miércoles, 30 de enero de 2013

Sociología de la Diversidad – Resúmenes Parte 41


En la asignatura de Sociología de la Diversidad del primer cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2012/13, el compañero Víctor Riesgo Gómez y yo, realizamos los resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria. Como libro de referencia: Sociodiversidad y sexualidad (José Antonio Nieto Piñeroba) Derechos reservados, sus autores.

Tomás Javier Prieto González:
Tema 1 Planteamiento de la sociología de la diversidad // Tema 2 Acción desviada, conducta desviada y alteridad // Tema 3 El finiquito de la desviación y de la conducta desviada // Tema 4 De la desviación y de la diversidad // Tema 6 Sociología de la diversidad //  Tema 7 Antropología de la sexualidad y discursividad // Tema 8 Los guiones sociales. El individuo, el cuerpo y el transgénero // Tema 9 Notas sueltas sobre sexualidad en la disctadura, transición y democracia española // Tema 10 Despsiquiatrizar el transgénero Tema11 El transgénero en las sociedades polinesias

Víctor Riesgo Gómez:
Tema 5 Razones que justifican la diversidad en sociología 

Transgénero

La representación ideal de la transexualidad forma parte del patrón universalizante de la medicina. La construcción de “tipos ideales”, uniformes, por medio de la práctica quirúrgica de resignación de sexo, es la mediatización intencionada desde la clínica para “estabilizar” cuerpos dolientes, sufrientes. Y considerados humillantes, por y para lo cual se les estigmatiza. Individuos que se encuentran atrapados en cuerpos soportes erróneos, equivocados. De conversión y resignación de sexo, para que la equivocación corporal deje de existir. Así, clínicamente nace un neosexo. Y una neopersona. Del neosexo se hace el “sexo verdadero”, ahora, acomodándose al neosexo, puede orearse, manifestarse públicamente. Esta idea de transmutación médica que tiene sus excepciones. El cirujano Georges Burou hace hincapié en la superficialidad de la operación de cambio de sexo, “Yo no transformo hombres en mujeres. Transformo genitales masculinos  en genitales de aspecto femenino. Todo lo demás está en la mente del paciente”.

La transformación del cuerpo con técnicas quirúrgicas se ha visto comparada recientemente con otro tipo de transformaciones. Con la transformación de la idea que se tiene del cuerpo. El cambio de la “idea corporal” conlleva la transformación del “tipo ideal”. El hecho de tener ovarios o testículos no es determinante para la configuración del género. La lectura individualizada y personalizada que se hace de esa amplitud corporal admite, además, la transformación de a idea del sistema binario de géneros. Se concibe y se práctica el transgénero sin pasar por la transexualidad, sin exponerse a la cirugía genital transformadora de la reasignación de sexo. El transgenerismo autoaceptado que rechaza la operación. Este transgenerismo en EEUU ha ido incrementándose. Fundamentalmente, por tres razones:

1.    Por la interpretación que la comunidad transgenérica hace de la lectura de sus cuerpos. Que hace centro simultáneamente en la pluralidad y la individualidad. Y en los individuos plurales.
2.    Por el cierre de clínicas. Por discrepancias profesionales, por desvinculación creciente de las clínicas de identidad de género al entorno de las universidades.
3.    Por el interés progresivo que el transgenerismo despierta en las ciencia sociales cuya metodología difiere de las de la clínica.

Garfinkel en un estudio sociológico pionero, cuando interpreta a la transexual Agnes es consciente de que sus palabras se enunciarán de forma distinta, según el contexto en que se pronuncien, afirmando que su significado también diferirá en la medida en que ese mismo contexto que las escucha cambie. Desde el punto de vista de la “teoría razonada”, Ekins viene a coincidir con la afirmación anterior. En suma, exploraciones metodologías, técnicas y teorías científico-sociales muestran las limitaciones del modelo médico, poniendo en evidencia el marco deficitario en que se encuentra instalado. Déficit que los transgeneristas norteamericanos han venido padeciendo. Ante esto, los transgeneristas han optado por rebelarse y mostrar su proceder émico.

El hecho de que en España el transgenerismo sea un movimiento incipiente, a diferencia de EEUU, hay que entenderlo desde el punto de vista de la incidencia de la información en la dinámica del proceso. Obtiene información del fenómeno que les concierne básicamente de cuatro fuentes:

·      Literatura profesional médica
·      Reportajes periodísticos
·      Informes de otros transexuales y trangeneristas
·      Y la retroalimentación física y emocional de sus amantes.

Aquí, estas fuentes o no está desarrolladas o, por el contrario, lo están en exceso. La profesión médica, desde la perspectiva asistencial, incide frontalmente en la transexualidad, pero en cuanto cuerpo profesional generador de teoría y literatura no se caracteriza precisamente por su dinamismo. La referencia médica se hace central, por una vertiente, la quirúrgica, y sesgada y deficiente, por la vertiente teórica.

En lo que respecta a los reportajes periodísticos, hay que decir que están sobresaturados de banalidad, inciden en la explicación biológica; son altavoces de la visión médico-clínica. Invocar unilateralmente las razones biológicas de la transexualidad y omitir su construcción sociocultural, es, pues, invocar explicaciones de hace 60 años. Hay una interpretación, en forma de círculo, en la que la práctica médica, la difusión de los media y los informes subjetivos, retroalimentándose, hacen de la transexualidad una lectura biológica de valores muy firmes en su convicción que desconocen o/y censuran el transgénero.

En EEUU existe un número creciente de autobiografías que, reflejando el punto de vista del transgenerista desmienten el mundo de las convicciones firmes. Autobiografías que reflejan no solo la existencia de los ambiguo y de las ambigüedades de la vida, sino también las formas varias en que se da la vida y muerte a las identidades y la configuración anatómica. Dreger argumenta las razones que han hecho posible el emerger autobiográfico en la sociedad posmoderna. Los fundamentos se basan en cinco criterios:

1.    La valoración de las voces a las que previamente no se reconocía autoridad alguna.
2.    El reconocimiento de que no hay una única “verdad” en relación a la vida, la enfermedad o cualquier otra condición.
3.    El sentimiento, entre los sufrientes, de que sus cuerpos han sido “colonizados” por la medicina, de forma que a los individuos se les impide o dificulta objetar.
4.    El concepto moderno del doctor como héroe se ha transformado en un concepto posmoderno que reta la desigualdad de poder en la relación médico-enfermo y no admite el mensaje institucional que representa al médico como taumaturgo con poderes miríficos, como “salvador”.
5.    La construcción social de conceptos como los de “identidad sexual” y “normal” permite a los intersexuales entender sus propias vidas como experiencias, históricas y culturalmente específicas, y, por consiguiente, no inherentes a la anatomía de sus cuerpos.

Las autobiografías, visión émica donde las haya, realzan el sentido de la experiencia individual por lo que esta representa en cuanto manifestación de voluntad libremente expresada. No sometida al “totalitarismo” médico. Es un conjunto de voluntades libres. Permiten al transgenerista reivindicar lo que le pertenece: sus derechos. El transgenerismo, como la transexualidad, es una opción más. El actor social, modelado por el transgénero, hace prioridad de la libertad de la acción y de la independencia de la decisión. El transgenerista conserva o moldea su cuerpo de acuerdo a criterios de reflexión propios. El transgenerista, en su determinación, carga de valor, da sentido y significación a la amplia gama de opciones culturales que la sociedad de su época le ofrece. Aquí, el transgénero también debería tener esa opción. Para lo que se requiere más constructivismo social. Más información plural, Teorías más actualizadas: menos sesgadas.

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