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jueves, 10 de julio de 2014

Resúmenes Sociología del Género Parte 41

En la asignatura Sociología del Género del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, formamos un grupo de trabajo algunas/os compañeras/os y elaboramos los siguientes resúmenes de la bibliografía básica de la asignatura. Derechos reservados de sus autores.


1. -Ehrenreich, Barbara y English, Deirdre (1990): Cap. 1: “Introducción”, en Por su propio bien. (150 años de consejos de los expertos), Madrid: Taurus, pp. 11-41. Javier Prieto González // 2. -Durán, María Ángeles (2006): “Las fronteras sociales del siglo XXI”, en Isabel Morant (Dir.), Historia de las mujeres en España y América Latina. Madrid: Cátedra, Volumen IV “Del Siglo XX a los umbrales del XXI”, pp. 465-493. María Dolores Aviles y José Antonio Delgado Guanche // 3. -Giddens, Anthony (2007), “El género”, en Sociología, Madrid: Alianza Universidad, pp. 441-452. Blas García Ruíz // 4. -Marqués, Josep-Vicent (1991): Cap. 1 (extracto): “Androcentrismo, un caso particular de sociocentrismo”, en Josep-Vicent Marqués y Raquel Osborne, Sexualidad y sexismo. Primera parte: Marqués, “Varón y patriarcado”. Madrid: Fundación Universidad-Empresa, pp. 23-27. Lorenzo Vellarino Cordero // 5. -Osborne, Raquel (1997): "Feminismos", Dossier Debate "La igualdad de la mujer", Temas para el Debate, octubre, nº 35, pp. 46-50. Ruth Cardedal Fernández // 6. -Giddens, Anthony (2007): “Walby: la teorización del patriarcado”, “El ´feminismo negro` y “El feminismo postmoderno”, op.cit., pp. 456-459. Javier Hermoso Ruíz // 7. -Osborne, Raquel (1996): "¿Son las mujeres una minoría"?, Isegoría (Revista de Filosofía Moral y Política), monográfico sobre Multiculturalismo, justicia y tolerancia, Madrid, nº 14, octubre, pp. 79-93. Antonia Pineda Vergara y Fernando Pedro Bruna Quintas // 8. -Giddens, Anthony (2007): “Perspectivas teóricas sobre la familia y las relaciones íntimas”, op. cit., pp. 246-256. Julio Monteagudo Diz // 9. -Ferreira, Virginia (1996), “Mujer y trabajo. La división sexual del trabajo en el análisis sociológico: de natural a socialmente construida”, en María Antonia García de León, Félix Ortega y María Luisa García de Cortázar, (comps.), Sociología de las mujeres españolas, Madrid: Ed. Complutense, pp. 93-119. (Selección: pp. 93-111). Antonio Jesús Acevedo Blanco // 10. -Brullet, Cristina (2004): “La maternidad en occidente y sus condiciones de posibilidad en el siglo XXI”, en Ángeles de la Concha y Raquel Osborne (Eds.): Las mujeres y los niños primero (Discursos de la maternidad). Barcelona, Madrid: Icaria y UNED, pp. 201-228. (Selección: pp.213-228). Antonia Florentina López Caballero // 11. -Osborne, Raquel (2005): “Desigualdad y relaciones de género en las organizaciones: diferencias numéricas, acción positiva y paridad”, Política y Sociedad, vol. 42, nº2, 2005, pp. 163-180. María Aurora Sieiro López // 12. -Torres San Miguel, Laura y Antón Fernández, Eva (2005), Violencia de género, Caja España, Obra Social, Colección: Cartilla de Divulgación (Lo que usted debe saber sobre). (Selección: pp. 18-33). Daniela Isabel Lili Pedraza y Mónica Pedraza Darias // 13. -Osborne, Raquel (2009): Cap. 2, “Malos tratos: un problema estructural”, en Osborne, Raquel: Apuntes sobre violencia de género. Barcelona: Bellaterra Edicions, Serie General Universitaria, pp. 83-136.  Mónica Pedraza Darias Tomás Javier Prieto González // 14. -Platero, Raquel (Lucas) (2013): "Introducción. La interseccionalidad como herramienta de estudio de la sexualidad", en Platero, Intersecciones: cuerpos y sexualidades en la encrucijada. Barcelona: Bellaterra, pp. 15-72. (Selección: pp. 23-48). María Isabel García Duran // 15. -Büchner, J. "Notas para la ponencia “Género y globalización" (versión 2004): 20 pp. Cristina Martínez Blanco

La interseccionalidad en el Estado español.

   En el Estado español, los movimientos sociales son los pioneros en explorar la idea de interseccionalidad, así como también aquellas autor@s que analizan cómo se articulan y se piensan las subjetividades y las identdades.; algunas de las organizaciones que se interesan por la interseccionalidad son de ámbito internacional y desde el terreno de los derechos humanos, como, los informes de Amnistia Internacional

   Hay autoras clave como Dolores Juliano, Verena Stolke o Raquel Osborne.Proliferan los estudios sobre mujeres con discapacidad, las mujeres con discapacidad y su vulnerabilidad a la violencia de género, las mujeres gitanas.

