En la asignatura de Historia de las Ideas Políticas del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED, algun@s compañer@s realizamos un trabajo coral; resúmenes del libro Ideas y Formas Políticas: Del triunfo del Absolutismo a la Posmodernidad, bibliografía básica de esta asignatura. Quiero agradecer el esfuerzo, compromiso y dedicación desplegado por tod@s. Derechos reservados, sus autores.
José Rodrigo Crespo - Tema 1 El triunfo del absolutismo // Elisa Ruiz Rodríguez - Tema 2 De la Ilustración al Estado Liberal // Alejandro Gessé Ponce - Tema 3 Los fundamentos de la democracia: de Rosseau a la Revolución Francesa // María Hernando García - Tema 4 El idealismo // Tomás Javier Prieto González - Tema 5 Tradicionalismo y Conservadurismo // Mónica Platero - Tema 6 El pensamiento político norteamericano: de los Founding Fathers a la consolidación de la nación americana // Juan José Amate Ruiz - Tema 7 El liberalismo posrevolucionario // Víctor Riesgo Gómez - Tema 8 Utilitarismo y liberalismo en Inglaterra // Pedro Medina Charavía - Tema 9 Del socialismo utópico al anarquismo // Carla Torres Segura - Tema 10 El anarquismo // Antonio Jesús Acevedo Blanco - Tema 11 Karl Marx y el Marxismo // José Bargallo Roges - Tema 12 El nacionalismo en el siglo XXI // Julio Monteagudo Diz – Tema 13 Totalitarismo (I): Fascismo y Nacional-Socialismo // Inocencia González Fernández Tema 14 Totalitarismo (II): El Comunismo Marxista-Leninista // Eva Del Riego Eguiluz – Tema 15 Los Liberalismo de posguerra // Carolina Judith Rabazo Pérez - Tema 16 Políticas del posmodernismo
ALEXIS DE TOCQUEVILLE.
Nace en 1805 en una familiar de rancio abolengo aristocrático. Pese a no haberlos vivido, valora los acontecimientos de 1789 con gran realismo (como le caracterizará) y pese a ser educado por su familia en un entorno totalmente opuesto a los mismos, los veía como un hecho histórico de gran trascendencia que transformó Europa.
Entre 1823 y 1826 estudió derecho en Paris y en 1831 inició un viaje a EEUU con Gustave Beaumont, base de su estudio La Democracia en América (1835), posteriormente abandonó la carrera judicial y se dedicó a la literatura, sobre todo al estudio de la democracia y sus consecuencias sociales y políticas. En 1840 publicó una segunda parte no con tanto éxito, si bien sirvió de trampolín para su paso a la política por Valognes (cuna de su familia). En 1848 siguió fiel y comprometido a la política pese a los sublevados y posteriormente ayudó a la redacción de la Constitución, en 1849 fue nombrado Ministro de Asuntos Exteriores si bien en 1851 se enfrentó a Luis Napoleón Bonaparte y lo dejó. En 1856 publica El Antiguo Régimen y la Revolución donde analiza el proceso que llevó a la revolución de 1789, con gran defensa de la libertad. No llegó a acabar sus Recuerdos de la Revolución de 1848 al morir en 1859
Sus reflexiones son sobre la libertad y el advenimiento inevitable de la democracia, con el peligro que implica para el mantenimiento de la independencia personal. Acepta las revoluciones y sus consecuencias, y no se plantea el retorno a tiempos pasados. El Realismo Político es su rasgo destacado.
En La Democracia en EEUU intenta comprender el desarrollo de la democracia en un país sin aristocracia, le llama la atención que una comunidad aparentemente sin clases y la llegada de la democracia sin un paso previo revolucionario. Para Tocqueville la llegada de la democracia es un acontecimiento inevitable anunciado por la crisis de formas sociales políticas anteriores, el desafío es explorar sus manifestaciones para evitar que derive en despotismo e intolerancia o bien en anarquía y desorden.
Desarrolla su análisis en varios niveles. El primero es el social, por el que la democracia surge ante una demanda de igualdad, mostrada como igualdad de condiciones de acceso a oportunidades. Esta igualdad genera desasosiego, tensión en la sociedad al no verse colmadas las aspiraciones, por lo que frente a esa frustración la alternativa es la limitación de los deseos por la dificultad para lograrlos, aparece la moderación que se transforma en mediocridad, aunque sea disfrazada de sensatez.
Uno de los reproches de Tocqueville a la Democracia de EEUU es la falta de referentes de excelencia, que venían por parte de la aristocracia. Con la igualdad los héroes son como los demás, por ello aparece la envidia, la aristocracia servía así para frenar el rencor de clases y para dar sensatez a la situación social.
