Compare el
caso español con lo de estos tres países.
España
En toda la UE hay 84 millones de
pobres. Un 10,7% de ese total están en España. En mayo del año 2009, la
Comisión Europea señaló durante el Encuentro
Anual Europeo de Personas en Situación de Pobreza que los 27 estados miembros
sumaban, en ese momento, 78 millones de personas “viviendo” en la penuria. Pero
las cifras no hacen más que aumentar. La Comisión Europea ya advertía de que la
crisis estaba generando una nueva clase social, la de los llamados
"trabajadores pobres". Es decir, ciudadanos a quienes tener un empleo
no les libra de la miseria.
La delimitación entre
individuos/hogares, pobres/no pobres, se relaciona con el nivel de desarrollo y
la renta. Este es el criterio que se emplea en la Unión Europea. Eurostat (1990
y 1992) adopta esta definición de forma explícita: “Son pobres aquellas
personas, familias o grupos cuyos recursos (materiales, culturales y sociales)
son tan limitados que los excluyen del modo de vida mínimo aceptable en el
estado miembro en el que habitan”.
A este respecto cabe destacar
que, al menos en lo que a nuestro país se refiere, la situación socioeconómica
actual deriva de la combinación de tres variables, cuyo peso debe ser muy
tenido en cuenta a la hora de explicar el origen de estas nuevas situaciones de
exclusión y la aparición de unos nuevos colectivos en riesgo. Estas tres
variables son: el debilitamiento de la estructura del Estado del Bienestar, la
aparición de nuevas formas de contratación caracterizadas por la eventualidad y
la precarización de las condiciones laborales y la desaparición, en muchos
casos, de la familia nuclear tradicional dando paso a nuevas estructuras
familiares.
El análisis de la situación
española en el momento en el que se redacta el Plan Nacional de Infancia hace que la pobreza y la exclusión social
ocupen un lugar preponderante de cara al diseño de medidas concretas de
intervención. Según los datos sobre pobreza infantil que ofrece la Encuesta de Condiciones de Vida 2004 (INE, 2005) el 24,3% de la
población española de menos de 16 años vive por debajo del umbral de la
pobreza. A este dato hay que añadir además el hecho de que, desde el enfoque en
el que se diseña y desarrolla el Plan, la inversión social en infancia es una
herramienta estratégica para romper el círculo vicioso de la pobreza y la
exclusión, así como para reducir las desigualdades sociales. En España hay más
de 11,5 millones de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, un
problema que desde el comienzo de la crisis económica ha cogido fuerza. Como
señala un informe presentado por Cáritas, en la actualidad, la pobreza en
España es "más extensa, más intensa y más crónica que nunca". No es
osado pensar que dado el altísimo nivel de desempleo en este país, todos estos
datos citados anteriormente, sean pocos representativos de la realidad
socioeconómica actual, por tanto, se queden cortos en los números actuales de
personas que “viven” por debajo del umbral de la pobreza.
Una de las conclusiones del
estudio Exclusión y desarrollo social 2012, que ha sido elaborado por la
Fundación Foessa. El porcentaje de hogares españoles que están por debajo del
umbral de la pobreza es del 22%. Además, uno de cada cinco hogares (el 25%)
está en "situación de riesgo". El informe también recuerda que España
es uno de los países europeos con mayor tasa de pobreza, sólo superado por
Rumanía y Letonia. Según la estadística de la Unión Europea, fue el país
europeo donde más aumentó la pobreza en 2010.
Un tercio de los hogares
españoles tiene "dificultades serias" para llegar a fin de mes y la
tasa de desempleo de la persona que más dinero lleva al hogar es del 19%, lo
que supone "un máximo histórico", según Cáritas. Las familias con
gente joven y menores son las que más se están viendo afectadas.
El trabajo no remunerado en España
representa el 41% del PIB, la quinta mayor proporción después de Japón
(42%), Nueva Zelandia (43%), Australia (46%), y Portugal (53%). Con 18% de la
fuerza laboral desempleada, España cuenta con la mayor tasa de desempleo de la
OCDE. El desempleo entre los jóvenes es 20 puntos porcentuales mayor al
promedio de la OCDE, mientras que la diferencia de desempleo entre migrantes y
no migrantes es de 11 puntos porcentuales. Las diferencias promedio de la OCDE
son de 10 y 3 puntos porcentuales, respectivamente (OCDE, 2011).
Alemania
El
crecimiento de Alemania ha caído a 1 por ciento debido a la crisis financiera
internacional, según datos ofrecidos por el gobierno federal. El pronóstico
rebajó en el año 2011 al 1,8 por ciento, lo que implicó un retroceso frente al
crecimiento del 3,6 por ciento que logró Alemania en 2010.
