Mostrando entradas con la etiqueta identidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta identidad. Mostrar todas las entradas

domingo, 23 de abril de 2017

Etnografía virtualizada: la observación participante y la entrevista semiestructurada en línea Parte II


La difícil construcción de la identidad en línea

El etnógrafo busca ser aceptado en el grupo como uno más. Hay que tejer relaciones para crear lazos de confianza, amistad o complicidad. Y para hacerlo hay que crear un rostro virtual, un nick. Su elección nos puede servir para iniciar una conversación en un chat pues se le vincula con la personalidad del sujeto (los nicks más femeninos dan pie a aproximaciones amistosas más o menos sexualizadas).

En la investigación se obvian nicks reveladores de la investigación etnográfica. Pero aquí surge un dilema ético; lo correcto parecía plantear de inicio la investigación, pero se desconocía quiénes eran los interlocutores o como eran sus relaciones. Finalmente, la ‘confesión’ se pospuso a un momento posterior, de mayor confianza (se pararía la investigación si no se obtenía la aceptación).



Para la investigación, las etnógrafas utilizan preferencias personales propias y pronto se contagian del lenguaje y la dinámica de la comunidad virtual, lo que planteó tensiones entre la identidad personal y el roll investigador. Se superó pronto la consideración de newbies en el chat, adoptando y reconfigurando las identidades en línea y convirtiéndose pronto en miembros del grupo virtual.



Entrevista semiestructurada

Tras la adaptación inicial, en el periodo de observación participante se decide guionizar una entrevista a los participantes en el chat para ampliar información. El guion nace de las impresiones recogidas hasta ese momento, y tomando en consideración los objetivos principales de la investigación; las relaciones de género en espacios de chat. Se realizaron 39 entrevistas abiertas con una pregunta anzuelo y una serie de preguntas guionizadas, pero con libertad en su planteamiento. Existía contacto directo con la founder del chat y las preguntas se convirtieron en topic del canal



La textualidad

En la relación virtualizada, el carácter textual de la interacción es un elemento básico (aunque también existe comunicación no verbal, ésta no posee soporte físico). En su lugar, se utilizan formas distintas para incorporar señales del contexto socioemocional en el mismo lenguaje, como es el caso de los emoticones. En un chat debemos refinar los recursos a utilizar, considerando que no siempre nos sirven los de la vida real.

En los chats se realiza un uso económico del lenguaje, abreviaturas y otras estrategias creativas, además de interrupción y no respeto por el turno de palabra en la interlocución. El lenguaje se vuelve críptico y novedoso para newbies. Algunos lo llaman nuevo lenguaje electrónico, otros empeoramiento del lenguaje.

El ritmo de la conversación

El chat posee un ritmo de la conversación diferente al real. En el diálogo basado en el esquema pregunta-respuesta, la parte investigadora pregunta pero el interlocutor no siempre responde inmediatamente. Se suele producir un paso de tiempo en el que no se sabe si ha tenido lugar la recepción, si ésta ha sido entendida o no quieren contestar. En esta ‘incertidumbre’ se utilizan elementos como puntos suspensivos para llamar la atención sobre su vida virtual o física (saludos, despedidas, pausas, citas para momentos posteriores,…). En estas pausas, que se rellenaban completando el libro de campo, afloraba cierto grado de impaciencia en las investigadoras.



Las respuestas son breves, cortas (seis palabras de media) y con un lenguaje encriptado y/o gráfico. Las personas con las que se habían entablado mayores relaciones de confianza, con rasgos de liderazgo, muestran respuestas más cortas ante preguntas directas que el resto de interlocutores. Los otros se hacen más participativos. Conclusión; el entrevistado/a no siempre asume el proceso autorreflexivo o la capacidad de metacomunicar sobre el propio estilo de comunicación. La comunicación sincronizada que se creía positiva al hacer posible la valoración y el replanteamiento de preguntas, y la posibilidad de actualizar el cuestionamiento en la interlocución, no siempre supone la posibilidad de éxito.


Ardévol, E., Bertrán, M., Callén, B y Pérez, C. (2003) Etnografía virtualizada: la observación participante y la entrevista semiestructurada en línea. Athenea Digital, núm. 3: 72-92 (primavera 2003). Universitat Oberta de Catalunya. 