   En el Estado español, los movimientos sociales y el feminismo emergen y se desarrollan en un tiempo record en comparación con otros países de nuestro entorno, y existen antecedentes de la interseccionalidad en el seno de movimientos sociales.

   Los estudios actuales que hacen alusión a la interseccionalidad como tal, podemos entenderlos como parte de un interés por tener mejores herramientas para el análisis de la realidad social. La Unión Europea o la ONU se preguntan por las políticas públicas y la interseccionalidad. Un ejemplo sería el estudio financiado por ONU-Mujeres y desarrollado por el equipo coordinado por Raquel Osborne (2011) sobre: “La situación social de la población migrante latinoamericana TLGB en España, desde un enfoque de género y de derechos humanos”
  
    Es Relevante observar cómo viajan las influencias teóricas, y cómo surgen 
las iniciativas que lleva a las instituciones a querer conocer mejor la realidad. Por ejemplo esto sucede con el estudio sobre las realidades diversas de la juventud, donde el INJUVE promueve un conjunto de ensayos coordinados por Carmen Romero Bachiller (2010).
   En los movimientos sociales y en la academia existe un interés reciente por la doble discriminación y la discriminación múltiple, que paulatinamente se va trasformando en una mirada más compleja y actual sobre la interseccionalidad.

   El Estado español muestra un interesante desarrollo reciente  en lo que se han llamado políticas dirigidas a grupos minoritarios de la sociedad, y estas políticas responden, en palabras de María Bustelo (2009), a cambios como la incorporación de las mujeres al mercado laboral, la entrada de España en la Unión Europea y el foro internacional, junto con cambios socio-económicos y demográficos. Estos cambios se producen en un rápido crecimiento de las políticas de igualdad, en comparación con nuestros vecinos europeos. Las políticas públicas del Estado español abordan las desigualdades con una perspectiva monofocal, o descriptiva de cierta diversidad-o unitaria usando los términos de Hancock-.Así se dirigen exclusivamente a la desigualdad de género y/o a las mujeres, la discapacidad, la familia, la juventud e infancia, mayores, y a menudo reciben el nombre de políticas sectoriales(Platero,2007).De esta manera las políticas que tratan de compensar discriminaciones históricas y estructurales están reproduciendo la desigualdad, al ignorar las jerarquías de poder que naturalizan y así produciendo unos efectos no deseados  que se traducen en exclusiones concretas( Platero,2007; Ferree,2009).

   Es relevante la creación de órganos y estructuras institucionales sobre la igualdad, como son la Secretaría General de Igualdad, y el Ministerio de Igualdad. Será en 2010 cuando se cierre este ministerio argumentando una respuesta a la crisis, promocionando a su vez el Ministerio de Sanidad, Política e Igualdad. Este cierre viene acompañado de la clausura de otras instituciones y políticas de igualdad en comunidades gobernadas por partidos conservadores.

   Aunque  el Estado español ha mostrado un crecimiento rápido en políticas e institucionalización de las políticas de igualdad de género y sobre la sexualidad, en cuanto al discurso sobre la interseccionalidad vemos que existe un lento desarrollo, o como diría María Bustelo (2009), está en un estado embrionario. Las políticas de igualdad de género comienzan con la creación del instituto de la Mujer en 1983, y han sido resistentes a incluir la sexualidad en sus acciones.

   Las políticas de igualdad que se han aprobado mas recientemente(desde 2005, pero sobre todo entre 2007 y 2011), han integrado, de manera más efectiva, la perspectiva de la discriminación múltiple o la interseccionalidad, y de su mano ha venido el abordaje de la sexualidad no normativa, que se suele representar mayoritariamente como la opción sexual y muchos menos frecuentemente como la identidad de género discordante. Los planes estratégicos de igualdad a nivel central, Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña y País Vasco. En Cantabria, el plan especifico sobre la mainstreaming.  Por tanto vemos que  la interseccionalidad está apareciendo de forma incipiente en el contexto de las políticas de igualdad, en comunidades autónomas donde  ha existido una permeabilidad hacia las demandas y una práctica de consulta con la  sociedad civil, con una clara influencia europea.

   Un apunte  a parte se merece también el abordaje que se hace sobre la violencia contra las mujeres, donde aparecen distintos debates que involucran más de una variable de potencial discriminación

   Habitualmente ni las políticas públicas ni la mayoría de los movimientos sociales tienen en cuenta la complejidad de las vidas de la ciudadanía, simplificando sus experiencias alrededor de ciertas desigualdades estructurales que son reconocidas y forman parte de la acción pública o de movilización.. De hecho, no todas las desigualdades  reciben la misma atención por parte de las políticas públicas, ni combinan en su abordaje  diferentes formas de desigualdades simultaneas. Tampoco todos los movimientos sociales que luchan por alguna de estas desigualdades gozan de igual reconocimiento.

