Rosalía Sánchez
Corresponsal en Berlín
Actualizado:
El coronavirus
ha obligado en Alemania (al igual que en todo el mundo) a cerrar cines,
teatros, óperas y conciertos, además de presentaciones de libros,
exposiciones, museos y todo tipo de actividades culturales. Pero la
ministra de Cultura, Monika Grütters, ha anunciado que
no dejará al sector «en la estacada» y ha incluido a la cultura en el
rescate financiero programado por el Gobierno de Angela Merkel,
que entre otras medidas ha incluido 120.000 millones de euros para
sostenimiento del empleo y una línea de liquidez ilimitada a la que
podrán acceder desde grandes teatros hasta pymes y profesionales
afectados por la cuarentena cultural. «Soy consciente de que esta
situación supone una gran carga para las industrias culturales y creativas,
y en particular para las instituciones más pequeñas e independientes.
Puede poner a los artistas en una angustia considerable», ha reconocido,
garantizando un programa de supervivencia al que podrán acogerse
artistas e instituciones.
Monika Grütters ha adelantado, además, que «escucharemos sus preocupaciones y trabajaremos para garantizar que se incluyan los intereses especiales de la cultura
y los creativos en las medidas de apoyo y de liquidez». Para ello, el
Gobierno Federal ha alentado al sector a discutir las próximas medidas
de ayuda y ha invitado a una reunión a representantes de la cultura y
los medios de comunicación. «Tenemos que reaccionar ante las
dificultades y emergencias, que no son culpa nuestra, pero que han de
ser compensadas».
La Sociedad de comerciantes de la Música (SOMM),
había escrito previamente una carta a la ministra, subrayando las
consecuencias económicas de esta crisis y expresando la necesidad de
ayuda inmediata. Con un volumen de ventas de alrededor de 1.000 millones de euros anuales y alrededor de 12.000 empleados indefinidos,
la industria de la música, junto al sector de eventos de grabación y
conciertos y fabricación de instrumentos, ha quedado paralizada y
demanda la reducción de los requisitos de acceso a las ayudas y la
cancelación de la parte de la seguridad social a cargo del empleador,
además del diferimiento retroactivo de impuestos, contribuciones y
aranceles junto a garantías para préstamos existentes y nuevos.
Muchas
instituciones culturales alemanas han mostrado su compromiso cumpliendo
con la orden de cierre y pasando a ofrecer sus actuaciones en público, a
través de Internet, de forma gratuita, como es el caso de la Staatsoper unter den Linden de Berlín,
que ha pasado a modo on line todo su programa desde esta semana. «El
objeto a rescatar ha de ser siempre la Humanidad», ha defendido Nikolaus Bachler desde la Ópera Estatal de Baviera,
que también ha pasado a Internet. «Si se trata de mantener elevados es
espíritu y la moral, es necesario contar con la cultura y con el arte».
Rosalía Sánchez
Corresponsal en Berlín
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