jueves, 2 de enero de 2014

Resúmenes Sociología Política Parte 27

En la asignatura Sociología Política del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2013/14, elaboré los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria de la asignatura. Derechos reservados, sus autores.


TEMA 1: Las múltiples relaciones entre sociedad y política. El campo de estudio de la sociología política. "Sociedad y política: una relación multidimensional" Autores: Maria Luz Morán y Jorge Benedicto. Capítulo 1 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 // TEMA 2: El proceso histórico de modernización. Estado y mercado, las dos instituciones claves “Modernización y cambio sociopolítico" - Autor: Enrique Gil Calvo. Capítulo 11 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009) // TEMA 3: El surgimiento y desarrollo de la democracia en la sociedad capitalista "Democracia y sociedad industrial" - Autor: Ludolfo Paramio. Capítulo 5 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 4: Las bases sociales de la política democrática "El concepto de cleavage en las ciencias sociales" Autora: Susana Aguilar. Capítulo 1 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007. "Elecciones para elegir" Autora: Elisa Chuliá. Capítulo 6 del libro de S. Aguilar y E. Chuliá, Identidad y opcion. dos formas de entender la política, Madrid, 2007.// TEMA 5: La construcción de los universos políticos de los ciudadanos. Socialización y cultura política "La construcción de los universos políticos de los ciudadanos" Autor: Jorge Benedicto. Capítulo 8 del libro de J. Benedicto y M.L. Morán, Sociología Política, Temas de Sociología política, Madrid, 1995 (1º reimp. 2009). // TEMA 6: Participación y acción colectiva "Perspectivas teóricas y aproximaciones metodológicas al estudio de la participación" Auotres: Maria Jesus Funes y Jordi Monferrer. Capítulo 1 del libro de R. Adell y M.J.  Funes, Movimientos Sociales: Cambio social y participación. Madrid, UNED, 2003. "Participación política, grupos y movimientos". Autor: Gianfranco Pasquino. Capítulo 5 del libro de G. Pasquino y otros, Manual de Ciencia Política. Madrid, Alianza Editorial, 1991.

Los procesos de socialización política: elementos y características

Los contenidos de la socialización política

Entre los diferentes aspectos o contenidos en los que el aprendizaje político cobra una especial importancia nos detenemos en tres de ellos, en la medida en que constituyen tres dimensiones fundamentales para la construcción de los universos políticos de los ciudadanos y al tiempo tres dimensiones básicas para el propio funcionamiento del sistema político: el desarrollo de procesos de identificación con el sistema político, la formación de las preferencias político-ideológicas y las percepciones sobre la actividad política.