   De hecho , la sexualidad aparece como un tema complejo de abordar, y sin duda, la sexualidad no normativa aún más.



sábado, 24 de mayo de 2014

Sami Naïr: "La izquierda y la derecha no son lo mismo, pero en Europa se han comportado igual"

Articulo de Daniel Basteiro publicado en el Huffingpost.es el 14 de mayo de 2014


Sami Naïr (1946, Tlemcen, Argelia) quiere una "gran Europa", pero no ésta. El intelectual francés, catedrático de Ciencias Políticas en la universidad Pablo Olavide de Sevilla, cree que es imprescindible expulsar a los mercaderes del templo de las élites en el que se ha convertido la Unión Europea. En su libro El desengaño europeo, Naïr repasa la historia del club comunitario para concluir que fue un error fiarlo todo a la construcción de un gran mercado. Cuando eso falla, según él, la idea "beata" de Europa, el europeísmo de bandera, se viene abajo.
-Ha escrito un libro de desengaño, pero no sólo sobre la gestión de la crisis del euro, sino del proyecto europeo en sí.
El sueño europeo ha sufrido un daño tremendo por dos motivos casi culturales. El primero es el utopismo romántico con el que se planteó la construcción europea. Este utopismo ha fracasado frente a unos resultados totalmente contrarios, que corren el riesgo de destrozar definitivamente el sueño de Europa. La responsabilidad la tienen no los que hacen un balance realista sino los que han prometido mucho para darnos nada.
Por otra parte, la opinión pública ha sido descartada desde el comienzo por las élites políticas con la excusa de que “Europa es algo demasiado complejo como para dejarlo en manos de los ciudadanos”. En nombre de esa visión hemos construido no un interés político europeo que generase adhesión sino un sistema de élites con un enorme déficit democrático. Hay elecciones cada cino años, pero los ciudadanos no saben muy bien sobre qué están votando. Estoy absolutamente convencido de que si se pregunta hoy a un ciudadano cuál es el diputado de su circunscripción, será incapaz de decir su nombre.

-¿No son las elecciones europeas una oportunidad perfecta para corregir ambos defectos?
En las elecciones europeas no se habla de Europa. Es una consecuencia casi natural porque los partidos políticos no tienen mucho que decir. No tienen más programa que el elaborado por la Comisión Europea. Cualquier partido, de cualquier bando, intenta adaptarse a ese programa. El bando conservador utiliza el chantaje de “lo que hay que hacer”, sin alternativa. El progresista, cuando existe, parte de un “no estamos de acuerdo” para hacer propuestas que reenfoquen un poquito ese programa. Pero no hay programa. Es siempre el mismo discurso.
-Tras las últimas elecciones europeas, la izquierda española votó a favor de la reelección de José Manuel Durao Barroso, conservador y anfitrión de la Cumbre de las Azores, como presidente de la Comisión. En estas, los socialistas tienen un candidato, que debate con los demás, y un programa. ¿Esta vez será diferente?
No lo creo. Hay que transmitir a la opinión pública que los políticos de ambos bandos tienen una responsabilidad enorme de lo que ha pasado y no han hecho la autocrítica necesaria para proponernos una alternativa a esa política. Imagínese que Martin Schulz, un gran diputado al que respeto, llega a la presidencia de la Comisión. Va a hacer la política de su partido, un partido aliado de Merkel en el Gobierno alemán. No me imagino a Merkel permitiendo que un socialista llegue a la presidencia de la Comisión para poner en marcha una política distinta a la suya. Si Schulz llega ahí, será con las manos esposadas.
-La Eurocámara presume de tener más influencia que nunca, sobre todo desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, que le da el poder de codecidir (con los Gobiernos) en multitud de temas. Pero, según su libro, sigue siendo una “caja de resonancia” y una coartada para la tecnocracia.
Es mi convicción. He sido eurodiputado cinco años y nunca, jamás, he sentido tanta impotencia política como en el Parlamento Europeo. Mire la elección del presidente del Parlamento Europeo. Conservadores y progresistas se ponen de acuerdo para repartirse el cargo, dos años y medio cada uno. Las grandes orientaciones son idénticas porque hay un acuerdo entre la derecha y la socialdemocracia para considerar que no hay alternativa a la construcción liberal de Europa. Merced a este acuerdo, hoy asistimos a una destrucción progresiva de la idea de Europa como conjunto de naciones.