Este carácter acomodaticio del hombre se muestra en forma de deseo de reposo y desahogo material. Se muestra el Individualismo como disfrute de lo próximo, lo conseguido, abandonando así el compromiso público, dándose un desentendimiento de los problemas colectivos. La Igualdad genera indiferencia entre los hombres y egoísmo: aislamiento y preocupación exclusiva por sus intereses.
Otro de los niveles de estudio es el político, que une a lo anterior, la democracia da seres débiles y vulnerables en lo político, fruto del individualismo. Hay una delegación en entidades superiores, el Estado que lleva al despotismo, o bien la Anarquía que lleva al desorden.
Sólo la convicción de que el interés particular va unido al general rompe esa inercia. Para Tocqueville la opinión pública no es defensora de la libertad “Ella es la que forma la mayoría, la cual la obedece ciegamente” por ello la democracia, vía la soberanía popular, tiende a la tiranía de las mayorías, que viene impuesta por la uniformidad de juicio y es avalada por la sensatez, que como veíamos antes, señalaba como origen de la mediocridad de intereses.
Tocqueville no se detiene en la división de poderes bicameral, no le da mayor importancia, pero si tiene interés en la distribución del poder, valorando positivamente la descentralización por fomentar una actitud vigilante ante las extralimitaciones del Estado.
Sobre la religión, defendía su uso, al igual que la descentralización en forma del fomento de asociaciones, porque supone superar la apatía y mediocridad democráticas.
El tercer nivel es la dimensión económica de la aparición de la democracia, que no le atrae especialmente. Presta poca atención a las transformaciones sociales que trae el capitalismo, especialmente la industrialización, si bien hay algunas referencias en su obra, donde observa a los potentados empresariales, que llama “generadores de desigualdad” y a los obreros, “hombres debilitados en su capacidad de actuación”.
En “El Antiguo Régimen y la Revolución” se centra en el análisis del periodo revolucionario iniciado en 1789 y aún no concluido, un hecho de gran magnitud ocurrido en Francia debido a:
- El papel de los intelectuales Ilustrados al difundir una ideología política que sumó a grandes grupos sociales descontentos, unos para la transformación y otros para la revolución. La apropiación por las masas fue radical e intransigente, de ahí violencia y el fanatismo resultantes.
- La situación política en Francia, donde la centralización del poder es el origen del problema, una centralización impulsada por la Monarquía, y que acabará con las instituciones y la sociedad antigua (Tocqueville piensa que es la causa principal, porque el Régimen habría caído sin Revolución) porque la centralización de poder del Monarca liquidó poderes intermedios, el fin de la autonomía local y las formas tradicionales de equilibrio de poderes. Ascendió a la aristocracia, que perdió su parcela de potestad para integrarse en la nobleza y pasar a depender de la corona, perdiendo así si capacidad de ser referente.
- Además hubo un aumento de tasas impositivas a los contribuyentes, que se incomodaron por tener que sostener a un grupo que perdió su función pero si mantuvo sus privilegios.
Fue un ejemplo de Individualismo Colectivo, la indiferencia hacia otras clases sociales y hacia los problemas públicos.
En los “Recuerdos de la Revolución de 1848” une estos a los acontecimientos de 1789, solo cambia que ahora hay un nuevo agente: el mundo del trabajo. Por tanto ahora se trata de una revolución social, a diferencia de la anterior que fue política, el socialismo toma ahora el relevo a los Ilustrados. Si bien Tocqueville no tiene un buen concepto del socialismo, al que cree una consecuencia inevitable de la revolución, y lo ve profundamente materialista, llegando a despreciar los derechos individuales y la libertad en favor del igualitarismo extremo, atacando así a la propiedad, el último bastión del orden. Por tanto, considera al socialismo incompatible con la libertad.
Se da una paulatina centralización del poder en 1848, para evitar la disolución social y para dar sosiego. Tocqueville temía más a la perdida de la libertad que al desorden, y era precisamente esto a lo que llevaba el régimen Bonapartista (“centralización, ausencia de libertades, fin de participación pública, y todo en nombre de la soberanía popular”) y lo peor es que se trataba de una pérdida que no iba a ser temporal, sino definitiva.
El realismo de Tocqueville, caracterizado por la observación objetiva de los acontecimientos y aceptación de lo inevitable, alcanza un punto clave en esta época, no puede aceptar la pérdida de libertad, la cual no puede existir con el poder concentrado, y necesariamente ha de contar con tres elementos:
- Participación política.
- Independencia: que permite al hombre la toma de conciencia de su realidad.
- Responsabilidad social: Obligación del individuo consigo mismo y los demás.
Tocqueville pretende convertir a la libertad en el principal elemento tutelar de la sociedad democrática y sus propuestas de unificar la vida política, a través de la participación pública, el valor cívico y evitando la concentración de poder.
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