sábado, 21 de julio de 2012

Teoría Sociológica II: Moderna resúmenes parte 25


En la asignatura de Teoría Sociológica II: Moderna del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED, algun@s compañer@s realizamos un trabajo coral; resúmenes del libroTeoría sociológica moderna de George Ritzer, bibliografía básica de esta asignatura. Quiero agradecer el esfuerzo, compromiso y dedicación desplegado por tod@s. Derechos reservados, sus autores.

Tema 1 Un esbozo histórico de la teoría sociológica: Los años posteriores– Tomás Javier Prieto González // Tema 2 T. Parsons- Ruth Cardedal Fernández // Tema 3 Funcionalismo Estructural, Neofuncionalismo y Teoría del Conflicto- Carolina Judith Rabazo Pérez // Tema 4 Variedades de la Teoría Marxiana– Carlos Catalán Serrano // Tema 5 Teoría de sistemas– Víctor Riesgo Gómez // Tema 6 Interaccionismo Simbólico – Isabel Bermúdez Pérez // Tema 7 Etnometodología- María de los Ángeles de Diego Miravet // Tema 8 Teorías del Intercambio, de Redes y de la Elección Racional - Yolanda Diez Suárez

Fordismo y posfordismo

Henry Ford
Una de las preocupaciones más recientes de los marxistas de orientación económica es la cuestión de si hemos presenciado o aún presenciamos la transición del “fordismo” al “posfordismo”. Esta cuestión guarda relación con el asunto más general de si hemos experimentado la transición de la sociedad moderna a la posmoderna.
En términos generales , el fordismo se asocia a la era moderna y el posfordismo con la más reciente era posmoderna.
El fordismo hace referencia a las ideas, los principios y sistemas que comentó Henry Ford. Se le atribuye el desarrollo del sistema de producción en masa moderno, fundamentalmente mediante la creación de la cadena de montaje de automóviles. Al fordismo se le pueden atribuir las siguientes características:

      La producción masiva de productos homogéneos.
      El uso de tecnologías inflexibles tales como la cadena de montaje.
      La adopción de rutinas de trabajo estandarizadas (taylorismo).
      El aumento de la productividad derivado de la adopción de “economías de escala, así como de la descualificación, la intensificación y la homogenización del trabajo”.
      El consecuente nacimiento de sindicatos de trabajadores burocratizados.
      La negociación de los sindicatos en pro de salarios unifrmes vinculada al aumento de la productividad y los beneficios.
      El desarrollo de un mercado para los productos homogéneos generados por la producción masiva de industrias y la consecuente homogeneización de las pautas de consumo.
      El aumento de salarios, obra de la sindicalización, que conduce a una demanda creciente de la cada vez mayor oferta de bienes producidos en masa.
      Un mercado para los productos que se rige por políticas macroeconómicas Keynesianas y un mercado de trabajo que se rige por la negociación colectiva supervisada por el estado.
      Instituciones educativas masivas que proporcionan la masa de trabajadores requerida por la industria.

Si bien el fordismo se desarrolló en el curso del siglo XX, especialmente en estados unidos, en la década de 1970 experimentó su momento álgido y su decadencia, fundamentalmente tras la crisis del petróleo de 1973 y el consiguiente declive de la industria estadounidense del automóvil y el surgimiento de sus competidores japoneses. A resultas de esto, se dice que estamos presenciando el ocaso del fordismo y el surgimiento del posfordismo, caracterizado por:

      La disminución del interés por los productos masivos acompañada por un aumento del interés por productos más especializados, especialmente de alta calidad y diseño.
      Productos más especializados que requieren procesos de producción más cortos y, consecuentemente, sistemas de producción más pequeños y productivos.
      El nacimiento de nuevas tecnologías que hacen más flexible y rentable la producción.
      Las nuevas tecnologías requiere, a su vez, que los trabajadores tengan capacidades más diversas y una mayor formación, más responsabilidad y más autonomía.
      La producción precisa de un sistema de control más flexible.
      Las enormes burocracias rígidas cambian drásticamente para operar con mayor flexibilidad.
      Los sindicatos ( y los partidos políticos ) burocratizados ya no representan adecuadamente los intereses de la muy variada y nueva fuerza del trabajo.
      La negociación colectiva descentralizada sustituye a la centralizada.
      Los trabajadores empiezan a diferenciarse como personas y requieren mercancías, modos de vida y productos culturales más diferenciados.
      El estado del bienestar centralizado es incapaz de satisfacer las necesidades de una población diversa, diferenciada y se requiere la creación de instituciones más flexibles.

