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domingo, 11 de febrero de 2018

Los graffitis y el espacio urbano: El “niño de las pinturas”. Cambil Hernández, M


Un grafiti despectivo con Merkel y Draghi, a las afueras del BCE / AFP
El graffiti se sitúa como expresión de carácter multicultural, cuya presencia en la ciudad modifica la lectura del propio espacio urbano. Posibilita el diálogo permanente entre el espacio y los medios de masas. Relatos gráficos dotados de un plus de información al significado, haciendo sentir y ver el significado, a través de su plasmación en los diversos soportes del marco urbano.
Según Cambil la ciudad se sitúa como un escenario donde se desarrolla esta manifestación. La ciudad en cuanto una construcción inacabada se consolida a sí misma como problema estético, en la medida que favorece la aparición de diversas formas de expresión. Así el espacio público favorece la propia intervención en ese proceso permanente de evolución/cambio, donde se producen las experiencias (históricas, sociales, artísticas, etc.), constituyéndose al mismo tiempo en un lugar de encuentros y confrontaciones.
El graffiti se ha afirmado a lo largo de los años en la percepción estética de sus habitantes, no sólo por su presencia física en el paisaje urbano, sino por la transformación que hace del mismo. Los graffitis aparecen con una carga importante de contenido semiótico en los espacios urbanos, fusionándose y dialogando permanentemente, en un proceso de revitalización como de ocupación de esos propios espacios.
Es interesante la indagación llevada a cabo sobre la actividad del graffiti, tanto artística como reivindicativa. Por tanto, es importante incluir en el trabajo de investigación, estas narrativas como manifestaciones contraculturales, la importante implicación e influencia que tienen en la propia cultura urbana y en todas sus dimensiones societaria: en lo social, político, económico y cultural.
Bibliografía:

Cambil, M. (2012) Los graffitis y el espacio urbano: El “niño de las pinturas”. Quiroga nº2, julio-diciembre. Pp. 10-29


domingo, 8 de mayo de 2016

BARRERAS INVISIBLES: EL CAMBIO RESIDENCIAL COMO ESTRATEGIA PARA AUMENTAR LA MOVILIDAD SOCIAL VERTICAL. CASO DE ESTUDIO, LIMA, PERÚ. Waltraud Müllauer-Seichter Parte II


Müllauer-Seichter, W. (2013) Barreras invisibles: El cambio residencial como estrategia para aumentar la movilidad social vertical. Caso de estudio, Lima, Perú,  en: Anales del Museo Antropológico. En prensa. Madrid.


4 Condominios en América Latina. Hábitat y estilo de vida ¿de quién?

Los estudios sobre temas como los condominios en Lima no han abundado hasta ahora de una manera exhaustiva, si bien entre los años ’90 del siglo pasado y principios de éste, una serie de publicaciones estudian la lógica socioeconómica del boom de los barrios cerrados.

Según el diccionario “Finanzas.com”, la definición de condominio es “Tipo de propiedad en la cual todos los dueños de la unidad poseen la propiedad, las áreas comunes y edificaciones en común, y tienen una propiedad única en la unidad de la cual ellos tienen el título” (Müllauer-Seichter, 2013:17).

En el caso de Lima, la autora mantiene que existe un rico imaginario popular sobre cómo será la vida en un condominio, algo alimentado por los medios de comunicación y la publicidad derivada del ámbito inmobiliario, que venden un nuevo estilo de vida con el piso. Así, el condominio actual contrasta con los de los años ’60, caracterizados por ser urbanizaciones cerradas en las afueras de los distritos tradicionales de clase media.

5 La vida en el condominio

Tras una serie de entrevistas realizadas a los habitantes de los condominios, con una media de cinco años de antigüedad habitacional, la autora afirma que, para la gran mayoría de ellos, se trataba de la primera vez que vivían en uno. En este sentido, es muy importante el proyecto CANI, que llevan a cabo la constructora LIDER y la antropóloga Ida Aguilar, y que consiste en un análisis psicológico de las familias que van a habitar los condominios.

