por su parte, las dimensiones periféricas
consistirían en obtener recursos y utilizarlos eficientemente, realizando
innovaciones. De esta forma, las dimensiones corazón proporcionan una
definición vertebrada que especifica las condiciones mínimas para hablar de
conducta emprendedora. Mientras que las dimensiones periféricas describen esa
misma conducta, eficaz y eficiente que permite lograr el éxito en la creación
y gestión de una nueva empresa. Ambas dimensiones pivotan y giran en torno a
los mecanismos de mercado autorregulados hasta el punto de ser absolutamente
dependientes de éstos.
Otros autores sugieren “dos cuestiones bastante simples y cotidianas para explicar las
variaciones en el comportamiento emprendedor entre comunidades de inmigrantes”
(Rodríguez, 2007:36). En primer lugar, dicho comportamiento podría deberse a
los altos niveles de autoempleo que se dan en las comunidades de origen, lo que
muestra la importancia que sobre éste puede tener la experiencia empresarial
previa. En segundo lugar, a que los inmigrantes tienden a concentrarse en
aquellos Estados o países en los que existen mayores incentivos dedicados a la
creación e iniciativa empresarial, por lo que es más probable que acaben
creando su propio negocio.
3.5.-Perspectiva
de género
Centrados en la perspectiva de género, multitud de
estudios han advertido la creciente relevancia de la participación femenina en
los flujos migratorios internacionales. Se han analizado las razones que
originan estas migraciones, la función de la atracción que desempeña el mercado
de trabajo, las relaciones de género que subordinan las migraciones familiares
como las consecuencias económicas y culturales que “favorecen nuevas formas de
organización social, en los países de acogida y en los propios países de origen
de las migrantes” (Domínguez, 2011:101). En Canarias nos encontramos con la
particularidad de la vinculación histórica del archipiélago, con las costas
occidentales de África, y específicamente con la comunidad senegalesa. En el
estudio Migraciones de mujeres y
perspectiva de género: senegalesas en Canarias elaborado por J. Domínguez
indica una cierta feminización en la inmigración senegalesa y la presencia de
varias generaciones, lo que muestra el grado de cohesión de este grupo, “frente
al carácter más masculinizado y menos consolidado de la comunidad senegalesa en
el conjunto de España” (Ibídem: 101).
Este autor subraya la importancia de la migración independiente o familiar de
las senegalesas, su participación en el mercado de trabajo y el grado de
autonomía personal obtenido.
También se ha constatado la precariedad en la ocupación
de estas inmigrantes, “que sustituyen a las mujeres autóctonas en empleos poco
cualificados y mal pagados” (Guerra, 2006:49). Esta realidad las ha mantenido
durante mucho tiempo, totalmente invisibles, en un subsector juzgado como
marginal en la estructura ocupacional (servicio doméstico, limpieza, cuidado de
enfermos, etc.), además de la inherente incertidumbre que acompaña a estas
ocupaciones. La singular economía canaria además promueve una especialización
terciaria relevante referente a la ocupación femenina en el mercado laboral, “pues
a la feminización del sector servicios se añade la propia terciarización de la
estructura productiva de Canarias” (Ibídem:55).
Sin embargo, la realidad es que el papel que asumían hasta hace pocas fechas
las inmigradas en cuanto a facilitar la participación de la mujer autóctona en
el mercado de trabajo formal, deben situarse en el foco de atención en cuanto
conocer qué está ocurriendo en estos momentos con este fenómeno.
La feminización de la pobreza en la tierra está íntimamente
relacionada con la feminización de la emigración transnacional, así lo sostiene
Raquel Guerra en su artículo La inmigración
extranjera desde una perspectiva de género. La mujer inmigrante del siglo XXI
en Canarias, “cuando la decisión de emigrar responde a razones de
supervivencia y el país importador exhibe aspectos atractivos, todo obstáculo a
la migración es inevitablemente vencido” (Guerra, 2006:53). Estos procesos
migratorios, tal como apuntamos antes, suelen estar relacionados a estrategias
familiares, por lo que no deben reducirse a sólo un acto de autonomía personal.