Si tuviéramos que resumir la transición del fordismo al posfordismo, podría ser descrita como la transición de la homogeneidad a la heterogeneidad.
Surgen dos preguntas en cuestión a ésto: si se ha dado tal transición y si el posfordismo resolverá los problemas relacionados con el fordismo.
En primer lugar cabe afirmar que no se ha producido una ruptura histórica que separe el fordismo y posfordismo. En segundo lugar, aun aceptando la idea de que ha llegado el posfordismo, ¿representa la solución a los problemas del fordismo? Algunos neomarxista abrigan grandes esperanzas. Sin embargo existen evidencias que prueban lo contrario.
Muchos considera el modelo japonés como la base del posfordismo.  Algunas investigaciones prueban que le modelo japonés y estadounidense plantean serios problemas y que incluso aumentan el grande de explotación del trabajador. Así, más que representar una solución a los problemas, el posfordismo podría constituir una nueva era más perniciosa de explotación.

EL MARXISMO DE ORIENTACIÓN HISTÓRICA

Los marxistas orientados hacia la investigación histórica declaran ser fieles a la preocupación marxiana por la historicidad.
Se estudia toda una obra que refleja una orientación histórica: la investigación de Immanuel Wallerstein sobre el moderno sistema mundial.
( Ver reseña bibliográfica de Immanuele Wallerstein. Pág. 199).

El moderno sistema mundial

Immanuel Wallerstein


Wallsteir eligió una unidad de análisis diferentes de las que utilizá la mayoría de los pensadores marxistas. Su interés se orientó hacia una entidad económica con una división del trabajo que no conociese fronteras políticas o culturals.Encontró esa unidad en su concepto de sistema mundial, un sistema social autónomo limitado por fronteras y con una duración limitada, no eterno.
Creía que la unión se producía a causa de una variedad de fuerzas que se encontraban en tensión intrínseca, con potencial suficiente para romper el sistema.
Según Wallerstein, hemos conocido dos tipos de sistemas mundiales: el imperio mundial ilustrado por la antigua Roma y la economía mundial capitalista. En el primer caso se basaba en la dominación política y militar y el segundo en la dominación económica, considerándolo más estable que el primero.
Viendo que la explotación económica  “hace posible el aumento del flujo de excedente es de los estratos más bajos a los más altos, desde la periferia al centro, desde la mayoría a la minoría”.
En la era moderna el capitalismo proporcionó una base para el crecimiento y el desarrollo de una economía mundial, que se ha logrado sin la ayuda de una estructura política unificada.
Wallestein afirmaba que el nacimiento de la economía  mundial capitalista a partir de las “ruinas” del feudalismo se debió a tres factores: la expansión geográfica a través de la explotación y la colonización, el desarrollo de diferentes métodos de control laboral en diferentes regiones de la economía mundial, y el desarrollo de estados poderosos que se convirtieron en los centros de la economía mundial emergente.

La teoría del sistema mundial en nuestros días

Los marxistas han criticado la perspectiva del sistema mundial por no subrayar las relaciones entre las clases sociales. Desde este punto de vista, Wallerstein erró su enfoque.  Para ellos la clave no es la división internacional del trabajo, sino las relaciones de clase dentro determinadas sociedades.
Bargesen identificó puntos flacos y fuertes en ambas posiciones. Su postura intermedia es que las relaciones centro-periferia no son sólo relaciones de intercambio desiguales sino también relaciones de clase mundiales, que Wallerstein define como relaciones de poder-dependencia.
Wallerstein afirmó que los Estados unidos fueron la potencia dominante en el sistema mundial desde 1945 hasta 1990. La Unión Soviética, después de aceptar la idea de que no iba a pedir ni recibir ayuda económica de Estados Unidos, se convirtió en una potencia económica mundial de segundo orden, contribuyendo a la posición dominante de Estados unidos con diversos pactos.
En 1960 parecía que Estados Unidos había cumplido todos sus objetivos y lideraba el sistema mundial, pero empezaron a aparecer signos preocupantes como la concienciación del abismo entre ricos y pobres, los primeros signos de que Europa Occidental y Japón los alcanzaban económicamente, los disturbios en el tercer mundo o los costes económicos de la guerra de Vietnam.
Wallerstein concluye: “Los buenos tiempos de prosperidad de Estados Unidos se han terminado. El andamio ha sido desmantelado”.
¿Y el futuro? Wallerstein sopesa la aparición del mercado japonés. Anticipa una reestructuración fundamental del sistema mundial en los próximos cincuenta años, aumentando la tensión entre el hemisferio norte acomodado y el hemisferio sur cada vez más desfavorecido. Será necesario elegir entre una reestructuración represiva o una reestructuración igualitaria (que requeriría una gran redistribución de la riqueza mundial fuera de Estados Unidos. De cualquier manera, el resultado será un sistema mundial fundamentalmente diferente.


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