domingo, 30 de marzo de 2014

Un Marx en la Presidencia de la Iglesia Católica alemana

Artículo de Rosalía Sánchez publicado el 13/03/2014 en El Mundo
Reinhard Marx. Efe
Que el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal alemana se apellide Marx tiene la fácil lectura de un designio de los tiempos. El arzobispo de Múnich y cardenal Reinhard Marx, uno de los benjamines de la Conferencia Episcopal alemana, acaba de convertirse en su presidente, instalando a una de las iglesias católicas más influyentes de Europa en línea directa con el Papa Francisco.
"Considero muy positivo estar en un contacto tan estrecho con lo que está pasando en Roma", ha dicho inmediatamente después de su nombramiento, en la Asamblea de Primavera que los obispos alemanes celebran en Münster, respecto a que compatibilizará el cargo con la pertenencia al Consejo de ocho cardenales designados por Francisco para ayudarle a reformar la curia romana. "No hay que mezclar las dos cosas, son tareas diferentes, cada una con sus exigencias, pero lo importante es que estamos juntos, en la Iglesia Católica. Alemania, en Europa y en el mundo, tiene algo que decir", ha anunciado en su presentación.
Hijo de un sindicalista, fue ordenado cardenal por el Papa Benedicto XVI, que en varias ocasiones ha expresado su enorme respeto por él como teólogo y como sociólogo. Su tesis de doctorado versó sobre "¿La Iglesia es diferente? Posibilidades y métodos de un modo de ver sociológico", aunque si por algo es conocido en Alemania es por su libro, que jugando con su propio apellido tituló "El Capital". Publicado en 2008, sorprendió por su aguda y en cierto modo profética reflexión sobre la crisis del capitalismo. En él adelantaba muchos de los males que están viviendo hoy las economías en crisis, proponía una reforma "sensata" de los sistemas financieros y defendía que "el capitalismo se vuelve contra el hombre cuando cede a la corrupción, cuando se deshumaniza y se vuelve insolidario e injusto, hasta el punto que no conoce moral ni tiene futuro".
Un gran tirón mediático
Tiene un gran sentido de la Iglesia europea y su papel en el mundo. Desde marzo de 2012 es presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea, después de haber sido vicepresidente. Y sobre todo tiene un gran tirón mediático. En su primera comparecencia ante la prensa, ha bromeado con los periodistas diciendo: "Si tengo que hacer todo lo que ustedes han escrito en los periódicos, estoy arreglado", al tiempo que constataba que "los medios de comunicación acompañan a la Iglesia en este camino con su mirada crítica y con una gran curiosidad por lo que estamos haciendo. Gracias por esa curiosidad, a veces incómoda pero muy necesaria".

En sus primeras horas como presidente de la Conferencia Episcopal se ha limitado a dar un mensaje de continuidad en asuntos como la gestión de la crisis del Obispado de Limburg y los abusos por parte de miembros de la Iglesia. Pero sabe de la importancia de su figura, en el foco de la atención pública, como medida de los cambios de que es capaz la Iglesia católica. "Hay un gran interés por el papel de testigo que realiza la Iglesia en esta sociedad plural. Y el interés es especialmente grande en asuntos como la homosexualidad, las parejas divorciadas... pero en esta pluralidad, tal y como está entendiendo también la Iglesia Evangélica, necesitamos una fuerte voz del Evangelio. Y está claro que sin una visibilidad concreta de la Iglesia en la sociedad, de la Fe y del mensaje del Evangelio, será mucho más difícil".

Artículo de Rosalía Sánchez publicado el 13/03/2014 en El Mundo

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