Amparo, una mujer de 45
años, decidió quitarse la vida el pasado lunes. Con seis hijos y dos nietos a
su cargo, iba a ser desahuciada por un impago de alquiler de su vivienda
situada en el madrileño barrio de Carabanchel. Su muerte, que ha sido denunciada por
la plataforma 'Stop Desahucios', es el reflejo de la
situación crítica en la que viven muchas personas en nuestro país a
consecuencia de la crisis económica. Un estudio, publicado por la revista
'British Medical Journal', evidencia ese efecto negativo de la recesión
económica en la tasa de suicidios. Uno de sus autores, el investigador David
Stuckler, ha concedido una entrevista a ELMUNDO.es para hablar de este tema.
Profesor de Sociología en
la Universidad de Oxford y autor del libro 'Por qué la austeridad mata. El
coste humano de las políticas de recorte', (editorial Taurus) del que es
coautor junto con el epidemiólogo Sanjay Basau, Stuckler considera que es
necesario hablar de cómo los recortes están mermando la salud de los
ciudadanos. "Este libro es un mensaje duro, es un aviso", reconoce
cuando se le pregunta cuál es su objetivo con esta publicación.
En las páginas de este
libro hace un repaso de cómo algunos países se han enfrentado a la crisis
económica y su efecto en la salud de los ciudadanos. Uno de ellos es Grecia en
donde tan sólo en 2009, el presupuesto de salud pública se redujo de 24.000 a
16.000 millones de euros. Sin fondos para el control de infecciones, los
casos por VIH han aumentado un 200% y se han generado brotes de malaria al
no contar con políticas para erradicar los mosquitos. Además, se produjo un
incremento de la mortalidad infantil del 40% y la tasa de suicidio aumentó un
17%.
Ante la pregunta de si
puede España vivir una situación similar a la griega, Stuckler sentencia que
"hay un verdadero peligro" si se siguen reduciendo los presupuestos
destinados al sistema de salud. "Los recortes que está haciendo Mariano
Rajoy, tanto en salarios como en el sistema sanitario, no están mejorando la
recuperación y además son peligrosos para la salud". Esta afirmación la
hace con los datos en la mano de un estudio, realizado junto con investigadores
de la Universidad de Baleares, en el que se analizó la situación de más de
7.900 pacientes que acudieron a un centro de atención primaria entre 2006 y
2010. Se constató que, además del aumento de las tasas de suicidio, también se
habían incrementado los casos de dependencia del alcohol y los de ansiedad.
Dos caras de la misma moneda
Stuckler
señala que crisis económica no siempre va unida a un mayor aumento de
suicidios: "En Suecia la crisis bancaria ha generado un aumento del 10%
del desempleo, pero su tasa de suicidios sigue cayendo. Depende de las
decisiones políticas que se tomen". Otro ejemplo de esto es Islandia, que
en mitad de sus crisis bancaria y tras haber hecho un recorte en sanidad del
30%
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