Muchas veces, las viviendas de los condominios quieren ser copias de aquellos que aparecen en las series televisivas y en los anuncios, algo que contrasta con la realidad. Así, una vez que el individuo ha abandonado la situación anterior y se traslada al condominio, sufre un fuerte proceso de estrés para reubicarse en un nuevo estatus que antes no tenía.

Uno de los motivos principales de traslado a un condominio es la búsqueda de una mejor educación, sobre todo para los hijos. En este sentido, los estudios han demostrado que la discriminación étnica ha disminuido en los últimos años, si bien no ocurre así en el ámbito laboral, en el que un trabajador de origen indígena no cobra lo mismo que uno de origen no indígena.

6 Conclusiones parciales

Tras esta investigación, Müllauer-Seichter (2013:29) extrae cuatro tipos de resultados:
  1. Resultados deseados (la dirección residencial es sinónimo de estatus; visibilidad de la movilidad económica alcanzada; mejor acceso a la formación; mejor acceso a un empleo más óptimo; aumento de la seguridad; progreso). 
  2. Resultados no deseados (costes elevados; desconfianza; auto-aislamiento) 
  3. Resultados ajenos pero influyentes en el ámbito residencial (desvalorización de la calidad de servicios en los distritos, y pérdida de prestigio de los mismos). 
  4. Resultados logrados, pero que no se ven (seguridad para que los niños de mejor posición puedan conseguir un trabajo mejor remunerado en el futuro). En último término, concluimos un hecho fundamental: Lima se encuentra en un proceso histórico de cambio social de horizontal a vertical.

sábado, 30 de abril de 2016

BARRERAS INVISIBLES: EL CAMBIO RESIDENCIAL COMO ESTRATEGIA PARA AUMENTAR LA MOVILIDAD SOCIAL VERTICAL. CASO DE ESTUDIO, LIMA, PERÚ. Waltraud Müllauer-Seichter

1 Dime dónde vives…
De 1961 a 1972, el número poblacional de Lima aumentó de 1.845.910 a 3.302.523 habitantes, de los que una cuarta parte vivía en las barriadas, también llamadas asentamientos humanos (AAHH).
En ese mismo período, los distritos populares del centro de Lima vivieron un profundo proceso de hacinamiento, mientras que las clases media-alta y alta se trasladaron a los distritos del sur de la ciudad.
2 ¿Quién se muda? ¿y por qué? 
La población de Lima se ha multiplicado por 11,6 y las parcelas urbanizadas se han extendido a lo largo de 70 kilómetros de norte a sur; en el periodo de 1998 a 2002 se crearon 400 nuevos AAHH.
Para entender este proceso, Waltraud Müllauer-Seichter (2013) mantiene que es fundamental analizar cómo funciona la vida en las barriadas y los valores sociales que se desarrollan en las mismas. Las barriadas estudiadas actualmente no son las que eran cuando se crearon, en los años ’50 del siglo pasado. Muchos de los asentamientos originales ya se han incorporado como distritos en el paisaje urbano de Lima. Después de haber duplicado su tasa de población entre 1961 y 1981, Lima experimenta otro enorme crecimiento de 1981 a 1993 (de 3.573.227 a 6.321.173 habitantes). Las razones del primer crecimiento fueron económicas, pero las del segundo atendieron al medio y a la violencia producida por Sendero Luminoso (SL), que provocó que un inmenso número de población de las comarcas interiores de Perú se trasladara a la capital, formando nuevos asentamientos como Villa Huanta, en el distrito San Juan de Lurigancho. Aquí, como en muchos otros asentamientos, se mantiene la continuidad de los ritos festivos, religiosos y particularidades del lugar de origen, que se convierte en un signo de identidad (Müllauer-Seichter, 2013:9).