-¿Ha vendido la izquierda su alma?
La complicidad ha existido desde los años 70. Piense en las relaciones entre Francia y Alemania. Valery Giscard d’Estaing y Helmut Schmidt (derecha-izquierda), François Mitterrand y Helmut Kohl (izquierda-derecha), Jacques Chirac y Gerhard Schroeder (derecha-izquierda), Nicolas Sarkozy y Angela Merkel [en este caso, ambos de derechas]. En vez de construir un contraproyecto, la izquierda se ha rendido al de los conservadores intentando matizarlo, suavizarlo o flexibilizarlo para proteger a las capas más débiles. Nunca diré que la izquierda y la derecha son lo mismo a nivel europeo, pero se han comportado igual. Todo pese a que los eurodiputados de izquierdas en el Parlamento Europeo son en muchas ocasiones muy militantes. El resultado objetivo es un proyecto institucional de una Europa-imperio mercantil y no un proyecto de sociedad.

-¿Cuándo sucumbió la izquierda?
1986, el Acta Única. Ahí estriba la gran orientación del mercado frente a la construcción de Europa con los Estados. En vez de contar con un piloto político, algo sobre lo que no había acuerdo, se decidió construir un avión para que volara solo: el mercado. Una vez creado, se le dotó de libertad de circulación de mercancías, servicios y capitales, añadiendo como concesión la circulación de personas. Después, para ese mercado se creó una moneda, el euro, votado por la izquierda socialista, pero no los sectores más críticos. El consenso de las élites ha consistido en que por encima de todo está Europa y por encima de Europa, el mercado. Se ha construido una Europa liberal y profundamente antisocial. Las políticas sociales son el pariente pobre del mercado europeo y la izquierda se ha vuelto cada vez más conservadora, sobre todo la inglesa y la alemana. Fíjese: cuando se puso en marcha la moneda única había 15 gobiernos de izquierda en Europa. La derecha era prácticamente minoritaria.

-En su libro asegura que, tras la Dictadura, España no tenía muchas más opciones que integrarse en la UE, entonces la Comunidad Económica Europea, ese proyecto cuya construcción critica.
España nunca ha tenido margen de maniobra. La Transición fue el producto de la cordura de las élites políticas españolas y el apoyo de países europeos, especialmente de Alemania. Sin el apoyo de Alemania, el PSOE nunca hubiera tenido tanta importancia. Después, durante 15 años, España fue el país más financiado por la UE. Cuando uno recibe ese dinero no abre la boca en las negociaciones más que para defender esos fondos. España ha trabajado muy bien en Europa, pero casi como una funcionaria. Y después adoptó el euro sin discusión, algo que implicaba una convergencia económica que España respetó con una deuda y déficit bajos. Todo ello mientras se emborrachaba de sector inmobiliario.
-Y cuando estalló la burbuja, el margen de maniobra español fue cero.
Con la crisis se ha visto cómo funciona el poder europeo y cómo Merkel y Sarkozy comenzaron a tomar todas las decisiones. Según el filibustero George Soros, los países del sur de Europa van a salir de la crisis como países subdesarrollados. Los países del sur no pueden sobrevivir con un euro tan caro.

-Si continúa el euro caro (algo que penaliza las exportaciones), se “desangrará la población y se privatizará, casi por completo, el sistema económico y social. En ese caso entraríamos en un terreno de guerras sociales”, escribe. ¿A qué guerras se refiere?
Las decisiones de 2009 y 2010 han provocado la destrucción de millones de empleos y la exclusión de una parte importante de la juventud. También ha habido manifestaciones masivas en los países del sur de Europa. Todo ello es un peligro para las élites financieras europeas, algo que Merkel y el BCE entendieron el año pasado, cuando suavizaron un poquito sus políticas.

-¿Es Francia diferente?
En Francia será imposible seguir aplicando esas medidas de austeridad, como ya hemos visto en las últimas elecciones. No aceptará mucho más tiempo que sea la Comisión quien dicte las normas. No lo deseo, pero se está cocinando una explosión generalizada en Francia. No pueden poner estas medidas en marcha en un país en el que no hay un Estado del bienestar, sino un “Estado padre” que no va a desaparecer por mucho que haya que obedecer a Bruselas.

-¿Puede darse esa explosión en España?
España es muy compleja y hay una serie de problemas contradictorios que al final son paralizantes. Hay una disgregación social, acompañada por un paro increíble. También hay una falta de conciencia de lucha motivada por la Transición, que ha funcionado como anestesia de la identidad social mientras las clases populares se iban integrando y mejorando.
Francia es una democracia clásica, casi de libro. España es una democracia moderna, más dinámica, pero con menos arraigo por ser tan joven. Además, hay que sumarle el problema nacionalista, también muy paralizante. Todos los problemas sociales del país se transforman en un problema identitario. Por ejemplo: el Gobierno de Cataluña aplica una política ultraliberal a nivel social, pero la esconde tras la bandera.
-El Gobierno español y la eurozona proclaman una lenta recuperación y salida de la crisis, algo que haría posible relajar las medidas de austeridad.
Eso es demasiado optimista. Los países del sur no pueden sobrevivir con un euro tan caro salvo que estén dispuestos a destruir el tejido social.
-Algo que usted llama “americanización” de la sociedad.
Las privatizaciones, el fin del derecho laboral, grandes bolsas de pobreza… No sé si eso será posible en los países del sur, pero es imposible en Francia. Estallará una revolución social. La recuperación que vemos ahora es meramente coyuntural. El repunte se produce porque hemos llegado muy abajo.

