En la asignatura de Sociología de la Diversidad del primer cuatrimestre del Grado en Sociología
de la UNED curso 2012/13, el compañero Víctor Riesgo Gómez y yo, realizamos los
resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria. Como libro de referencia: Sociodiversidad
y sexualidad (José Antonio Nieto Piñeroba) Derechos reservados, sus
autores.
Tomás Javier Prieto González:
Tema 1 Planteamiento de la sociología de
la diversidad // Tema 2 Acción desviada, conducta desviada y
alteridad // Tema 3 El finiquito de la desviación y de la
conducta desviada // Tema 4 De la desviación y de la diversidad // Tema 6 Sociología de la diversidad // Tema 7 Antropología de la sexualidad y
discursividad // Tema 8 Los guiones sociales. El individuo, el
cuerpo y el transgénero // Tema 9 Notas sueltas sobre sexualidad en la
disctadura, transición y democracia española // Tema 10 Despsiquiatrizar
el transgénero Tema11 El transgénero en las sociedades
polinesias
Víctor
Riesgo Gómez:
Tema 5 Razones que justifican la
diversidad en sociología
La invención del transgénero como trastorno
mental que genera pánico moral
Las
transformaciones denominativas y, ami juicio, de mayor interés que, a partir
del SXIX, ha venido construyendo la normativa psiquiátrica, en el momento de
definir lo que ese corpus de conocimiento médico entiende por enfermedad. Se
debe despensar y repensar lo que es “normal” (y en consecuencia lo que es
enfermo). Se deben suprimir esas barreras morales que no pueden sostenerse como
antaño se sostenían, en su percepción de liberación espiritual. Su continuidad
reconvierte la liberación en mercancía. Que transformándose nominativamente
mantienen sustantivamente sus principios.
Las
transformaciones sufridas por los conceptos psiquiátricos trans se deben a lo
que Ian Hacking denomina nominalismo
dinámico. Que expone la imbricación interactiva, cambiante en el tiempo
entre las ciencias sociales y los sujetos. Y se acomoda la construcción
normativa. Los nominalismos psiquiátricos acuñan, nuevos términos; crean
“nominación”; e inventan nuevas expresiones, con sus designaciones,
específicamente “nominadas”, correspondientes. Los sujetos sociales “nominados”
surgen exnovo al amparo de la
dinámica científico social transformadora que los “nomina”.
La
construcción normativa de la psiquiatría de la transexualidad también responde
a un sistema de valores que evalúan moralmente a las personas trans y al transgénero. En los inicios
del SXIX se consideró un gran logro de la medicina establecer un locus para cada enfermedad. La
afirmación como tan connota que si no se descubre el locus donde reside la enfermedad, esta, en su inexistencia, no
puede diagnosticarse, ni en consecuencia evaluarse. Estamos ante una mirada
anatomoclínica de la medicina con lectura patológica.
Con
el tiempo, la lectura que de la anatomía hace la medicina pierde vigor. Lo que
contribuye el surgimiento de la psiquiatría como especialidad de la medicina.
El nacimiento de la psiquiatría con rasgos definitorios de independencia, en el
SXIX, tiene contenidos nítidos de proclama médica rupturista.
El
itinerario del término médico-psiquiátrico perversión
se alarga, como eje controlador de conductas, durante un período
innecesariamente elástico cuya duración es superior al siglo y medio. La
perversión se registra en 1842,
por primera vez, en el Medical Lexicon
y desaparece de los DSM, diluyéndose en el “olvido” en 1987. A partir de 1987,
los DSM, en lugar de perversión, emplean el vocablo parafilia. Recurso lingüístico que elude la perversión para
incurrir en la desviación, a la que se alude in/directamente.
El
uso médico de la perversión atraviesa dos etapas. Que Davidson fija en:
1.
En que la perversión se
contempla como enfermedad de los órganos sexuales (al servicio de la
reproducción).
2.
Como experiencia de una
patología cerebral que debe ser estudiada por la neuroanatomía y la
neurofisiología.
En
última instancia, en una tercera etapa, surge la psiquiatría como disciplina
analítica que se ocupa del estudio de la perversión. Esta se interpreta como
una desviación funcional del instinto sexual. Instinto sexual que para Legrain
tenía su sede “en todas partes y en ninguna” y que Charcot tradujo como sentido genital. Traducción que sigue a
Moreau, creador de la expresión sens
genital (sentido genital), en el convencimiento de que las personas
disponen de un sexto sentido. Magnana, en 1885, considera que hay cuatro tipos
de perversiones, de las que una de ellas sería el instinto sexual contrario. Que estaba integrado en lo que denominó
perversiones cerebro-espinales anteriores, para distinguirla de la ninfomanía y
la satiriasis, que eran manifestaciones de las perversiones cerebro-espinales posteriores.
El
tejer médico y nominativo de la psiquiatría, con respecto al transgénero,
continuó, omitiendo o magnificando las contribuciones teóricas relacionadas con
el instinto sexual contrario, durante el SXX. La transexualidad denominada como tal o como disforia de género, clasificada como perversión o parafilia, muestra, con mutaciones expresivas que no cambian su
significación médica, las claves de interpretación de la mirada psiquiátrica.
En 1910 Hirschfeld aborda los principios de valoración positiva y sienta las
bases de la teoría de los estadios sexuales intermedios. Haverlock Ellis
recurre al término eonismo para
ampliar el concepto de transvestismo de Hirschfeld.
No
obstante no se impide que el transgénero siga contemplándose como enfermedad o
trastorno mental que genera pánico moral. Puesto que identidades y conductas trans, con independencia de su
denominación y por el mero hecho de ser incluidas en el manual, seguirán siendo
identificadas, diagnosticadas y tratadas como disforia de género, como
trastorno o enfermedad mental, y continuarán generando pánico moral.
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