En la asignatura Teoría Sociológica III: Contemporánea del primer cuatrimestre del Grado
en Sociología de la UNED curso 2013/14, elaboré los siguientes resúmenes del
libro Teoría sociológica moderna de George Ritzer. MacGraw-Hill 2010, que forma parte de la bibliografía obligatoria
de la asignatura.
Teorías del intercambio, de redes y de la elección racional.
Teoría del intercambio y conductismo sociológico. Teoría de redes. Teoría de la
elección racional. Capítulo 8
(335-378) Tomás Javier Prieto González //
Estructuralismo, postestructuralismo y surgimiento de la teoría social
posmoderna. Estructuralismo. Postestructuralismo: las ideas de Michel Foucault.
Teoría social posmoderna. Capítulo 13
(559-600) Tomás Javier Prieto González //
La metateorización sociológica. La metateorización en sociología. La sociología
una ciencia multiparadigmática. Hacia un paradigma sociológico más integrado. Apéndice (601-618) Tomás Javier Prieto González
Las ideas de Michel Focault
El
pensador más importante asociado al posestructuralismo es Michel Focault. La
perspectiva de Focault y en general el posestruturalismo muestra diversas
influencias teóricas. Focault no adopta simplemente las ideas de otros, sino
que las transforma a medida que las integra en su orientación teórica
excepcional. Así, la teoría de Weber de la racionalización constituye una
influencia, pero para Focault se encuentra sólo en ciertos “lugares clave” y no
constituye una “jaula de hierro”, pues simplemente hay resistencia. Pueden
identificarse ideas marxianas, pero sin la limitación de la economía. Le
preocupa más la “micropolítica del poder”. Practica la hermenéutica. Focault no
cree en la verdad profunda y última; hay siempre más capas de retirar. Se
percibe en su obra una influencia fenomenológica, pero Focault rechaza la idea
de un sujeto autónomo y dador de significado. Hay también un elemento del
estructuralismo, pero no encontramos ningún modelo formativo formal que
gobierne la conducta. Focault adopta el interés de Nietzsche por la relación
entre el poder y el conocimiento, pero analiza ese vínculo desde una
prespectiva más sociológica que Nietzsche.
La obra de
Focault es claramente posestrcuturalista. Podemos identificar dos ideas en el
núcleo de la metodología de Focault: la “arqueología del saber” y la “genealogía
del poder”, las dos coexisten y se apoyan mutuamente en su obra.
Sheridad
mantiene que la arqueología del saber de Focault implica la búsqueda de “un
conjunto de reglas de formación que determina las condiciones de posibilidad de
todo lo que se dice dentro de un discurso particular y en cualquier momento
dado”. La arqueología es la búsqueda de “un sistema general de la formación y
la transformación de enunciados (en formaciones discursivas)” En el análisis de
esos documentos, Focault no busca “comprenderlos”, “organiza el documento, lo
divide, lo distribute, lo ordena, y lo dispone en niveles, series establecidad,
distinciones entre lo que es relevante y lo que no lo es, descubre elementos,
define unidades y describe relaciones”. Focault descarta también la búsqueda de
lo sorígenes; son los documentos en sí lo importante y no su momento de origen.
Esta
preocupación le orienta hacia el estudio de discursos que guardan relación con
la formación de ciencias humanas como la psicología. La arqueología es capaz de
distanciarse y desligarse de “las normas y los criterios de validez
establecidos en las ciencias y las disciplinas a favor de la inteligibilidad
interna de los conjuntos así situados, de sus condiciones de surgimiento, de su
existencia y transformación”.
La
preocupación de “decir la verdad” guarda relación directa con la genealogía del
poder de Focault; el saber y el poder están intrísecamente entrelazados. La
genealogía es un tipo muy característico de historia intelectual. La genealogía
está reñida con otros tipos de estudios históricos que atribuyen centralidad a
esas leyes o necesidades. La genealogía es intrísicamente crítica e implica una
“interrogación constante de lo que suùestamente es dado, necesario, natural o
neutral”.
