En la asignatura de Estructura Social Contemporánea
II del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2011/12,
algunos/as compañeros/as realizamos un trabajo coral: resúmenes de los
capítulos de la bibliografía obligatoria. Y como libro de referencia: Estratificación Social y Desigualdad. El
conflicto de clase en perspectiva histórica, comparada y global, (Harold R.
Kerbo - McGraw Hill) bibliografía básica de esta asignatura. Quiero agradecer
el esfuerzo, compromiso y dedicación desplegado por todos/as. Derechos
reservados, sus autores.
Tema 1 (Capítulo7) El
proceso de legitimación – Eva Gloria Del
Riego Eguiluz // Tema 2 (Capítulo 8)
T. El sistema de estratificación mundial: dominio y competencia entre naciones
del centro - Miguel De Diego Pérez
// Tema 3 (Capítulo 9) Estratificacion
social en los Estados Unidos – Irene
Ibáñez Sánchez // Tema 4 (Capítulo 10)
Estratificación social en Japón – José
Bargallo Rofes // Tema 5 (Capítulo 11)
Estratificación social en Alemania – María
Inés Quiles Blanco // Tema 6 (Capítulo
12) Estratificación mundial y globalización: los pobres de la Tierra – Tomás Javier Prieto González
UNA HISTORIA DE LA ESTRATIFICACIÓN SOCIAL EN
JAPÓN.
Hay seis
grandes temas principales que debemos abordar.
Colectivismo asiático.
La
investigación histórica y comparada ha mostrado que los principales valores de
una sociedad están en general, configurados por la larga experiencia histórica
de hacer frente y aprender a adaptarse a un entorno material dado. Se afirma
que en la mayoría de los países asiáticos la larga historia del cultivo del
arroz (a diferencia de otros cereales) contribuyó a establecer la orientación
valorativa del colectivismo, algo que
significa que se da más importancia y protección a las necesidades y deseos del
grupo que a los del individuo. Esta orientación fue básica para la
supervivencia del grupo y de sus miembros. Así, nacidos de la necesidad, los
valores que fomentaban la unidad del grupo y el control sobre el individuo se
desarrollaron en el transcurso de los siglos.
Japón
desarrollo esta orientación pero diferente que China. Debido a la mucha mayor
abundancia de agua que desciende de las montañas en Japón, el cultivo del arroz
no requiere grandes proyectos colectivos ni la cooperación laboral de grandes
grupos como en China. Así en Japón no se desarrolló inicialmente una estructura
estatal para organizar los proyectos de irrigación como la que necesitó China,
con el consecuente surgimiento de una elite política poderosa allí. Estos
“imperios hidráulicos” a diferencia de lo que se ha llamado “hidro-agricultura”
en Japón, generaron una estratificación social más rígida y una elite política
basada en el control de la tierra que en los últimos siglos bloquearon los
cambios que requería la industrialización.
El aislamiento de Japón.
Japón
empezó a industrializarse hace poco más de 100 años. Cuando China era ya un
viejo imperio agrario en tiempos de Cristo, Japón acababa de salir del nivel
tecnológico primario de la horticultura. La cultura de la industrialización en
Japón no se importó de una nación ya industrializada por medio de la
colonización; Japón pasó de tener una horticultura simple a la industrialización
de un modo más independiente y en un período de tiempo corto. Parte de la
cultura de Japón procede de China y Corea y desde el siglo XVII ha mantenido
escasos contactos con los países europeos. Estuvo relativamente aislado hasta
la década de los 50 del s XIX. En los casi 1500 años que Japón ha existido como
país y hasta el s. XIX, solo en tres ocasiones los extranjeros penetraron en el
país, 2 los Chinos y 1 los europeos S XVII.
El efecto
más importante de su aislamiento es que sigue teniendo una cultura y una raza
más homogénea que cualquier otra nación desarrollada: el 97 ó 98% de los
japoneses son racial y culturalmente similares: el 2 ó 3% son coreanos, chinos
o ainu del norte de Japón. Esta cultura sumamente homogénea crea un sentimiento
de pertenencia y una unidad interna tan fuerte que raramente se encuentra en
otra gran nación actual.