3 El estilo de vida en las barriadas: los conceptos de reciprocidad, confianza y generosidad

Los habitantes de las barriadas tienen una visión muy realista sobre su futuro; existen grandes dificultades para hacerse con un trabajo bien remunerado, debido sobre todo al factor del transporte: existen largas distancias entre los conos y los distritos donde se ofrecen esos trabajos, y la red de transporte público no es la adecuada. Muchas personas pueden tardar dos horas en el trayecto de su residencia a su lugar de trabajo, algo que reduce el tiempo de descanso y dedicación familiar.

No obstante, y afirma Müllauer-Seichter, el dinero no es lo principal que dirige la vida en el barrio. Por el contario, se trata de una red basada en la confianza y la reciprocidad, que tiene casi la misma importancia que el dinero en la vida cotidiana.

En palabras del arquitecto Wiley Ludeña, “la ciudad es lo que es su sociedad. Si una ciudad carece de espacios públicos es porque tenemos a una sociedad aún desintegrada, superindividualizada, sin redes sociales interconectadas (…)” (Müllauer-Seichter, 2013:13).

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Müllauer-Seichter, W. (2013) Barreras invisibles: El cambio residencial como estrategia para aumentar la movilidad social vertical. Caso de estudio, Lima, Perú,  en: Anales del Museo Antropológico. En prensa. Madrid.
 

domingo, 24 de abril de 2016

¿QUÉ ES EL PARQUE? TERRITORIO FÍSICO E INTERPRETACIÓN SEGÚN LA MEMORIA COLECTIVA. Waltraud Müllauer-Seichter Parte II

3 Territorio vivido: territorio físico y su reflejo en la memoria individual

Las personas suelen acordar las experiencias del mundo tanto en su mente como en su cuerpo, algo que observamos en la tendencia, al narrar una historia, a subrayar ciertos aspectos de la misma. Además, la autora afirma que la experiencia en la memoria individual se transmite en dos concepciones de tiempo (lineal y cíclico): cuando se refiere a la historia del poder, se recurre al concepto lineal de tiempo y a la forma impersonal (Müllauer-Seichter, 2003:539). No obstante, en los testimonios percibimos un cambio narrativo en forma de tiempo cíclico, cuando la memoria se centra en situaciones y vivencias personales. Esto sucedió en las entrevistas realizadas en la Casa de Campo, en las que las narraciones variaban en función de la percepción del entrevistado, dependiendo de si se trata de actos derivados de decisiones personales, o bien de conductas morales impuestas por la sociedad en un momento histórico determinado.

4 Flexibilidad del verde social: los mundos de la Casa de Campo

Para un análisis serio del espacio verde urbano, debemos formularnos una pregunta fundamental: ¿qué es el parque? En el caso de Madrid, Müllauer-Seichter diferencia entre “áreas verdes urbanas” o jardines, pequeños parques, parques públicos y parques periféricos. La Casa de Campo pertenece al primero de estos casos, el de mayor extensión.

Para conocer las funciones principales de estos espacios, los criterios que se deben tener en cuenta, según los entrevistados, son dos: el interés de recreación y el deseo de paz y tranquilidad.

En la Casa de Campo, el primer mundo que debemos mencionar es el mundo clandestino de la prostitución. Es importante también la apropiación de determinados espacios del parque por parte de ciertos grupos o colectivos, en la que no todos los miembros del grupo aprecian la calidad del lugar de encuentro. La percepción de adueñamiento de un espacio la Casa de Campo, por parte de los entrevistados, pone de manifiesto dos aspectos: por un lado la ideología política de los entrevistados, y por otro el uso del espacio verde urbano según las diferentes clases sociales.

A través de las memorias o reflexiones de los entrevistados del estudio sobre la Casa de Campo en Madrid, se formaron “imágenes con historias” (Müllauer-Seichter, 2003:543) que nos hacen dibujar la contribución de este parque para la vida socio-cultural de Madrid.

