sábado, 22 de diciembre de 2012

Sociología de la Diversidad – Resúmenes Parte 5


En la asignatura de Sociología de la Diversidad del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, yo y Víctor Riesgo Gómez realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria. Como libro de referencia: Sociodiversidad y sexualidad (José Antonio Nieto Piñeroba) Derechos reservados, sus autores.

Tema 1 Planteamiento de la sociología de la diversidad – Tomás Javier Prieto González // Tema 2 Acción desviada, conducta desviada y alteridad - Tomás Javier Prieto González // Tema 3 El finiquito de la desviación y de la conducta desviada – Tomás Javier Prieto González// Tema 4 De la desviación y de la diversidad – Tomás Javier Prieto González// Tema 5 Razones que justifican la diversidad en sociología – Víctor Riesgo Gómez // Tema 6 Sociología de la diversidad – Tomás Javier Prieto González //  Tema 7 Antropología de la sexualidad y discursividad – Tomás Javier Prieto González // Tema 8 Los guiones sociales. El individuo, el cuerpo y el transgénero – Tomás Javier Prieto González // Tema 9 Notas sueltas sobre sexualidad en la disctadura, transición y democracia española – Tomás Javier Prieto González // Tema 10 Despsiquiatrizar el transgénero – Tomás Javier Prieto González // Tema11 El transgénero en las sociedades polinesias – Tomás Javier Prieto González

El crecimiento de la industria, que sustenta la transformación de una sociedad agrícola en una sociedad industrial, en su desarrollo debilita la estructura social preexistente, quiebra la conciencia colectiva, desregular la moral y favorece el individualismo. Los tentáculos de la anomia se extienden por las sociedades capitalistas y Durkheim no duda en señalar que es a Estado al que le corresponde restaurar a ley y el orden e impedir que el comportamiento anómico se apodere de la sociedad moderna.

Durkheim ve en la anomia el principio del germen de la desviación que se manifiesta conductualmente distanciándose de la norma social, a la que infringe. La infracción de la norma social generada por la desviación, sin embrago, es inferior, de menor entidad que la que representa el delito. Pero, a su vez, superior y de mayor entidad que la representada por la diferencia. La diferencia se expresa interpretativamente como una clase de anomia mal vista socialmente, como una conducta que la norma social desaprueba pero que, a pesar de su desaprobación social, se tolera, porque no llega a infringir o que la sociedad, al regular comportamientos, instituye como norma.

La anomia, en su gradación de menor a mayor transgresión y conculcación de la norma social, en sus gradientes de diferencia, desviación y delito, es una clasificación tricotómica que se da a conocer como las tres “D” (la diferencia, la desviación y del delito). Anomia que, en su conjunto, Durkheim la contempla y trata teóricamente como ambivalencia. Por un lado, con visión de pasado, y por otro, con visión de futuro. El análisis de modernidad de Durkheim supone, de una parte, recurrir a posicionamientos positivistas del XIX y, de otra, a posicionamientos anticipatorios de duda epistemológica y de relativismo analítico. En su visión de pasado se muestra muy seguro, pragmático, en su visión de futuro, la seguridad se trastoca y surge la incertidumbre, el pragmatismo se disuelve.

Por un lado Durkheim, el recurso positivista se circunscribe, según Sumner, a cuatro puntos:

1.    Los sujetos sociales que en sus conductas anómicas se desvían de la norma se patologizan. Son individuos con patologías, psicológica y oralmente patológicos.
2.    La regulación del estado anímico y moral de la sociedad se realiza por medio del uso y gestión de estadísticas criminales.
3.    El máximo garante del sentimiento colectivo, distanciado del egoísmo propio de los intereses particulares, reside en la ley.
4.    La sociología como construcción social de fundamento científico, como la ciencia en general, se desvincula del compromiso político.