sábado, 6 de agosto de 2016

Gerd Baumann. Gramáticas de Identidad/Alteridad: Un enfoque Estructural


Gerd Baumann se pregunta en qué medida es posible determinar gramáticas tanto para identificarse uno mismo como para alterizar a otros. La respuesta resulta en una exposición de tres gramáticas que subyacen a los procesos de construcción de identidad/alteridad. Para este propósito Baumann utiliza y adapta las obras de Edward Said, E. E. Evans-Pritchard y Louis Dumont; utilizando a estos autores como guías acerca de cómo diferentes discursos ordenan las relaciones entre el yo y los otros.
Me ha parecido muy interesante el análisis que realiza Gerd Baumann sobre las tres gramáticas, que aún pareciendo binarias, él sostiene que son ternarias, cada una de una forma distinta. Es así que la gramática de la tripartición se hace más visible en las relaciones de interacción. Baumann se interesa especialmente por dos órdenes: En primer lugar, el ordenamiento de la interacción por estructuras lingüísticas. Para este caso Baumann revisa las lingüísticas estructuralistas de Emile Benveniste aplicadas con la ayuda del sociólogo Lech Mróz. Y en segundo lugar el ordenamiento de la interacción por estructuras maritales, para lo cual retoma la antropología estructuralista de Claude Lévi-Strauss.
Baumann se cuestiona si unas gramáticas podrán ser mejores que otras, y considera que la respuesta habrá de buscarse en cada situación en particular, aunque conjetura que las formas orientalistas pueden funcionar de forma relativamente pacífica, pero sólo cuando quienes orientalizan reconocen que el orientalizado hace su contribución con algo muy diferente, pero igualmente necesario.
Baumann pasa por el tamiz de la falsación popperiana su hipótesis sobre la violencia y a través de la práctica del lenguaje, en concreto a los usos del lenguaje, y tal como cita el mismo autor “no al nivel de la langue (lengua) sino al de la parole (habla)”. Baumann utiliza el test de Popper para su hipótesis de que toda construcción de sí misma conlleva una construcción de la alteridad, junto con la noción asociada de que toda alterización es mala. Para esto debe anticipar los criterios de su propia falsabiliad.
Esto me ha hecho recordar las bases teóricas del estructuralismo, y su interés por el giro lingüístico. Esa distinción que hace Baumann es la misma que interesa, a Ferdinand de Saussure entre langue y parole. Pues la parole constituiría pues el discurso real, el modo en que los hablantes usan el lenguaje para expresarse. Aunque para para él el científico debía centrarse en el análisis de la langue, el sistema formal del lenguaje, y no en los modos subjetivos en los que los actores lo usan. Baumann quiere aproximarse al uso cotidiano del lenguaje (parole) para conocer la implosión de toda gramática legitimada de alteridad; las conexiones por medio de las gramáticas entre lenguaje y violencia excepcional que alumbrar el problema de la violencia.
Bibliografía
Baumann, G. (2010) Gramáticas de Identidad/Alteridad: Un enfoque Estructural, en Francisco Cruces y Beatriz Pérez Galán, comps., Textos de antropología contemporánea, 95-142. UNED, Madrid.
Castro Nogueira, L. et alia (2008) Metodología de las ciencias sociales. Una inrtoducción crítica. Tecnos. Madrid.

lunes, 14 de julio de 2014

Resúmenes Sociología del Género Parte 45 y última

En la asignatura Sociología del Género del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, formamos un grupo de trabajo algunas/os compañeras/os y elaboramos los siguientes resúmenes de la bibliografía básica de la asignatura. Derechos reservados de sus autores.


1. -Ehrenreich, Barbara y English, Deirdre (1990): Cap. 1: “Introducción”, en Por su propio bien. (150 años de consejos de los expertos), Madrid: Taurus, pp. 11-41. Javier Prieto González // 2. -Durán, María Ángeles (2006): “Las fronteras sociales del siglo XXI”, en Isabel Morant (Dir.), Historia de las mujeres en España y América Latina. Madrid: Cátedra, Volumen IV “Del Siglo XX a los umbrales del XXI”, pp. 465-493. María Dolores Aviles y José Antonio Delgado Guanche // 3. -Giddens, Anthony (2007), “El género”, en Sociología, Madrid: Alianza Universidad, pp. 441-452. Blas García Ruíz // 4. -Marqués, Josep-Vicent (1991): Cap. 1 (extracto): “Androcentrismo, un caso particular de sociocentrismo”, en Josep-Vicent Marqués y Raquel Osborne, Sexualidad y sexismo. Primera parte: Marqués, “Varón y patriarcado”. Madrid: Fundación Universidad-Empresa, pp. 23-27. Lorenzo Vellarino Cordero // 5. -Osborne, Raquel (1997): "Feminismos", Dossier Debate "La igualdad de la mujer", Temas para el Debate, octubre, nº 35, pp. 46-50. Ruth Cardedal Fernández // 6. -Giddens, Anthony (2007): “Walby: la teorización del patriarcado”, “El ´feminismo negro` y “El feminismo postmoderno”, op.cit., pp. 456-459. Javier Hermoso Ruíz // 7. -Osborne, Raquel (1996): "¿Son las mujeres una minoría"?, Isegoría (Revista de Filosofía Moral y Política), monográfico sobre Multiculturalismo, justicia y tolerancia, Madrid, nº 14, octubre, pp. 79-93. Antonia Pineda Vergara y Fernando Pedro Bruna Quintas // 8. -Giddens, Anthony (2007): “Perspectivas teóricas sobre la familia y las relaciones íntimas”, op. cit., pp. 246-256. Julio Monteagudo Diz // 9. -Ferreira, Virginia (1996), “Mujer y trabajo. La división sexual del trabajo en el análisis sociológico: de natural a socialmente construida”, en María Antonia García de León, Félix Ortega y María Luisa García de Cortázar, (comps.), Sociología de las mujeres españolas, Madrid: Ed. Complutense, pp. 93-119. (Selección: pp. 93-111). Antonio Jesús Acevedo Blanco // 10. -Brullet, Cristina (2004): “La maternidad en occidente y sus condiciones de posibilidad en el siglo XXI”, en Ángeles de la Concha y Raquel Osborne (Eds.): Las mujeres y los niños primero (Discursos de la maternidad). Barcelona, Madrid: Icaria y UNED, pp. 201-228. (Selección: pp.213-228). Antonia Florentina López Caballero // 11. -Osborne, Raquel (2005): “Desigualdad y relaciones de género en las organizaciones: diferencias numéricas, acción positiva y paridad”, Política y Sociedad, vol. 42, nº2, 2005, pp. 163-180. María Aurora Sieiro López // 12. -Torres San Miguel, Laura y Antón Fernández, Eva (2005), Violencia de género, Caja España, Obra Social, Colección: Cartilla de Divulgación (Lo que usted debe saber sobre). (Selección: pp. 18-33). Daniela Isabel Lili Pedraza y Mónica Pedraza Darias // 13. -Osborne, Raquel (2009): Cap. 2, “Malos tratos: un problema estructural”, en Osborne, Raquel: Apuntes sobre violencia de género. Barcelona: Bellaterra Edicions, Serie General Universitaria, pp. 83-136.  Mónica Pedraza Darias Tomás Javier Prieto González // 14. -Platero, Raquel (Lucas) (2013): "Introducción. La interseccionalidad como herramienta de estudio de la sexualidad", en Platero, Intersecciones: cuerpos y sexualidades en la encrucijada. Barcelona: Bellaterra, pp. 15-72. (Selección: pp. 23-48). María Isabel García Duran // 15. -Büchner, J. "Notas para la ponencia “Género y globalización" (versión 2004): 20 pp. Cristina Martínez Blanco