La
genealogía se ocupa de la relación entre el saber y el poder en las ciencias
humanas y sus prácticas relacionadas con la regulación de los cuerpos, el
gobierno de la conducta y la formación del yo. La arqueología realiza tareas
necesarias para hacer la genealogía. La arqueología implica análisis epíricos
de los discursos históricos mientras la genealogía emprende un análisis crítico
y seriado de esos discursos históricos y su relación con asuntos de interés en
el mundo contemporáneo.
La
genealogía debe ser una “historia” del presente. Focault busca iluminar el
presente utilizando “recursos históricos para reflejar la contingencia, la
singularidad, las interconexiones y las potencialidades de las diversas
trayectorias de los elementos que constituyen las disposiciones sociales presentes
como experiencias”. Focault se orienta al uso crítico de la historia para hacer
inteligibles las posibilidades presentes.
En su
genealogía del poder, a Focault le preocupa el modo en que las personas se
gobiernan a sí mismas y gobiernan a otras mediante la producción de
conocimiento. Cree que el conocimiento genera poder al convertir a las personas
en sujetos y al gobernarlos mediante el uso del conocimiento. Focault se
interesa por las técnicas, las tecnologías que se derivan del conocimeinto y por
el modo en que las utilizan diversas instituciones a fin de ejercer poder sobre
las personas. Si Focault no identifica una conpiración entre los miembros de la
elite de la sociedad. Focault cree que el conocimiento-poder siempre genera
oposición; siempre hay resistencia contra él. Lo que le interesa
fundamentalmente es el mundo moderno: “escribo la historia del presente”.
En Historia de la locura en la época clásica,
Focault practica una arqueología del saber, en particular de la psiquiatría.
Comienza en el Renacimiento, cuando la locura y la razón mo estaban separadas.
Pero en la época clásica se estableció una distancia entre ellas, y la razón
llegó a vencer a la locura. Focault describe “la ruptura del diálogo” entre la
razón y la locura.
La
psicología científica del siglo XIX surgió finalmente de la separación entre el
demente y el sano que se produjo en el siglo XVIII. Al principio era la
medicina la que se encargaba del tratamiento físico y moral del demente, pero,
más tarde, la medicina psicológica científica asumió esaa tarea. Para Focault,
la psicología y la psiquiataría constituyen una empresa moral, no un esfuerzo
científico, que va contra los dementes, que son cada vez menos capaces de
protegerse de esa “ayuda”: los dementes están condenados por el llamado avance
científico a un “gigantesco encarcelamiento moral”.
Focault
rechaza aquí la idea de que en el transcurso del tiempo hemos realizado avances
científicos, médicos y humanitarios en el tratamiento de la locura. Lo que
percibía era un incremento en la capacidad del sano y de sus agentes para
oprimir y reprimir a los locos, a quienes se les tratana igual que a los sanos
en el siglo XVI. Ahora estos agentes externos juzgan menos a los locos. Focault
estudia las raíces de las ciencias humanas en la distinción entre el demente y
el sano y en el ejerciicio del control moral sobre el demente. Esta idea forma
parte de su tesis más general sobre el papel de las ciencias humanas en el
control moral de las personas.
Focault
apunta que la locura ocurre en dos niveles, en el nivel más profundo la locura
cobstituye una forma de discurso. El lenguaje del delirio es la verdad última
de la locura. Focault sigue utilizando un método estructuralista en El nacimiento de la clínica, donde se
centra en el discurso médico y su estructura fundamental. En la Historia de la locura en la época clásica,
la medicina es una importante precursora de las ciencias humanas, y en El nacimiento de la clínica esta
cuestión adquiere aún más importancia.
La clave
es el desarrollo de la clínica, donde los pacientes podían ser observados en
camas. Aquí Focault utiliza un término clave, la mirada, una mirada que representa el conocimiento. El conocimiento
se derivó de lo que los médicos veían, no de lo que leían en los libros. Como
estructuralista, Focault creía que la mirada era un tipo de lenguaje, un
lenguaje sin palabras, y lo que le interesaba era la estructura profunda de ese
“lenguaje”. La capacidad de ver y tocar (especialmente en las autopsias) a
personas enfermas (o muertas) supuso un cambio crucial y una fuente importante
de conocimiento. Lo doctores ya no jugaban a lo mismo; se trataba de un juego
diferente con reglas diferentes. El juego consistía en que las personas (los
pacientes) se habían convertido en objeto de conocimiento y de la práctica
científica. Lo que cambió fue la naturaleza del discurso, los nombres de las
enfermedades, las clasificaciones, el campo de los objetos.
Una vez
más la medicina adopta a los ojos de Focault el papel de precursora de las
ciencias humanas. Para Focault el cambio clave consiste en que el individuo se
convierte en sujeto y objeto de su propio conocimiento, y el cambio en la
medicina no es otro que unos “de los testimonios más visibles de estos cambios
en las estructuras fundamentales de la experiencia”.
En Vigilar y castigar Focault se ocupa más
del tema de la genealogía del poder que del estructuralismo, del discurso, etc.
El periodo que media entre 1757 y la década de 1830, durante el cual se
sustituyó la tortura de los prisioneros por el control mediante normas
carcelarias. Focault percibe este cambio como producto de un desarrollo
irregular, no de una evolución racional. La realidad fue que el castigo se
racionalizó y llegó a ser más eficaz con los prisioneros. El vínculo entre en
conocimiento y el poder se manifestaba claramente en la tortura y, con el
desarrollo de normas, ese vínculo se oscureció. El nuevo sistema de reglas era
“más regular, más eficaz, más constante, y sus efectos eran más concretos; en
suma, ese cambio aumentó los efectos del castigo y disminuyó sus costes
económicos”. A diferencia de la tortura, esta nueva tecnología del poder de
castigar se producía al comienzo del proceso de desviación, afectaba a más
gente, era más burocrática, más eficaz, más impersonal, más invariable, más
sobria, e implicaba la vigilancia no sólo de los criminales, sino también de
todas la sociedad.
Una
tecnología del poder disciplinario, estaba basada en el modelo militar.
Implicaba un sistema de micro poderes. Focault describe una “microfísica del
poder” con “innumerables puntos de enfretamiento” y resistencia. Identifica
tres instrumentos del poder disciplinario:
1.
La vigilancia
jerárquica, o la capacidad de los funcionarios de vigilar todo lo que está bajo
su control con una simple mirada.
2.
Es la capacidad
de imponer sanciones normalizadoras y castigar a los que violan las normas. De
este modo, alguien podría ser juzgado negativamente y castigado por cuestiones
relativas al tiempo y a la conducta.
3.
Es el uso del
examen para observar a los sujetos e imponer sanciones normalizadoras sobre las
personas. El tercer instrumento del poder disciplinario implica los otros dos.
Focault
cree que la disciplina funciona bien dentro de las fábricas industriales y del
ejército, No obstante, Focault nos transmite su temor a la extensión de esa
disciplina, especialmente dentro de la red policial estatal para la que toda la
sociedad constituye un campo de percepción y un objeto de disciplina. Focault
ve el desarrollo de un sistema carcelario en el que la disciplina se traslada
“desde la institución penal al conjunto del cuerpo social”.
La
transición de la tortura a las normar carcelarias constituye un cambio del
castigo corporal al castigo del alma o la voluntad. Este cambio entraña
consideraciones sobre la moralidad y la normalidad. En el nuevo modo de
subordinación las personas se definen como el objeto del conocimiento, del
discurso científico. La cuestión clave es que las ciencias humanas modernas
encuentran sus raíces aquí.
