Cabeza de la manifestación en Las Palmas de Gran Canaria. / ÁNGEL G. MEDINA (EFE) |
Los canarios han salido a
las calles esta tarde en todas las islas del archipiélago para manifestarse
contra el proyecto de prospecciones petrolíferas que Repsol planea realizar
frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote. Organizaciones ecologistas,
colectivos sociales, plataformas ciudadanas, partidos políticos y sindicatos
han llamado a la protesta bajo el lema Canarias, una sola voz contra las
prospecciones. El Gobierno autonómico (Coalición Canaria y PSOE), contrario a las
prospecciones, no convoca, pero sí apoya las movilizaciones. Su
presidente, Paulino Rivero, ha participado en la marcha de La Graciosa.
En el parque de San Telmo,
en el centro de Las Palmas de Gran Canaria, Pancho Sánchez, de 56 años, hace
sonar un bucio, una caracola que, cuenta, ya usaban los aborígenes de la
isla. Se detiene para comentar por qué está protestando contra las
prospecciones: “Defiendo otro modelo energético, el de otras energías más
baratas que tenemos aquí y con las que ahorraríamos dinero y evitaríamos la
dependencia del exterior: el sol, el viento, las olas…” Y añade: “Aquí nadie ha
planteado qué beneficio concreto tendría Canarias. ¿Qué ganamos con que Repsol
se haga dueña de un recurso nuestro?”. “Creo que vendrá más gente que a la manifestación de
2012”, concluye.
Miles de personas han
marchado por el centro de la capital de Gran Canaria en dirección a la
Delegación del Gobierno gritando consignas como “Soria, traidor, trabajas para
Repsol” y “A ver si te enteras, no queremos petroleras”. El ministro de
Industria, José Manuel Soria, oriundo de Canarias y firme defensor de las prospecciones,
protagoniza muchas de las pancartas y de los cánticos. En una de las imágenes
se le ve con el logo de Repsol a la espalda. “Soria, atiende, tu tierra no se
vende”, cantan.
Gerardo le hace una foto a
su mujer, Lucía, ataviada con una camiseta que reza: Petroleras no. “Me la
acabo de comprar. Le mandamos la foto a mi familia, que no ha querido venir”,
se queja ella. “Las playas y el turismo son lo único que nos queda”, reflexiona
él. Sobre el apoyo gubernamental al proyecto, sonríe antes de contestar: “Al
Gobierno en Madrid no le va a llegar el chapapote”. Gerardo dice que está aquí
más por la preocupación ambiental que por el “expolio” que lleva asociado el
plan.
Unas horas antes, en el
paseo marítimo de Las Canteras, Manuel Martín, pediatra, y su mujer, María
Dolores Almeida, almuerzan en una terraza. No piensan acudir a la
manifestación. Dicen que están hartos del uso político que se le está dando a
la cuestión y que si Marruecos explora a escasos kilómetros de donde lo quiere
hacer Repsol, por qué no lo va a permitir España también. Lo que sí tiene claro
Martín es que “si hay petróleo, quien se va a hacer rico es Repsol”.
Los convocantes han leído
el mismo manifiesto en todas las islas cuando han terminado las marchas. Han
pedido que se retire la declaración de impacto ambiental y que se convoque una
consulta popular para preguntar a los canarios si quieren seguir adelante con
las prospecciones. Sobre el estudio de impacto presentado por la compañía, el
manifiesto asegura que carece de rigor científico y técnico y que se han
falseado datos sobre la probabilidad de accidente.
El presidente de Canarias,
Paulino Rivero, ha asegurado en La Graciosa que las manifestaciones deben hacer
reflexionar al Gobierno de España para que suspenda “este disparate” motivado
por “la codicia de unos pocos”, informa Europa Press. “Canarias ha dicho basta,
ha dicho no a que se ponga en riesgo el futuro de las nuevas generaciones”, ha
afirmado. “Espero que el lunes, una vez que el Gobierno digiera esta respuesta
contundente por parte del pueblo canario, reflexione y paralice este atropello
al archipiélago”, ha añadido.
La última gran
protesta ciudadana contra los planes de Repsol se produjo en marzo
de 2012, poco después de que el Consejo de
Ministros autorizara las prospecciones de hidrocarburos en aguas de
Canarias. La tramitación siguió su curso. Ahora el detonante de las
manifestaciones ha sido la autorización del
Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente a los trabajos, concedida
la semana pasada, un día antes del Día de Canarias y pocas jornadas después de
las elecciones europeas. Medio Ambiente ha emitido declaración de impacto
ambiental favorable para realizar tres sondeos a unos 60 kilómetros de la
costa, lo que en la práctica significa que, a la espera de la última
autorización del Ministerio de Industria, Repsol casi tiene vía libre para
iniciar los trabajos.
“Las manifestaciones han
sido casi una reacción de la propia ciudadanía a la declaración de impacto
ambiental”, ha explicado esta mañana Noelia Sánchez, de Ben Magec-Ecologistas
en Acción. En el archipiélago sentó especialmente mal que la firma de esa
autorización clave se produjera y se publicitara la tarde antes del día grande
de Canarias. Rivero llegó a calificarlo de “afrenta”. La autorización
gubernamental se produjo, además, apenas unos días antes de que el Supremo se
pronuncie, el próximo día 10, sobre siete recursos pendientes contra
las prospecciones, entre ellos del propio Gobierno regional y de los cabildos
de Fuerteventura y Lanzarote.