3.5.-MULTICULTURALISMO CRÍTICO

La discusión sobre la identidad y o variedad cultural como consustancial a la existencia de una comunidad política determinada se ha suscitado fundamentalmente como consecuencia de la integración en nuestras sociedades de personas que provienen de contextos culturales muy distintos.

El fenómeno de la inmigración de Oriente Próximo a Europa es consecuencia, entre otras cosas,

·      De la expansión capitalista y lucha con las restricciones que tratan de convertir Europa y USA en fortalezas inexpugnables.

·      De la exportación de unos modos de vida y de una cultura específicamente occidentales (por no decir estadounidenses)

El feminismo comparte, en principio, un fuerte sesgo universalizador en sus principios, aparte de un acento marcadamente europeo o eurocéntrico: El concepto de género, patriarcado…, propios de la crítica feminista, están muy ligados al ámbito específicamente occidental, en el que nació y se desarrolló este movimiento.

Esto plantea serias dificultades a la hora de “exportar” la ideología feminista a otras culturas ajenas a la nuestra y entra potencialmente en conflicto con el “multiculturalismo”.

El “multiculturalismo puede ser entendido como un amplio abanico de posiciones teóricas e ideológicas que van desde simplemente “tolerantes” con las culturas que nos son ajenas hasta puntos de vista conforme a los cuales es imposible enjuiciar críticamente otras culturas y sociedades por no existir ninguna clase de parámetros universales aplicables como horizonte normativo.

QUID DE LA CUESTIÓN: ¿Cómo conjugar unos métodos de crítica y unos valores y principios de vocación universal con el respeto, comprensión y mestizaje con otras culturas?

1.    El argumento “relativista” es empleado por algunos Estados para justificar las desigualdades de derechos reconocidos a sus hombres y mujeres.
2.    También se utiliza para modular hasta el absurdo la aplicación de las diferentes convenciones y resoluciones de la ONU en la materia por parte, fundamentalmente, de los países islámicos.
3.    El hilo relativista, es compartido por gentes con intereses tan contrapuestos como la guerrilla talibán, los jeques de Kuwait o las “feministas de la diferencia”.

¿QUÉ PODEMOS RESPONDER A ESTOS HECHOS Y POSICIONES?

Afirmaciones:
1.    El patriarcado como sistema opresor basado en el diferenciación sexo/género es un hecho “universal”.
En consecuencia, otras culturas comparten el carácter patriarcal con la nuestra, y por tanto existen suficientes similitudes como para aplicarles al menos una parte importante de los conceptos y métodos utilizados por el feminismo.


2.    Dicho sistema de poder ha revestido las más diversas formas y modulaciones según las culturas y los tiempos estudiados.
En consecuencia, podemos evitar aplicar de forma lineal, “ahistórica” y “acultural” tales métodos y conceptos a realidades que presentan grandes diferencias con la nuestra.
Habremos de considerar las condiciones económicas, sociológicas y culturales de cada sociedad.



El feminismo, entendido como crítica y  como método materialista.-histórico, está poco o nada vinculado a soluciones preconcebidas, pudiendo ser empleado para el estudio y ataque de realidades que comparten elementos de opresión comunes a todas las sociedades como es el patriarcado.

