En la asignatura de Estructura Social Contemporánea
II del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2011/12,
algunos/as compañeros/as realizamos un trabajo coral: resúmenes de los
capítulos de la bibliografía obligatoria. Y como libro de referencia: Estratificación Social y Desigualdad. El
conflicto de clase en perspectiva histórica, comparada y global, (Harold R.
Kerbo - McGraw Hill) bibliografía básica de esta asignatura. Quiero agradecer
el esfuerzo, compromiso y dedicación desplegado por todos/as. Derechos
reservados, sus autores.
Tema 1 (Capítulo7) El
proceso de legitimación – Eva Gloria Del
Riego Eguiluz // Tema 2 (Capítulo 8)
T. El sistema de estratificación mundial: dominio y competencia entre naciones
del centro - Miguel De Diego Pérez
// Tema 3 (Capítulo 9) Estratificacion
social en los Estados Unidos – Irene
Ibáñez Sánchez // Tema 4 (Capítulo 10)
Estratificación social en Japón – José
Bargallo Rofes // Tema 5 (Capítulo 11)
Estratificación social en Alemania – María
Inés Quiles Blanco // Tema 6 (Capítulo
12) Estratificación mundial y globalización: los pobres de la Tierra – Tomás Javier Prieto González
Efectos
del Sistema Mundial en los Sistemas de Estratificación no Céntricos
La
posición de las sociedades no centrales en el sistema mundial influye de modo
importante en:
- La existencia y el poder de un pequeño grupo de elites.
- El grado de falta de poder de la clase trabajadora.
- El tipo de sistema político que mantienen.
- El grado de desigualdad de la renta en las naciones no centrales.
Todos
tienden a estar interrelacionados e influyen en muchas otras condiciones, como
la falta de un desarrollo económico
uniformemente distribuido, pero también en las desigualdades de la
propiedad o la riqueza, la salud y a la asistencia sanitaria, los servicios
sociales para los necesitados, las oportunidades de movilidad social, etc…, y
en una larga lista de condiciones que normalmente guardan relación con la
naturaleza de la estratificación de una sociedad.
Una vez
que las naciones se industrializan totalmente, hay en ellas unas tendencias a
la reducción de la desigualdad; unas investigaciones que no reconocen la
especificidad de los países asiáticos. Es importante también señalar que la
relación entre el desarrollo económico y una menor desigualdad sigue siendo
fuerte incluso cuando se eliminan estadísticamente los posibles efectos de
otras variables en la desigualdad. Uno de los factores más importantes es la
cambiante naturaleza de la estructura ocupacional. Con la industrialización se
expande la estructura ocupacional y se crean más ocupaciones en la zona media
que requieren más cualificación y producen una mayor variedad de recompensas
económicas.
El poder de las elites
en las sociedades no centrales cobra mucha importancia. A estas elites les
interesa mucho mantener a las corporaciones multinacionales en la nación, sobre
todo porque su ventajosa posición económica depende de la inversión
multinacional y el comercio.
El poder
de las clases bajas y trabajadoras es escaso. Esto sucede porque los
trabajadores industriales son una proporción pequeña de la fuerza de trabajo y
no están organizados y los trabajadores agrícolas suelen estar aislados,
desorganizados y carecen de poder. Todo esto contribuye a producir una clase baja
con escasa influencia política y económica. Y las estructuras burocráticas del
Estado, están por lo general dominadas por las elites ricas, esto lleva a un
nivel muy bajo de democracia, con el Estado plegado a los intereses de las
elites más que a los de otras clases de las sociedades no centrales.
Existe una
pequeña elite en las naciones periféricas que depende de las multinacionales
centrales y está muy interesada en que continúe la dominación por parte del
centro. Las naciones más pobres y menos desarrolladas se enfrentan actualmente
con una realidad que no encararon las naciones desarrolladas de hoy en día
cuando vivieron, hace ya muchos años, su proceso de desarrollo. Esta nueva
realidad de las naciones menos desarrolladas es la influencia del centro o de
las naciones ya desarrolladas.
Cuando
dividimos las naciones del sistema mundial entre centrales y no centrales, el
efecto del desarrollo enconómico en una menor desigualdad de la renta se reduce
mucho. Incluso cuando las naciones no centrales logran alcanzar cierto
desarrollo económico, el efecto del sistema mundial en su economía impide en un
alto grado que el aumento del desarrollo económico genere una menor desigualdad
de la renta.
Muchos
estudios coinciden en que el aumento de la inversión extranjera y de la ayuda o
la dependencia de la deuda en una nación no central produce más desigualdad de
la renta, aunque se debe considerar también los efectos de los sistemas
educativos, el crecimiento de la población y la estructura ocupacional de cada sociedad.
Cuando una
pequeña pero poderosa y rica elite logra dominar el Estado cabe esperar menos
democracia y menor ayuda pública para reducir la desigualdad de la renta. Stack
halló que el funcionamiento democrático del Estado en estas naciones también estaba
relacionado, independientemente del grado de desigualdad de la renta: es decir,
un grado menor de democracia se relacionaba con una mayor desigualdad de la
renta.
Con datos
de 50 naciones, Bornschier y Ballmer-Cao realizaron un examen completo de los
factores que producían la desigualdad de la renta en las naciones no centrales:
- Hallaron que una mayor inversión multinacional en la economía no central guardaba relación con una mayor desigualdad de la renta.
- Descubrieron un desarrollo menos burocrático en las naciones no centrales estaba relacionado con una mayor desigualdad de la renta. Los recursos públicos se utilizaban para ayudar a la industria, en lugar de satisfacer las necesidades de los pobres.
- Cuanto menos desarrollada está la estructura ocupacional en las sociedades no centrales, mayor es la desigualdad de la renta.
La salud y
el bienestar de la mayoría de las personas de las sociedades no centrales no
dependen únicamente de la influencia del centro en el estancamiento económico,
las divisiones de clase y la desigualdad de la renta. La influencia
multinacional puede apoyar el racismo en las naciones no centrales, como ha
ocurrido durante muchas décadas en Sudáfrica. Estas corporaciones
multinacionales pueden también promover la inundación de productos insanos
entre una población no central inconsciente de sus efectos perjudiciales. La
influencia de las naciones centrales suele promover un tipo de producción
económica que satisface las necesidades de las multinacionales y la población
del centro más que las necesidades de la clase trabajadora y los campesinos de
las naciones no centrales.
Como
sugiere la desigualdad de poder e intercambio en las relaciones entre las
naciones centrales y las periféricas, las naciones centrales se ven
favorecidas. Sin embargo, los beneficios que obtienen las naciones centrales no
son igualmente distribuidos entre las población de estas naciones y, en muchos
aspectos, la clase trabajadora se ve perjudicada por la dominación del centro.
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