El sistema feudal en Japón
Sin tener
un imperio hidráulico como el de China y con el cultivo del arroz basado en la
cooperación de grupos pequeños, el sistema feudal de Japón en el 700 d.c. se
asemejaba más al de Europa en la Edad Media que al de muchas otras naciones
asiáticas. Había menos control por parte del gobierno central, lo que
significaba más autonomía local y más tierra que no pertenecía al Estado o a
una elite nacional. Esto implica que durante la mayor parte de la historia
preindustrial de Japón existió un sistema feudal de estratificación social
menos rígido, con ciertas oportunidades de movilidad social, más autonomía
individual y competencia entre la aristocracia terrateniente local (daimyo),
faltaba un Estado central poderoso que pudiera evitar el cambio social por
considerarlo una amenaza a su poder.
El shogunado Tokugawa.
El
término shogun hace referencia al líder de un clan militar que consiguió dominar
casi todo el Japón respaldado por la aristocracia terrateniente (daimyo),
mientras que el emperador era sólo una figura representativa. El período
Tokugawa fue el último y duro desde S XVII hasta poco antes de los 50 del S
XIX. Fue un largo período de paz, en el que se produjeron cambios importantes
en la estructura social y el sistema de valores.
Durante
este período se instituyó un rígido sistema de estratificación semejante al de
castas hindú. Existían rangos rígidos que apenas permitían la movilidad social,
una preocupación por la pureza ritual, la exigencia de que las personas debían
exhibir sus posiciones de casta en su manera de vestir y en sus hogares; y un
grupo de personas, muy parecido a los intocables de la India, en la parte más
baja del sistema; diferían en que nunca estuvo institucionalizado ni fue tan
aceptado por las castas bajas como el sistema hindú. Hubo hasta 2800 revueltas
entre 1590 y 1867.
En la
parte alta estaban los guerreros-burócratas del shogunado, la elite
militar samuray, y la alta
aristocracia (daimyo) que controlaban las áreas locales; constituían el 6% de
la población y poseían directamente el 25% de la tierra, su poder era inmenso.
(Los samuráis eran las únicas personas con permiso para llevar espada y tenían
el derecho de matar a cualquiera de rango inferior que le faltara al respeto.
El siguiente rango eran los campesinos que ocupaban una teórica posición de
honor, pues tenían la responsabilidad social de alimentar al resto de la
población, era el más pobre y explotado. En la tercera cagtegoría estaban los
artesanos, y en el último lugar (de los que pertenecían al sistema de castas),
los comerciantes “cuya contribución a la sociedad era la menos valorada”.
Sin
embargo, algunos comerciantes se hacían ricos y su acumulación de riqueza en el
S XVI fue una de las razones por las que el shogunado Tokugawa instituyó su
rígido sistema de castas. El comercio y la relación con los mercaderes europeos
representaban una amenaza para el shogunado y la daimyo. Expulsaron a todos los
europeos (excepto a algunos holandeses de una isla cercana a Nagasaki) cerraron
las islas al mundo (pocas personas podían salir o entrar) y controlaron y
reprimieron a los comerciantes japoneses.
Por
último, en la posición más baja y fuera de las castas estaban los eta o hinin llamados más tarde burakumin y actualmente, constituían un
2% de la población. El término eta significa “muy contaminado” e hinin “no
humano”. Burakumin es menos degradante “gente de aldea”. Parece ser que su
origen es pre-Tokugawa, de personas derrotadas en la guerra, criminales, y
grupos cuya profesión como carniceros o curtidores, era considerado
despreciable porque violaban la doctrina budista que desaprobaba quitar la vida
a un animal; esta característica se asemeja a los intocables hindús.
Actualmente se discrimina a los burakumin, aunque son muy difíciles de
identificar y aunque no pueden describirse como “no japoneses” muchos los
consideran una “raza inferior”.
La
subcultura samuray de la clase alta en el período Tokugawa, estaba muy influida
por el neoconfucianismo importado de China. El respeto por el orden, el
autosacrificio, la familia, la dominación masculina y el rango constituían
aspectos centrales de esta filosofía religiosa. Este sistema de creencias no
predominaba en toda la sociedad, pero cuando cayó el shogunado Tokugawa en la
década de 1860 y los bajos samuráis tomaron el poder y establecieron un nuevo
orden social, el sistema confuciano se plasmó en muchas leyes del Japón Meiji,
cuando el país empezó a industrializarse. Este sistema sigue influyendo en la
sociedad y es motivo de conflicto en la medida en que las mujeres y las
minorías intentan reducir lo que ven como discriminación basada en esas leyes y
valores.
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