Artículo de Cristina F. Pereda publicado en El País.
Inventar aplicaciones para
teléfonos móviles está casi al alcance de cualquiera. Google lanzó a finales de
2010 una plataforma para crearlas dentro de su sistema operativo, Android.
Aquel programa, ‘App Inventor’, forma parte del curriculum del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y
se convertirá en unas semanas en el primer curso gratuito que ofrece la Universidad
Nacional de Educación a Distancia (UNED) a través de internet. El
lanzamiento, fruto de varios meses de colaboración entre las dos instituciones,
supone la creación de UnX, la nueva plataforma de cursos online de la
universidad española, y permitirá al MIT dar el salto a la oferta de contenidos
para España y América Latina.
UnX es el equivalente
hispano de EdX, creado por MIT y la
Universidad de Harvard y que la pasada primavera revolucionó la educación
superior estadounidense al abrir sus clases a través de la red. “Sabemos que si
algo está ocurriendo en el sector, tenemos que ser los líderes”, reconoce Hal Abelson,
creador de ‘App Inventor’, profesor de MIT y uno de los responsables
de EdX.
UnX estrenará en noviembre
tres cursos relacionados con la creación de aplicaciones móviles y el
emprendimiento y pondrá todos los contenidos de la UNED de manera gratuita en
la red con el objetivo de impulsar la educación superior de cara a la creación
de empresas. La institución española, que proporcionará la certificación
oficial, ha creado UnX a través de su Centro Superior
de Enseñanza Virtual (CSEV) en colaboración con Telefónica y Banco
Santander, y espera ahora que se sumen otras universidades de América Latina.
La iniciativa se apoya en su integridad en herramientas digitales como páginas
web, foros y tutorías multimedia que permiten al alumno avanzar a su propio
ritmo y en contacto directo con un tutor y el resto de participantes.
Según Daniel Torres,
responsable de CSEV, la irrupción de Internet en la enseñanza y el uso de
nuevas herramientas permiten redefinir cómo se obtiene y garantiza la calidad
de la educación superior, que siempre ha ido asociada con la mejora de las
condiciones del alumno, sus expectativas de empleo o su capacidad para crear
una empresa. La clave, asegura Torres, está en cómo se obtiene esa calidad:
“Hay mecanismos nuevos por los que esa calidad se puede ver incrementada”.
Los responsables de MIT
coinciden en que el entorno digital potencia la iniciativa de los estudiantes,
mejora su expectativas profesionales y tiene especial impacto en un contexto
económico como el actual. Salvo por un obstáculo: inspirarles a crear algo por
sí mismos. “Hemos olvidado que debemos tener acceso al poder sobre la
tecnología móvil”, reconoce Abelson. “Ahora que es tan importante y personal ya
no pensamos que debamos saber programar y escribir nuestras propias
aplicaciones”.
“La mayoría tiene la
sensación de estar desfasado, de desconocer gran parte de la información. Somos
consumidores de tecnología y pensamos ¿por qué tenemos que construir nosotros
nada? Esto cada vez puede cambiar más rápido gracias a que este tipo de
proyectos recuperan la noción de autoría”, asegura Leo Burd, investigador del Center for Civic Media del
MIT. Burd asegura que las aplicaciones “son las nuevas páginas web”,
un ecosistema que atrae a todo tipo de emprendedores e iniciativas.
Para Torres, la clave
radica en las distintas gradaciones de éxito que puede alcanzar un alumno.
“Emprender no es sólo crear una empresa, también es hacer que mejore nuestro
perfil profesional”. El directivo explica que se beneficiarán desde aquellos
que reciban una remuneración por su aplicación como quienes puedan acceder a
mejores condiciones laborales o contribuir al avance de la empresa en la que
trabajan.
Ken Zolot, especialista en emprendimiento de la
Escuela de Ingeniería del MIT, añade que los límites para la
creación de empresas existen por la dificultad de lanzar un proyecto de manera
individual. Pero la colaboración que promueve el contexto digital derriba
antiguas murallas. “El entorno es automáticamente más accesible y hay menor
resistencia a la innovación”, asegura. “Si un curso a través de la red te hace
sentir conectado a personas que van a contribuir a tu proyecto, puedes
conseguirlo mucho antes ”.
A pesar del avance de la
educación online en EE UU, los profesores no se atreven a dar el formato por
consolidado y reconocen que el debate interno -que califican de necesario-
todavía existe. “El jurado todavía no tiene un veredicto”, admite Eric Klopfer, director del Center for
Mobile Learning. “Lo interesante es crear la oportunidad para hacer
cosas positivas. Aprendemos a aplicar en el aula lo que funciona en Internet y
viceversa. No creo que debamos comparar, sino encontrar cómo se complementan”.
Ese mismo espíritu de
colaboración ha llevado al CSEV a crear la nueva plataforma -con el desarrollo
técnico de Telefónica- a partir de proyectos de código abierto que publican
todo el contenido online. Según Torres, querían promover el cambio de paradigma
al que responden los nuevos cursos desde un principio. “A lo mejor en el pasado
liderar era dar con una solución, callarte cómo lo habías hecho y dar la
campanada al ser el primero. Hoy quien más comparte es el líder”.
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