sábado, 28 de junio de 2014

Menores transexuales en la escuela: la familia decide

Artículo de Javier Ramajo publicado el 23 de junio de 2014 en eldiario.es


Las familias con menores transexuales serán los responsables del trato dispensado hacia éstos en los colegios andaluces. Los padres y madres decidirán cómo los profesores y compañeros han de dirigirse y actuar hacia un menor transexual, considerando siempre el género con el que se siente identificado el alumno o la alumna. Es la conclusión más importante que se desprende del protocolo de actuación sobre identidad de género en el sistema educativo andaluz, que este viernes presenta la Junta de Andalucía, después de que se apruebe la ley en el Parlamento.
El protocolo, que tiene como finalidad ofrecer pautas que permitan abordar de la forma más adecuada la atención educativa a los menores transexuales, garantizando el libre desarrollo de su personalidad y la no discriminación por motivos de identidad de género, es fruto del que la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA) puso en la mesa del consejero de Educación el pasado octubre ante la demanda de varias familias de menores con problemas en colegios públicos y concertados de Andalucía, que tuvo en el colegio San Patricio de Málaga el caso más conocido.
El texto, al que ha tenido acceso eldiario.es/andalucia y que incluye también las aportaciones de la Asociación de Madres y Padres de Menores Transexuales 'Chrysalis', incluye una serie de medidas educativas básicas en el centro que se contemplarán en el plan de convivencia y en el plan de igualdad del colegio, e implica especialmente al equipo docente a la hora de, por ejemplo, "indicar al profesorado y personal no docente del centro que se dirija al alumno o alumna por el nombre con el que acuerden la familia y el o la menor" o "adecuar la documentación administrativa del centro en aquellas situaciones en las que sea necesario (listas de clase, boletín informativo de notas, carnet de estudiante...)".
También, en los casos en los que el centro no disponga de aseos o vestuarios unisex, "se garantizará que tenga acceso a los aseos y vestuarios que le corresponda de acuerdo con su identidad de género". Asimismo, si en el centro es obligatorio vestir un uniforme y éste es diferenciado, se deberá reconocer el derecho de vestir con uniforme femenino o masculino en función de la identidad de género. Independientemente de la exigencia o no de uniforme se garantizará, en cualquier caso, la igualdad en el uso de cualquier vestimenta.
Se trata de un texto que ha sido consensuado entre Consejería de Educación y colectivos transexuales. Los problemas en algunos centros escolares han provocado que su elaboración haya discurrido paralela a los últimos trámites de la ley de transexualidad, que se aprueba este miércoles y que exige este tipo de protocolos en ámbitos específicos. En este caso, se pretende acabar con la discriminación por identidad de género en los centros educativos, en coherencia con el espíritu de la ley regional.
El vacío normativo existente hasta la fecha hacía que los directores de los centros pudieran negarse a tratar de una u otra manera a los menores transexuales, algo que ya no será posible a la luz de un protocolo que marca el interés superior del menor en todos los aspectos relativos a su interrelación con profesores y compañeros, en relación con el género que los menores sienten como propio, y en la coordinación de posibles actuaciones conjuntas en su beneficio.

El objetivo de esta herramienta, de obligado cumplimiento, es prevenir y evitar situaciones de transfobia, discriminación, exclusión, acoso escolar o de violencia de género, desde una coordinación institucional que permita identificar sus necesidades y adoptar, en su caso, medidas que faciliten una adecuada respuesta educativa y de asesoramiento a los menores, su familia y al profesorado. El protocolo y las medidas o consideraciones recogidas en él deberán ser atendidas en todos los centros sostenidos con fondos públicos del sistema educativo andaluz.
"La transexualidad cuando se manifiesta en edades tempranas puede presentar una especial vulnerabilidad que se traduce en problemas de integración y de rechazo social, que en el ámbito educativo pueden desembocar en un índice de abandono escolar no deseado y fracaso escolar, con la consiguiente repercusión en el futuro personal y profesional", argumenta el protocolo.
Detección e intervención inicial con el alumnado
El texto hace hincapié en situaciones en las que, por ejemplo, la familia comunica al centro una identidad de género de un menor escolarizado o en proceso de escolarización. La dirección del centro educativo trasladará esta información al equipo de orientación para analizar el caso y poder identificar las necesidades educativas, contando con el consentimiento expreso del padre, madre o representantes legales.
Además, cuando cualquier miembro del equipo docente observe en un alumno o alumna la presencia de conductas transexuales que manifiesten una identidad de género no coincidente con el sexo asignado al nacer, lo comunicará a la familia a través de una entrevista donde se recomendará iniciar un proceso de análisis para favorecer su adecuada integración en el centro.
También se asesorará a la familia sobre los recursos del Servicio de Salud de atención primaria que le correspondan. La valoración del menor será remitida al centro educativo, a través de la familia y previo consentimiento de ésta, con recomendaciones a seguir para la adecuada respuesta educativa en relación con el género que el menor sienta como propio.
Como medidas complementarias, el protocolo también contempla la conveniencia de ofrecer formación especializada a los equipos docentes y equipos directivos. En cualquier caso, se incluirá en la oferta formativa la diversidad sexual y de género, haciendo especial hincapié en el conocimiento de la realidad transexual, y el protocolo contempla que se impartan talleres de sensibilización e información al alumnado acompañados de asesoramiento por profesionales en la materia.

Artículo de Javier Ramajo publicado el 23 de junio de 2014 en eldiario.es

viernes, 13 de junio de 2014

Resúmenes Sociología del Género Parte 23

En la asignatura Sociología del Género del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, formamos un grupo de trabajo algunas/os compañeras/os y elaboramos los siguientes resúmenes de la bibliografía básica de la asignatura. Derechos reservados de sus autores.