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Müllauer-Seichter, W. (2003) ¿Que es el parque? Territorio físico y interpretación según la memoria colectiva, en: Actas de las II. Jornadas de Antropología Urbana ZAINAK: "Las Culturas de la Ciudad", Vol. 23, pp. 529-: 544, Donostia.
 

sábado, 16 de abril de 2016

¿QUÉ ES EL PARQUE? TERRITORIO FÍSICO E INTERPRETACIÓN SEGÚN LA MEMORIA COLECTIVA. Waltraud Müllauer-Seichter


El “espacio” en el que nos desarrollamos día a día solamente es visible para nosotros mismos; los demás no saben por qué nos movemos de una manera determinada. Hay espacios que nos producen diferentes emociones, y ya Heidegger y Sartre (Müllauer-Seichter, 2003:530)  afirman que la realidad es una construcción en la que todos nos implicamos con nuestros hechos. Así, la percepción espacial suele tender más hacia lo emocional que hacia lo reflexivo.
1 Territorio físico

Tradicionalmente, los parques históricos se han presentado fundamentalmente desde un punto de vista estético, sin tener en cuenta su innegable valor sociocultural. Esas funciones tradicionales ya no pueden abarcar las necesidades de la sociedad actual, por lo que, según Jane Jacobs (1973), debemos introducir en los parques un gran número de funciones diversas repartidas a todas las horas del día.

Actualmente las divisiones y choques entre diferentes perfiles de usuarios de los parques (jubilados, dueños de perros, niños, etc.) han dado paso a tensiones enfocadas a lo social, que se focalizan entre autóctonos e inmigrantes, sub-culturas invisibles y mundos clandestinos, algo que convierte al “verde social” en un espacio de carácter terapéutico.

Además de un uso público y gratuito del espacio verde (ante la creciente escasez de ese tipo de espacios en el tejido urbano), los usuarios reclaman un acceso casi permanente al área recreativa; si antes ese uso se concentraba en los fines de semana, ahora se trata de una necesidad diaria.

En este estudio Müllauer-Seichter afirma que se ha elegido la Casa de Campo por su enorme extensión y la importancia pública de sus instalaciones. Este espacio en concreto permite visualizar estructuras de poder, liderazgo y jerarquía, así como conductas específicas hacia lo “privado” y lo “público”. No obstante, los fenómenos observados en la Casa de Campo no son exclusivos de este espacio, sino que da lugar, por su configuración, a movimientos sociales de agrupaciones/individuos.

2 Territorio reclamado: presencia de instituciones, usos comunitarios

En la Casa de Campo observamos un claro desequilibrio en el uso global del espacio. La zona cuenta con una fuerte red de infraestructuras, lo que ha hecho fomentar tanto las instituciones (municipales y privadas) como la prostitución. Si bien la superficie cuenta con un espacio destinado a plantas aromáticas y medicinales, así como la conocida como “milla del ocio” (donde se encuentran el Lago, el Parque de Atracciones y el Zoológico), una zona, algo apartada, se ha convertido en el escenario del malestar social, con un centro que alberga gente sin techo, un centro de metadona y un centro para inmigrantes.

El presente trabajo surge de un estudio empírico realizado entre 2000 y 2001, en el que la recogida de datos de divide en tres grupos de entrevistados: instituciones, usuarios que hacen uso del espacio en su tiempo libre y personas que acuden al parque por motivos laborales. En el trabajo se recurrió a entrevistas en profundidad, centradas en un problema concreto, acompañadas de técnicas cualitativas (paseos urbanos o mapas cognitivos) y material visual.

La complicidad de los usuarios del parque se puede describir como la de una amistad emocional, autolimitada desde dentro, y sometida a limitaciones exteriores (Müllauer-Seichter, 2003:536). 

