En la asignatura Sociología del Género del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología
de la UNED curso 2013/14, formamos un grupo de trabajo algunas/os compañeras/os
y elaboramos los siguientes resúmenes de la bibliografía básica de la
asignatura. Derechos reservados
de sus autores.
1. -Ehrenreich, Barbara y English, Deirdre (1990): Cap. 1:
“Introducción”, en Por su propio bien. (150 años de consejos de los
expertos), Madrid: Taurus, pp. 11-41. Javier
Prieto González // 2. -Durán,
María Ángeles (2006): “Las fronteras sociales del siglo XXI”, en Isabel Morant
(Dir.), Historia de las mujeres en España y América Latina. Madrid:
Cátedra, Volumen IV “Del Siglo XX a los umbrales del XXI”, pp. 465-493. María Dolores Aviles y José Antonio Delgado
Guanche // 3. -Giddens,
Anthony (2007), “El género”, en Sociología, Madrid: Alianza Universidad,
pp. 441-452. Blas García Ruíz // 4. -Marqués, Josep-Vicent (1991):
Cap. 1 (extracto): “Androcentrismo, un caso particular de sociocentrismo”, en
Josep-Vicent Marqués y Raquel Osborne, Sexualidad y sexismo. Primera parte:
Marqués, “Varón y patriarcado”. Madrid: Fundación Universidad-Empresa, pp.
23-27. Lorenzo Vellarino Cordero // 5. -Osborne, Raquel (1997):
"Feminismos", Dossier Debate "La igualdad de la mujer", Temas
para el Debate, octubre, nº 35, pp. 46-50. Ruth Cardedal Fernández // 6. -Giddens,
Anthony (2007): “Walby: la teorización del patriarcado”, “El ´feminismo negro`
y “El feminismo postmoderno”, op.cit., pp. 456-459. Javier Hermoso Ruíz // 7. -Osborne,
Raquel (1996): "¿Son las mujeres una minoría"?, Isegoría (Revista
de Filosofía Moral y Política), monográfico sobre Multiculturalismo,
justicia y tolerancia, Madrid, nº 14, octubre, pp. 79-93. Antonia Pineda Vergara y Fernando Pedro Bruna Quintas // 8. -Giddens, Anthony (2007):
“Perspectivas teóricas sobre la familia y las relaciones íntimas”, op. cit.,
pp. 246-256. Julio Monteagudo Diz //
9. -Ferreira, Virginia
(1996), “Mujer y trabajo. La división sexual del trabajo en el análisis
sociológico: de natural a socialmente construida”, en María Antonia García de
León, Félix Ortega y María Luisa García de Cortázar, (comps.), Sociología de
las mujeres españolas, Madrid: Ed. Complutense, pp. 93-119. (Selección:
pp. 93-111). Antonio Jesús Acevedo Blanco // 10. -Brullet, Cristina (2004): “La maternidad en occidente y
sus condiciones de posibilidad en el siglo XXI”, en Ángeles de la Concha y
Raquel Osborne (Eds.): Las mujeres y los niños primero (Discursos de la
maternidad). Barcelona, Madrid: Icaria y UNED, pp. 201-228. (Selección:
pp.213-228). Antonia Florentina
López Caballero // 11. -Osborne,
Raquel (2005): “Desigualdad y relaciones de género en las organizaciones:
diferencias numéricas, acción positiva y paridad”, Política y Sociedad,
vol. 42, nº2, 2005, pp. 163-180. María
Aurora Sieiro López // 12. -Torres
San Miguel, Laura y Antón Fernández, Eva (2005), Violencia de género,
Caja España, Obra Social, Colección: Cartilla de Divulgación (Lo que usted debe
saber sobre). (Selección: pp. 18-33). Daniela Isabel Lili Pedraza y
Mónica Pedraza Darias // 13. -Osborne, Raquel (2009): Cap. 2,
“Malos tratos: un problema estructural”, en Osborne, Raquel: Apuntes sobre
violencia de género. Barcelona: Bellaterra Edicions, Serie General
Universitaria, pp. 83-136. Mónica Pedraza Darias Tomás Javier Prieto González // 14. -Platero, Raquel (Lucas)
(2013): "Introducción. La interseccionalidad como herramienta de estudio
de la sexualidad", en Platero, Intersecciones: cuerpos y sexualidades
en la encrucijada. Barcelona: Bellaterra, pp. 15-72. (Selección: pp.