1. -Ehrenreich, Barbara y English, Deirdre (1990): Cap. 1: “Introducción”, en Por su propio bien. (150 años de consejos de los expertos), Madrid: Taurus, pp. 11-41. Javier Prieto González // 2. -Durán, María Ángeles (2006): “Las fronteras sociales del siglo XXI”, en Isabel Morant (Dir.), Historia de las mujeres en España y América Latina. Madrid: Cátedra, Volumen IV “Del Siglo XX a los umbrales del XXI”, pp. 465-493. María Dolores Aviles y José Antonio Delgado Guanche // 3. -Giddens, Anthony (2007), “El género”, en Sociología, Madrid: Alianza Universidad, pp. 441-452. Blas García Ruíz // 4. -Marqués, Josep-Vicent (1991): Cap. 1 (extracto): “Androcentrismo, un caso particular de sociocentrismo”, en Josep-Vicent Marqués y Raquel Osborne, Sexualidad y sexismo. Primera parte: Marqués, “Varón y patriarcado”. Madrid: Fundación Universidad-Empresa, pp. 23-27. Lorenzo Vellarino Cordero // 5. -Osborne, Raquel (1997): "Feminismos", Dossier Debate "La igualdad de la mujer", Temas para el Debate, octubre, nº 35, pp. 46-50. Ruth Cardedal Fernández // 6. -Giddens, Anthony (2007): “Walby: la teorización del patriarcado”, “El ´feminismo negro` y “El feminismo postmoderno”, op.cit., pp. 456-459. Javier Hermoso Ruíz // 7. -Osborne, Raquel (1996): "¿Son las mujeres una minoría"?, Isegoría (Revista de Filosofía Moral y Política), monográfico sobre Multiculturalismo, justicia y tolerancia, Madrid, nº 14, octubre, pp. 79-93. Antonia Pineda Vergara y Fernando Pedro Bruna Quintas // 8. -Giddens, Anthony (2007): “Perspectivas teóricas sobre la familia y las relaciones íntimas”, op. cit., pp. 246-256. Julio Monteagudo Diz // 9. -Ferreira, Virginia (1996), “Mujer y trabajo. La división sexual del trabajo en el análisis sociológico: de natural a socialmente construida”, en María Antonia García de León, Félix Ortega y María Luisa García de Cortázar, (comps.), Sociología de las mujeres españolas, Madrid: Ed. Complutense, pp. 93-119. (Selección: pp. 93-111). Antonio Jesús Acevedo Blanco // 10. -Brullet, Cristina (2004): “La maternidad en occidente y sus condiciones de posibilidad en el siglo XXI”, en Ángeles de la Concha y Raquel Osborne (Eds.): Las mujeres y los niños primero (Discursos de la maternidad). Barcelona, Madrid: Icaria y UNED, pp. 201-228. (Selección: pp.213-228). Antonia Florentina López Caballero // 11. -Osborne, Raquel (2005): “Desigualdad y relaciones de género en las organizaciones: diferencias numéricas, acción positiva y paridad”, Política y Sociedad, vol. 42, nº2, 2005, pp. 163-180. María Aurora Sieiro López // 12. -Torres San Miguel, Laura y Antón Fernández, Eva (2005), Violencia de género, Caja España, Obra Social, Colección: Cartilla de Divulgación (Lo que usted debe saber sobre). (Selección: pp. 18-33). Daniela Isabel Lili Pedraza y Mónica Pedraza Darias // 13. -Osborne, Raquel (2009): Cap. 2, “Malos tratos: un problema estructural”, en Osborne, Raquel: Apuntes sobre violencia de género. Barcelona: Bellaterra Edicions, Serie General Universitaria, pp. 83-136.  Mónica Pedraza Darias Tomás Javier Prieto González // 14. -Platero, Raquel (Lucas) (2013): "Introducción. La interseccionalidad como herramienta de estudio de la sexualidad", en Platero, Intersecciones: cuerpos y sexualidades en la encrucijada. Barcelona: Bellaterra, pp. 15-72. (Selección: pp. 23-48). María Isabel García Duran // 15. -Büchner, J. "Notas para la ponencia “Género y globalización" (versión 2004): 20 pp. Cristina Martínez Blanco

1.     La división sexual del trajo en la familia  en el mercado de trabajo.

Punto de partida de estas teorías es considerar en conjunto la división sexual en ambas esferas del trabajo (mercantil y no mercantil) y considerar globalmente lo doméstico y lo productivo, lo privado  lo público. Establecen una ruptura epistemológica a través de la concepción del capitalismo y del patriarcado como sistemas autónomos de opresión  explotación que se refuerzan mutuamente.

1.1. Teorías de sistemas duales.

Hipótesis de que la dominación de las mujeres y la opresión de clase están esencialmente separadas y pertenecen a esferas diferentes: la dominación de las mujeres pertenece a la esfera privada  opera a través del patriarcado; la opresión de clase pertenece a la esfera pública y opera a través del capitalismo.

·       Christine Delphy (1970), existen dos modos de producción diferentes el capitalista y el doméstico; la mujeres son explotadas por los hombres en el seno del modo de producción doméstico. La relevancia de la teoría de Delphy radicó en la relevancia económica concedida a la producción doméstica de las mujeres y contribuyó para que les fuese reconocido a las actividades domésticas de las mujeres el estatuto de trabajo, además redescubre la familia como unidad económica. El inconveniente es que presupone que todas las mujeres son domésticas y hace imposible pensar globalmente en una sociedad, pues coloca a hombres y mujeres viviendo en esferas separadas.
·       Heidi Hartmann (1975), acera las corrientes feministas al marxismo. Crítica las teorías del dualismo del mercado de trabajo  las teorías marxistas porque prestan poca atención a la segregación del empleo en función del sexo. Es el patriarcado lo que produce y reproduce esta segregación, pues a través de las prácticas obstaculizadores de acceso de las mujeres a la formación profesional  a los sindicatos, los hombres mantiene el control sobre las organizaciones. El control patriarcal de las oportunidades e empleo y los bajos salarios femeninos empujan a las mujeres al matrimonio, hacia la esfera doméstica y la dependencia de los hombres. Se da una continua interacción de sistemas interrelacionados, el capitalismo y el patriarcado. El capitalismo produce los puestos  el patriarcado produce a las personas que ocuparan esos puestos.
·       Sylvia Walby (1986; 1988) el patriarcado para esta autora es un modo de producción doméstico  un sistema interrelaciona de estructuras sociales diversas a través de las cuales los hombres explotan a las mujeres. Identifica las siguientes estructuras autónomas del  patriarcado: el trabajo doméstico, el trabajo remunerado, el estado, la cultura, la violencia masculina y la sexualidad. Walby afirma que la subordinación de las mujeres a casa es una consecuencia y no una condición de las prácticas patriarcales en el mercado de trabajo. Los principales responsables de esas prácticas de exclusión son los sindicatos en complicidad con el Estado. Críticas; nivel demasiado economicista no tiene en cuenta las prácticas sociales de los individuos concretos, pierde de vista la influencia de las ideologías.

