La objeción empirista
La
premisa que subyace en el modelo teleólogico era que sólo deben buscarse causas
para el error o la limitación, lo cual representa una forma extrema de
asimetría y, por tanto, ofrece la alternativa más radical al programa fuerte y
a su insistencia en estilos simétricos de explicación. Puede suceder que se
critique al programa fuerte desde un punto de vista menos extremo. Ciertos
tipos de causa están correlacionados sistemáticamente con creencias falsas o
con verdaderas, respectivamente, entonces tendríamos otra razón para rechazar
la postura simétrica del programa fuerte.
Las
influencias sociales distorsionan nuestras creencias, en tanto que el libre uso
de nuestras facultades de percepción y de nuestro aparato sensoriomotriz
produce creencias verdaderas.. Puede considerarse que este elogio de la
experiencia como fuente de conocimiento alienta al individuo a confiar en sus
propios recursos físicos y psicológicos para llegar a conocer el mundo; se
trata de una afirmación de fe en el poder de nuestras capacidades animales para
el conocimiento. Apártese uno de este camino y confíe en sus semejantes, y
entonces será uno presa de historias supersticiosas, mitos y especulaciones. En
el mejor de los casos, estas historias serán creencias de segunda mano más que
conocimiento directo; en el peor de los casos, los motivos que se oculten tras
ellas serán corruptos, producto de mentirosos y tiranos.
Pese
a que la moda actual entre los filósofos empiristas es evitar la versión
psicológica de su teoría, su visión básica no es demasiado diferente de la que
acabamos de bosquejar arriba. Si el empirismo es correcto, entonces, una vez
más, la sociología es una sociología del error, la creencia o la opinión, pero
no del conocimiento en cuanto tal. Esta conclusión conlleva una división del
trabajo entre el psicólogo y el sociólogo, donde el primero se ocuparía del
conocimiento real y el segundo del error o de algo que no sería propiamente
conocimiento. La empresa en su conjunto sería naturalista y causal. Aquí la
batalla se libra completamente dentro del terreno de la ciencia. ¿Esta
concepción empirista del conocimiento ha establecido correctamente la frontera
entre la verdad y el error? Hay dos limitaciones en el empirismo que sugieren
que no:
1.
Sería equivocado
suponer que el funcionamiento natural de nuestros recursos animales siempre
produce conocimiento; produce una mezcla de conocimiento y error con igual
naturalidad, y mediante la actuación de una causa del mismo tipo. Hay ejemplos
(mirar página 48) que sugieren que condiciones causales diferentes ciertamente
se pueden asociar con diferentes patrones de creencias verdaderas y falsas; sin
embargo, no muestran qué diferentes tipos de causas se correlacionan de una
manera simple con creencias falsas o verdaderas. Es incorrecto poner todas las
causas psicológicas de un lado de esa ecuación, como si naturalmente condujeran
a la verdad. Tal vez los mecanismos psicológicos de aprendizaje tienen una
disposición óptima de funcionamiento y que producen errores cuando se salen de
foco. Cuando nuestro aparato perceptivo actúa bajo condiciones normales y lleva
a cabo sus funciones como es debido, aporta creencias verdaderas.
2.
El punto crucial
sobre el empirismo es su carácter individualista. Aquellos aspectos del
conocimiento que cada uno puede y debe darse a sí mismo acaso puedan explicarse
adecuadamente mediante ese tipo de modelo. El enfoque psicológico deja sin
explicar el componente social del conocimiento. La sociedad proporciona estas
cosas a la mente del individuo y aporta, asimismo, las condiciones mediante las
cuales pueden sostenerse y reforzarse. Si su comprensión por el individuo
vacila, siempre hay instancias dispuestas a recordárselo; si su visión del
mundo empieza a desviarse, existen mecanismos que alentarán su realineación.
Las necesidades de comunicación ayudan a que los patrones colectivos de
pensamiento se mantengan en la psique individual.
El
conocimiento de una sociedad no proyecta tanto la experiencia sensorial de sus
miembros individuales, o la suma de los que pudiera llamarse su conocimiento
animal, sino más bien su visión o visiones de la realidad. Nuestras teorías
mejor contrastadas y nuestros pensamientos más elaborados nos dicen, pese a lo
que puedan decir las apariencias. Se trata de un relato tejido a partir de las
sugerencias y vislumbres que creemos nos ofrecen nuestros experimentos. En
conocimiento, pues, se equipara mejor con la cultura que con la experiencia.
Si
se acepta esta acepción de la palabra “conocimiento”, entonces la distinción
entre la verdad y el error no es la misma que la distinción entre la
experiencia individual (óptima) y la influencia social; se convierte en una
distinción dentro de la amalgama de experiencias y creencias socialmente
mediadas que constituyen el contenido de una cultura Se trata de una
discriminación entre mezclas de experiencias y creencia que rivalizan entre sí.
Lo
que para nosotros cuenta como conocimiento científico es, en gran medida,
“teórico”. Es una visión muy teórica del mundo la que, en cada momento dado,
puede decirse que conocen los científicos; sus teorías adonde deben acudir
cuando se les pregunta qué nos pueden decir acerca del mundo. Pero las teorías
y el conocimiento teórico no son cosas que se den en nuestra experiencia, sino
que son lo que da sentido a la experiencia al ofrecer un relato de lo que la
subyace, la cohesiona y da cuenta de ella. La teoría no se da junto con la
experiencia que ella explica, no tampoco se apoya únicamente en ella. Se
requiere otro agente, aparte del mundo físico, que oriente y apoye este
componente del conocimiento. El componente teórico del conocimiento es un
componente social, y es una parte necesaria de la verdad, no un signo de un
mero error.
·
El modelo teleológico
era ciertamente una alternativa radical al programa fuerte, pero no existe la
menor obligación de aceptarlo.
·
La teoría
empirista no es verosímil en tanto que descripción de lo que consideramos, de
hecho, como conocimiento.
El
siguiente paso será relacionara estas dos posiciones con la que afirma que se
trata de una forma de relativismo que se refuta a sí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario