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martes, 21 de junio de 2011

La sociedad dividida. Trabajo comentario segundo cuatrimestre Bloque I - Parte III

Esta tarea de la asignatura de Introducción a la Sociología II, del Grado de Sociología de la UNED, consistía en la realización de un trabajo de lectura voluntario del libro de José Félix Tezanos, La sociedad dividida. Estructura de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001, pensado como una Prueba de Evaluación a Distancia, permite contrastar los contenidos "teóricos" de la asignatura con algunos rasgos y procesos que están teniendo lugar en las sociedades de nuestros días y que resultan de especial interés para los sociólogos. La evaluación de esta prueba se hizo en la plataforma ALF puntuando hasta 1,5 puntos en la nota final. 
Este trabajo tenía dos partes. La primera consistía en un resumen de la segunda parte del libro (capítulos 7 al 12) con una extensión máxima de tres páginas. Y, la segunda, debía ser un comentario personal de dicha parte, o de un capítulo, en el que el alumno aportaba su propia opinión fundamentada.

Comentario basado de la lectura del epígrafe "principales tendencias en estratificación"

Estos posicionamientos, no sólo son exclusivos de Europa. En EEUU, la nueva derecha ultra, “rompe” a los republicanos, logrando frenar las anunciadas políticas sociales del presidente Obama. Un triunfo protagonizado por los candidatos del “Tea Party” en las pasadas elecciones primarias, como ejemplo de la nueva manifestación del conservadurismo estadounidense, como fieros defensores del individualismo, la mínima expresión del Estado, los valores más conservadores y contrarios a la sanidad pública, a los impuestos, al control de armas, a la inmigración. El “Tea Party” -acusado habitualmente de racista y xenófobo- reclama <<una segunda revolución americana[1]>>, desarmando la estructura del Estado e instaurando los valores más tradicionales.
Se puede prever por tanto, una agudización de conflictos racistas y xenófobos, promoviendo con ello unos cambios considerables en el plano político[2]. Emerge un nuevo foco de tensiones, de raíz étnica y cultural, imbricado con los procesos migratorios. Y donde estas manifestaciones favorecerán la afiliación de los grupos más marginados de la sociedad, a estas corrientes de pensamiento “extremista”, hacia un proceso de etnicización de la pobreza[3].
Una realidad social compleja, con comportamientos políticos que se encuentran afectados por variables oscilantes. El surgimiento del nuevo paradigma de sociedades tecnológicamente avanzadas proyecta nuevos obstáculos, los cuales, ni los viejos Estados liberales, ni los Estados de Bienestar modernos, disponen de capacidades resolutivas, derivándose por tanto en segregaciones, marginaciones y exclusiones con profundas raíces estructurales, factores e inclinaciones culturales.
Queda por tanto preguntarse, superada ya la escisión entre democracia y capitalismo denunciada por Marx en la creación de un ciudadano plenamente libre, ¿no somos todos responsables de esta realidad? ¿no deberíamos hacer algo?


[1] http://www.elpais.com/articulo/internacional/Tea/Party/Obama/elpepuint/20100206elpepuint_1/Tes
[2] Tezanos José Félix, La sociedad dividida. Estructuras de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas. Página 360. Biblioteca Nueva 2008 Madrid
[3] Tezanos José Félix, La sociedad dividida. Estructuras de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas. Página 361. Biblioteca Nueva 2008 Madrid

lunes, 20 de junio de 2011

La sociedad dividida. Trabajo comentario segundo cuatrimestre Bloque I - Parte II

Esta tarea de la asignatura de Introducción a la Sociología II, del Grado de Sociología de la UNED, consistía en la realización de un trabajo de lectura voluntario del libro de José Félix Tezanos, La sociedad dividida. Estructura de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001, pensado como una Prueba de Evaluación a Distancia, permite contrastar los contenidos "teóricos" de la asignatura con algunos rasgos y procesos que están teniendo lugar en las sociedades de nuestros días y que resultan de especial interés para los sociólogos. La evaluación de esta prueba se hizo en la plataforma ALF puntuando hasta 1,5 puntos en la nota final. 
Este trabajo tenía dos partes. La primera consistía en un resumen de la segunda parte del libro (capítulos 7 al 12) con una extensión máxima de tres páginas. Y, la segunda, debía ser un comentario personal de dicha parte, o de un capítulo, en el que el alumno aportaba su propia opinión fundamentada.

Comentario basado de la lectura del epígrafe "principales tendencias en estratificación"

Otro hecho a destacar lo encontramos en Francia, cuyo gobierno desmanteló entre finales de julio y agosto de 2010, 128 campamentos de gitanos rumanos con la consiguiente expulsión de 977 de sus ocupantes. Según el balance que entonces, realizó el ministro del Interior, Brice Hortefeux, se justificó esta ofensiva –anunciada por el propio presidente francés Nicolas Sarkozy- como <<legítima y necesaria>> y que seguiría adelante. Tal situación, conllevó que distintos dirigentes y líderes europeos se pronunciaran, entre ellos, Viviane Reding, vicepresidenta y titular de Justicia y Derechos Fundamentales de la Comisión Europea, quien en septiembre del pasado año, expresaba: “Actitudes como la expulsión masiva de gitanos rumanos en Francia el pasado año, pone en alerta aún más, unas posturas que hacen rememorar a pretéritas etapas de la triste historia europea”, comparando dichas expulsiones con las entregas de judíos a los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial.
Unido a ello, observamos el auge del partido de Jean-Marie Le Pen, el Frente Nacional, y <<una UE que con un silencio y apoyo de los 27 miembros a la política de Sarkozy pone en relieve el corporativismo de la alta política que niega derechos a colectivos vulnerables y que lleva a un pacto para no oponerse a esta medidas[1]>>, como ha señalado el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra.
Dadas las circunstancias, cuando la extrema derecha no ostenta el poder, sus planteamientos pueden “intoxicar” los tradicionales partidos de derecha, unos gobiernos que caen en tentaciones populistas xenófobas como estrategias de captación de votos. Así, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha procurado obsequiar con la nacionalidad húngara a las minorías húngaras que residen en los países fronterizos, exasperando con ello a sus vecinos Rumania y Eslovaquia. Una propuesta programática ésta, presentada por el partido de extrema derecha húngaro Jobbik.
Subraya Magali Balent (de la Fundación Robert Schuman), <<que la UE debe de tener en cuenta la responsabilidad que tiene, en el avance de la extrema derecha, no puede ignorar un debate sobre su identidad y sus límites, para demostrar  su singularidad y contradecir a quienes afirman que sólo responde a las órdenes de un proyecto para estandarizar las culturas y las identidades en todo el mundo[2]>>.
Cabe destacar que, en las elecciones europeas de junio de 2009, la extrema derecha logró un porcentaje de votos de dos dígitos en siete Estados miembros (Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, Hungría, Austria, Bulgaria e Italia), y un rédito entre un 5% y un 10% en otros cinco Estados (Rumania, Grecia, Francia, Reino Unido y Eslovaquia), y Finlandia, que ha sido el último país en caer ante el auge de las fuerzas populistas de los “Verdaderos Finlandeses”, partido que se ha hecho con el 19% de los votos (Abril 2011), convirtiéndose en la tercera potencia política del país. La entrada al Parlamento sueco, de Demócratas de Suecia (SD, extrema derecha), que obtuvo el 5,7% de los votos, un logro compartido por los partidos nacionalistas y xenófobos de Países Bajos (PPV) o Hungría (Jobbik). Y en Italia, unos de los países fundadores de la UE, la Liga Norte, partido contrario a la inmigración, cohabita con el gobierno como principal aliado de Silvio Berlusconi. Debido a este panorama político, el eurodiputado francés, Bruno Gollnisch del Frente Nacional, manifestaba: <<Poco a poco, la gente está dándose cuenta de que la globalización afecta a todos de la misma manera[3]>>.


[1] http://ecodiario.eleconomista.es/internacional/noticias/2461305/09/10/3/La-crisis-ha-puesto-mas-facil-el-auge-de-la-ultraderecha-en-Europa.html
[2] http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/20/internacional/1285008249.html
[3] http://ecodiario.eleconomista.es/internacional/noticias/2461064/09/10/La-extrema-derecha-siembra-la-incertidumbre-en-Suecia.html

viernes, 17 de junio de 2011

La sociedad dividida. Trabajo comentario segundo cuatrimestre Bloque I - Parte I

Esta tarea de la asignatura de Introducción a la Sociología II, del Grado de Sociología de la UNED, consistía en la realización de un trabajo de lectura voluntario del libro de José Félix Tezanos, La sociedad dividida. Estructura de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001, pensado como una Prueba de Evaluación a Distancia, permite contrastar los contenidos "teóricos" de la asignatura con algunos rasgos y procesos que están teniendo lugar en las sociedades de nuestros días y que resultan de especial interés para los sociólogos. La evaluación de esta prueba se hizo en la plataforma ALF puntuando hasta 1,5 puntos en la nota final. 
Este trabajo tenía dos partes. La primera consistía en un resumen de la segunda parte del libro (capítulos 7 al 12) con una extensión máxima de tres páginas. Y, la segunda, debía ser un comentario personal de dicha parte, o de un capítulo, en el que el alumno aportaba su propia opinión fundamentada.

Comentario basado de la lectura del epígrafe "principales tendencias en estratificación"

Desde que las sociedades avanzaron desde economías fundamentalmente agrícolas hacia la industrialización, las posturas, las conductas y los valores de la ciudadanía se modificaron. Las sociedades premodernas se inclinaron a ser gobernadas por sistemas no democráticos, pero la ascendente prosperidad y los niveles de educación cada vez mayores que se asocian a la modernización industrial, fomentan una mayor participación política de la población. La industrialización y las mutaciones de valores que la escoltan, impulsan la democracia. Ya en las sociedades económicamente más avanzadas en el final del siglo XX, las economías se han desarrollado en posindustriales, con un sector servicios que ha tomado el relevo de la industria, como mecanismo estructurador de la economía y del empleo. Pero en la actualidad estos países que han “disfrutado” de los beneficios del Estado benefactor, de la solidez de la democracia, con unos ciudadanos con valores posmaterialistas, han sido afectados adversamente por la gran recesión actual. Una crisis que ha ocasionado significativas modificaciones económicas, políticas, culturales y por ende, actitudinales. Donde el paro se configura como el más temible fenómeno que afecta a todos por igual, estableciendo sociedades de dos velocidades, donde los poseedores de un empleo se benefician de las condiciones de vida favorable, y los privados de empleo, quedan marginados en <<la civilización del deseo, la nueva sociedad del hiperconsumo[1]>>, donde “comprar” es símbolo de triunfo social. Todos estos “satélites” complejos, heterogéneos, asimétricos, que “orbitan” en torno al paro, traen consigo otro fenómeno desestructurador, que hunde irremediablemente sus raíces, en los cimientos demócratas: la radicalización política.
¿Se manifiesta un replanteamiento de una socialdemocracia triunfante? ¿se trata del retorno del conservadurismo? ¿o quizás a posturas ultra conservadoras? ¿qué ocurre con el supuesto y cuestionado “sobrepeso” de las democracias, de los Estados de bienestar? ¿cuál es la “receta” política propuesta por una parte cada vez más significativa, de una sociedad multiétnica y multicultural europea?
La crisis económica en el Viejo Continente en parte explica el rebrote de la extrema derecha en Europa, pero no es esta la única variable. El multiculturalismo y, fundamentalmente el Islam, son los targets de estas posiciones. Unas posturas que critican a la Unión Europea, que protege la libre circulación de ciudadanos de la UE o la libertad de religión, entre otros valores democráticos.
Una muestra de ello, la encontramos en el  año 2000, cuando se produjo una protesta de la UE frente la extrema derecha. Fue durante ocho meses, cuando Austria tuvo que alejarse de sus socios europeos por la entrada de los populistas extremistas del Partido de la Libertad. La UE prohibió a los estados miembros dar su apoyo a los candidatos austriacos, para que no alcanzaran responsabilidades en organizaciones internacionales. <<Las sanciones han sido un completo fracaso, aún cuando están justificadas intelectualmente[2]>>, pensó Jacques Le Rider (Exconsejero cultural de la Embajada de Francia en Viena), un año después de su terminación.


[1] Vid. La felicidad paradójica. Lipovetsky G. Anagrama 2010 Barcelona
[2] http://www.elmundo.es/elmundo/2010/10/08/internacional/1286491316.html

jueves, 16 de junio de 2011

La sociedad dividida. Trabajo resumen segundo cuatrimestre Bloque I - Parte III

Esta tarea de la asignatura de Introducción a la Sociología II, del Grado de Sociología de la UNED, consistía en la realización de un trabajo de lectura voluntario del libro de José Félix Tezanos, La sociedad dividida. Estructura de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001, pensado como una Prueba de Evaluación a Distancia, permite contrastar los contenidos "teóricos" de la asignatura con algunos rasgos y procesos que están teniendo lugar en las sociedades de nuestros días y que resultan de especial interés para los sociólogos. La evaluación de esta prueba se hizo en la plataforma ALF puntuando hasta 1,5 puntos en la nota final. 
Este trabajo tenía dos partes. La primera consistía en un resumen de la segunda parte del libro (capítulos 7 al 12) con una extensión máxima de tres páginas. Y, la segunda, debía ser un comentario personal de dicha parte, o de un capítulo, en el que el alumno aportaba su propia opinión fundamentada.

Estamos frente a una nueva tendencia social de raíz estructural, por la modificación de los equilibrios obtenidos, pues la mayor parte del desempleo tiene un también un carácter estructural. El aumento de las desigualdades sociales está conectado a la evolución de nuevas tipologías de condiciones funcionales, y ligadas a las formas emergentes de organizar las tareas sociales, fundamentalmente las productivas. Se configuran así, una mayor complejidad de las estructuras de clase, sistemas más heterogéneos y con situaciones diferentes de asimetría social, donde las tendencias apuntan a que los jóvenes serán los más sancionados, formando parte de los parados, de los excluidos y de los grupos más vulnerables. 
La historia de la humanidad nunca ha tenido como ahora una conciencia ética global, por la inmediatez con la que se puede obtener toda la información en nuestras casas. Una conciencia ética que actúa como una fuerza práctica capaz de impulsar los obstáculos necesarios frente a las violencias, opresiones y las grandes fragmentaciones sociales. El marco de las pretensiones sociales que son proyectadas en el siglo XXI, ya no pueden ser entendidas y explicadas del mismo modo que a finales del siglo XIX o a comienzos del XX, porque en un mundo tecnológicamente avanzado las necesidades, las demandas y las posibilidades ya no son semejantes. Con el paso del tiempo no solo se ha transformado la lógica y el modelo de las desigualdades, sino que han mutado las ambiciones colectivas.
Se revela pues necesario, el estímulo de políticas de libertad, igualdad y de equilibrio medioambiental, en el diseño de respuestas creíbles a necesidades y a problemas auténticos. Un mundo que se mueva por impulsos y apoyos sociales específicos; pasar de la “debilidad de los sujetos históricos” a la fortaleza. Una crisis que debe ser entendida desde parámetros culturales y socio-económicos de una etapa histórica concreta, y pensando hacia una reformulación de los paradigmas, en nuevos enfoques a definir y pensar el progreso. Hay que sumar intereses, desarrollando un pensamiento social operativo, eficiente y adaptado a los nuevos tiempos, contribuyendo a estimular el progreso, en esa concepción histórica de largo alcance que se inclina a ajustar la penetración y expansión de la democracia, el equilibrio social y el humanismo.

miércoles, 15 de junio de 2011

La sociedad dividida. Trabajo resumen segundo cuatrimestre Bloque I - Parte II

Esta tarea de la asignatura de Introducción a la Sociología II, del Grado de Sociología de la UNED, consistía en la realización de un trabajo de lectura voluntario del libro de José Félix Tezanos, La sociedad dividida. Estructura de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001, pensado como una Prueba de Evaluación a Distancia, permite contrastar los contenidos "teóricos" de la asignatura con algunos rasgos y procesos que están teniendo lugar en las sociedades de nuestros días y que resultan de especial interés para los sociólogos. La evaluación de esta prueba se hizo en la plataforma ALF puntuando hasta 1,5 puntos en la nota final. 
Este trabajo tenía dos partes. La primera consistía en un resumen de la segunda parte del libro (capítulos 7 al 12) con una extensión máxima de tres páginas. Y, la segunda, debía ser un comentario personal de dicha parte, o de un capítulo, en el que el alumno aportaba su propia opinión fundamentada.

Los cambios acontecidos en las <<nuevas clases medias>> han de ser considerados equivalentes a los también producidos entre las nuevas clases obreras y sin tomar a la clase media como un grupo homogéneo. Las modificaciones económicas, tecnológicas y socio-políticas; van a actuar ostensiblemente en la conciencia y en el reconocimiento de clase, y se ejecutarán en una manera difícil de traducir.
El incremento en la complejidad y multiplicidad de las estructuras de clase, en los sectores ocupacionales de clase media y las transformaciones políticas, que se produjeron; se manifestaron en dificultades de ajuste con el devenir de las democracias y la naturaleza de representación de los partidos políticos. Se ponían en tela de juicio los ideales socialdemócratas tradicionales, fundamentados en la armonización entre los partidos socialistas que intervenían en el plano político y los sindicatos en el laboral, los dos pilares de un cuerpo social que compartían un mismo proyecto político.
El elemento diferenciador de la pérdida de poder de los sindicatos estuvo en la mecánica de pactos sociales que se articulaba en torno al modelo de Estado de Bienestar clásico, lo que se denominó “corporatismo”. Ello significó que algunos elementos de la política no se decidieran en el Parlamento, sino en mesas de negociación entre gobierno y grupos de interés.  La ulterior mejora electoral de los grupos conservadores se sustentó en la línea que dichas <<imágenes de poder>>, despertaron en sectores de las clases medias de los países desarrollados, lo que contribuyó a un cambio de rumbo de las políticas propias del Estado benefactor.
La tecnología se configura pues como un factor primordial en la estructura de los nuevos sistemas sociales y la conformación de las clases medias en las sociedades tecnológicamente avanzadas, experimenta transformaciones, llegándose a cuestionar su propia situación en la estructura de la sociedad; hacia una conciencia de clase difusa. Todo parece indicar que las clases medias empiezan a encontrar taponado su futuro, donde las nueva sociedades emergentes buscan otros valores y establecen diferentes recorridos sociales y vitales.
Las previsiones sobre las principales tendencias futuras en estratificación social tanto en el resto del mundo como en España, se plasman en la agudización de las desigualdades, con retrocesos en el nivel de bienestar de los pensionistas, así como en otros grupos sociales infraposicionados, incrementándose  la dualización social y la manifestación segregadora en los espacios urbanos.
Los procesos de reestructuración del trabajo relacionados con la revolución tecnológica están contribuyendo a un incremento del paro estructural de larga duración y de precarización laboral. Donde los jóvenes son los grandes afectados, por encontrarse atrapados frente a las escasas oportunidades laborales y vitales, socialmente integradoras. Se localiza a los jóvenes como núcleo en las nuevas dinámicas gestadas por las transformaciones en los modelos de sociedad, situándolos como protagonistas y víctimas principales de las nuevas composiciones económicas y sociales. Las nuevas generaciones se han instalado en la conciencia del cambio, entre constantes procesos de innovación, por lo que para muchos jóvenes lo extraordinario sería que este curso evolutivo se frenara. En la actualidad muchos jóvenes no han logrado incorporarse al mercado laboral y los que lo consiguen, sólo lo realizan en las peores condiciones laborales y salariales.

martes, 14 de junio de 2011

La Sociedad dividida. Trabajo resumen segundo cuatrimestre Bloque I - Parte I

Esta tarea de la asignatura de Introducción a la Sociología II, del Grado de Sociología de la UNED, consistía en la realización de un trabajo de lectura voluntario del libro de José Félix Tezanos, La sociedad dividida. Estructura de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001, pensado como una Prueba de Evaluación a Distancia, permite contrastar los contenidos "teóricos" de la asignatura con algunos rasgos y procesos que están teniendo lugar en las sociedades de nuestros días y que resultan de especial interés para los sociólogos. La evaluación de esta prueba se hizo en la plataforma ALF puntuando hasta 1,5 puntos en la nota final. 
Este trabajo tenía dos partes. La primera consistía en un resumen de la segunda parte del libro (capítulos 7 al 12) con una extensión máxima de tres páginas. Y, la segunda, debía ser un comentario personal de dicha parte, o de un capítulo, en el que el alumno aportaba su propia opinión fundamentada.