1.    La formación y desarrollo de sentimientos de identificación con el sistema político; por una parte, la importancia que para la persistencia del sistema político, y para el mantenimiento del orden sociopolítico de cualquier sociedad, tiene el que sus miembros se sientan identificados con el tiempo; por otra parte el hecho de que las primeras investigaciones cuantitativas lograran reunir indicios bastante contundentes y reiterativos sobre la presencia en los niños de vínculos de naturaleza fundamentalmente afectiva con los distintos simbólicos del sistema político.
Los niños, desde bastante pequeños, adquieren sentimientos positivos hacia el sistema; hacia algunos de sus símbolos más sobresalientes, fundamentalmente a través de las figuras de autoridad externa que encuentran más próximas y que personalizan en los individuos concretos que en esos momentos las desempeñan, como son el policíaa y el presidente.
La hipótesis subyacente es que el aprendizaje político progresa, según una secuencia bien definida, desde los aspectos más simples a los más complejos, desde lo personal a lo abstracto o colectivo, desde el plano afectivo al cognitivo. Las propias limitaciones cognitivas y las necesidades evolutivas de los niños serían las razones últimas que explicarían los procesos de personalización e idealización, a través de los cuales las nuevas generaciones van construyendo sus identificaciones con el sistema político. Esta hipótesis evolutiva ha recibido múltiples críticas, en su formulación no se tiene en cuenta las limitaciones de las investigaciones que están en su origen. Estos estudios se realizan en una época muy concreta de la historia norteamericano y se limitan a entrevistar a niños blancos, urbanos y de clase media. Tanto el momento histórico como el contexto sociocultural y de experiencias en que se desarrolla la vida de los sujetos constituyen elementos clave en el proceso de formación de sus identificaciones con el sistema político.
La identificación con el sistema político, en cuanto contenido básico del proceso socializador, se desarrolla de acuerdo con parámetros diferentes en función de múltiple factores como pueden ser el tipo de cultura política predominante, las características del régimen, la historia y las tradiciones culturales, etc. La socialización política resulta fundamental en los dos primeros niveles, mientras el último posee un carácter más instrumental.
2.    La formación de las preferencias políticos-ideológicas. El ciudadano no sólo se identifica con los aspectos más genéricos y simbólicos del sistema político, sino que también desarrolla unas determinadas preferencias políticas, opta por una posiciones frente a otras, adquiere unos valores de naturaleza ideológica que actuarán como punto de referencia a la hora de ir desarrollando distintas actitudes y opiniones sobre las diversas cuestiones que en cada momento conforman la realidad política.
El concepto de identificación partidista tiene su origen en los estudios electorales que empiezan a proliferar en EEUU en los 50.  La razón de la estabilidad y continuidad característica del sistema político norteamericano hay que encontrarla en las lealtades o sentimientos de vinculación profunda que gran parte de los ciudadanos manifiesta respecto a un partido político concreto.
A la socialización política, el interés de la identificación partidista reside en tres aspectos fundamentales:
·      Se trata de una actitud política, adquirida tempranamente, que se transmite en un alto grado desde padres a hijos.
·      Se muestra bastante estable a lo largo de toda la vida del individuo.
·      Constituye el elemento principal de organización de las actitudes políticas y el punto de anclaje de los valores ideológicos.
Será la comparación internacional la que permita poner de manifiesto las limitaciones de la idea original de identificación partidista y la importancia decisiva que en todo este tema tiene el contexto cultural-institucional. La posición que los partidos ocupan en la vida política, el contenido ideológico de los mismos, la naturaleza del sistema de partidos o su estabilidad constituyen factores de primer orden a la hora de explicar la diferente importancia y trascendencia que las lealtades partidistas tienen en unas y otras sociedades.
El verdadero problema en el terreno de la socialización política es evaluar la capacidad de las lealtades hacia un partido para desarrollar en las nuevas generaciones sistemas e valores que, en alguna medida, estructuren sus actitudes y comportamientos políticos posteriores.
Resulta evidente que cuando hablemos de la formación de las preferencias políticas de los individuos como contenido que se transmite en el proceso socializador es preciso superar el estrecho confín de las identificaciones partidistas y referirse al más amplio campo de las identificaciones ideológicas, lo cual implica conocer los universos culturales, los conjuntos de valores y normas sociopolíticas en los que los niños y jóvenes se socializan; las características de los contextos familiares y comunitarios a través de los que se produce la transmisión intergeneracional.
3.    Percepciones sobre la actividad política. La socialización política también proporciona a éstos los materiales sobre los que se asientan las creencias y conocimientos relativos al funcionamiento del sistema político. Contenidos, se trata de saberes formales transmitidos la mayor parte de las veces de manera verbal por los distintos agentes, sobre todo el sistema educativo. El individuo también adquiere una serie de “conocimientos difusos” sobre la actividad política producto de las experiencias de socialización. La socialización política  está en el origen de la formación y desarrollo de la competencia política de los ciudadanos, de su capacidad de entender y dominar el entorno político en el que está situado.

Se tiende a identificar la socialización con una serie de procesos que se desenvuelven preferentemente durante esta etapa de la vida de los individuos.

En el caso concreto de la socialización política  esta distinción se hace bastante más complicada:

·      Por un aparte, no cabe entenderla como un tipo específico de socialización secundaria.
·      Por otra parte, el verdadero contacto del ciudadano con el ámbito de la actividad política no suele producirse hasta los primeros años de la vida adulta.

