Responda a las cinco preguntas propuestas dedicando a cada una de ellas un máximo de 250 palabras. Hágalo clara y sucintamente, respondiendo de modo directo al tema planteado, sin divagaciones sobre cualquier otro tema. Antes de ponerse a contestar dedique algunos minutos a estructurar su respuesta.
1.- Objeción al modelo de Hempel: desde la noción de causalidad en el análisis de los fenómenos histórico-sociales.
El modelo propuesto por Hempel se conoce habitualmente como modelo de ley de cobertura o también modelo nomológico-deductivo. Las explicaciones son razones o argumentos que se ofrecen para dar cuenta de un acontecimiento, son argumentos que hacen comprensible el que un evento tenga lugar; hacen esperable el acontecimiento.
La idea central del modelo hempeliano es relativamente sencilla: un evento particular puede ser explicado presentándolo como una instantación particular de una ley general. El explanandum, en la versión estándar del modelo, que no única, se infiere por deducción del explanans.
Hempel abrió una de las polémicas más interesantes en torno al papel de la explicación y las leyes en la Historia en las ciencias sociales. La polémica abierta a propósito de la explicación científica en la historia le enfrentará con Dray, defensor de un tipo de explicación racional sin ley de cobertura muy próxima a las propuestas hermenéuticas de la tradición alemana de la verstehen, a pesar de que Dray, autor de formación y vocación analítica, omita completamente cualquier referencia a estas fuentes.
La propuesta hempeliana para la explicación en la Historia no se distingue en nada esencial de su propuesta para la explicación en las ciencias de la naturaleza. Se trata de explicar un hecho particular a partir de un conjunto de hechos antecedentes y alguna clase de hecho general, a partir de una ley.
2.- La explicación de la acción: perspectivas causalistas y principio de racionalidad.
La red conceptual que despliega el enfoque teórico-metodológico:
· Acción e individuo, una teoría de la acción humana como acción social obliga a partir del individuo. La acción nos remite inmediatamente a la idea de actor y, éste, no es otro que el individuo, el punto de arranque de la reflexión histórica y social.
· La acción como átomo social, es aceptar que aquello de lo que hemos de dar cuenta es la propia acción. El acto no es más que un eslabón dentro de una cadena causal.
· Acción y racionalidad, intencionalidad y racionalidad son las dos categorías centrales de las metodologías de la acción social. Por una parte, la racionalidad entendida como una cualidad de la acción dependiente de la relación entre medios y fines. Por otra parte, la racionalidad de la acción interpretada en un sentido semántico, y no meramente lógico.
· La acción y sus consecuencias, nos enfrenta al problema de sus resultados. Toda acción supone por parte del actor una evaluación. Preferencias y creencias se encuentran en el corazón de la teoría de la acción y de sus desarrollos metodológicos.
Los actores no actúan en el vacío, un medio físico y social acoge siempre la acción, imponiendo restricciones, ya sea por su naturaleza física o a nuestras capacidades personales. La acción de un individuo va siempre asociada a un medio social integrado por otros actores y por instituciones, normas, costumbres. Un medio así obliga al actor a considerar el significado que cobrarán sus actos para los otros actores, así como evaluar el significado de los actos de los demás. La acción cotidiana discurre, de la mano de patrones de conducta repetitivos, ofreciéndonos esquemas de acción y conocimiento socialmente reconocidos y reconocibles.
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