En la asignatura de Sociología de la Diversidad del primer cuatrimestre del Grado en Sociología
de la UNED curso 2012/13, yo y Víctor Riesgo Gómez realizamos los resúmenes de
los capítulos de la bibliografía obligatoria.
Como libro de referencia: Sociodiversidad
y sexualidad (José Antonio Nieto Piñeroba) Derechos reservados, sus
autores.
Tema 1 Planteamiento de la sociología de
la diversidad – Tomás Javier Prieto
González // Tema 2 Acción desviada, conducta desviada y
alteridad - Tomás Javier Prieto González
// Tema 3 El finiquito de la desviación y de la
conducta desviada – Tomás Javier Prieto
González// Tema 4 De la desviación y de la diversidad – Tomás Javier Prieto González// Tema 5 Razones que justifican la diversidad en sociología – Víctor Riesgo Gómez // Tema 6 Sociología de la diversidad – Tomás Javier Prieto González // Tema 7 Antropología de la sexualidad y
discursividad – Tomás Javier Prieto
González // Tema 8 Los guiones sociales. El individuo, el
cuerpo y el transgénero – Tomás Javier
Prieto González // Tema 9 Notas sueltas sobre sexualidad en la
disctadura, transición y democracia española – Tomás Javier Prieto González // Tema
10 Despsiquiatrizar el
transgénero – Tomás Javier Prieto
González // Tema11 El transgénero en las sociedades
polinesias – Tomás Javier Prieto
González
La desregulación sociocriminológica incumplida
En los 80´s, años
después de que fueran publicadas La nueva
criminología y Critical Criminology,
las corrientes de desregulación, en sentido opuesto al señalado por Taylor et
al., que se impusieron y se afianzaron en las sociedades occidentales fueron,
como se sabe, las propuestas neoconservadoras de Tacher y Reagan; los
imperativos del eslogan tacheriano de largo alcance político, “la sociedad no
existe, existe los individuos” y de su inveterada invocación, especie de
mantra, de su entonces repetida y lapidaria frase There Is No Alternative
(TINA) (No hay alternativa), y en paralelo, la imposición del eslogan
reaganiano que, por supuesto, también es de concomitante resonancia política:
“el problema es el Estado”. Esto es, la ideología desreguladora del capital y
la presencia mínima del Estado en
la regulación de la economía y las finanzas: “Consenso de Washington”, consenso
del estandarte del neoliberalismo. Ha propiciado la extensión en el tiempo de
una crisis económica sin fronteras nacionales capaz de detenerla. El
hiperindividualismo, el vacío político y moral y el hiperespacio mediático son
las pautas sustentadoras de la sociedad “políticamente correcta”.
Estamos presenciando un
cierto fiasco. No solo conceptual y
de aproximación teórica que incumple los ideales, los pronósticos o las
fantasías; se trata de un fiasco
social que, siguiendo indicaciones de un liberalismo político ha atenazado al
individuo, en lugar de emanciparle. La emancipación perseguida por la nueva
criminología que pretendía liberar al sujeto del control social, de su
patologización, de la conducta individual que interviene en sociedad con
conductas inmorales que no pueden ser deglutidas institucionalmente, no se
cumplió, de acuerdo a lo previsto, en el último cuarto del siglo pasado y
principios del siglo XX.
Tampoco se logró la
regulación de los excesos, porque la regulación social alcanzada, condensada al
máximo expresivo, ha supuesto la confirmación de dos tipos de sujetos sociales:
·
La regulación supone la
sujeción del sujeto desposeído
·
La desregulación o insuficiente
regulación de las actividades financieras del sujeto empoderado, del sujeto con
poder.
Ambos sujetos, el capitalizado
con finanzas y el capitalizado solo con el cuerpo que le sustenta, están
sujetados por el orden simbólico social de forma diferenciada. Como afirma
Ibáñez, también proporciona una división dual, en términos de poder o de su
ausencia. De hecho, existe una separación semántica entre ellos, en el
laboratorio social en que el sujeto reside, perdido en relación al objeto, se
constata que a mayor empoderamiento del sujeto se producen menos probabilidades
de pérdida. Para crear sociedades enquistadas en el inmovilismo.
La síntesis de la
dualidad de posicionamientos del sujeto permite afirmar que la modificación del
absolutismo moral del SXIX y posteriormente de la censura moral, de cuyo
estudio se encargaba la sociología de la desviación, ha reconstruido la
realidad de las sociedades, hasta el punto de que en ellas se viva, según
Sumner, una diáspora de la desviación. Sumner se decanta por denominarlo
sociología de la censura.
Personalmente me inclino
por reconocer una sociología de la diversidad a la hora de sustituir e rótulo
de la sociología de la conducta desviada. Por todo el conjunto de avatares
socioeconómicos propiciados, desde finales del siglo pasado por el liberalismo
como fuerza política hegemónica; por a presencia y visibilidad social, cada vez
más acentuada en a sociedad occidental, de los sujetos frágiles. Por la
demanda, adquisición y conquista de derechos de ciudadanía. Que pueden
expresarse en forma de sexualidad identitaria, pero también en forma y manera
de identidades de toda índole que buscan la emancipación y, consiguientemente,
no ser estigmatizadas ni excluidas. Me inclino por favorecer una sociología de
la diversidad que explore, analice y allane los excesos de la desregulación del
capital y de los sujetos empoderados ocasionan al gran contingente de
ciudadanos sin poder.
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