Críticas a estas teorías;

  1. Presuponer que el capitalismo produce puestos vacíos, que serán posteriormente ocupados por personas con determinadas características les lleva a considerar el sexo como una variable intrínseca.
  2. Teorías incluidas en un conjunto de teorías denominadas categoriales, caracterizadas por tomas a los hombres y a las mujeres como categorías sociales homogéneas.



1.2. Las teorías de las relaciones sociales de sexo. 

El concepto de transversalidad de las relaciones sociales de sexo ocupa un lugar central en las teorías de las relaciones sociales de sexo, se destacan a través de este concepto el lugar central del papel de las relaciones sociales de sexo en todas las esferas de la vida social: económica, política, simbólica.

Para ello se parte de la idea de que tanto mujeres como hombres están simultáneamente en las dos esferas, la productiva  la reproductiva, en las estructuras económicas y en las familiares. En el estudio de cualquier fenómeno se debe analizar conjuntamente los procesos de producción y de reproducción, la fábrica y la casa.

Se concibe igualmente las relacione sociales de sexo como relación social que puede revestirse de varias modalidades concretas: de antagonismo, de contradicción, de complementariedad, de paradoja; actuando tanto separadamente como en simultáneo, dependiendo del campo social en consideración. Definidas las elaciones sociales de sexo como complementarias, antagónicas y conflictuales, actúan en varias esferas, de producción y de reproducción,  en varios registros, materiales y simbólicos.

Pese a que se le acusa a esta perspectiva de conservar un carácter estático, o sea, de explicar el estado actual de las cosas;  en estas teorías se contribuye al reconocimiento de la necesidad de analizar conjuntamente ambas esferas, la de la familia y la del empleo, conjugando una sociología estructural con otra estratégica de los agentes que confiere un lugar central a las representaciones sociales, a lo simbólico y a la subjetividad individual en la reproducción de las relaciones sociales de sexo. 

Finalmente se desdibuja la referencia a la especificidad femenina, hombres  mujeres son ambos sujetos/objetos sexuados.

2.     La identidad como concepto de ligazón entre estructuras sociales y acción social.

El objetivo es incorporar las relaciones sociales de sexo como una dimensión del trabajo, reflejadas en la segregación sexual de las ocupaciones. Las posiciones de hombres y mujeres en el empleo son construidas a través del discurso y de la acción de instituciones, como el Estado y el mercado de trabajo, y de que las identidades subjetivas masculinas y femeninas están también constituidas en los contextos de trabajo. Así, el análisis sociológico ha venido a mostrar que la división sexual del trabajo sigue modelos diferenciados según las sociedades, desafiando, de este modo, a concepciones naturalistas y a argumentos economicistas.
La desnaturalización (disociación de los rasgos biológicos) y la desfucionalización (disociación de las necesidades de la familia o del capitalismo) de la división sexual del trabajo nos llevan a una definición que tenga en cuenta que los términos en que el mundo es  comprendido por las personas son objetos sociales, productos de la interacción social históricamente situada.

Estas contribuciones están ligadas a dos cuestiones fundamentales:

a)     Una definición de género sexual desnaturalizada; (definición constructivista de género sexual) Georg H. Mead. Concepto de self. así el género sexual no es algo que se posea, sino algo que se hace en la interacción cotidiana, como una parte de un proceso continuo de construcción social a través del cual la sociedad y los sujetos se constituyen, muchas veces, de forma paradójica. En este sentido Scott (1986) define el género sexual como un proceso de constitución de las relaciones sociales basadas en las diferencias percibidas ente los sexos. La diferencia entre mujeres y hombres es constante, ahora bien la amplitud de esa diferencia y los aspectos particulares en que se manifiesta es algo sometido a variaciones regionales e históricas.

b)     Una concepción de identidad personal y social no esencialista y desfuncionalizada; para una concepción constructivista de identidad. Al enfrentarse con la realidad objetiva, los sujetos sociales recurren a una construcción subjetiva a partir de la cual interpretan  moldean el mundo en los términos de lo que valoran en sí mismos. Esa fuente de sentido necesaria para la estabilidad personal y para la comprensión del mundo es la identidad. Lleva implícitos conceptos de self y de autoestima y comprende valores actitudes, creencias y la personalidad y los rasgos asociados a ésta.

Introducida la dimensión sexual de la identidad podemos aplicar el mismo razonamiento a las mujeres, inmersas en una sociedad dominada por valores como la autonomía  una ética de derechos, mientras que las exigencias sociales que se les hacen están más cerca de valores como la solidaridad y una ética de cuidados.