23-48). María Isabel García Duran //
15. -Büchner, J. "Notas para la ponencia “Género y
globalización" (versión 2004): 20 pp. Cristina
Martínez Blanco
C) La familia se organiza en torno a la división sexual
del trabajo
La división sexual del trabajo hace que cada vez más
exista una cooperación entre hombres y mujeres en la resolución de los
problemas inherentes a la vida cotidiana. Esta cooperación ya existía con el
hombre premoderno, cuando la organización social de los tiempos y espacios de
producción(fábrica y empresa) y
reproducción(familia). Esta cooperación asimétrica, puesto que se establece
desde la desigualdad y la jerarquía entre hombres y mujeres, no ha estado
exenta de conflictos pero ha facilitado la reproducción humana. No es absurdo
relacionar que el incremento de las familias monoparentales y gineparentales
con la reducción de la división sexual en el trabajo y con el incremento de la
autonomía de las mujeres. Este incremento de la individualidad no implica la
falta de solidaridad y cooperación elegida entre hombres y mujeres.
En las sociedades premodernas, estructuradas sobre una
economía agrícola los hombres y las mujeres de toda edad participaban de
espacios y tiempos de trabajos comunes, más allá de la asignación y prohibición
de tareas a uno u otro sexo y de
la existencia de algunos ámbitos segregados. Con la primera modernidad llega
una nueva forma de entender la división sexual en el trabajo. El liberalismo político
aporta una la nueva concepción de vida social; que separa los asuntos públicos
de los asuntos privados.
Durante los siglos XIX y XX se conforma y se consolida el
modelo ideal de mujer "ama de casa" y de "madre amantísima"
que realiza su actividad cotidiana en el ámbito privado familiar y coopera con
el esposo que trabaja fuera del hogar, siendo ambos mantenedores del grupo
familiar.
Hasta fechas muy recientes ser una buena madre y esposa
significa atender a los hijos en sus necesidades físicas, psicológicas,
emocionales y morales, marcar pautas en la vida cotidiana, hacer el seguimiento
escolar, atender el hogar, el marido y estar disponible para cubrir las
necesidades del grupo doméstico las veinticuatro horas del día. Ser padre
implica traer el dinero a casada y marcar la ley dentro del hogar.
Pero en la actualidad se ha impuesto la "doble
presencia" de las mujeres(trabajo remunerado y trabajo doméstico-familiar),
ahora bien las madres pueden experimentar dificultades en el ejercicio de la
función materna por causa de su "doble presencia, sus actividades y
funciones dentro del hogar no se han modificado. Sin embargo, este trabajo de
ha visto reducido en términos cuantitativos tenemos pocos hijos y porque el
trabajo doméstico ha experimentado transformaciones técnicas(lavadoras de ropa
y vajillas, nevera, etc.). A los hombres se le demanda que realicen trabajo no
pagado y que entren en un campo de acción que las mujeres han dominado mucho
más que ellos.
Desde una perspectivas cultural podemos afirmar que la
división sexual del trabajo dentro del hogar ha perdido legitimidad histórica.
Esta legitimidad fue sustentada bajo argumentos y creencias que reforzaban la
posición superior de los hombres en el orden social, material y simbólico. Sin
embargo, las investigaciones tratan de conocer los cambios actuales de las
prácticas de reparto del trabajo reproductivo-familiar entre hombres y mujeres.
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