La asignatura Historia Política y Social Contemporánea de España se propone en el Grado de Sociología del curso 2010/11 de la UNED. El tercer PREC había que entregarlo antes del 22 de noviembre, y consta de 6 preguntas pertenecientes al Capítulo 3 "Revolución democrática, restauración monárquica" del libro Historia de España de Julio Valdeón Baruque de Espasa Calpe, bibliografía básica de la asignatura. Recuerdo, como en todos los ejercicios que cuelgo en este blog, que agradecería comentarios y/o sugerencias. Este ejercicio no ha tenido correcciones de tutor y/o equipo docente.
2. Resuma las principales características de las Constituciones que se aprobaron entre 1868 y 1898.
Constitución de la Monarquía Española (1869)
Tras el exilio de Isabel II a Francia, y la revolución de 1868, surgió un gobierno formado por liberales y progresistas que convocó elecciones para formar las Cortes Constituyentes, y de donde salió esta Constitución de 112 artículos. El texto más avanzado y completo realizado hasta entonces en España.
Se sentaron las bases para establecer una sólida declaración de derechos y libertades. Se reafirmó la soberanía nacional como la separación de poderes y el sufragio universal masculino.
Proyecto de Constitución Federal de la República (1873)
Este proyecto de Constitución fue presentado por Pi y Margall a la Asamblea Nacional, pero no llegó ni a debatirse. Entre las propuestas estaba la división de los Estados de la Nación española, con autonomía económica-administrativa.
La división de poderes era de sistema bicameral: Senado y Congreso y respecto al judicial, los tribunales serían colegiados, con jurados y con un Tribunal Supremo Federal.
Se establecía también “los derechos naturales” que toda persona tenía garantizados en la República como derecho a la vida, seguridad, libertad de pensamiento, etc.
Constitución de la Monarquía Española (1876)
El rey de España era Alfonso XII, y bajo el gobierno de Cánovas del Castillo se empezó a redactar una nueva constitución que rompía con la línea progresista iniciada años antes.
Este texto incorporó un título dedicado a los derechos y libertades, pero algo más conservadora. La Soberanía estaba compartida entre el Rey y las Cortes, y un Estado “católico, apostólico y romano”. El Rey ostentaba el poder ejecutivo y parte del legislativo (Senado y Cortes). Respecto al poder judicial, “las leyes determinarán los tribunales y juzgados que ha de haber”. El sugrafio fue universal masculino.
Esta Constitución canovista ha sido, hasta la fecha la que más tiempo ha estado en vigor, casi cincuenta años. Como de ella diría Francisco Silvela, “bajo esta Constitución pueden realizarse todas las políticas posibles dentro del sistema Monárquico Constitucional”.
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