Tras un periodo histórico más conflictivo en las primeras fases de la revolución industrial, en la segunda mitad del siglo XX, se manifestó una reanudación de los conflictos laborales en la gran mayoría de las sociedades capitalistas. Unas modificaciones significativas, en la propia lógica y conformación de las clases trabajadoras, con una dimensión de cambio político e histórico trascendental.
Desde una perspectiva global, las principales transformaciones se desarrollaron en dos fases de modificación del paradigma de la sociedad industrial: el primer ciclo de cambio, se presentó como un nuevo modelo de <<sociedad industrial madura>>, y el segundo ciclo se manifestó a partir de la década de los años ochenta, en el preludio de la sociedad tecnológica, con el empleo de la robotización y sistemas automáticos.
Los efectos causados por las transformaciones sociales en la lógica sobre la realidad de la clase obrera, concluyeron en realzar las limitaciones que estrechaban determinadas percepciones sobre las clases, en especial, las ideas marxistas sobre la <<clase social total>>. El siguiente paso conducía al proceso de industrialización que llevaba a la clase media al abismo y en consecuencia, a derivar en un aumento de los efectivos del proletariado y por consiguiente, la reducción de la estructura de clases y la acentuación de sus rasgos diferenciadores; la palanca de cambio del proceso de transformación histórico.
Las transformaciones en las estructuras de clase, en las condiciones de vida y de trabajo industrial y las nuevas directrices políticas en los países industrializados; dieron lugar a que algunos sociólogos plantearan un proceso de aburguesamiento de la clase trabajadora. Los cambios en los enfoques y en las interpretaciones tuvieron sus debidas traducciones políticas y académicas, a saber: las tesis de la <<erosión de la conciencia de la clase obrera>>, el agotamiento contestatario de los grupos políticos radicales causado por la difusión de las pautas de la sociedad de consumo, la pérdida de intensidad del conflicto de clases, o el <<conservadurismo>> de la tradicional clase obrera.
  Sin embargo otras teorías más específicas como las del <<aburguesamiento de la clase obrera>> dirigidas a estudiar el modo en que se tiende a modificar la conciencia obrera que señalaron la tendencia hacia la adopción de mentalidades de clase media por parte de los nuevos <>, etc., y las tendencias hacia un <<conservadurismo>>; no pueden ser consideradas como eventos recientes. Son fenómenos que presentan rasgos claramente singulares, con elementos ideológicos heredados del pasado e imbricados con las nuevas particularidades sociales y económicas, formando parte de las nuevas circunstancias estructurales de la sociedades tecnológicamente avanzadas. 

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El Estado de Malestar – Una micro radiografía de su "estado" en España Parte III

Siguiendo con el hilo abierto en mi entrada del viernes 5 de noviembre, en esta ocasión presento la tercera y última parte de mi trabajo de comentario personal sobre unos de los temas que subyace de la lectura del libro de José Félix Tezanos, La Sociedad dividida. Estructura de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001. He pretendido analizar sucintamente el agotamiento en España de algunas políticas del Estado de Bienestar, respondiendo a las instrucciones propuestas para este ejercicio; en  extensión, conceptos y términos sociológicos, la pertinencia de la aportación que desarrollo, entre otros, por el equipo docente de la asignatura Introducción a la Sociología I del curso 2010/11 de la UNED en Grado de Sociología. Espero comentarios u observaciones sobre este trabajo.





Desplazamientos forzados, desalojos a gran escala, <<personas que entran directamente en la vulnerabilidad>>. Se configura una nueva expresión de la pobreza en las grandes ciudades, sociedades fragmentadas donde cohabitan grandes diferencias socio-económicas, la pobreza con sus indicadores económicos, y excluidos con otras variables desigualatorias. Todos juntos en un círculo centrífugo, que devora a los que están cerca de las privaciones y lejos de las oportunidades. Cáritas llama a la atención que existen 3,1 millones de hogares en situación de exclusión social, significando un incremento de 376.000 hogares que viven en esta situación respecto a 2007. Unas sociedades tecnológicamente avanzadas, que proliferan nuevas manifestaciones de carencias, como los pobres energéticos, aquellos que forman parte de una marginación emergente, personas que sus ganancias no le alcanzan para tener una casa dotada de luz, agua y gas. Viviendas del primer mundo muy sofisticadas, con una total subordinación de suministros, personas que se encuentran una etapa de decadencia hacia la indigencia. La pobreza energética en España o la Fuel Poverty en el mundo anglosajón, da igual dónde se manifieste, son universales los impactos que se vinculan a este fenómeno; la salud, con una alta incidencia a la mortalidad. Personas de clases sociales más bajas, infraposicionados, con una mayor prevalencia a presentar una enfermedad (Estudio del Instituto de Investigación del Hospital del Mar –IMIM- de Barcelona), existiendo factores sociales que contribuyen a determinar el riesgo a patologías específicas.
Alrededor de dos millones de personas mayores de 65 años sobreviven con pensiones inferiores a 500 euros en España (datos de CEOMA), una cifra que supone el 17,5% de la población, y se prevé que se incremente al 32% en el 2050, otro colectivo económicamente desfavorecido y precario. España continúa acosada por <<dolorosas condiciones recesivas que sugieren que cualquier recuperación probablemente será laboriosa y errática>>, según afirma Raj Badiani, (economista de IHS Global Insight), o la afirmación del rotativo económico Financial Times, que España volverá a caer en recesión (Agosto 2010).
Actualmente en la mayoría de los países industrializados, y los que están en fase de desarrollo son estados de bienestar, donde el gobierno se esfuerza en actuar en reducir las desigualdades, un fundamento que cada vez es más difícil afrontar. Abordar los riesgos a los que se enfrentan los ciudadanos en el curso vital de su existencia, se configuran como fundamentales, en una tendencia que apunta a unos severos recortes “imprevistos” e “imprevisibles”, de una política socialdemócrata, virtualmente preocupada por los servicios asistenciales disponibles, de manera universal, para todos los ciudadanos. Unas coberturas que has terminado por ceder, en su máxima capacidad. Las razones de haber llegado aquí, no se pueden explicar sucintamente, pues han sido causas muy complejas y heterogéneas, pero sin duda, sí se conoce empíricamente, los damnificados. 

martes, 9 de noviembre de 2010

El Estado de Malestar – Una micro radiografía de su "estado" en España Parte II

Siguiendo con el hilo abierto en mi entrada del viernes 5 de noviembre, en esta ocasión presento la segunda parte de mi trabajo de comentario personal sobre unos de los temas que subyace de la lectura del libro de José Félix Tezanos, La Sociedad dividida. Estructura de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001. He pretendido analizar sucintamente el agotamiento en España de algunas políticas del Estado de Bienestar, respondiendo a las instrucciones propuestas para este ejercicio; en  extensión, conceptos y términos sociológicos, la pertinencia de la aportación que desarrollo, entre otros, por el equipo docente de la asignatura Introducción a la Sociología I del curso 2010/11 de la UNED en Grado de Sociología. Espero comentarios u observaciones sobre este trabajo.




