En la asignatura de Estructura Social Contemporánea
II del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2011/12,
algunos/as compañeros/as realizamos un trabajo coral: resúmenes de los
capítulos de la bibliografía obligatoria. Y como libro de referencia: Estratificación Social y Desigualdad. El
conflicto de clase en perspectiva histórica, comparada y global, (Harold R.
Kerbo - McGraw Hill) bibliografía básica de esta asignatura. Quiero agradecer
el esfuerzo, compromiso y dedicación desplegado por todos/as. Derechos
reservados, sus autores.
Tema 1 (Capítulo7) El
proceso de legitimación – Eva Gloria Del
Riego Eguiluz // Tema 2 (Capítulo 8)
T. El sistema de estratificación mundial: dominio y competencia entre naciones
del centro - Miguel De Diego Pérez
// Tema 3 (Capítulo 9) Estratificacion
social en los Estados Unidos – Irene
Ibáñez Sánchez // Tema 4 (Capítulo 10)
Estratificación social en Japón – José
Bargallo Rofes // Tema 5 (Capítulo 11)
Estratificación social en Alemania – María
Inés Quiles Blanco // Tema 6 (Capítulo
12) Estratificación mundial y globalización: los pobres de la Tierra – Tomás Javier Prieto González
El Ascenso Del
Nazismo.
En este contexto de humillación nacional y desastre económico surgió el
nacional-socialismo liderado por Adolf Hitler.
A menudo se supone que los movimientos extremistas, en particular los de
derechas, reciben el apoyo de las clases bajas y de los menos instruidos. No
necesariamente ha sido así, sociólogos como Hans Gerth indican lo contrario.
Entre 1933 y 1935, aunque los simpatizantes del nazismo procedían de todas las
clases, la clase trabajadora estaba infrarrepresentada entre los votantes de
éste. La mayoría eran jóvenes, empleados de cuello blanco e incluso
profesionales.
La clase trabajadora
apoyaba relativamente más al partido socialista y al partido católico de
zentrum. Mientras que algunos intelectuales, artistas y profesores de instituto
apoyaron el nazismo. Los más partidarios del nazismo en los primeros años, era la gente que habitaba en pequeñas
ciudades o zonas rurales de Alemania.
Henry Turner ha analizado si los ricos y poderosos apoyaron el nazismo,
sacando en claro que: el conglomerado militar de Hitler fue muy ventajoso para
los ricos capitalistas. La gran corporación industrial AG Farben, por ejemplo
mantuvo estrechas relaciones en la preparación armamentística para la guerra y
durante la II Guerra Mundial, construyó la fábrica en Auschwitz y produjo el
gas para los asesinatos. También otras corporaciones grandes, se beneficiaron
de la construcción de material bélico.
Mientras que en otras naciones industriales la brecha entre pobres y
ricos se redujo debido a las
reformas liberales en respuesta a la depresión mundial de los años 30, en
Alemania la brecha aumento enormemente. Guarda relación con un principio que
define el fascismo: movimiento totalitario que favorece a los ricos y a otras
elites y en el que los elementos racistas son, en ocasiones, secundarios.
Sin embargo, las familias capitalistas más ricas no apoyaron demasiado a
Hitler. En sus primeros años: Tyssen fue el capitalista más destacado que apoyó
el nazismo antes de 1933. Otros, como Siemens apoyaron, no con demasiado
entusiasmo. La mayoría rebajaron su respaldo cuando estalló la guerra. Ej. Bosh
de Ajefarben al final se puso en contra. Y Tyssen fue capturado por los nazis
en Francia y enviado a un campo de concentración alemán hasta que acabo la
guerra.
La
Reconstrucción De La Posguerra
En las consecuencias de la II Guerra Mundial encontramos las semillas de
la guerra fría: El objetivo de la URSS para los territorios ocupados era
establecer gobiernos comunistas, incluida Alemania del este. Mientras que, la
alianza occidental, en especial en la parte occidental de Alemania,
estadounidenses, británicos y franceses trabajó para estabilizar y reconstruir
la economía alemana con el fin de impedir el desastre que siguió a la I Guerra
Mundial y al tratado de Versalles. Harry Truman, presidente de los EEUU,
desarrolló el Plan Marshall, con el que ayudó a Alemania con cuantiosos
préstamos.
El Japón de la posguerra estuvo mucho más dirigido por los ocupantes
estadounidenses que Alemania por la colaboración entre EEUU, Gran Bretaña y
Francia. Sin embargo, la ocupación aliada estableció unas directrices para el
país.
En el ámbito político, La constitución alemana o Ley Básica estableció
una estructura gubernamental no muy diferente a la de EEUU. Institucionalizó un
sistema federal, que hoy tiene un gobierno nacional menos centralizado y con
más independencia de las regiones que cualquier otro país de Europa. A
diferencia de los EEUU, el gobierno tiene más responsabilidad a la hora de
establecer las políticas, mientras que la aplicación corresponde a los cuerpos
administrativos de las regiones o länder. Igual que en EEUU, la Ley Básica de
Alemania creó un sistema judicial federal con capacidad de revisar la
legislación.
Lo más específico de la estructura política de la Alemania actual es su
sistema parlamentario bicameral, semejante al británico y japonés. Compuesto
por el Bundestag, la cámara más poderosa y la que elige al canciller, y el
Bundesrat, formado por representantes de los gobiernos de los länder. A
diferencia con Japón, los partidos políticos ilegalizados por Hitler, son hoy fuerzas
políticas poderosas. Otra diferencia con Japón sería el poder de los
sindicatos. Entre las semejanzas encontramos que la burocracia alemana de
preguerra apenas cambio tras las reformas de ocupación. Igual que en Japón,
muchos políticos y líderes militares fueron expulsados a la calle pero a los
viejos burócratas prácticamente no se les toco.
Una Desigualdad
Reducida
Una de las tendencias más importantes del periodo de la posguerra, es la
reducción de la desigualdad de la renta en Japón y Alemania desde los años 60,
mientras que ha aumentado en los EEUU.
En Alemania, la Ley de igualación de las cargas, aprobada en 1952,
contribuyó al inicio de esta tendencia. Logrando que la mitad de los activos
financieros, se redistribuyeran entre los alemanes que carecían de recursos, en
especial entre los huidos de Alemania del este después de la guerra. Los
últimos pagos se efectuaron en 1982.
Aunque en menor medida, la disolución de algunas corporaciones
importantes por parte del nuevo gobierno alemán contribuyó a la reducción de la
desigualdad. Pero realmente se debió más a las leyes laborales y a los
sindicatos.
En los años 60, el nivel de vida de la mayoría de los alemanes
occidentales aumentó y se redujo la desigualdad de la renta. Esta tendencia se
refleja en la tasa de pobreza de Alemania entre 1963 y 1983 (del 5.7% al 2.0%).
Pobreza medida como la cantidad de
personas que al año reciben menos del 40% de los ingresos medios.
Cuando cayó el muro de Berlín en 1989, Alemania tenía como Japón, una de
las sociedades más igualitarias de las sociedades industriales avanzadas,
mientras que los EEUU, presentaba la distribución más desigual de los ingresos. A pesar de lo que
invirtió la Alemania rica tras la unificación en 1989, la diferencia económica
es cada vez mayor. Mientras que la Tasa de desempleo en la parte occidental hoy
es del 7%, en la oriental es del 18%. Los salarios de Alemania del este son
bastante inferiores a los del oeste. Aún así, con la reconstrucción de la parte
oriental en los años venideros, lo más probable es que se reduzca el grado de
desigualdad.
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