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Müllauer-Seichter, W. (2003) ¿Que es el parque? Territorio físico y interpretación según la memoria colectiva, en: Actas de las II. Jornadas de Antropología Urbana ZAINAK: "Las Culturas de la Ciudad", Vol. 23, pp. 529-: 544, Donostia.
 

sábado, 9 de abril de 2016

APROXIMACIÓN A LA MOVILIDAD COTIDIANA EN LA PERIFERIA POBRE DE DOS CIUDADES LATINOAMERICANAS. LOS CASOS DE LIMA Y SANTIAGO DE CHILE. Pau Avellaneda y Alejandra Lazo Parte II


2 Resultados para el caso de Lima: el transporte público como factor de inclusión y cohesión social

Lima presenta una estructuración basada en una organización funcional desigual del espacio. Así, a las afueras de la ciudad se encuentra el área de Juan Pablo II, con una población aproximada de 20.000 habitantes, la mayoría de los cuales se encuentran en situación de pobreza o extrema pobreza (Avellaneda y Lazo, 2011:50). Se trata de una zona que no cuenta con suficientes puestos de trabajo ni con equipamientos educativos y sanitarios, así como con una oferta aceptable de ocio, por lo que la vida cotidiana de sus habitantes se ve condicionada por los desplazamientos fuera de su entorno inmediato, según afirman estos autores. Así, el transporte público se convierte en la opción más asequible para la mayor parte de la población. Muchos de sus habitantes expresan que pueden realizar sus actividades cotidianas gracias a la red de transporte público.

3 Resultados para el caso de Santiago: la exclusión del transporte y de la ciudad

En Santiago de Chile, tras la implantación del nuevo sistema de transporte en 2007, las poblaciones más pobres y alejadas del centro urbano se han visto muy afectadas en su calidad de vida, al disminuir la oferta de transporte público, que ha limitado el acceso al mercado de trabajo de muchos individuos.

A 18 kilómetros del centro de Santiago se encuentra La Pintana, una comuna pobre en la que está El Castillo, un lugar con altos índices de delincuencia y peligrosidad. Son poblaciones que adolecen de equipamientos básicos y servicios de calidad, por lo que deben recorrer grandes distancias para desarrollar sus actividades cotidianas. En los últimos años se ha producido una fragmentación de la vida cotidiana en función de una movilidad forzosa y de mala calidad, algo que se ha agravado con las subidas en las tarifas del transporte público (Avellaneda y Lazo, 2011:53). Todo esto ha generado en los sectores menos favorecidos del estrato social la sensación de que el nuevo sistema de transporte se ha convertido en un elemento que ha originado mayor injusticia social.

4 Repensar la movilidad cotidiana desde la perspectiva de lo social

Por último, Avellaneda y Lazo sostienen que si hace unos años se organizaba y desarrollaba dentro de un espacio polifuncional próximo al hogar, actualmente nos encontramos con un modelo de vida cuyas actividades se extienden a lo largo de una trama urbana extensa. En el contexto latinoamericano, para la población con menos recursos el transporte público ha permitido su integración a esa nueva forma de vida urbana, si bien en Santiago el sistema de transporte implantado ha afectado de manera negativa la vida cotidiana de algunos ciudadanos, sobre todo los de menos recursos sociales. De esta forma, la reestructuración de los actuales sistemas de transporte público debe llevarse a cabo teniendo como objetivo primordial las personas que se desplazan (Avellaneda y Lazo, 2011:56).

Aproximación a la movilidad cotidiana en la periferia de dos ciudades latinoamericanas. Los casos de Lima y Santiago de Chile



Avellaneda, P. y Lazo, A. (2011) Aproximación a la movilidad cotidiana en la periferia pobre de dos ciudades latinoamericanas. Los casos de Lima y Santiago de Chile. En: Revista Transporte y Territorio Nº 4, Universidad de Buenos Aires.
 

sábado, 2 de abril de 2016

APROXIMACIÓN A LA MOVILIDAD COTIDIANA EN LA PERIFERIA POBRE DE DOS CIUDADES LATINOAMERICANAS. LOS CASOS DE LIMA Y SANTIAGO DE CHILE. Pau Avellaneda y Alejandra Lazo