En Vigilar y castigar Focault se ientersa por
el modo en que el conocimiento crea las tecnologías que ejercen el poder. El Panóptico constituye una estructura que
permite a los funcionarios una observación completa de los criminales. El Panóptico constituye una enorme fuente
de poder para los funcionario de prisiones, ya que les da la posibilidad de una
vigilancia completa. Su poder es enorme porque los prisioneros llegan a
controlarse a sí mismos; dejan de hacer varias cosas por temor a ser vistos por
los guardias. El Panóptico es una
tipo de laboratorio que facilita la recogida de información sobre las personas.
Representa el precursor del laboratorio socio-científico y de otras técnicas de
las ciencias sociales para reunir información sobre las personas. Focault cree
que el Panóptico es la base de “un tipo de sociedad”.
En la Historia de la sexualidad Focault vuelve
a centrase en la genealogía del poder. Para Focault la sexualidad es un “punto
de transferencia especialmente denso para las relaciones de poder”. Examina el
modo en que el sexo se introduce en el discurso y el modo en que el poder
impregna ese discurso. Focault cree que la época victoriana condujo a una
explosción de los discursos de la sexualidad. Focault sitúa en las escuelas el
lugar donde la represión de la sexualidad actúa.
Focault
identifica en las preocupaciones de la medicina más moraloidad que ciencia.
Focault critca con dureza la medicina, ya que cree que el objeto de su discurso
no es establecer la verdad, sino evitar su emergencia. En la moralidad de la
sexualidad se encuentra implicada también la religión, especialmente el
cristianismo occidental, la confesión y su necesidad de que el sujeto diga la
verdad sobre la sexualidad.
Las
preguntas formuladas acerca de quiénes somos han contenido cada vez más la
cuestión del sexo. Focault lo resume: “el sexo lo explica todo”.
Focault
afirma que el estudio científico del sexo debe centarse en la relación entre el
sexo y el poder. El poder reside en una variedad de microlugares. El poder y la
resistencia al poder están en todas partes.
Antes del
siglo XVIII la sociedad se esforzaba por ejercer control sobre la muerte, pero
a principios de ese siglo se comenzó a controlar la vida, especialmente el
sexo. El poder sobre la vida (y el sexo) adoptó dos formas:
1.
Se encarnó en la
“anatomía política del cuerpo humano”, cuya meta era disciplinar el cuerpo
humano (y su sexualidad)
2.
En la biopolítica
de la población cuyo objetivo era controlar y regular el crecimiento, la salud,
la esperanza de vida etc…, de la población.
(Ver
reseña biográfica de Focault en páginas 576-577)
El sexo
era central en mabos casos. En el occidente moderno, el sexo ha adquirido mayor
importancia que el alma y es caso tan importante como la vida. A través del
conocimiento de la sexualidad, la sociedad ejerce más poder sobre la vida. Pero
a pesar de este aumento de control, Focault no pierde la esperanza de la
emancipación.
Dean
afirma que Focault cambió de orientación dese la micropolítica del poder hacia
una preocupación por las gubernamentalidades o “procesos heterogéneos no
subjetivos…”. Focault no se centra específicamente en el Estado, sino en las
“prácticas y racionalidades que constituyen los medios de dominio y gobierno”.
A Focault le preocupa el modo en que se regulan los cuerpos, en que se gobierna
la conducta y los modos en los que se forma el yo. Le interesaba el
autogobierno, el gobierno de los demás y el gobierno del Estado. Para Focault
al gobierno le preocupa “el control de la conducta”. La teoría posmoderna ha
superado y traspasado el posestructuralismo. Siempre ha sido difícil trazar una
línea clara entre el posestructuralismo y la teoría posmoderna; de hecho, no
existe tal ínea. El pensamiento posmoderno puede considerarse como una
extensión y una exageración del posestructuralismo. El posmodernismo ha sido el
desarrollo más importante no sólo en la teoría sociológica, sino una amplia
serie de campos académicos y no académicos.
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