El objetivo de la ciencia es el descubrimiento de la verdadera
naturaleza de la realidad mediante la recogida de datos objetivos sobre ella,
subraya Rollwagen (1995). En este sentido, la teoría debe subordinarse a los
datos, y el cine etnográfico ha supuesto un nuevo medio para su recolección.
Otra perspectiva propone atender a los hechos como medio individual de
observación de la realidad, aunque no es una opción muy generalizada. La
función objetiva de la cámara apoya la idea de la importancia científica de la
etnografía y el cine etnográfico, frente a una suposición más teórica. Se
afirma que el cine etnográfico es la grabación de una realidad socialmente
construida, tal y como es realmente, una objetividad que libera a los cineastas
de acudir a la teoría para crear productos audiovisuales.
Según Gabriela (2011:2) la cultura se manifiesta de manera abstracta y a
través de símbolos visibles incrustados en los gestos, ceremonias, rituales y
artefactos situados en ambientes construidos y naturales. La cámara es otra extensión
instrumental de nuestros sentidos, uno que puede grabar en una escala baja de
la abstracción, y sólo el investigador puede guiar el enfoque de la cámara para
capturar información significativa para el estudio. Es difícil para los
investigadores tener un proceso imparcial por sus prejuicios y proyecciones
personales, lo que puede comprometer la calidad del estudio. Aprender a ver con
precisión visual, para ver la cultura en todos sus detalles complejos es un
reto para el trabajador de campo cuya formación es más literaria que visual.
La etnografía moderna traslada lo visual a palabras. Mientras que la
información etnográfica puede ser registrada visualmente, el conocimiento
científico se traslada a través de los datos del texto escrito. Pink (2001) sostiene
que el análisis académico no busca convertir la evidencia visual en
conocimiento verbal, sino que hablamos de un proceso analítico de construcción
de conexiones de sentido entre experiencias de investigación y los materiales
que representan varios tipos de conocimiento. En este sentido, una imagen
ilustra un trabajo de campo, y éste se complementa con otros textos. Las
imágenes contextualizan y forman un set de diferentes representaciones que
contextualizan los datos de la investigación.
Lo visual influye en los modos de vida contemporáneos (Freitag, 2012).
Las imágenes siguen mecanismos de política e ideología que manipulan la
representación visual, afectando a nuestras decisiones y gustos. Y en todo
ello, tradicionalmente se ha destacado la importancia del progreso en la
comunicación audiovisual con la evolución de la fotografía, la televisión o la
aparición de Internet. El uso que realizan los medios audiovisuales de la
imagen ayuda a determinar y difundir la representación de identidades culturales
a lo largo del tiempo. Éste concepto también evoluciona y hoy hablamos de
auto-representación en la investigación social.
Se trata de una antropología visual preocupada por el material visual
empleado en la investigación antropológica, por el estudio de sistemas visuales
y de la cultura visible generadora de textos visuales (hoy esta disciplina
estudia la antropología social a través de fotografías y filmografías como
instrumentos de observación). La antropología visual se acerca a los estudios
culturales, el arte, la sociología visual, la teoría del cine o la fotografía y
divulga sus hallazgos a través del texto etnográfico (con independencia de la
forma que adopte).
BIBLIOGRAFÍA
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Can the association between these fields generate valuable insights into the
diverse patterns of urban behaviour? Diversity and unity: Proceedings of
IASDR2011, the 4th World Conference on Design Research.
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