Lo más adecuado resulta aplicar una perspectiva centrada en el aprendizaje que se produce a lo largo de toda la vida, analizando las singularidades y ritmos que caracterizan cada etapa o estadio, así como las continuidades o discontinuidades que se dan entre ellas.

El aprendizaje político se centra en la adquisición de las grandes orientaciones, muchas veces de carácter afectivo, que definen las coordenadas en torno a las cuales se va a ir construyendo el universo político de los individuos.

Durante la vida adulta la socialización política  se desarrolla de acuerdo con procesos bastantes más complejos y variados. EL aprendizaje político se realizará en función de las pautas aprendidas anteriormente y que así se verán reforzadas, pero en otros el aprendizaje seguirá nuevas pautas adquiridas bien a través de los nuevos roles sociales que el individuo va asumiendo, bien como consecuencia de cambios en el entorno sociopolítico o sin más como resultado de la experiencia política directa del sujeto. Pero también se puede producir una dinámica de resocialización en un nuevo sistema de percepción política que trataría de sustituir al anterior. Como ha ocurrido en la transición democrática española, por una “resocialización general de la población adulta en lo político”, como causa y consecuencia de la consolidación de la democracia en nuestro país. Ámbitos de socialización, éstos también suelen modificarse en la vida adulta ya que los entornos primarios dejan paso a las asociaciones secundarias, al mundo laboral y sobre todo a los medios de comunicación.

El aprendizaje político durante la edad adulta tendrá lugar, por tanto en una continua dialéctica entre las pautas aprendidas durante los años de la infancia y la juventud y las nuevas demandas/necesidades derivadas de los cambios en el contexto de experiencias en el que se mueven los sujetos. Sears afirma que hay cuatro posibles formas de entender este tema de la continuidad y el cambio a lo largo de la biografía de los sujetos:

1.    Modelo de la persistencia; el aprendizaje temprano posee tal influencia que los posteriores contenidos de la socialización tienden a ser interpretados en función de aquél.
2.    Modelo del cambio continuo; en el que destaca la capacidad del individuo para cambiar sus posiciones a lo largo de toda la vida en función de las nuevas experiencias e influencias del entorno que tiene un potente efecto socializador.
3.    Modelo del ciclo vital; en el que se mantiene que, si bien lo más corriente es la persistencia, algunas orientaciones pueden alterarse en determinadas etapas de la vida, debido a la mayor receptividad ante las modificaciones en las circunstancias sociales.
4.    Modelo generacional; en el que también se parte de la idea de persistencia, y no se sostiene como en el anterior que el cambio ocurrirá en momentos determinados, pero se insiste en la influencia que sobre la socialización de ciertas cohortes pueden tener algunos sucesos y experiencias sociopolíticas que marcarán decisivamente sus pautas de aprendizaje posterior.

La complejidad y variedad interna de los procesos de socialización política  impide decantarse por alguno de estos modelos de manera excluyente; más bien podría decirse que según el aspecto al que nos estemos refiriendo será más apropiada una u otra forma de explicación. No puede enunciarse ningún tipo de “Ley general”, válida en todas las ocasiones, sobre la apertura o resistencia al cambio de los contenidos de la socialización política , por cuanto son muchos y variados los factores que allí influyen. Para Jennings y Niemi los procesos de socialización suelen estar presididos por la inercia que lleva a una generación a parecerse a la precedente y dentro de una generación a persistir en sus orientaciones aprendidas.

Esta conclusión debe llevarnos a reevaluar la repercusión que la socialización infantil tiene sobre los comportamientos políticos que se desarrollan en la vida adulta. Conforme se transforma el contexto del sujeto y se acumulan experiencias se irán produciendo reorganizaciones, modificaciones, cambios graduales o bruscos. La socialización política que tiene lugar en las etapas preadultas no nos proporciona antecedentes seguros respecto a unos comportamientos que sólo pueden realizarse en edades más avanzadas. Como mucho constituirá una variable explicativa más que es preciso integrar dentro de modelos analíticos mucho más amplios.

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