Por otro, el posicionamiento anticipatorio y como tal embrionario, con una visión temprana e irónica, igualmente queda circunscrito a cuatro puntos:

1.    Por la significación del delito, al que Durkheim rebaja su condición de universalidad. Adopta una perspectiva más antropológica que sociológica.
2.    ¿Qué hacer socialmente con el delito?. Cree que el delito no se puede erradicar de las sociedades modernas y como consecuencia de su presencia social debe ser reparado mediante la censura moral y legal.
3.    La forma contradictoria del funcionamiento de la sociedad, Durkheim es consciente de la contradicción que existe entre la lógica de la máxima optimización posible de la cuenta de resultados, la “lógica del beneficio” y la lógica de máxima optimización moral de la sociedad, la “lógica e la regulación moral de la sociedad”.
4.    Durkheim atribuye a la desviación cierta disposición anticipatoria y a los desviados cierta aptitud visionaria, introduce en el mismo saco y trta con el mismo rasero cualquier tipo de desviación.

Conducta desviada y acción desviada

El embrión teórico durkheimiano, gestado y nacido en Francia, en forma de tricotomía social clasificatoria, las tres “D”, esto es, la diferencia, la desviación y del delito, crece y toma impulso para cruzar el Atlántico. Hay que esperar hasta la década de los 50´s para llegar a un consenso denominativo en los departamentos de sociología de Estados Unidos y aceptar la sociología de la desviación como singularidad sociológica y con autonomía propia. El primer libro se publica en 1957 (Marshakk Clinard). Han transcurrido 72 años desde que Durkheim escribiera y diera a conocer al público Las reglas del método sociológico.

Algunos autores diferencias entre conducta desviada y acto o acción desviada/o. La conducta desviada, para éstos, reside en la violación de ciertas normas colectivas. En tanto que el acto o la acción desviado/a es la conducta que de algún modo se proscribe. Ante la posible confusión que puede generar la diferenciación entre conducta y acto o acción, Clinard opta por precisar el sentido y la forma de uso que requiere la conducta desviada. Para él solo constituyen desviación las conductas que representan un nivel suficiente de desaprobación y que, además, exceden los límites de tolerancia de una comunidad dada.

Para Saragin, la desviación viene definida por el conjunto de condiciones, personas y actos/acciones que la sociedad devalúa. Remite a la sociedad en lugar de a la comunidad, Aunque en la práctica, sociedad y comunidad resultan términos intercambiables que no suponen una división conceptual marcada por la precisión y la diferencia.

La clave de la cuestión en el momento de considerar en qué consiste lo socialmente desaprobado o devaluado, según Nieto, reside en cuestionarse por qué la sociedad/comunidad no telare las conductas de los sujetos desviados, por qué las aprehende, subyugándolas, como ofensivas. Por qué las absorbe en el momento de la aprehensión y las rechaza en el momento de la desaprobación. Por qué la sociedad/comunidad devalúa, anula o intenta anular actos que, cuando los capta, los interpreta como improcedentes, para subsiguientemente deshacerse de ellos, en el mismo momento que los desprecia, debido a sus planteamientos interpretativos.

Se viola y quebranta la norma, que conductualmente opera y se clasifica en positivo. En tanto que la violación y el quebranto de esa misma norma opera y se clasifica en negativo. Porque la sociedad; los sujetos centrados, saben cuánta tolerancia de conducta devaluada se puede soportar o, cuándo se alcanza el nivel que, con una señal de identificación apropiada, diga “basta” “hasta aquí hemos llegado”. La sociedad sabe cuándo se alcanza el nivel de suficiencia sin necesidad de emplear unidad de medida alguna que cuantifique la saciedad y el hartazgo. Saber qué es suficiente cuando se sabe cuánto es bastante puede ser tan variable como el número de sujetos que integran el conjunto que define la suficiencia.

Las conductas se jerarquizan. Unas conductas se sobreponen a otras. Las conductas de los sujetos desviados conllevan la reacción de los sujetos centrados que tratan de aislar corregir o castigar a los sujetos de conductas inmorales, díscolas, intolerables, devaluadas, inconformitas, perversas o infames. Las conductas que Schur situaba en borderline areas (zonas fronterizas) y que bautizó como “delitos sin víctimas”. Una de las principales consecuencias de la criminalización de as conductas intersubjetivas voluntarias, deseadas y consentidas es la creación de muchos más delitos adicionales, que no existirían en el caso de que las mismas conductas consensuadas fueran legales. Lamo de Espinosa indica que si no existen víctimas, ya que no hay denuncias, estamos, pues, ante la presencia de conductas “evidentemente inmorales, y puesto que corresponde al Estado velar por la moral pública, se sancionan”:


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