En la asignatura de Historia de las Ideas Políticas del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED, algun@s compañer@s realizamos un trabajo coral; resúmenes del libro Ideas y Formas Políticas: Del triunfo del Absolutismo a la Posmodernidad, bibliografía básica de esta asignatura. Quiero agradecer el esfuerzo, compromiso y dedicación desplegado por tod@s. Derechos reservados, sus autores.
José Rodrigo Crespo - Tema 1 El triunfo del absolutismo // Elisa Ruiz Rodríguez - Tema 2 De la Ilustración al Estado Liberal // Alejandro Gessé Ponce - Tema 3 Los fundamentos de la democracia: de Rosseau a la Revolución Francesa // María Hernando García - Tema 4 El idealismo // Tomás Javier Prieto González - Tema 5 Tradicionalismo y Conservadurismo // Mónica Platero - Tema 6 El pensamiento político norteamericano: de los Founding Fathers a la consolidación de la nación americana // Juan José Amate Ruiz - Tema 7 El liberalismo posrevolucionario // Víctor Riesgo Gómez - Tema 8 Utilitarismo y liberalismo en Inglaterra // Pedro Medina Charavía - Tema 9 Del socialismo utópico al anarquismo // Carla Torres Segura - Tema 10 El anarquismo // Antonio Jesús Acevedo Blanco - Tema 11 Karl Marx y el Marxismo // José Bargallo Roges - Tema 12 El nacionalismo en el siglo XXI // Julio Monteagudo Diz – Tema 13 Totalitarismo (I): Fascismo y Nacional-Socialismo // Inocencia González Fernández Tema 14 Totalitarismo (II): El Comunismo Marxista-Leninista // Eva Del Riego Eguiluz – Tema 15 Los Liberalismo de posguerra // Carolina Judith Rabazo Pérez - Tema 16 Políticas del posmodernismo
IV.EMMANUEL KANT (1724-1804)
En el siglo XVII Alemania era un mosaico de principados bastante desiguales entre sí. Muchos principados eran bastante pobres. Destacaban Sajonia como lugar rico y centro cultural y Prusia por su buena organización y creciente poderío militar. Existían latifundios, siervos, y en algunos empezaba a florecer una clase media. Había principados católicos y protestantes.
Sus escritos más conocidos son los que versan sobre la teoría del conocimiento. En ellos concilia racionalismo y empirismo, estableciendo que el hombre ordena los datos que recibe del exterior a través de los sentidos gracias a una serie de estructuras mentales que le permiten clasificarlos, nombrarlos y manejarlos para obrar en consecuencia, ampliar su experiencia, comprender el funcionamiento del mundo y formular hipótesis científicas. Este conocimiento no nos dice nada de la verdadera naturaleza de los objetos, ni siquiera de su existencia real, fuera del campo de nuestra experiencia. Solo sabemos cómo se comportan las cosas en cuanto que afectan a nuestros sentidos. Esto nos basta para la vida práctica y para elaborar teorías científicas, pero no nos permite aventurar nada sobre la “verdadera esencia” de las cosas. Kant elimina la posibilidad de la metafísica y da un vuelco a toda la filosofía occidental.
La razón es la fuerza emancipadora por excelencia, y conocer nos hace, más sabios y más libres. LA razón es igualitaria por definición: la especie humana comparte unas estructuras mentales fundamentales, conoce y juzga de similar manera, de modo que es posible establecer algunas afirmaciones generales que valgan para todos los hombres, sean cuales fueran sus circunstancias.
La historia es un recorrido llevado a cabo por la especie humana en su conjunto, incluyendo todos los pueblos y naciones. Este recorrido tiene un sentido que es la de ir acrecentando su racionalidad, organizándose de la manera más acorde posible con las normas de la razón. Así que el fin último de la humanidad, sería el libre acatamiento a una ley universal, que traería la justicia y la armonía general a una especie humana libre y feliz. El progreso hacia ese fin es lentísimo, pero inexorable.
La paz perpetua. En él intenta establecer las bases para una concordia duradera entre las naciones, y coloca como primer principio la sinceridad de los deseos de paz, el no hablar de acuerdos cuando se tiene la idea de una simple tregua entre dos hostilidades. Es necesario respetar la independencia de todos los estados y que ninguno de ellos pueda ser incorporado a otro, sea mediante medios violentos o diplomáticos. Ninguna nación debe inmiscuirse por la fuerza en los asuntos internos de otra. Ni aun en tiempo de guerra puede recurrirse a medios crueles o engañosos. Con estas premisas, lo ideal, y también lo lógico sería que los ejércitos permanentes acabaran por desaparecer. En opinión de Kant, constituyen siempre una amenaza y una molestia, además de impedir la prosperidad. Tener a los hombres a sueldo para que mueran o maten, parece que implica un uso del hombre como una máquina, lo que es contrario a los derechos de la humanidad. En lugar de esto hay que favorecer el comercio. Que enriquece las naciones y favorece la comunicación entre ellas.
Para que esta situación pueda llevarse a la práctica, no todas las formas de gobierno son igualmente apropiadas. Lo mejor es una constitución republicana. Advierte de que no hay que confundir democracia con republica. Para él, republica es un sistema donde los diferentes poderes ejecutivo, legislativo y judicial, son independientes y así sirven de freno y control, mientras que la democracia es la tiranía de la mayoría.
Suponiendo que todos los pueblos siguieran estas reglas, podría establecerse un nuevo derecho de gentes, basado en una confederación de estados libres, con una ciudadanía universal y un universal derecho de hospitalidad. El mayor garante de la paz estaría en la Naturaleza, ya que siempre tiende hacia la armonía y la perfección.
Por último, pide que “las máximas de los filósofos” sean tenidas verdaderamente en cuenta, pues ellos pueden ver con mayor claridad y además, si verdaderamente son fieles servidores de la verdad, resultan invulnerables al proselitismo y a las “banderías de club”, con lo que su opinión será más acertada e imparcial y hallara mas fácilmente el camino de la armonía. El tratado incluye un apéndice sobre las relaciones entre moral y política donde reconoce que, dada la limitación de la humanidad, tanto las leyes como las normas morales han de ser posibles, que puedan cumplirse. La política debe subordinarse siempre a los principios más elevados, para evitar inmoralidades, el remedio es la transparencia. Termina exhortando a todos a contribuir en el pronto advenimiento de un estado de cosas que haga posible la paz perpetua.
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