jueves, 22 de noviembre de 2012

Estructura Social Contemporánea II – Resúmenes Parte 24


En la asignatura de Estructura Social Contemporánea II del segundo cuatrimestre del Grado en Sociología de la UNED curso 2011/12, algunos/as compañeros/as realizamos un trabajo coral: resúmenes de los capítulos de la bibliografía obligatoria.  Y como libro de referencia: Estratificación Social y Desigualdad. El conflicto de clase en perspectiva histórica, comparada y global, (Harold R. Kerbo - McGraw Hill) bibliografía básica de esta asignatura. Quiero agradecer el esfuerzo, compromiso y dedicación desplegado por todos/as. Derechos reservados, sus autores.

Tema 1 (Capítulo7) El proceso de legitimación – Eva Gloria Del Riego Eguiluz // Tema 2 (Capítulo 8) T. El sistema de estratificación mundial: dominio y competencia entre naciones del centro - Miguel De Diego Pérez // Tema 3 (Capítulo 9) Estratificacion social en los Estados Unidos – Irene Ibáñez Sánchez // Tema 4 (Capítulo 10) Estratificación social en Japón – José Bargallo Rofes // Tema 5 (Capítulo 11) Estratificación social en Alemania – María Inés Quiles Blanco // Tema 6 (Capítulo 12) Estratificación mundial y globalización: los pobres de la Tierra – Tomás Javier Prieto González



La elite política.

Las elites políticas del Japón están en decadencia, y seguirán estándolo por muchos años. Desde 1955 a 1993 las elites del Partido Democrático Liberal PDL dominaron la política japonesa; pero un continuo de escándalos avergonzaron tanto a sus partidarios en la elite corporativa que al final el partido perdió el control de la Dieta en 1993. En 1994 el PDL recuperó el poder en la cámara baja de la Dieta, pero su control es ahora menor.

Antes de los escándalos políticos de los 90 las elites políticas eran un vértice débil del “triangulo de hierro”. Otro indicador de esta diferencia de poder es que desde que terminó la Segunda Guerra Mundial hasta finales de los 80 (cuando el PDL empezó a despedazarse) durante 37 de los 44 años, el primer ministro era un burócrata ministerial de carrera que se jubilaba para incorporarse a las elites políticas.

No es que la Dieta o sus políticos más importantes carezcan ahora, o hayan carecido en el pasado de poder. Entre otras cosas, las leyes tienen que ser aprobadas, aunque en su mayor parte estén redactadas por burócratas del ministerio, y los impuestos distribuidos. Pero lo que mejor describe a la elite política japonesa de las posguerra es el hecho de que representa un papel de apoyo a la elite corporativa y a la burocrática, que puede calificarse de afortunada dados los escándalos de la política japonesa en los años 90.

La unidad de la elite japonesa.

En su estudio histórico de la elite de Japón, Okamura (1978) afirma que desde la Segunda Guerra Mundial la elite burocrática y la elite corporativa han estado más unidas que nunca, y más que en cualquier nación capitalista. Antes los viejos grupos corporativos zaibatsu encontraban dificultades para cooperar en asuntos generales, pues existían facciones políticas asociadas a determinados zaibatsu. Estos grupos siempre estaban peleando por conseguir ventajas; desde la Segunda Guerra Mundial predomina la cooperación, la coordinación y la unidad en el “triángulo de hierro” de las elites japonesas.

Existen variados y poderosos instrumentos que logran una unidad de la elite en Japón.
El matrimonio: varios de las elites ministeriales e incluso el hermano y la hermana del último emperador, Hiroito, estaban directamente relacionados por el matrimonio. Matrimonio entre las elites que forjan poderosas alianzas. Se afirma que cerca de 40 keibatsu dominan el país. Se conciertan matrimonios con jóvenes preparados que serán útiles cuando lleguen a ocupar altas posiciones ministeriales o se jubile e incorpore a la empresa de su suegro y use sus relaciones en el ministerio. O sea formalmente adoptado por los padres de su mujer, convirtiéndose en yoshi y en el cabeza de familia cuando su suegro envejezca.

Otro método para lograr la unidad de las elites es la práctica generalizada de amakudari, se puede traducir como: “descender del cielo” y hace referencia a la jubilación temprana de funcionarios poderosos del ministerio para ocupar altos cargos corporativos. Solo en 1991, 215 miembros de la elite burocrática dejaron sus cargos en la Administración para ocupar puestos corporativos en empresas reguladas por el mismo ministerio donde antes trabajaban y del que “se habían jubilado.

Otro medio clave es la universidad. Hay un pequeño grupo de universidades consideradas las más prestigiosas, entre ellas la de Tokio llamada Todai, ingresar en ella es muy difícil, lo que implica que los miembros de la elite escogidos se cuentan entre los más inteligentes de Japón. Los lazos de amistad que establecen mientras están estudiando en la Universidad de Tokio perdurarán durante toda su vida y contribuirán a la unidad de la elite, vayan a las corporaciones que vayan la amistad que forjan en la universidad les mantendrá unidos y contribuirá a la cooperación.

Por lo que concierne a la elite burocrática, un estudio de 1991 mostyraba que el 59% de todos los licenciados que se incorporan a la via rápida hacia los más altos cargos eran licenciados en Todai. En todos los ministerios más poderosos y entre la elite corporativa, en la poderosa organización patronal kaidanren, la mayoría eran licenciados de Todai. Asimismo en la elite política.

Debe advertirse además que, debido al sistema de ordenación por grupos de edades, por el que personas de la misma edad alcanzan al mismo tiempo todo tipo de puestos de elite en Japón, las personas con altos cargos en las corporaciones, en los ministerios y en la política fueron en algún momento de su vida compañeros de clase o incluso de habitación cuando estudiaban en la universidad.