Es por ello que siendo África un continente donde la mujer posee un papel
relegado en el seno de la estructura social, es muy significativo que no se
traduzca en un menor porcentaje de estos movimientos migratorios. Tras el boom
migratorio de 2006-2008, la emigración senegalesa hacia Canarias ya es mucho
menor, casi residual comparándola con esa etapa. La emigración se apoya en
redes sociales que se movilizan o no, en función de la apertura del mercado de
trabajo, y en estos momentos es notorio que son frenadas por el contexto económico
actual.
Mercedes Jabardo afirma que actualmente impera la lógica
de la modernización occidental, y sostienen que hasta los intelectuales
africanos piensan que su futuro pasa por incorporarse a las lógicas europeas y
a su modelo económico. Jabardo propone aplicar el modelo teórico de la economía
política al análisis de las migraciones contemporáneas en su estudio Las lógicas de la inmigración senegalesa en
España, y lo hace combinando una perspectiva histórica y multisituada: “el
estudio de las instituciones y de las estructuras macro con un enfoque centrado
en los actores sociales” (Jabardo, 2011:87). Esta autora afirma que se produce
una paradoja: un discurso cada vez más presente en Europa, en la necesidad de
repensar la economía como se ha estado haciendo hasta ahora. Es África la que
puede ofrecer modelos alternativos para pensar lo económico, donde emergen lógicas
de la reciprocidad y la redistribución de las que carece Occidente, como los
salarios colectivos o las asociaciones rotativas de ahorro observadas por
Rossander en su investigación en Canarias. Repartos que generan multitud de
redes básicas allí donde no existe el Estado de bienestar. Así lo afirma
igualmente Esther Massó en su estudio Migración
Senegalesa en España: (Matrias) de hospitalidad y cosmopolitismo, “los pueblos (o matrias) africanos, (…)
presentan unos valores y un bagaje cultural interesantes para aportar
soluciones a los problemas contemporáneos. Su experiencia de la migración, (…)
componen un mosaico de valores y tradiciones culturales especialmente
pertinentes en el paradigma civilizatorio de la globalización que vivimos hoy (…)”
(Massó, 2011:1163).
3.5.1-Cosmopolitas
y locales
La antropóloga Eva Ever Rossander ilustra a través
del texto titulado Cosmopolitas y locales,
un preciso análisis que traza tres dimensiones fundamentales para comprender a
los/as nuevos/as migrantes (transnacionales) en este contexto: la feminización
de la inmigración senegalesa, la lógica transnacional en las prácticas de las
inmigrantes senegalesas, y por último, la estructura de integración en las dinámicas
locales.
La mujer senegalesa abraza las costumbres
cosmopolitas, en tanto en cuanto éstas fomenten sus propios intereses económicos,
se constituyen como empresarias dinámicas, con evidentes competencias para lo
cultural y social. Por lo tanto, Ever
Rossander subraya que la mujer está
entrenada y socializada desde pequeñas a cuidar y mantener relaciones duraderas
con otra gente. Donde el estatus económico y social genera respetabilidad y
provee a las mujeres una posición prestigiosa, se guían por “ideales y
definiciones de bienestar económico (…), que en parte coinciden con criterios
globales de éxito económico y hábitos/esquemas de consumo” (Rossander,
2006:126). Por lo que la “integración de lo público con lo privado, lo profano
con lo sagrado y lo moral con las realidades de la vida es más cosas de las
mujeres que de los hombres” (Ibídem:129).
Afirma Ever Rossander que el “estatus
económico y social genera respetabilidad y proporciona a las mujeres una posición
prestigiosa entre su comunidad de origen” (Jabardo, 2006:121). Señala esta
autora cómo todo está “centrado alrededor del dinero: ganar, ahorrar e invertir”
(Ibídem:121). Mujeres con ambiciones
y estrategias comerciantes que le han permitido integrase en la comunidad
local, desde una independencia y libertad de acción notablemente mayor que
hubiera sido el caso de su país de origen.
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