La centralidad de las relaciones de sexo en las organizaciones está cada vez más reconocida, principalmente por los estudios etnográficos. Estos estudios han demostrado que las relaciones sociales de sexo tienen un papel fundamental en la determinación de las formas de autoridad y de supervisión que afectan al status, a las remuneraciones  las formas contractuales; así como a la cualificación que se le atribuye a cada tarea. Han puesto de manifiesto, además que las relaciones sociales de sexo son altamente relevantes en las interacciones vis a vis en los grupos de trabajo y afectan a la construcción social de las categorías ocupacionales y a su tipificación en términos de masculino y femenino.
Sandra Harding (1986) distingue tres niveles para la investigación:

  1. El nivel individual de la construcción d los sujetos sexuados.
  2. Nivel social de la división sexual del trabajo y de las instituciones sociales, en general;
  3. Nivel simbólico del género sexual como metáfora.

Las relaciones sociales de sexo son producidas en múltiples lugares en todas las sociedades, en las occidentales, hay que contar con los sistemas familiares y de parentesco, con la acción del Estado y con la organización de la producción.

Las identidades y las relaciones sociales de sexo son parte integrante de nuestra cultura que percibe como lo masculino se valora más que lo femenino. El poder social capacita a alguien o institución para  imponer una definición de las situaciones  para establecer los términos en que los fenómenos y los problemas deben ser planteados. Éste parece ser uno de los principales fundamentos para una división sexual del trabajo marcada por los desequilibrios y por la segregación.

martes, 14 de enero de 2014

Resúmenes Sociología Política Parte 38

En la asignatura Sociología Política del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, elaboré los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.


TEMA 1: Las múltiples relaciones entre sociedad y política. El campo de estudio de la sociología política. "Sociedad y política: una relación multidimensional" Autores: Maria Luz Morán y Jorge Benedicto. Capítulo 1 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 // TEMA 2: El proceso histórico de modernización. Estado y mercado, las dos instituciones claves “Modernización y cambio sociopolítico" - Autor: Enrique Gil Calvo. Capítulo 11 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009) // TEMA 3: El surgimiento y desarrollo de la democracia en la sociedad capitalista "Democracia y sociedad industrial" - Autor: Ludolfo Paramio. Capítulo 5 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 4: Las bases sociales de la política democrática "El concepto de cleavage en las ciencias sociales" Autora: Susana Aguilar. Capítulo 1 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007. "Elecciones para elegir" Autora: Elisa Chuliá. Capítulo 6 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007.// TEMA 5: La construcción de los universos políticos de los ciudadanos. Socialización y cultura política "La construcción de los universos políticos de los ciudadanos" Autor: Jorge Benedicto. Capítulo 8 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 6: Participación y acción colectiva "Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación" Auotres: Maria Jesus Funes y Jordi Monferrer. Capítulo 1 del libro de R. Adell y M.J.  Funes, Movimientos Sociales: Cambio social y participación. Madrid, UNED, 2003. "Participación política, grupos y movimientos". Autor: Gianfranco Pasquino. Capítulo 5 del libro de G. Pasquino y otros, Manual de Ciencia Política. Madrid, Alianza Editorial, 1991.

1.1.        Teorías de la identidad

Según Pizzorno un individuo no puede realizar un cálculo racional preciso de los costes de la participación, dado que le es imposible anticipar cuáles serán los beneficios que de ella obtendrá en un futuro, puesto que no es posible asegurar que sus criterios de valoración van a permanecer inmutables a lo largo del tiempo: nunca existe la certeza necesaria para un cálculo en términos exclusivamente racionales, dado que l apercepción de la eficacia varía a lo largo del tiempo. El individuo no puede comparar los costes actuales de su participación con los beneficios, que previsiblemente no serán inmediatos, dado que cada “yo” está compuesto por una retahíla de yoes que se van sucediendo en una secuencia temporal y que se superpone a la interacción con otros yoes en el momento presente. Esto supone entender a cada persona como un yo en evolución permanente, lo que dificulta una exacta evaluación de preferencias en términos estrictamente racionales.

Pizzorno considera que la incertidumbre de este cálculo individual se supera parcialmente por la seguridad que aporta el “reconocimiento colectivo” derivado de la participación en una asociación, términos de prestigio, respeto, amistad, afecto, honor, etc.; entramos en el campo de la formación de identidades colectivas. Para que una persona decida participar, puede ser objetivo suficiente la posibilidad de formar su propia identidad, implicándose en una identidad colectiva que le resulta sugestiva, donde la asociación concreta actuará como círculo de reconocimiento. La participación de algunos sujetos que no se entiende desde la fórmula de maximización de beneficios cobra sentido desde esta perspectiva.

En este paso de identificación con el grupo se subraya como elemento fundamental: los límites de la participación vienen marcados por los límites de la identificación con el grupo. Para Klandermans la identificación grupal es la imagen de la identidad colectiva del grupo proyectada en el individuo. No puede construirse una identidad colectiva sin que los individuos se identifiquen con el grupo y participen activamente en la fabricación de esa identidad compartida.

1.2.        Interaccionismo simbólico, construcción social de la protesta y análisis de marcos

Algunos autores denominan sociología creativa; engloba aportaciones de un conjunto de enfoques teórico-metodológicos que van desde la sociología fenomenológica y cognitiva a las sociologías interpretativas y de la vida cotidiana (Schütz, Mead, Garfinkel). Se pretende revalorizar l aimportancia del sujeto y de la intersubjetividad. Los seres humanos no están meramente determinados por los hechos o las fuerzas sociales; están constantemente dando forma y creando sus propios mundos sociales en interacción con otros; que de esta constante definición y recreación provienen los motivos colectivamente construidos y vividos por los que los sujetos orientan su acción; y que se requiere métodos especiales para el estudio de estas “empresas sociales creativas”.