Por último, los clubes sociales y empresariales también sirven para unir a las elites, como en Estados Unidos. Pero estos clubes tienen relativamente menos importancia en Japón que en Estados Unidos, por no mencionar que son menos necesarios en Japón, dados los demás medios que allí existen para conseguir la unidad de la elite que acabamos de describir.

La sociedad de masas.

Por sociedad de masas C. Wright Mills (1956) entendía una población que se situaba por debajo de las elites y que estaba relativamente desorganizada y desinformada de sus intereses y de los que el poder de las elites podía hacer para perjudicarlos. Una buena parte de las críticas a la tesis de Mills hacían referencia a la siguiente cuestión: la gente de los Estados Unidos está realmente más organizada de lo que Mills pensaba, y el conflicto de clase ha introducido al menos ciertas reformas que han  mejorado sus condiciones. La movilización de la elite corporativa justo antes y durante los años de Reagan fue una respuesta a la amenaza que percibían las elites procedentes de otras clases.
Sin embargo, mucha gente en Japón está de acuerdo en que el concepto de sociedad de masas se ajusta mejor a su país que a Estados Unidos. Hemos visto que el grupo es más importante para la gente de Japón que para una sociedad individualista como la de Estados Unidos. Probablemente hay menos organizaciones voluntarias en Japón que en cualquier otra nación industrial.

De hecho los japoneses tienen dificultades para formar nuevos grupos de interés, precisamente debido a la enorme importancia que dan al grupo. Como dijo un científico social: “es probable que en nombre del grupalismo algunos sectores de la sociedad japonesa hayan perfeccionado la producción del hombre unidimensional de Herbert Marcuse o del robot feliz de C. Wright Mills”. Su apego a la familia y al grupo de trabajo es tan fuerte que les queda poco tiempo para preocuparse por las condiciones o por los problemas que existen fuera de esos grupos. Así puede decirse que el grupo es tan fuerte, y la lealtad con el grupo y su líder tan importante, que es posible usar esa orientación grupal para manipular a la gente de modo que tengan una actitud menos crítica hacia la autoridad o al menos una menor disposición a criticarla.

Esto no significa que los japoneses no formen nunca grupos de interés o de protesta. El caso de los agricultores en contra de la construcción del aeropuerto de Narita; el de las mujeres cuando protestaron en contra del PDL y votaron contra el partido por un nuevo impuesto sobre las ventas; a los escándalos financieros y sexuales en los que se vieron implicados algunos políticos. Las autoridades de Japón han logrado evitar, normalmente que la actividad de los movimientos sociales se extiendan más allá de un pequeño núcleo.
Entre las razones que explican la debilidad de los movimientos sociales y la actividad de los grupos de interés, hay que mencionar la abogacía, los sindicatos y los medios de comunicación de masas. Los ricos suelen tener más recursos para usar el sistema legal en su provecho, pero quienes no pertenecen a la elite disponen normalmente de algunos medios de representación y protección que les ofrece el sistema legal. Sin embargo, en Japón ese medio es limitado porque el Ministerio de Justicia permite que haya un número escaso de abogados y todos los abogados son elegidos y formados por las elites ministeriales. Se inician muy pocos pleitos contra el gobierno o las grandes corporaciones y son menos aún los que ganan los ciudadanos japoneses.

En Japón hay otros sindicatos, además de los pequeños sindicatos de empresa, y han sido en cierto modo eficaces en su lucha por aumentar los salarios. Después de la Segunda Guerra Mundial parecía desarrollarse un movimiento laboral bastante fuerte, pero este desarrollo lo detuvieron violentamente las grandes corporaciones y el gobierno y, hay que decirlo, con una pequeña ayuda de la CIA.

Los medios de comunicación de masas. Los periodistas japoneses pueden ser muy críticos con el gobierno o la corrupción, pero la mayoría de los observadores afirman que no suele ser así. Fue la prensa japonesa la que informó del escándalo de los pagos de la Lockheed que provocó la dimisión y el procesamiento del Primer Ministro Tanaka en los años 70 y la que informó a la nación de los escándalos financieros de principios de los 90 provocaron la caída del Primer Ministro Takeshita en 1989 y más tarde de Kanemaru. Pero en este y en otros casos la noticia apareció primero en periódicos poco conocidos o extranjeros.

En Japón los periodistas no se destacan por indagar lo que sucede detrás de la escena del poder para mantener al pueblo japonés informado. Entre las razones que lo explican están los “clubes de prensa” o kisha, formados por los ministros del gobierno. ¨Únicamente los periodistas aceptados por estos órganos gubernamentales podrán asistir a los clubes de prensa para recibir información. Pero hay otro mecanismo de control de la información: la importante agencia de publicidad Dentsu que controla cerca de una cuarta parte de la facturación total de la publicidad en Japón, el 30% de la televisión, y casi un 20% de la publicidad de los principales periódicos frente a menos de 4% que controla la agencia de publicidad más grande de Estados Unidos. “La influencia de Dentsu en el contenido de la cultura televisiva japonesa difiere mucho de cualquier otro tipo de control social a través de los medios de masas en otro país del mundo”. Dentsu está bien relacionada con las elites corporativas de Japón, las protege mediante la censura a los medios hasta el punto de darse el caso de conseguir que un programa no se emita por considerar que atacaba los intereses corporativos.

El conjunto de todo lo que hemos señalado indica que el concepto de elite de poder de C. Wright Mills se ajusta más a Japón que a los Estados Unidos. Sin embargo, sigue en pie la pregunta de por qué, si el poder de la elite es tan grande, el grado de desigualdad sigue siendo más bajo en Japón. Pero tenemos que considerar otras cuestiones antes de abordar la respuesta al final del capítulo presente.

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