El papel estructurante de la ciencia y la tecnología - La sociedad dividida
El fundamento latente en las sociedades del siglo XXI, es el binomio ciencia-tecnología. Las generaciones más jóvenes conocerán adelantos inimaginables ahora mismo; micro-informática, la biotecnología y la física cuántica, que arrojará ineludiblemente, grandes transformaciones en el más amplio espectro. La ciencia avanza tan rápido, que las mejoras que impulsa serán tan importantes que no podemos ni predecirlas. Tezanos expone que el “90 % de todos los científicos que han existido en el siglo XX siguen vivos, y que se han obtenido más conocimientos en la última década del pasado siglo, que en toda la historia de la humanidad.”
Avances científicos que conforman hitos que intervienen propiciando cambios en la sociedad, y orientando con ello, a que la ciencia sea la causante de las transformaciones profundas y rápidas, como nunca antes habían sido conocidas. Esa velocidad constituye una nueva realidad, que incapacita a poder comparar datos, en unos cambios decisivos que fuerzan a que todo sea diferente; las interaccione, la organización social, la cultura, en definitiva, a toda la esfera social.
Y todo esto con una percepción pasiva de la ciudadanía, que recibe estos cambios como algo “esperado e irreversible”, sin tiempo para comprenderlo y alineándolos imperturbablemente ante conflictos sociales. Recae pues, comparable a una fuerza centrípeta, estos cambios tecnológicos en la sociedad, donde los individuos se adaptan desde dentro, impasibles, acríticos y en una actitud conformista.
El pensamiento sociológico más reciente incentiva a una masa crítica a exponer su valoraciones ante los efectos de esta revolución tecnológica.
Resumen epígrafe de La Sociedad Dividida de José Félix Tezanos
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