En Panorama de la educación 2010 de la OCDE, verifica que un <<40% de los universitarios españoles se tienen que conformar con puestos que no requieren título superior>>, o en su caso, como señalan algunos analistas, <<que sucumban al down pushing  o presión hacia empleos de menor cualificación>>. Toda una generación sacudida por el desempleo más elevado de Europa, que observa como se ensancha la fisura generacional, como las metas duramente trabajadas (con esfuerzo y dinero) durante años, se desvanecen, y sin lograr alcanzar por sí solos, ese “nivel de vida prometido” por sus progenitores.
Dominique Strauss-Khan, director del FMI subrayó en la reciente Conferencia del Empleo de Oslo, <<la necesidad de adoptar medidas para hacer frente a esta tragedia, el coste económico y social será tremendo porque estamos hablando de una “generación perdida”>>. Unos datos de paro juvenil en la Unión Europea nada alentadores, donde la tasa media de desempleo de los menores de 25 años se sitúan en el 20,2 % (julio 2010). España, encabeza el ránking con un 41,5%, Eslovaquia con 34,4%, muy lejos están Alemania y Holanda con un 9,2% y 8,1% respectivamente (junio 2010).
Referencias que constatan que los jóvenes titulados son duramente castigados por el desempleo, pero no lo son menos, los que no tienen título, datos de la OCDE revela que el porcentaje de españoles con estudios universitarios y empleo es del 83,6%, mientras que sólo el 59,1% de los que tienen educación secundaria están trabajando, entretanto la oferta de empleo cualificado cae un 58% en el primer semestre de 2010. Unos jóvenes que si se incorporan al mercado laboral en este periodo, vivirán en una recesión particular durante al menos un tercio de su vida laboral (estudio de la Universidad de Yale), <<pues tendrán durante 15 ó 20 años un salario inferior al que le pertenecería si lo hubiera obtenido en un periodo expansivo>>.
En una reciente entrevista a Strauss-Khan del FMI (El Mundo 03/10/10), resaltó que <<parece que hay un cambio de paradigma en el mundo. Los países en vías de desarrollo están quitando poder a las potencias industrializadas. Los Gobiernos están ganando poder, donde las reglas tradicionales, ya no funcionan>>. Cerca de 1.400 millones de habitantes urbanos vivirán en la marginalidad en 2020, así se refleja en el Informe Mundial sobre desastres 2010 de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Alerta de <<los niveles inaceptables de riesgo urbano>>, informando que por primera vez en la historia <<la población que habita en las ciudades supera a la que vive en entornos rurales, y que superará el 69% en el 2020>>

lunes, 8 de noviembre de 2010

El Estado de Malestar – Una micro radiografía de su "estado" en España Parte I




Siguiendo con el hilo abierto en mi entrada del viernes 5 de noviembre, en esta ocasión presento la primera parte de mi trabajo de comentario personal sobre unos de los temas que subyace de la lectura del libro de José Félix Tezanos, La Sociedad dividida. Estructura de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001. He pretendido analizar sucintamente el agotamiento en España de algunas políticas del Estado de Bienestar, respondiendo a las instrucciones propuestas para este ejercicio; en  extensión, conceptos y términos sociológicos, la pertinencia de la aportación que desarrollo, entre otros, por el equipo docente de la asignatura Introducción a la Sociología I del curso 2010/11 de la UNED en Grado de Sociología. Espero comentarios u observaciones sobre este trabajo.

Desde que las sociedades progresaron desde economías fundamentalmente agrícolas hacía la industrialización, las conductas y los valores de la población se han ido modificando ostensiblemente. En sociedades más avanzadas económicamente, en las postrimerías del siglo XX, han suplantado a la industria como fuente primordial de crecimiento económico y empleo, por el sector servicios. Un Estado de bienestar sólido y apuntalado que garantice los niveles de vida mínimos para los que sufren en mayor medida más privaciones, y diversos beneficios y prestaciones para todos, está siendo embestido por una histórica recesión. Que nadie pudo pronosticar, o al menos, en la medida de la virulencia mostrada, una crisis que ha entrado de lleno como un organismo destructor y provocador de significativas mutaciones socio-económicas globales.
El establishment español está imponiendo unas políticas con el objetivo último de disminuir los salarios de los trabajadores y recortar la financiación del ya poco desarrollado Estado del bienestar (el gasto público social por habitante continúa a la cola de la UE-15, el grupo de países de la UE más próximos a España por su nivel de desarrollo económico). El mayor problema que afecta a España es el desempleo, el más elevado de la UE-15, con el 19% de la población activa y con el 46% de éstos con miedo a perder el puesto de trabajo. Además con una revisión alcista anunciada por el Gobierno de un 19,3% de paro en 2011, cuatro décimas más de lo que había calculado recientemente. Cerca de medio millón de trabajadores se vieron obligados a tener un segundo empleo, para hacer frente a sus necesidades durante el 2009 (Sondeo Randstad, año 2010).
Sin duda, emerge un grupo que está siendo muy sancionado por los efectos de la crisis; los jóvenes. Unos años de bonanza económica que encubrieron algunos problemas estructurales del mercado laboral español, ahora son ellos, los que se sitúan en la periferia del núcleo de las oportunidades laborales. Un tejido productivo que se ha especializado en la creación de empleo precario, estimulando con ello, una generación desanimada y frustrada. Están siendo afectados por una nueva problemática que es la sobrecualificación, unos de los viejos problemas estructurales que padecen los jóvenes, y motivada por un desequilibrio entre sistema educativo y productivo, un mercado que no puede absorber a estos jóvenes cualificados. 

domingo, 7 de noviembre de 2010

La sociedad dividida. Trabajo resumen primer cuatrimestre Bloque I - Parte III

Esta es la tercera y última parte de mi trabajo realizado y que corresponde al Bloque I propuesto por el equipo docente de la asignatura Introducción a la Sociología I del Grado de Sociología de la UNED, para el curso 2010/11 del libro de José Félix Tezanos, La sociedad dividida. Estructuras de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001. Aclarar que este trabajo no ha tenido ninguna corrección por el equipo docente de la asignatura, por lo que no garantizo que esté correctamente elaborado. Obviamente, estoy abierto a recibir sugerencias o correcciones, como compartir ideas referentes al asunto que nos trata.