Pau Avellaneda y Alejandra Lazo (2011) afirman que en la actualidad, el transporte y la movilidad juegan un papel importante en la configuración urbana y social de América Latina, sobre todo en el debate de sus desigualdades sociales. La dificultad de acceder al transporte puede ser síntoma de exclusión social y un obstáculo a la superación de situación de pobreza, ya que los que no cuenten con medios de transporte motorizado de uso cotidiano son más fácilmente excluidos. De esta manera, los medios de transporte superan su condición de simples herramientas de movilidad para convertirse en una función social importante.


1 Movilidad cotidiana y exclusión social: aproximación conceptual en la ciudad latinoamericana

Dado que el estudio de la movilidad está adquiriendo nuevas dimensiones sociales más allá del propio desplazamiento, se propone (re)pensar esa movilidad dándole un significado plural y un sentido heterogéneo según las realidades y condiciones de cada individuo. Trabajar, consumir o relacionarse socialmente implica por fuerza un desplazamiento; así, la inserción social de un individuo se determina por la capacidad y posibilidades que tenga para desplazarse (Avellaneda y Lazo, 2011:49).

En el caso de Latinoamérica, la liberalización del sistema económico, el uso masivo del automóvil, la presencia de formas artesanales y de nuevas tipologías de viajes lleva a una reestructuración del transporte público, ya que según afirman estos autores, las ciudades están siendo cada vez más congestionadas “y una reducción de la movilidad que se traduce, sobre todo para los sectores más vulnerables, en una movilidad forzosa y de mala calidad” (Avellaneda y Lazo, 2011:49).

América Latina ha sufrido un proceso de segregación del suelo urbano muy agudo; la escasez de trabajo, de servicios educativos y sanitarios y de oferta comercial o de ocio ha obligado a sus ciudadanos a desplazarse largas distancias para cubrir sus necesidades diarias; de hecho, ante la imposibilidad de desplazarse lejos, muchos ciudadanos articulan sus movilidades en espacios próximos al de su lugar de residencia. 
Aproximación a la movilidad cotidiana en la periferia de dos ciudades latinoamericanas. Los casos de Lima y Santiago de Chile



Avellaneda, P. y Lazo, A. (2011) Aproximación a la movilidad cotidiana en la periferia pobre de dos ciudades latinoamericanas. Los casos de Lima y Santiago de Chile. En: Revista Transporte y Territorio Nº 4, Universidad de Buenos Aires.
 

sábado, 26 de marzo de 2016

SEGREGACIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO: TERRITORIO PÚBLICO VERSUS INTERESES PRIVADOS: UN ANÁLISIS DE USOS EN LA CASA DE CAMPO DE MADRID


El estudio realizado por Traude Müllauer-Seichter (2004) durante cuatro años en la Casa de Campo de Madrid, basado en la utilización del espacio público y la observación de nuevos usos y ordenanzas, ha permitido documentar un proceso de privatización del suelo público en Madrid. En relación a ello, surgen una serie de cuestiones fundamentales en relación a este estudio: ¿qué cualidades debe reunir un parque público?, ¿dónde comienza la privatización de espacio público?, ¿en qué medida la situación local justifica la apropiación de terreno público? y ¿cómo se implican los usuarios en la toma de decisiones sobre esta apropiación?

1 Vidas y vivencias en la Casa de Campo

El análisis de los casos estudiados demuestra la fragilidad de la línea que separa lo público y lo privado. Algunos colectivos estudiados aluden al derecho de uso exclusivo de determinadas zonas en horarios concretos del día, algo relacionado con el concepto our park (Müllauer-Seichter, 2004:587) creado por Werner Nohl (entre 1974 y 1982). La ocupación del terreno se justifica frecuentemente con la vinculación del derecho a arreglar el lugar a su gusto, y para delimitar su territorio se reparten el cuidado del mismo y la presencia de sus miembros a lo largo del día.