-“A falta de una poderosa movilización de los asalariados, lo peor es posible en Grecia”. ¿A qué se refiere?
Grecia es el país que hoy en día está más cerca de una dictadura de extrema derecha. El Ejército está a un lado, pero aún no ha dicho su última palabra. Los socialistas están muy divididos y su antiguo líder hizo lo que José Luis Rodríguez Zapatero no había hecho en España: decir “no” y plantearse la posibilidad de someter a referéndum la austeridad. Y cuando ocurrió eso, le enseñaron la puerta. El primer plan de rescate del país fracasó. El segundo, también. Grecia se encamina hacia el autoritarismo.

-¿Por qué es tan peligroso el tratado comercial con EEUU que se negocia en la actualidad?
EEUU sabe que está en una posición de declive hegemónico y ve en China una gran amenaza. En ese tratado se pide que sus empresas tengan la posibilidad de entrar libremente en el mercado europeo con normas norteamericanas. Y hay que recordar que nosotros tenemos el principio de precaución [protección ante los riesgos, aunque el peligro no esté demostrado], por lo que un tratado así inundará el mercado europeo de productos potencialmente peligrosos. La guinda del pastel es un tribunal para resolver conflictos que no sea ni el de los Estados ni el de la UE, sino uno especial donde tendrán influencia las empresas. No es un tratado más. Acabará con lo poco de social que le queda a Europa.
-¿Es posible revertir el rumbo?
Si verdaderamente queremos construir Europa hay que transformar el proyecto en debate público, político e institucional. Hay que prohibir la mezcla de posiciones políticas, porque no es normal. Y abordar el objetivo último de la actual Europa: la privatización de lo público para mercantilizar todas las actividades. De ahí viene la política de austeridad.

-¿Cómo se acaba con el déficit democrático?
Faltan partidos políticos con una concepción clara de la situación. En esos partidos hay que generar una idea nueva de la construcción de Europa y replantear la arquitectura institucional. El déficit democrático no se soluciona mandando más diputados a Bruselas. Hay que controlar a la Comisión, al Consejo, al BCE y reorganizar los poderes del Parlamento Europeo.
Basta con participar en una reunión del Parlamento o del Consejo para ver que una Europa beata no existe, hay que verla en función de las razones de fuerza.
-¿A qué se refiere?
A que cada uno quiere defender las posiciones de su país. No creo en el federalismo europeo. Es demasiado pronto y no hay legitimidad. No veo a un francés aceptar a un presidente de la República alemán. Los cementerios están ahí. Hay que construir algo realista y no una utopía romántica que ya nos ha conducido al fracaso.
-El sueño del arquitecto de Europa Jean Monnet ha muerto.
Y no lo digo yo, lo dicen ellos. Construir Europa a través de un mercado no funciona, porque tiene como límite un espacio comercial. Hay que construir una gran Europa, pero no esta sino una en la que la inteligencia se apodere del debate europeo con una visión crítica. No necesitamos una concepción beata de Europa.
-¿Cómo se ha construido ese dogma europeísta?
Antes, a alguien podían preguntarle: ¿es usted francés? Sí, soy francés. ¿Es usted europeo? Sí, claro, soy europeo. Eso nunca fue un problema. Pero hemos transformado una obviedad en un proyecto de futuro. No necesitábamos sentirnos europeos. Lo somos. No entenderlo así nos lleva a situaciones como la del estallido de la crisis. En Alemania se dijo que en nombre de la solidaridad europea había que ayudar a España. La reacción allí fue calcular cuánto le cuesta un español a cada alemán. Y cuando se diseñó el fondo de rescate para rescatar a Grecia, el Tribunal Constitucional de Alemania vino a decir: “cuidado, porque el pueblo europeo no existe”. Tenía razón. Europa no es un pueblo sino una determinación geográfica. De la misma manera que el pueblo africano no existe, sino decenas de Estados.
Articulo de Daniel Basteiro publicado en el Huffingpost.es el 14 de mayo de 2014 

viernes, 11 de abril de 2014

III JORNADAS INTERNACIONALES DE SOCIOLOGÍA DE LA AMS. Los desafíos sociales del siglo XXI


III JORNADAS INTERNACIONALES DE SOCIOLOGÍA DE LA AMS

Los desafíos sociales del siglo XXI

Se constituyen las siguientes áreas de trabajo: 1. Problemas y Políticas Sociales; 2. La Comunicación del Siglo XXI; 3. Organizaciones, Trabajo e Innovación, 4. Sociología Política; 5. Movimientos Sociales; 6. Educación y Adaptación al cambio; 7. Los Nuevos retos de la Mujer; 8. Población y Territorio; 9. Desigualdad y Estructura Social; 10. La Nueva Sociedad 2.0.

La finalidad es potenciar de forma teórica y práctica los nuevos desafíos sociales y cómo afrontarlos. El carácter innovador de este encuentro viene determinado por tratarse de las primeras ciberjornadas que organiza la AMS junto con la UNED, con sede central en Madrid y conexión online con diferentes subsedes (México, Bruselas, Sevilla, Lugo, Las Palmas, Guadalajara, Jaén) desde donde se podrá participar activamente en las Jornadas.

Comité científico

Antonio Lucas Marín (UCM), José Almaraz (UNED), Isabel de la Torre (UAM), José Félix Tezanos (UNED); Alicia Kaufmann (UAH), Luis Garrido (UNED), Mercedes Pardo (U. Carlos III), Javier Callejo (UNED), Ramón Adell (UNED), Antonio López (UNED) y María Dolores Cáceres (UCM).

Comité organizador

Pilar Nova Melle (UNED), Pilar Gomiz (UNED), Pablo López Calle (UCM), Julio del Pino Artacho (UNED), Idoia Gorroño (UCM), Javier García (UNED), Juan Zarco (UAM), Alejandro Manríquez, Enrique Morales Sara de la Pinta y Bárbara Contreras Montero.

Calendario

Los resúmenes de las comunicaciones, con un máximo de 250 palabras, deberán enviarse al mail del congreso: congresoams@gmail.com antes del 1 de mayo de 2014. Se comunicará la aceptación antes del 1 de junio.

Los textos finales de las comunicaciones, entre 8.000 y 12.000 palabras, se entregarán antes del 1 de octubre de 2014. Se publicarán las actas.

Inscripción en las Jornadas: socios 40€ (50€ después del 1 de octubre); no socios 75€ (100€ después del 1 de octubre, incluye un año de cuota a la AMS); estudiantes 30€ (40€ después del 1 de octubre).

Ingresos en la c/c de la AMS: ES15- 0049-3107-14-2694060782. Enviar justificante al mail del congreso. Obligatorio para la aceptación del texto final de la comunicación.

Los asociados a otras organizaciones territoriales con las que tengamos acuerdos, serán considerados a efectos económicos como socios de la AMS.

Más información en ams.org.es Síguenos en Facebook, Twitter y Linkedin Dirección AMS: Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, calle Obispo Trejo, 2 UNED 28040 Madrid

miércoles, 29 de enero de 2014

Resúmenes Sociología Política Parte 48

En la asignatura Sociología Política del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, elaboré los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.


TEMA 1: Las múltiples relaciones entre sociedad y política. El campo de estudio de la sociología política. "Sociedad y política: una relación multidimensional" Autores: Maria Luz Morán y Jorge Benedicto. Capítulo 1 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 // TEMA 2: El proceso histórico de modernización. Estado y mercado, las dos instituciones claves “Modernización y cambio sociopolítico" - Autor: Enrique Gil Calvo. Capítulo 11 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009) // TEMA 3: El surgimiento y desarrollo de la democracia en la sociedad capitalista "Democracia y sociedad industrial" - Autor: Ludolfo Paramio. Capítulo 5 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 4: Las bases sociales de la política democrática "El concepto de cleavage en las ciencias sociales" Autora: Susana Aguilar. Capítulo 1 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007. "Elecciones para elegir" Autora: Elisa Chuliá. Capítulo 6 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007.// TEMA 5: La construcción de los universos políticos de los ciudadanos. Socialización y cultura política "La construcción de los universos políticos de los ciudadanos" Autor: Jorge Benedicto. Capítulo 8 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 6: Participación y acción colectiva "Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación" Auotres: Maria Jesus Funes y Jordi Monferrer. Capítulo 1 del libro de R. Adell y M.J.  Funes, Movimientos Sociales: Cambio social y participación. Madrid, UNED, 2003. "Participación política, grupos y movimientos". Autor: Gianfranco Pasquino. Capítulo 5 del libro de G. Pasquino y otros, Manual de Ciencia Política. Madrid, Alianza Editorial, 1991.

8.- Ámbitos de la participación política: los movimientos colectivos

La teoría sociológica muestra una división bipartita originaria entre los estudiosos que atribuyen connotaciones especialmente irracionales a los comportamientos de las masas y los estudiosos como Marx, Durkheim y Weber que, aun cuando con diferentes instrumentos analíticos y perspectivas, atribuyen a los movimientos colectivos un papel de relieve como modalidades de acción social, bien porque prefiguran el paso a formas de solidaridad más complejas o porque anticipan la explosión revolucionaria.

Dilemas de interpretación, la relación entre componentes psicológicos o sociológicos de la actuación social, la normalidad o la excepcionalidad de los movimientos colectivos. Referido al tema de la participación política, el interés se dirige concretamente a los fenómenos colectivos de grupo a aquellos en los que, a diferencia de en las modas, en los boom, en el pánico, los individuos, los participantes experimentan cambios en sí mismos y en el modo de relacionarse con los otros. Se pueden quizás distinguir cuatro posturas cada una de ellas ligada al nombre de un estudioso.

La aportación de Smelser, dentro del esquema analítico estructural-funcional de Parsons, el sociólogo sintetiza su posición así: Los episodios de comportamiento colectivo constituyen a menudo un primer estadio de cambio social, se manifiestan cuando se presentan condiciones de tensión, pero antes de que los medios cuales se hayan movilizado para un ataque concreto y posiblemente eficaz contra las fuentes de tensión.

Smelser inserta toda una serie de distinciones y precisiones que permiten identificar diversos tipos de comportamientos colectivos a partir de los objetivos que persiguen. Las críticas se dirigen a que la sociedad debiera interpretarse como algo estable y ordenado. El cambio que los movimientos colectivos intentan introducir en sus respectivas sociedades parece casi el producto de fuerzas externas a la misma sociedad. El resultado de creencias individuales y colectivas más que la consecuencia de determinados equilibrios histórico-estructurales y sus peculiaridades. La teoría del comportamiento colectivos de Smelser ha demostrado ser inadecuada.

Una primer alternativa es la Alberoni. Tomando como punto de partida la existencia de dos estados de lo social y de su contraposición, como en Weber entre el estado naciente y carisma y entre organización patriarcal o burocrática y en Durkheim entre agitación colectiva y solidaridad mecánica u orgánica, él contrapone estado naciente al estado institucional y de la vida cotidiana, movimiento a instituciones. El estado naciente tiene una cierta duración. En un determinado momento, el estado naciente cesa y el sistema social vuelve al ámbito de la vida cotidiana y de las formas institucionales.

La aparición del estado naciente no agota todas las formas de la transformación social. El análisis de Alberoni continúa con la identificación y la especificación de cuándo surgen los movimientos sociales, quién forma parte de ellos, cómo, es decir, de qué tipo de experiencias se trata y por último por qué, o sea, la dinámica del movimiento colectivo. Desde la perspectiva de la participación los elementos más interesantes se refieren ala identificación de los sujetos que están implicados en el proceso de ruptura de las viejas formas de solidaridad y en la creación de nuevas solidaridades. Alberoni añade una distinción entre los que empiezan el movimiento y los que sacan provecho de manera decisiva del resultado, distinción a la que se añade la de entre los que se movilizan en la primera fase del estado naciente y los que se unen en una segunda fase.

La tesis dominante a largo plazo veía en los marginados, en los alineados del sistema los más dispuestos a rebelarse contra el sistema, contra el orden social. Investigaciones han demostrado que los marginados carecen de los recursos necesarios para lanzar un movimiento colectivo. Pero el liderazgo de los movimientos colectivos reside no en individuos periféricos, sino bastante centrales, o si se quiere, de la periferia del centro.

Melucci: los que se rebelan en primer lugar no son los grupos más oprimidos o apartados, sino los que experimentan una contradicción intolerable entre una identidad colectiva existente y las nuevas relaciones sociales impuestas por el cambio. Estos pueden movilizarse con mayor facilidad porque:

1.    Tienen ya experiencia de participación, conocen los procedimientos y los métodos de lucha
2.    Ya tienen sus propios líderes y unos mínimos recursos organizativos, que provienen de vínculos comunitarios o asociativos preexistentes
3.    Pueden utilizar redes de comunicación ya existentes para hacer circular nuevos mensajes y nuevas consignas
4.    Pueden reconocer con mayor facilidad intereses comunes

Pizzorno pudo afirmar, en la línea de las propuestas enunciadas antes:

1.    No es verdad que el ciclo de luchas que se inició en la primavera de 1968 fuera desencadenado por obreros no cualificados, meridionales, jóvenes. Las luchas en general se iniciaron en ambientes de obreros especializados, militantes sindicales o jóvenes con baja cualificación pro con escolaridad relativamente alta.
2.    La presencia predominante de los obreros no cualificados ha caracterizado los conflictos que tuvieron lugar durante la que se puede llamar fase de movilización ampliada, y que comienza en el otoño de 1968.

Touraine; los movimientos sociales pertenecen a los procesos mediante los cuales una sociedad produce su organización a partir de sus sistema de acción histórica, pasando a través de los conflictos de clase y las transacciones políticas. La base de su teoría son los tres principios de identidad, de oposición y de totalidad: a través del principio de identidad el actor da una definición de sí mismo, se caracteriza respecto a los otros actores en medio de un conflicto que le enfrenta a ellos en el campo de la acción social. El conflicto hace surgir al adversario, forma la conciencia de los actores en presencia: esto es el principio de oposición. El principio de totalidad no es otro que el sistema de acción histórica cuyo dominio se disputan los adversarios situados en la doble dialéctica de las clases: cuanto más importantes son los movimientos sociales tanto más válido será el principio de totalidad.

En su teoría estructural de la acción social, Touraine vuelve al revés la explicación de Smelser: Para el francés es preciso reconocer que un movimientos social no es la expresión de una contradicción: hace estallar un conflicto. Es una conducta colectiva orientada hacia el objeto de los conflictos de clase que es el sistema de acción histórica; la dinámica social.

Con mayor atención a los actores se coloca la (casi) teoría de la acción colectiva de Charles Tilly. A partir de la existencia de todas las sociedades de un desequilibrio en la distribución del poder. En el momento en que los grupos y los actores entran en contacto entre sí, desarrollan intereses que muestran quién pierde y quién gana en las diferentes interacciones. Entra en juego la organización: el conocimiento de una identidad común y de un tejido conexivo entre los distintos individuos que componen un grupo. La organización puede permitir la movilización de los recursos por parte de los contendientes y en tanto que proceso puede indicar un control mayor o menor sobre esos recursos. De la movilización se pasa a la acción colectiva, a la persecución de fines comunes. Tanto los detentadores del poder como los que los desafían tendrán que enfrentarse a oportunidades y a amenazas que muestran la medida en que otros grupos, incluido el gobierno, son:

1.    Vulnerables a las nuevas reivindicaciones que, si triunfan, ampliarían la posibilidad de realización de los intereses del desafiante, o bien
2.    capaces de amenazar con reivindicaciones que, si tienen éxito, reducirán la posibilidad de realización de los intereses del desafiante.

La (casi) teoría de Tilly permite descubrir en especial cómo a partir del simple compartir intereses (del potencial de decepción y de protesta) se puede llegar a la acción colectiva.

Probablemente la clasificación más clara sea la propuesta de Alberto Melucci que distingue entre movimientos reivindicativos, movimientos políticos y movimientos de clase, según los objetivos perseguidos por sus dirigentes y/o participantes:

·      En el primer caso el objetivo consiste en imponer cambios en las normas, en los roles y los procedimientos de asignación de los recursos socioeconómicos.
·      En el segundo objetivo consiste en incidir sobre las modalidades de acceso a los canales de participación política y modificar las relaciones de fuerza.
·      En el tercer tipo de movimientos, el objetivo consiste en volcar el ordenamiento social, transformar el modo de producción y las relaciones de clase.

Alberoni, aun partiendo del reconocimiento de que un movimiento es el proceso histórico que empieza con el estado naciente y termina con la reconstitución del momento cotidiano institucional, después afirma que en cambio cuanto a la salida esto no coincide con el resultado de la prueba. Alberoni analiza con perspicacia los mecanismos que se establecen para controlar a los movimientos:

1.    Se obstruye el estado naciente en el momento que surge
2.    Su interpretación se hace a través de unos moldes preestablecidos para que entre en una de las figuras reconocidas como ejemplares o en una de las Figueras reconocidas como de transgresión; el sentido de esta operación consiste en definir el movimiento como institución o canalizarlo en una institución.
3.    El mecanismo mediante el cual el nuevo movimiento se ve obligado a hacer referencia a un fundamento indiscutible del pasado
4.    Los mecanismos para impedir el reconocimiento y la generalización del movimiento
5.    Los mecanismos dirigidos a impedir la movilización
6.    Las reglas para forzar al movimiento a competir eligiendo las reglas del juego y los criterios de comprobación del éxito más favorables a la institución
7.    Los métodos de infiltración
8.    La cooptación de los líderes o su sustitución
9.    La neutralización del movimiento encauzándolo en instituciones sustitutivas
10. La represión violenta

La (casi) teoría de Tilly, basada en la organización y movilización de los recursos para los fines de la acción colectiva y en el reconocimiento de los contendientes en liza es la más adecuada para ofrecer un análisis de los resultados.


La gran mayoría de los estudios de los movimientos parece haber renunciado a adentrarse en esta dirección, tras una pequeña incursión de Gurr, replegándose hacia el análisis del reflujo de los movimientos y de su fragmentación. Sin embargo, las interrelaciones entre las energías desplegadas por los movimientos, sus demandas y la respuestas del sistema y los  actores individuales son objetos de algunas investigaciones en curso referidas precisamente al caso italiano. Todos los análisis y todos los autores subrayan que los movimientos, en su diversidad, son un camino de participación política influyente, que continuará siendo recorrido y que representa una de las maneras modernas de influir sobre las políticas y los detentadores del poder, sobre cómo se eligen y cómo actúan.