6.-Análisis comparativo Nupcialidad 2000-2005
Tabla 1 Elaboración propia. Fuente INE.
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Quetelet (1796-1874), estadístico belga precursor
de la Sociología y, en particular de los usos de la estadística para el
análisis de los fenómenos sociales, destacó una singular peculiaridad en la
evolución de la nupcialidad comparándola con los fenómenos de la naturaleza. La nupcialidad, como fenómeno demográfico, ha ocupado un lugar secundario en el marco explicativo de la demografía y ello pese a las eferencias
directas que Thomas Robert Malthus, padre de la teoría de la población, hiciera
del fenómeno. Malthus vio en la nupcialidad el principal freno
preventivo al crecimiento exponencial de la población: el retraso en la
nupcialidad redundaría en un descenso de la fecundidad al recorta el lapso de
años en los que las mujeres pueden tener descendencia.
Gráfico 1. Elaboración propia. Fuente: INE |
En
España se ha vivido el aumento veloz de las formas de
convivencia informales; la pluralización de las formas de vida observables en
el aumento de las proporción de hogares unipersonales, de parejas sin hijos y
de hogares monoparentales y el incesante aumento del trabajo remunerado de las
mujeres (tesis de las alta velocidad). España se sitúa en el contexto europeo
aún entre los países con menor pluralidad de formas de convivencia, donde el
matrimonio prevalece y donde las familias de un solo ingreso representan más de
la mitad de las familias con hijos (tesis de la postmodernización relativa).
El Movimiento Natural de la Población, es la principal fuente
de información para el análisis de la nupcialidad ya que en él se recogen las estadísticas
de matrimonio que con carácter obligatorio deben quedar inscritas en el
Registro Civil. El Censo de Población, y en su defecto, los Padrones
Municipales de Habitantes son las fuentes que nos ofrecen datos fundamentales
para el estudio de la nupcialidad.
Gráfico 2. Elaboración propia. Fuente:
INE.
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La traducción de los datos
obtenidos para el periodo observado no manifiestan de manera clara un
crecimiento o decrecimiento destacable (gráfico 2), es decir, no existe una
tendencia que pueda llevar a una conclusión predictiva. En el año 2001 hay un
descenso de matrimonios respecto al año 2000, pero crece en los años siguientes
(2002 a 2004) para luego descender a una cifra muy similar al año 2001.
Solamente en el periodo 2002-2004 hay una tendencia creciente. Obsérvese que en
el periodo 2000-2005 no ha disminuido de manera significativa la tasa de
nupcialidad como sí lo hará en los años siguientes y provocada como uno de los
factores sustantivos, la fuerte crisis económica y de empleo, que evidencia las
dificultades singulares del proceso de emancipación en España. Las diferencias
entre los varones y las mujeres son insignificantes, aunque siempre es mayor en
las mujeres en este periodo.
Gráfico 3. Elaboración propia. Fuente: INE.
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En síntesis, y a la luz de los
datos para el periodo observado en los indicadores de número de matrimonios,
como la tasa por 1.000 habitantes (gráfico 1), invita a avalar que comienza una
tendencia (gráfico 3), que junto con el incremento de los nacimientos fuera de
la institución matrimonial, hacia una incipiente crisis de la institución: el
matrimonio ya no estructura y organiza la vida adulta de la mayoría de los
españoles, el matrimonio cohabita con otras formas familiares.
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