El porcentaje de habitantes amenazados de terminar
en la pobreza, o que viven en la pobreza en Alemania se estancó desde hace
varios años alrededor de 14% y sigue sin cambios a pesar de los buenos índices
económicos de la primera economía de Europa, según un estudio presentado en
diciembre de 2011. Hay que constatar el
congelamiento o la sedimentación de la pobreza en el país a un nivel
récord de más de 14% (de la población) desde 2005. La tasa de 14% designa al
porcentaje de hogares o personas en Alemania cuyos ingresos disponibles son
inferiores al 60% del ingreso medio en el país, es decir que viven bajo el
umbral de pobreza.
En datos absolutos, el umbral de pobreza en
Alemania en 2010 era un ingreso de 826 euros mensuales para una persona sola y
de 1,735 euros para una familia de cuatro personas con dos niños de menos de 14
años. El porcentaje de personas que viven en la pobreza alcanzó 14.7% en 2005, 14% en 2006, 14.3% en 2007, 14.6% en
2009 y 14.5% en 2010. Se ha constatado que incluso con fuertes rebotes
coyunturales, como por ejemplo un crecimiento del PBI de más de 3% en 2006 y en
2010, no tienen o casi no tienen efectos sobre la pobreza ya que sólo hacen
disminuir levemente el porcentaje.
También se observa un desequilibrio persistente
entre la ex Alemania occidental y la oriental: el porcentaje de personas debajo
de la línea de pobreza en el oeste del país era en el año 2010 de 13.3%
mientras que en el 2011 era de 19 por ciento.
Japón
La tasa nacional de pobreza en
Japón se situó en 16 por ciento en 2009. Este indicador mide la proporción de
personas que viven con menos de la mitad del ingreso promedio anual en el país
(2,24 millones de yenes en 2009). El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar
japonés reveló que la tasa de pobreza aumentó 0,3 puntos porcentuales con
respecto a un estudio previo realizado en 2006.
El índice de pobreza de los
hogares con al menos un hijo creció 2,4 puntos a 14,6 por ciento, mientras que
el 50,8 por ciento de los hogares monoparentales vive en la pobreza. Asimismo,
la tasa de pobreza de niños de 17 años o menos creció 1,5 puntos a 15,7
por ciento. El número de personas pobres está creciendo debido a la
desaceleración de la economía y a un aumento en el número de trabajadores no
regulares y pensionistas.
Estados
Unidos
En Estados Unidos aumentó la pobreza según el censo 2010, en un 15.1% o sea
46.2 millones de personas. Sin cobertura médica están 16.3 millones de
ciudadanos. EE UU considera pobre a una persona si tiene un ingreso menor de
$11.139 anual y una familia de cuatro personas.
Los niños en pobreza se incrementaron en 2,5 millones desde 2000, hasta
alcanzar 15.7 millones. El 32% de los niños viven en pobreza, 1 de cada 3
jóvenes sobreviven en la miseria. Más del 20% de los adultos hasta 17 años de
edad viven por debajo del nivel de pobreza en 27 estados, incluyendo a
Washington DC, siendo Nuevo México el de mayor crecimiento.
Una
cuestión conexa que se ha estudiado mayormente en los Estados Unidos, es la
relación entre las transferencias del sector público y el bienestar relativo de
los niños y las personas de edad. Preston (1984) señala que la expansión del
sistema de seguridad social en los Estados Unidos ha sido la causa de la reducción
de la pobreza entre las personas de edad, en detrimento de la asistencia social
a los niños. En esa tesis ampliamente citada de Preston se argumenta que el
funcionamiento de las variables demográficas en diferentes ámbitos (es decir,
la familia, la industria y la política) ha desempeñado una importante función
en la determinación de la situación relativa de las personas dependientes en
los Estados Unidos. Por ejemplo, el número creciente de personas adultas ha
aumentado el poder político de esos grupos en comparación con los niños,
favoreciendo la ampliación de las prestaciones de los planes de asistencia
médica para los ancianos y personas con discapacidad (Medicare en los Estados
Unidos) y de la seguridad social.
Por
último y a modo de conclusión, en el año 2000 la tabla clasificatoria que
corresponde a la pobreza infantil absoluta, los países que ocupan las últimas
cuatro posiciones son España, la República Checa, Hungría y Polonia, y la
correspondiente a la pobreza infantil relativa,
los países que ocupan las cuatro posiciones más bajas son el Reino Unido,
Italia, Estados Unidos y México (UNICEF, 2000).
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