Mead, Blummer, Turner y Killiam llamaron la atención sobre el hecho de que las interpretaciones y significados atribuidos a la realidad son fruto de la interacción y comunicación entre individuos; son el resultado de sus relaciones y mutuas influencias en diversos contextos sociales. En el espacio intersubjetivo de interacción y comunicación las personas van construyendo socialmente la “realidad” y las distintas interpretaciones de la misma. Lo significativo para la acción será la manera en que estos agentes perciban, definan, e interpreten estos condicionamientos y el significado que, subjetiva e intersubjetivamente, otorguen a las posibilidades y limitaciones que poseen para intervenir.

Berger y Luckmann quienes desde la sociología del conocimiento, abrieron el camino para un nuevo paradigma teórico. Esta perspectiva construccionista ha sido desarrollada y aplicada a ámbitos de estudio diversos como la sexualidad, las identidades políticas o los movimientos sociales. La etiqueta de “construcción social” se ha convertido en un paraguas teórico bajo el cual se cobijan una pluralidad de enfoques que coinciden en destacar la naturaleza social de los procesos de significación, interpretación y construcción de significados, puesto que tienen lugar en la interacción entre los individuos. Ésta es la razón por la cual su aplicación al análisis de los movimientos sociales se conceptualiza como construcción social de la protesta. Desde esta perspectiva sociopsicológica aquello que los movimientos sociales definen como “problema” es el resultado de procesos de definición colectiva de la situación, que cristaliza en situaciones “etiquetadas” como problema. Los problemas, carencias o de mandas no son susceptibles de protesta por el mero hecho de su existencia objetiva, no ha “hechos daos”. Los tiempos cambian y con ellos nuestra forma de percibir y valorar la realidad: la definición de la realidad que podíamos considerar algo “objetivo”, no es más que la interpretación subjetiva de los eventos acorde con las condiciones coyunturales de espacio y tiempo. Por ello hablamos de definición de la situación, resaltando que la objetivación de motivos para la movilización es una construcción social. Este enfoque viene a completar las distintas perspectivas teóricas sobre los movimientos sociales al adoptar como tesis subyacentes que la movilización depende de la forma en que se enmarcan las diversas variables y del grado en que éstas ee relacionan con los objetivos de la movilización.

Lo que se está proponiendo es prestar atención a la forma en que los suhetos traducen las condiciones macroestructurales en predisposiciones individuales para la movilización: los movimiento son considerados como agentes productores de significado, comprometidos en al construcción de sentido en competencia con otros actores sociales; aquí la relevancia que adquieren para su estudio los elementos culturales, ideológicos y simbólicos. Los movimientos destacan algunos aspectos de la realidad sobre otros, les asignan significado, y definen como problemáticas determinadas situaciones sociales con la finalidad de movilizar a sus antagonistas. Por marco de acción colectiva se entiende un “esquema interpretativo” que simplifica y destaca una realidad social, y que integra un conjunto básico de creencias y significados orientados a la acción que inspiran, legitiman y posibilitan sus actividades y campañas. Animando así a la protesta. Por medio de una atribución de responsabilidades y de la articulación de propuestas alternativas, los movimientos sociales consiguen dar sentido al mundo social de los participantes.

Hunt, Benford y Snow señalan tres tareas fundamentales a realizar por las organizaciones de los movimientos en la construcción de marcos para la movilización colectiva, mediante:

       1)      Marcos de diagnóstico, donde se definen determinados acontecimientos o situaciones como problemáticas y susceptibles de cambio, se señalan ciertos agentes sociales como responsables de haber causado el problema y se les adjudica el rol de antagonistas. Todo esto se concreta en dos marcos interpretativos especializados:
·      Marco de identidad: define un “Nosotros” agraviado.
·      Marco de injusticia: debe concretar uno “otros” oponentes (antagonistas), responsables de la injusticia percibida.
       2)      Marco de pronóstico, establece propuestas para corregir esa situación problemática especificando qué debería hacerse y quién tendría que hacerlo: objetivos específicos, tácticas y estrategias a seguir.
       3)      Marcos de motivación, a través del cual los movimientos se enfrentan al objetivo de concienciación de sus seguidores al establecer los motivos adecuados que justifican la acción a favor de una causa.

Se procede así a la “movilización de la acción”: la implicación de las personas que comparten una identidad colectiva en la acción conjunta. Para ello se desarrollan los:

·      Marcos especializados de eficacia que implica la creación y difusión entre los potenciales activistas y simpatizantes de creencias sobre la eficacia de la movilización: es que la acción colectiva depende de expectativas anticipadas de éxito o fracaso. Si las personas actúan de manera colectiva es en parte porque creen que su acción será eficaz, que el cambio al que aspiran es posible, pero que no sucederá si no tiene lugar la acción colectiva.
·      Marco de costes/beneficios permite indagar cómo influyen el discurso del movimiento y el contexto afectivo-normativo en que se desenvuelve el individuo, es su percepción de los costes y beneficios asociados a la participación.

La teoría de la construcción social de la protesta y el análisis de marcos resultan adecuados, no sólo para analizar la dimensión individual de la movilización, sino también para delimitar los aspectos culturales de la protesta, dada la centralidad de la actividad simbólica en la configuración de los marcos de significado y en el diseño de las identidades.