Otros colectivos que ocupan pequeñas parcelas de la Casa de Campo se basan en derechos otorgados por el ayuntamiento; en su momento se trató de una ocupación espontánea, pero han conseguido con el paso del tiempo una cesión por escrito.

Otro tipo de cesión temporal puntual son los eventos deportivos, como los maratones o el “triatlon” (Müllauer-Seichter, 2004:593). Otros eventos, como la celebración del “Orgullo Gay”, han causado rechazo por sus consecuencias ecológicas en la Casa de Campo.

Müllauer-Seichter asevera que resulta complicada la privatización del espacio por medio de su utilización asidua por parte de un colectivo numeroso, como por ejemplo los ecuatorianos, algo que ejemplifica una clara relación entre inmigración, desempleo, ocio y utilización del espacio verde urbano de acceso libre y gratuito. El parque es el espacio en el que determinados colectivos raciales buscan su cohesión interna, su identidad y su cultura, al mismo tiempo que desarrollan sus redes sociales en un espacio abierto y gratuito.

La siguiente unidad de análisis la conforma una serie de organizaciones sociales, sin ánimo de lucro, instaladas en el parque, mayoritariamente entidades dependientes del Ayuntamiento de Madrid, tales como la Cruz Roja, la policía municipal o el albergue para indigentes. Las tensiones surgen a partir de su situación espacial dentro del parque.

No obstante, uno de los aspectos más polémicos entre los usuarios del parque ha sido el de las cesiones para entidades lucrativas, ya que apuntan a una exclusión social selectiva según el nivel adquisitivo. Esto se ha traducido en una disminución del suelo público destinado a todos los usuarios en beneficio de nuevos locales de restauración de alto nivel. 
2 El espacio abierto: el equilibrio entre conservación y apropiación

Si bien es el parque más grande de Madrid, la Casa de Campo no ha gozado, en las últimas décadas, de grandes inversiones económicas. Teniendo en cuenta el crecimiento de la inmigración en la capital, es fundamental la protección de los espacios de libre acceso como enclaves lúdicos y de ocio, lejos de la obligación de consumir. Dentro del sistema de valores de nuestra sociedad, el propio concepto de “ocio” apunta a la necesidad de consumir, de gastar dinero; así, la línea entre lo público y lo privado es muy delgada.
3 Reflexión sobre lo observado: Descuidos o ausencias intencionados
La irregular satisfacción de los usuarios de la Casa de Campo en cuanto a las demandas que ofrece puede estar relacionada con el tamaño del parque, debido al cual su planificación se lleva a cabo de manera fragmentada y no unitaria. En relación con esta cuestión, Müllauer-Seichter sostiene que debemos tener en cuenta que el afán de albergar la mayor cantidad posible de atracciones y ofertas de ocio puede llevar a la creación de una masa heterogénea sin propiedad; esto puede ser positivo en espacios nuevos, de reciente creación, como los parques temáticos, pero puede hacer perder las cualidades intrínsecas del lugar si se trata de un espacio que ya tiene un recorrido en la historia de la ciudad.

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Müllauer-Seichter, T. (2004) Segregación del espacio público: Territorio público versus intereses privados: un análisis de usos en la Casa de Campo de Madrid,  en: Anales del Instituto de Estudios Madrileños,Vol. XLIV, pp. 585 -611, Madrid.