José Félix Tezanos
Desde la óptica de las previsiones de una sociedad dualizada con los riesgos inherentes  de incertidumbre y desvertebración social, se hace necesario analizar las variables políticas que están interviniendo en la exclusión. La manifestación de paro estructural de larga duración, junto a las nuevas expresiones de la asimetría social, están ligadas a la evolución de los modelos de producción, donde progresivamente se utilizan robots y otros medios automáticos de trabajo. La revolución tecnológica en marcha, como la inherente expresión de los nuevos sistemas de estratificación social, ha propiciado que se sitúe el análisis de las infraclases, en el plano global de las transformaciones. Las infraclases están conformadas por grupos en una posición social en el extrarradio de las oportunidades económicas, culturales, de nivel de vida, etc., del sistema instaurado. El vínculo entre los conceptos de infraclases, de exclusión y de ciudadanía social es real, en la medida que este último responde a garantías de empleo de reconocimiento de derechos sociales, de oportunidades y de niveles de vida de los que las infraclases son excluidas. En definitiva son <<los que se sitúan fuera del sistema>>, o conformarse con designar a los que están en peores condiciones sociales, en los niveles más humildes de la pirámide social
El paro y la precarización laboral tiene efectos devastadores, no sólo económicos, sino sociales y humanos, trasladando a millones de personas a la condición de miembros <<sobrantes>> de una sociedad que le da la espalda, y deteriorando el clima social y desgastando los sentimientos de integración y autoestima personal. El trabajo en las sociedades industriales ha actuado de modo de vehículo de integración social. Todo esto, está provocando un clima de desánimo entre la juventud, con un creciente pesimismo general, al presentir un futuro de subempleo o de paro de larga duración.
La perspectiva es que un grupo social similar, que sea sancionado con situaciones estructurales de dependencia, subordinación o infraposicionamiento social, desarrolle una identidad grupal con la lógica de sus intereses y demandas, lo que originará una previsible acción colectiva. Aún teniendo en cuenta que las infraclases no se hallan en un locus social, como una fábrica o taller como las primeras etapas de la revolución industrial. Sino son el vecindario, la calle, etc. Por tanto, no disponen de una localización acotada, están atomizados, para sus demandas en defensa de sus intereses. Acciones colectivas que irán encaminadas en expresiones más imprecisas y divididas en expresiones como motines, <<okupaciones>>, violencia urbana, etc.
Una definición, la de infraclases que puede que los propios actores puedan denominarse a sí mismos como ellos quieran en un futuro, y una noción que responde como un referente analítico provisional, a lo que está sucediendo en ciertas áreas de nuestras sociedades.

sábado, 6 de noviembre de 2010

La sociedad dividida. Trabajo resumen primer cuatrimestre Bloque I - Parte II

Esta es la segunda parte de mi trabajo realizado y que corresponde al Bloque I propuesto por el equipo docente de la asignatura Introducción a la Sociología I del Grado de Sociología de la UNED, para el curso 2010/11 del libro de José Félix Tezanos, La sociedad dividida. Estructuras de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001. Aclarar que este trabajo no ha tenido ninguna corrección por el equipo docente de la asignatura, por lo que no garantizo que esté correctamente elaborado. Obviamente, estoy abierto a recibir sugerencias o correcciones, como compartir ideas referentes al asunto que nos trata.


José Félix Tezanos
En las sociedades, las divergencias entre las comunidades sociales están intrínsecamente relacionadas por componentes sociales, por la correspondencia en la estructura de producción. Las clases sociales se establecen por grandes grupos de interés, y no responden con lo que se hace, sino la manera de hacerlo, entonces se constituye en dispares niveles de vida, de establecimiento de influencia social, de oportunidades de integración en la sociedad, que por igual conforman intereses grupales, como conflictos y tensiones. Una clase social es un grupo uniforme en índole laboral, como económico, que se establece en una posición específica de poder, de influencia y de oportunidades en el sistema social, en un momento concreto de la evolución de la estructura productiva e interpretada como un sistema social común. La estructura de clases es dependiente de diversos niveles, que responden a complejas coyunturas, por lo que no proporciona una estabilidad de conexión entre sus partes. Si la desigualdad social tiene una naturaleza de estructura, por ende, los cambios sociales darán lugar, a diversos modelos y sistemas de desigualdad.
El Estado moderno fue una pieza fundamental y decisiva para la definitivo afianzamiento de los grandes mercados nacionales, nuevas figuras de estratificación social, con una singular estructura de clases, que establecerá una nueva configuración de conflictos sociales. En los países occidentales, contribuyó a la formación, en lo que hoy conocemos como Estado de Bienestar.
El crecimiento actual de las desigualdades provoca una escisión en el desarrollo social, en la entrada del siglo XXI muchas familias creen que sus hijos no van a recibir mejoras sustanciales en sus vidas, sino al contrario van a ser sancionados con más obstáculos en la inserción laboral, como precariedad en las condiciones del trabajo. Las personas sentirán nuevas dificultades como insufribles y negativas, mirando hacia tiempos pretéritos de bonanza económica, derivando en una percepción alarmante de las desigualdades y de desmembramiento social. Una crisis que está fomentando la desmotivación, incapacidades, desinterés, fragilidad de las normas, de convivencia, incumplimiento de roles sociales, etc.
Estamos en el meridiano de dos etapas de sociedad divergentes, entre modelos de configuración aún opacos, difícilmente precisos en sus futura plasmación social. Una sociedad actual que muestra un estado de hastío, anomia o sumisión, pasando por rechazo y contestación extremista. Los factores de estratificación se evidencian desde variables biológicas, culturales, económicas, educativos, relacionales, los asociados al territorio, y los ocupacionales, factores bajo influencia de los cambios en el trabajo, en el empleo, ideológicos, económicos, tecnológicos. Cada uno de los mayores sistemas de sociedad en la historia responden a diversas características que influyen a la dinámica de la acción colectiva de clase e imbricadas con las variables y factores de estratificación y dualización, de antagonismo, de contradicción, de confrontación y conflictos inherentes a cada fase de evolución de las sociedades.
Unos cambios sociales que están manifestando un incremento de la exclusión social, que precipita la difusión de sensaciones de <<vulnerabilidad social>>, <<apartamiento>> o <<pérdida de sentido de pertenencia social>>. El futuro está condicionado al complicado equilibrio entre un gran número de tendencias y contra-tendencias no sólo en el ámbito económico, sino con la evolución política de Europa u otros entornos supranacionales, equilibrios mundiales, el clima de opinión pública, la posición legal de los emigrantes, etc. 

viernes, 5 de noviembre de 2010

La sociedad dividida. Trabajo resumen primer cuatrimestre Bloque I - Parte I

Esta es la primera parte de mi trabajo realizado y que corresponde al Bloque I propuesto por el equipo docente de la asignatura Introducción a la Sociología I del Grado de Sociología de la UNED, para el curso 2010/11 del libro de José Félix Tezanos, La sociedad dividida. Estructuras de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001. Aclarar que este trabajo no ha tenido ninguna corrección por el equipo docente de la asignatura, por lo que no garantizo que esté correctamente elaborado. Obviamente, estoy abierto a recibir sugerencias o correcciones, como compartir ideas referentes al asunto que nos trata.