El proyecto de Repsol
consiste, en una primera fase, en realizar dos o tres sondeos frente a las
costas de las islas más orientales del archipiélago para comprobar si hay
hidrocarburos y si su extracción es viable y rentable. Ya tiene permiso
ambiental para perforar esos pozos. Lo haría desde un barco especial
—denominado buque de posicionamiento dinámico— que usa un equipo de perforación
para alcanzar profundidades de hasta 6.000 metros y recoger muestras de roca y
fluidos. Los tres pozos autorizados se sitúan en tres de las nueve zonas en las
que Repsol tiene autorización para investigar la existencia de hidrocarburos.
Los sondeos en los dos primeros, llamados Chirimoya y Sandía, durarán unos 45
días. En el tercero, denominado Zanahoria, 180 días. Fuentes de Repsol
indicaron que la multinacional podría no perforar este tercer pozo. Cada sondeo
de este tipo supone una inversión aproximada de 100 millones de euros.
El Ministerio de
Agricultura y Medio Ambiente insiste en que en España se han realizado 267
sondeos de este tipo desde mediados del siglo XX y que en ninguno se han
producido accidentes graves. Canarias es la única comunidad autónoma con costa
donde no se han realizado. Los que se oponen al proyecto recuerdan, sin
embargo, que si estos sondeos son positivos después llegará la fase de la
explotación (Repsol necesitaría nuevos permisos ambientales) y los riesgos para
los ecosistemas marinos y costeros se multiplicarán. La probabilidad de que se
produzca un accidente en estos sondeos es “extremadamente baja”, según el
secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, que sin embargo
reconoce que “el riesgo cero no existe”.
La televisión canaria
emitió esta mañana el documental Petróleo, el gran engaño, en el que se
relata el accidente de la
plataforma petrolífera Deepwater Horizon en aguas del Golfo de
México en 2010. La plataforma estaba en fase de explotación cuando se produjo
una explosión que dejó 11 muertos y generó un vertido masivo de crudo.
Ha habido marchas en las
capitales de todas las islas, pero también en Palma de Mallorca, Barcelona y
Madrid. En las dos primeras se han concentrado unas 200 personas, según EFE.
Canarios residentes en Nueva York también tenían previsto llevar a cabo una
protesta en esta ciudad de Estados Unidos. “Hemos movilizado a las casas de
Canarias en todo el mundo y a los estudiantes que están fuera. Habrá protestas también
en Londres y Berlín. Creemos que las manifestaciones serán masivas”, ha
señalado por la mañana Ezequiel Navío, coordinador de la oficina creada en
Lanzarote para coordinar los esfuerzos contra las prospecciones.
El barco de Greenpeace Rainbow
Warrior llega este fin de semana a Valencia para denunciar los peligros de
los proyectos petrolíferos en Baleares, Canarias, mar de Alborán y golfo de
Valencia, ha anunciado la organización.
Las autoridades canarias
están radicalmente en contra del proyecto de Repsol, porque aseguran que pone
en peligro la riqueza medioambiental de la isla y su principal sector
económico, el turismo. Rivero ha llegado a decir del ministro de Industria,
José Manuel Soria, también canario y defensor de las prospecciones, que “parece
más un accionista de Repsol que un canario” que se preocupa por su tierra.
Soria apoya las investigaciones sobre hidrocarburos también en el Mediterráneo,
porque asegura que, de dar resultados, contribuirían a reducir la dependencia
energética de España. En Baleares, el Gobierno autonómico, del PP, se opone a
las prospecciones. Cuatro senadores baleares del PP se saltaron la disciplina
de voto hace unas semanas para apoyar una moción del PSOE contra las
prospecciones.
El Gobierno canario ha
anunciado que quiere convocar un
referéndum para preguntar a sus ciudadanos si están de acuerdo con
el proyecto de Repsol. Tanto el Ejecutivo autonómico como los cabildos de
Fuerteventura y Lanzarote han iniciado varias acciones legales para intentar
paralizar las prospecciones. La última la presentó el Cabildo de Lanzarote a
finales de mayo, al denunciar a un subdirector de Medio Ambiente por haber falsificado
supuestamente un informe oficial que formaba parte de la documentación
presentada durante la evaluación ambiental de proyecto. La intención de Repsol
de buscar petróleo en Canarias se remonta a 2001, cuando el Gobierno le
concedió un primer permiso de exploración. El Tribunal Supremo lo paralizó en
2004, pero la empresa subsanó posteriormente las deficiencias de la evaluación
ambiental y le fue concedido de nuevo.
Coincidiendo con el Día
Mundial del Medio Ambiente, las cinco mayores organizaciones ecologistas
organizaron el jueves pasado en la plaza de Callao, en Madrid, un acto
simbólico de su rechazo a las prospecciones petrolíferas en el mar. Ecologistas
en Acción, Greenpeace, WWF, SEO BirdLife y Amigos de la Tierra consideran las
prospecciones “uno de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta el
medio ambiente” por la amenaza que suponen para los ecosistemas marinos y
costeros. Durante el acto crearon un mensaje con grandes letras en el que se
leía No al petróleo en la costa y un poste de señales con el mensaje Prospecciones
no y con indicaciones de las distancias desde la capital a los lugares que
acogen los proyectos.
Con
información de Txema Santana.
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