sábado, 12 de marzo de 2016

EL ANIMAL PÚBLICO. HACIA UNA ANTROPOLOGÍA DE LOS ESPACIOS URBANOS. Manuel Delgado


Contextualizar la antropología en terrenos en los que no se había tenido en cuenta es una tarea complicada; los motivos por los que nació la disciplina ya no tienen sentido hoy en día, ya que no podemos aplicar el calificativo de “simples” o “primitivas” (Delgado, 1999:9) a las sociedades actuales. Manuel Delgado (1999) subraya la existencia de una tendencia a considerar al antropólogo como aquel que se ocupa de los focos de estudio que las demás ciencias sociales desechan, algo así como los restos que dejan los estudios de las sociedades contemporáneas. Esto se confirma con la tendencia a asignar a los antropólogos las tareas de inventariado, tipificación y escrutamiento de sectores conflictivos de la sociedad.
No obstante, la antropología no tiene por qué dejar de estudiar y analizar la vida cotidiana de personas ordinarias que viven en sociedad, a través del método comparativo, la metodología empírica, los planteamientos holísticos, el desarrollo de técnicas cualitativas de investigación y el relativismo. De esta concepción y según señala Ulf Hannerz (1991) surge la antropología urbana, siendo “considerados urbanólogos” (Delgado, 1999:11) aquellos que se dedican a ella. Resulta fundamental tener en cuenta y hacer uso de la importancia de la antropología a la hora de considerar el significado de la diversidad cultural y sus beneficios.
Es indispensable para Delgado tener en cuenta también que la ciudad no es lo mismo que lo urbano. Este autor sostiene que la ciudad es un gran asentamiento de construcciones estables, con una población numerosa y densa; ahora bien, la urbanidad es un tipo de sociedad que no tiene por qué desarrollarse en la ciudad. Lo que implica la urbanidad es la movilidad, los equilibrios en las relaciones humanas. Por tanto, la antropología urbana se ocuparía de configuraciones sociales poco orgánicas, sin solidificación, constantemente oscilantes y rápidamente desvanecidas (Delgado, 1999:12). Se trata, a fin de cuentas, de aplicar métodos antropológicos a hechos, hasta cierto punto, inéditos. Esto se relaciona con una división que se generalizó a partir del siglo XIX: la de lo público contra lo privado.
De lo público se derivan sociedades instantáneas, protagonizadas por personajes desconocidos, anónimos, que protegen su intimidad de un mundo que pueden entender como hostil. Si la antropología de las sociedades contemporáneas se ocupa de las hibridaciones generalizadas, una antropología que se ocupa de las cosas que suceden en las calles viene a ser una especie de muestrario de entes imposibles. Este autor relaciona esta idea con el Hombre Invisible de H.G. Wells y de la película de James Whale (1933): su protagonista es visto porque se visibiliza (usa gafas, guantes y envuelve su cabeza con vendas), pero, dado que es conceptualmente invisible, no puede ser controlado (Delgado, 1999:17). Esto se relaciona con una inmensa humanidad intranquila, nómada, sin territorio, destinada a disolverse y reagruparse constantemente, y, a fin de cuentas, altamente maleable. Esta maleabilidad, esta invisibilidad, es a lo que debe hacer frente la antropología urbana. Aquí, el antropólogo debe moverse casi a tientas, recabando la ayuda de todas las disciplinas científicas que se han ocupado de las manifestaciones de la complejidad de la vida en general.
En la década de los ’70, autores como Jane Jacobs (1973) y Richard Sennet (1974) hablaron de la decadencia de un espacio público que solamente merecía la pena por lo que conservaba del caos amable en movimiento y de la disonancia creativa del siglo XIX. No obstante, con el paso de los años la calle ha vuelto a reivindicarse como espacio para la creatividad y la emancipación. Han nacido también nuevas modalidades de espacio público, como el ciberespacio, algo que nos obliga a redefinir el concepto de antropología urbana.
Por último, Delgado sostiene que es importante tener en cuenta que nuestro objeto de estudio no se circunscribe única y exclusivamente a las sociedades modernas urbanizadas; resulta necesario recurrir a la antropología simbólica y a la etnología de la religión para comparar y analizar un problema común: lo insensato de las sociedades, lo deforme de los organismos sociales y la impotencia de las instituciones.


Delgado, M. (1999) El animal público. Hacia una antropología de los espacios urbanos. Editorial Anagrama, Barcelona.