miércoles, 3 de abril de 2013

Polanyi, La Gran Transformación. Cambio social Parte 3


Autor: Víctor Riesgo Gómez

El texto que es presentado a continuación ha sido realizado en el marco universitario y ha sido realizado por un alumno de la UNED. Se encuadra en la asignatura Cambio Social I de dicha universidad. Es intención del autor comprobar en qué medida la exposición y tesis que presentó en su momento Karl Polanyi puede ser observada mediante el enfoque proporcionado por las diversas teorías del Cambio Social y a cuál de ella o de ellas resulta más cercano.

También resulta sorprendente, y en cierto modo alarmante, la vigencia que cobran en el presente los análisis y la evolución de los hechos que presenta Polanyi. Los tipos de encrucijadas que han de afrontar las sociedades europeas y norteamericanas del siglo XIX y principios del XX se asemejan en gran medida a las actuales. Las decisiones y los intereses de los agentes en permanente “conflicto negociado” que interactúan en el campo sociocultural les acaba conduciendo a situaciones poco deseadas por la gran mayoría. De cómo se desarrollan estos procesos, de por qué desembocan en lo que desembocan y de quiénes son los agentes que actúan y en base a qué interese lo hacen es de lo que trata este trabajo. Estas fuerzas interactuando son las que, en resumidas cuentas, desarrollan diversos cambios sociales llenos de ambivalencias.

Análisis del argumento central

Como ya vengo exponiendo a lo largo de este trabajo, el argumento central del autor se puede resumir de la siguiente manera: a lo largo del siglo XIX y principios del XX tiene lugar una profunda transformación del orden institucional y relacional que había operado hasta entonces. La fuente de la transformación encuentra su inspiración en motivaciones utilitaristas, racionalistas y economicistas. En el campo material es el surgimiento de la máquina y la industria a ella asociada lo que favorece este cambio social, esto supone que la esfera de las relaciones económicas es independizada, por agentes con cierto grado de poder, del conjunto de relaciones sociales en las que siempre se había encontrado inserta.

Las consecuencias de esta emancipación de la economía, como supuesta ciencia independiente y racional, provoca profundas dislocaciones en la urdimbre de la sociedad en su conjunto. Todas las demás relaciones sociales se ven profundamente modificadas, a gran velocidad, con resultados dramáticos para numerosos renglones sociales. Las relaciones no contractuales se ven erosionadas en sus bases y la aparente mejora económica supone un deterioro del ambiente cultural en el sentido más amplio. Finalmente tal proyecto tropieza en su desarrollo con los diversos mecanismos que grupos sociales perjudicados por él ponen en marcha con la función de protegerse de la dislocación a la que se ven sometidos. Este proyecto incompleto de sociedad resulta menos habitable que aquel que la utopía liberal proponía y que el tipo de sociedad anterior. El resultado final es una serie de conflictos violentos posteriores al último intento de reorientar a las sociedades de occidente en una senda de prosperidad y paz.

Polanyi adopta una perspectiva crítica del proceso de mejoramiento material que experimenta occidente como consecuencia de la Revolución Industrial. Duda, por tanto, de los glorificados efectos beneficiosos obtenidos en tal proceso. Su duda no es tanto en un sentido material estricto como en las consecuencias culturales y sociales que dicho proceso llevan aparejadas. Se acerca a la visión de Tonnies y su separación entre comunidad y sociedad. Esta crítica no se basa en meros aspectos especulativos o idealistas. Encuentra refrendo en averiguaciones antropológicas e históricas.

Su análisis se centra inicialmente en los aspectos institucionales que se ven sometidos al cambio forzado. Un determinado orden institucional resulta fundamental en la explicación y en la formación de las acciones que los agentes realizan. En contraposición con las posturas liberales a ultranza él mantiene que este orden institucional no es el resultado de un orden espontáneamente surgido en el curso de acciones individuales, por contra, es el resultado de un proceso forzado de cambio orientado al fin de modificar las condiciones y las reglas de juego. Como consecuencia de esta modificación las conductas sociales que no se adaptan o que son claramente señaladas tienden a su desaparición, lo opuesto sucede con las conductas y los intereses de los actores beneficiados.

Podemos inferir que el concepto de sociedad que alberga Polanyi contiene un cierto grado de organicismo al considerar que dicha sociedad actúa como un todo interrelacionado entre sí. Cabe pensar en este sentido que no resulta extraño para la época en que realizó sus trabajos y la fuerte orientación antropológica que contienen los mismos, si bien, es un organicismo algo peculiar que se podría enclavar en la perspectiva del conflicto. A lo largo de los razonamientos y las exposiciones que despliega en todo el trabajo, el conflicto entre diversas posiciones sociales es una causa explicativa fundamental.  Sin el recurso al conflicto y a la coerción desde posiciones institucionales de poder, ya sea mediante modificaciones legislativas, ya sea mediante el recurso a la violencia, no se puede explicar en absoluto su tesis.

La visión de Polanyi contiene una cierta perspectiva cíclica del acontecer social, si bien los ciclos que se infieren resultan ausentes de determinación intrínseca y hacen suponer un cierto componente de pendularidad. Lo cual evoca una suerte particular de aplicación de la dialéctica hegeliana, las contradicciones se acumulan y provocan respuesta por parte de los sectores o agentes perjudicados por ellas. Lo que en ningún caso nos debe hacer pensar que el resultado del conflicto dialéctico pueda devenir en un orden mejor o superior, pues la contingencia de los acontecimientos y el papel jugado por los diversos agentes son las causas principales que explican el nuevo orden resultante.

Es por tanto difícil de enclavar en una escuela de pensamiento exclusiva respecto al cambio social al combinar elementos de distintas perspectivas de manera singular. Esto sin duda se debe al eclecticismo conceptual que despliega en esta obra. Se sirve de la economía política, de la antropología, de la sociología, de la historia, así como de las teorías de los ciclos históricos o del materialismo dialéctico marxiano para construir sus argumentos y extraer una lógica de los hechos y los acontecimientos y de la evolución de los mismos. Sí parece claro que pone el acento en el papel de los agentes sociales como base explicativa del cambio. 

Otro aspecto que encierra su obra es el análisis del aparato conceptual que alberga el liberalismo puro del laissez-faire. A lo largo de varios capítulos disecciona este conjunto de ideas y orientaciones para la acción que, en la época en que se centra, permanecía revestido de una imparcialidad y objetividad científica. Sin embargo él descompone los principios en que se basa reduciéndolos a un conjunto coherente de presupuestos ideológicos, en ocasiones carentes de refrendo empírico, e incluso yendo contra la evidencia histórica y social. Para esto resulta de una importancia central la perspectiva holística y comparada que emplea, frente al reduccionismo individualista y etnocentrista en el que se origina el credo liberal.

El humano que dibuja Polanyi es un ser inserto en su cultura y resultado de un conjunto amplio de relaciones que le dan sentido, en contraposición al humano que los individualistas metodológicos construyen, el cual se asemeja a una máquina racional de elaborar cálculos estratégicos, con fines exclusivamente instrumentales, y cuyas preferencias no se originan en un ambiente social, son simple función y consecuencia de supuestas condiciones objetivas orgánicas, a las que el utilitarismo encuentra un sistema de medición. El resultado de tal engendro, el “homo económicus”, es un ser aislado cultural y socialmente, solo se vincula con los demás átomos igualmente aislados del sistema social a través de contratos mercantiles, y el motivo de toda acción es la posibilidad de obtener ganancia en metálico. 

Autor: Víctor Riesgo Gómez


No hay comentarios:

Publicar un comentario