La desigualdad social es un fenómeno global, fuente histórica de enfrentamientos en una sociedad con un desmesurado e incontrolable derroche energético y con notables desigualdades, en un planeta que enardece un sistema de premios y castigos como modelo de progreso, con exageradas diferencias sociales y las que al final, son la clave de la estratificación social de nuestras sociedades. Las posiciones que ocupamos en ella, no responden a una lógica natural primaria, y existen agudas jerarquizaciones y dependencias, una sociedad que no pone límites razonables a la desigualdad.
La evolución a sociedades más complejas originaron una especialización de funciones políticas, unas disimilitudes que se han trazado históricamente en la manifestación de la desigualdad, no sólo como un fenómeno social, sino cultural. Las clases sociales son realidades históricas, por consiguiente dinámicas, donde los paradigmas tradicionales son incapaces de simpatizar con las realidades emergentes. Un comienzo de siglo XXI donde la desigualdad se expresa de diferentes modos; un grado de bienestar material alcanzado por sociedades, entre tanto se convive con poblaciones con extremas privaciones, concentración de riquezas en unos pocos países, agravamiento en las diferencias entre zonas prósperas y las zonas pobres del planeta o retrocesos sociales. El predominio de los cambios tecnológicos y científicos en la mecánica social ha sido fundamental, en la vida social en toda su esfera. Las innovaciones científicas se han caracterizado a lo largo del tiempo, en hitos trascendentales en la dinámica social. El manejo de ordenadores personales, Internet en la juventud, otorga nuevas miras, novedades en la forma de pensar o de estructurar el trabajo intelectual. Renovación, progreso, revolución en todos los sentidos, afectando y ejerciendo cambios, en la sociedad.
El fundamento latente en las sociedades del siglo XXI, es el binomio ciencia-tecnología. Las generaciones más jóvenes conocerá adelantos trascendentales; en micro-informática, biotecnología y la física cuántica, que arrojará ineludiblemente, grandes transformaciones globales, y orientando con ello, a que la ciencia sea la causante de las transformaciones profundas y rápidas, como nunca antes habían sido conocidas. Recae pues, comparable a una fuerza centrípeta, estos cambios tecnológicos en la sociedad, donde los individuos se adaptan desde dentro, impasibles, acríticos y en una actitud conformista.
Estamos en una etapa inaugural de metamorfosis social, que responde a lo que se ha llamado; la tercera gran transformación en la historia de la humanidad, que provocan que los seres humanos nos convirtamos en coreógrafos sociales de esta nueva dinámica, un nuevo paradigma que conlleva una transformación en nuestra función social. La robotización abre una expectativa de una aguda transformación en toda la esfera de lo social, económico y laboral, fijando nuevas normas que traerán consigo, un nuevo paradigma social.

viernes, 29 de octubre de 2010

Las exigencias del progreso histórico - Último epígrafe de La sociedad dividida


Termino con este epígrafe mi resumen del libro "La sociedad dividida. Estructura de clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas" de José Felix Tezanos, Biblioteca Nueva, Madrid, 2001. En breve colgaré mi trabajo de comentario y resumen correspondiente al Bloque I de la asignatura Introducción a la Sociología I del primer cuatrimestre del Grado de Sociología del curso 2010/11 de la UNED, conforme a las normas de extensión, como a las características establecidas por el equipo docente, y referente a la lectura de este mismo libro.

Las exigencias del progreso histórico

Los movimientos emancipadores que operaron en el pasado más reciente no deberían circunscribirse como sólo una manifestación sociopolítica delimitada a la sociedad industrial clásica y, por consiguiente, subordinada exclusivamente a los condicionantes y cambios inherentes de esta etapa de evolución de las sociedades. Los estímulos de cambio que se expresaron históricamente en las sociedades en su etapa de transformación industrial tienen que ver como una fase positiva del curso de penetración y expansión de la democracia, pero no como consumación del mismo.
La crisis teórica contemporánea, que ha terminado por manifestar todos los fenómenos históricos posibles, con algunos desfases que evidencia la presencia no sólo de una crisis interna de paradigma y una insuficiencia de proyectos de futuro, sino, sobre todo, de una cierta crisis de oportunidad, relacionada con la pérdida de observación de las nuevas referencias y posibilidades latentes de dinamización social. Se revela pues necesario el estímulo de políticas de libertad, igualdad y de equilibrio medioambiental, por consiguiente hay diseñar respuestas creíbles a necesidades diferenciadas y a problemas auténticos. Un mundo que se mueve por impulsos y apoyos sociales específicos. Por ello, las fases ulteriores de progreso deben de ser meditadas en un marco de posibilidades que posibiliten situar y alentar los mecanismos necesarios de autoprotección social y medioambiental, asistiendo a reforzar los principios morales-racionales de los ciudadanos.
Una crisis que debe ser entendida desde parámetros culturales y socio-económicos de una etapa histórica concreta y pensando en el futuro la reformulación de los paradigmas ha de plantearse con nuevos enfoques en el modo de definir y pensar el progreso. Una dinámica ésta, en un proceso que actúa desde un haz de valores y de criterios en contradicción práctica con definidos modos de relaciones sociales constituidas, en las que se producen desigualdades, dominaciones, dependencias, alienaciones, exclusiones, necesidades y vacíos, que se enfrentan con las demandas personales y con la correspondiente moral alcanzada. Los cambios en las estructuras sociales demandan de transformaciones urgentes en las formulaciones teóricas, de nuevos enfoques en la acotación de los arquetipos de progreso, de nuevas directrices en los movimientos sociales y, por consiguiente, de una adecuación de las estrategias políticas.
Determinadas formulaciones históricas poco o nada tienen que ver con las complejas estructuras sociales contemporáneas, o con las venideras. Unas inercias en la simplicidad en la concepción del orden social que constituyeron dos formulaciones desacertadas: la teoría del <<malestar social>> único y esencial, desde la explotación-alienación del trabajador e imbricada a las relaciones directas de trabajo-propiedad, y la siguiente teoría, la del sujeto único revolucionario, o sujeto del cambio; la concepción del proletariado como clase social universal, sancionada con los males globales y cuya emancipación era la llave de la liberación universal. Unos desfases sociológicos y políticos que obedecieron a estas formulaciones como respuesta a muchos de los debates motivados en el entorno académico e intelectual.
En la actualidad hay consenso en interpretar que en las sociedades emergentes se manifiestan varios modos de malestar, desigualdad, dependencia, alienación, explotación, exclusión, miseria, etc., conectados a diversas facetas de las relaciones sociales. El estímulo de progreso venidero ha de emerger de la reacciones sociales frente una pluralidad de fuentes de malestar y desajuste y hacerse ejecutar desde el acuerdo y de la convergencia de planteamientos de varios sectores impulsores.
Por consiguiente, a los sujetos tradicionales del cambio habrá que contar con aquellos grupos más pendientes por las nuevas exigencias sociales, como a las <<infraclases>> y a los excluidos. Unos grandes núcleos, éstos que por sí solo no poseen una potencialidad social y política precisa como para cristalizar y llevar a cabo proyectos de reforma, sectores que se necesitan en reciprocidad. Por lo que se establece que el trabajo teórico en el futuro va ser el análisis de los elementos (positivos y negativos) de motivación, que pueden actuar como mecanismo dinamizador de los comportamientos colectivos de los agentes sociales en presencia. Configurándose como necesario, en este marco de interacciones este triple desafío:

·Facilitar las claves explicativas que respondan a las líneas de fuerza de la dinámica social; como identificadoras de los conflictos y desajustes.
· Probar la capacidad para traducir estas explicaciones en objetivos y en mensajes políticos y sociales.
· El diseño de líneas de agregación de intereses a partir de la diversidad social existente.

El nuevo modo de pensar el progreso social estriba, como lo hicieron las ciencias modernas, en un camino que llevará a evolucionar:

· Desde la pretensión de una teoría unidimensional, a enfoques teóricos multidimensionales.
· Desde el propósito de construir una gran teoría global, a establecer un conjunto de teorías de alcance intermedio, llenando los vacíos del pensamiento social de modo riguroso y pormenorizado.
· Desde la teorías del sujeto único revolucionario a la colectividad de sujetos potencialmente dinamizadores de la transformación social.
· Desde concepciones cerradas y absolutas sobre el progreso social a interpretaciones más abiertas y plurales.

Hay que admitir el principio de la complejidad de lo real y actuar con criterios pluralismo teórico y de integración organizativa, desde novedosas perspectivas y disposiciones intelectuales. En sociedades complejas y culturalmente evolucionadas sólo será posible sumar intereses desde criterios como los citados. Por tanto desarrollando un pensamiento social operativo, eficiente y adaptado a los nuevos tempos, contribuyendo a estimular el progreso en esa óptica histórica de largo alcance que se inclina a armonizar la penetración y expansión de la democracia, el equilibrio social y el humanismo.

Resumen de epígrafe de La sociedad dividida de José Félix Tezanos

jueves, 28 de octubre de 2010

¿Quiénes impulsan el progreso?

¿Quiénes impulsan el progreso?

Los cambios efectuados en la base de los sistemas productivos están transformando considerablemente la lógica de la desigualdad y de la estructura de clases, por consiguiente, modificando el carácter y la configuración de los sectores sociales. Una complejización en la estructuras de desigualdad que da lugar a un mayor grado de contradicciones. La típica imagen de una clase contra otra ha de ser reemplazada por plasmaciones más complejas, entendiendo igualmente, que los comportamientos de los sujetos sociales en conflicto van a propender a actuar sobre campos más heterogéneos, estableciendo a alineamientos cruzados complejos y variados.
En está lógica, la tarea que tendrán los partidos políticos y los movimientos sociales que quieran <<contar>> en la nueva configuración histórica, obedecerá a su capacidad para agregar intereses para no enfrentar a los nuevos sectores discriminados con aquellos otros que aún no han vencido mujas de los tradicionales modos de dependencia y alienación. Estableciéndose que existe una inclinación hacia el incremento de las antítesis potenciales en presencia.

Carlos Marx
Los análisis de clases específicos de Marx y sus orientaciones económicas muestran que esta teoría es un modo expresivo que venía acuciado por las exigencias de <<dramatización>> de los procesos políticos fuera de refutación empírica ni en la propia lógica económica. Una fragilidad teórica que acabó revelando una exposición enfocada a obtener una <<sobrefuerza>> añadida, establecida por una concepción regresiva de la <<dictadura del proletariado>>, o en inclinaciones hacia la militarización y burocratización de los <<partidos de vanguardia>>, etc.
La confirmación empírica de que la clase trabajadora manual, lejos de aumentar, se inclinaba a retrotraer su consistencia relativa en la configuración de la población activa, estableció nuevas orientaciones de los partidos socialdemócratas hacia nociones más globalizantes como <<partido de todo el pueblo>>, <<partido interclasista>>, <<partido recógelo-todo>>, etc. Logrando desfigurar la fragilidad de la teoría tradicional del sujeto en nuevas teorías del sujeto débil o difuminado.
El elemento más importante discrepante en el seno de la izquierda tuvo su raíz, en el requisito de encontrar soluciones eficaces de perentoriedad a las divergencias que proponía una orientación sociológica simplista de las clases sociales.
Adam Schaff
La preponderante revolución tecnológica está estableciendo nuevos e importantes elementos de complejidad sobre la actuación de las clases. Por ejemplo, Adam Schaff ha resaltado la creciente disolución de la ambicionada clase social universal, en la que las tesis socialistas han pretendido la emancipación. Con la robotización del trabajo, se disuelve el sujeto básico, y supone dos cambios considerables:

·    La robotización establece una inclinación hacia la merma del tiempo de trabajo y efectivos de la clase obrera manual.
·   La robotización conlleva la supresión de la alienación-explotación-dominación, hacia un debilitamiento de la operatividad.

La complejidad generadas por la revolución tecnológica va a dar lugar a debates de suma trascendencia, resultando con ello, que de estas sociedades emergentes habrá que efectuar una adecuación mental y política para entender que:

·   No hay un único elemento generador de los procesos de progreso histórico, ni una única causa de malestar, dependencia, alienación, explotación, miseria, etc.,
·   La rapidez de las transformaciones confiere un significativo desfase en las concepciones en las que se soportaba el modo de organización colectiva.
·   La complejidad social ascendente y la propia lógica diversa de los orígenes del desacople social, de asimetría, de conflicto, etc., pueden actuar como elementos de estímulo del progreso.


Resumen de epígrafe de La sociedad dividida de José Félix Tezanos